HASTA QUE NOS REUNA EL DESTINO OTRA VEZ
Una melancólica melodía de violín sonaba, mientras hacia compás con las estrellas nocturnas, y las olas del mar bailaban a su ritmo. Una joven de cabellos aguamarina estaba solitariamente tocando frente al mar, tenia una expresión de tristeza en su rostro al igual que la pieza que tocaba. Llevaba horas tocando sin darse cuenta, termino su ultima pieza y se sentó sobre la arena a observar el cielo nocturno, vio una estrella, una que resplandecía mas que todas las demás, y una lagrima resbalo por su mejilla.
-Michiru: porque Haruka? Porque lo hiciste? Hubiera preferido ser yo la que estuviera muerta, no puedo aguantar el sufrimiento de que no estés conmigo, era a mi a la que Galaxia iba a matar no a ti, porque tuviste que interponerte? No puedo vivir con esta carga de saber que por culpa mía estés muerta. Perdóname...
No pudo retener por mas tiempo el llanto, lloraba amargamente mientras abrazaba su violín, el viento comenzó a soplar con fuerza, y de la nada salió una joven rubia de corta cabellera.
-Haruka: ya no te sientas culpable, así lo quiso el destino, y jamás me arrepentiré de haber dado mi vida por la tuya.
-Michiru: te extraño tanto, recuerdas que esa era nuestra estrella favorita?
-Haruka: como olvidar aquellas noches enteras que pasamos viendo la luna y las estrellas, pero ahora me encuentro en un buen lugar, por favor ya no llores, he estado escuchando tus melodías, pero dime hasta cuando voy a poder escuchar aquellas alegres melodías que tocabas, hace tanto tiempo que no te escucho tocar alguna.
-Michiru: como voy a poder hacerlo? No es tan fácil tocar algo que no sientes. La tristeza me invade cada hora y cada minuto, no quiero vivir si no estas conmigo.
-Haruka: yo siempre estoy contigo acaso no lo sientes cuando el viento acaricia tu rostro y enreda tus cabellos como lo hacia yo, tal vez no estoy físicamente pero cada que me recuerdes y pienses en los buenos momentos que tuvimos, siempre estaré contigo, no lo olvides. Ya debo regresar no me permiten estar fuera mucho tiempo, nunca olvides que aunque ya no estemos en el mismo mundo siempre voy a amarte, algún día el destino nos reunirá de nuevo, tenlo por seguro, mientras nuestro amor no se extinga aquella estrella siempre brillara. Te amo...
-Michiru: yo también te amo Haruka, siempre lo haré, ya no estaré triste, te lo prometo.
La silueta de la joven rubia se desvaneció con el viento, ahora estaba amaneciendo, mientras la joven violinista tomaba su violín y tocaba una romántica melodía, el sol estaba saliendo, termino la pieza y comenzó a caminar por la playa, camino a casa.
-Michiru: hasta que el destino nos junte de nuevo, descansa en paz mi dulce Haruka, Aishiteru.
Fueron palabras que solo el viento pudo escuchar, el viento es el complemento del mar y siempre estarán juntos por la eternidad, aunque no puedan ser uno solo.
