Aquí les dejo mi más reciente serie, como antes también es crossover de animes y videojuegos.
Cada capitulo es único y no esta relacionado con los demás, cada capitulo involucra un par de personajes puestos en situaciones nuevas, así que en teoría este fic es un AU.
Algunos capítulos no serán muy largos, pero igual espero los disfruten…
Vermillion aun continua, estoy esperando a que el manga presente el nuevo diseño de Rukia (si es que cambian su diseño) para utilizarlo en el fic.
Disfruten!
Amor
"A través de una mira"
Por: Ralf jones
Jamás dejaba de asombrarla lo hermoso que el mundo era, la belleza que se ocultaba a solo pasos de ella.
Aquella planicie cubierta de nieve era, al igual que el resto del mundo, realmente hermosa.
Incluso si solo podía mirarla a través de una mira con cuatro líneas que formaban una cruz en el centro. Gracias al aumento en la mira podía apreciar de mejor forma lo blanco de la nieve y las nubes grises de derramaban luz desde el cielo.
Aquel campo era hermoso…a pesar de la batalla que se llevaba a cabo en esos momentos…
Gallia contra el Imperio, tanques azules y rojos, soldados con uniformes azules contra las figuras cubiertas de armadura y ropas rojas…
Guerra…
Desde su posición en una colina cercana, Marina Wulfstan tenía una muy buena visión del campo.
Podia ver a sus aliados y a los enemigos, enemigos que eran solo presas esperando ser devoradas por ella. Pues ella era una cazadora, la depredadora que se encargaba de devorarlos.
A sus 24 años Marina ya tenia la lista mas larga de enemigos muertos en toda la armada de Gallia, su habilidad era insuperable, casi legendaria.
Un suspiro escapa de sus pálidos labios, y nuevamente coloca su mirada en la mira de su rifle. Su posición es perfecta, al estar acostada boca abajo en la nieve su presencia es fácilmente ignorada.
La cruz en el lente de su mira se centra en una nueva presa, un soldado que se cubre de manera hábil tras un muro de costales, disparando su rifle sobre su cabeza (Scout).
"Nuevo objetivo encontrado".
Su cuerpo se tensa, sus manos se aferran con más fuerza al cuerpo de su rifle mientras que su dedo índice se mueve para colocarse sobre el gatillo.
"No es nada personal…" y no lo es, ninguna de las muertes en la guerra es personal, solo habia hombres y mujeres luchando por sus países.
Marina contiene su aliento y suavemente presiona el gatillo…
¡BANG!
Los disparos y las explosiones parecen detenerse por un momento, Marina vuelve a respirar dejando escapar el aire que habia retenido…y la cabeza del soldado imperial se mueve bruscamente a la derecha al momento en que la bala impacta con su cabeza perforando su casco y acabando con su vida.
Su cuerpo se desploma en la nieve tras la barrera que habia estado usando para cubrirse, la nieve bajo su cabeza se torna roja.
"Dulces sueños…" y con un suspiro Marina abre el cerrojo de su rifle, el casquillo de la bala sale expulsado y el cerro se cierra de nuevo, el rifle nuevamente listo para disparar.
Marina pasa una mano por su rostro, el material de su guante es frio al contacto con su piel, lentamente mueve el fleco de cabello oscuro que cae frente a su rostro y lo coloca en su lugar…sobre su ojo izquierdo.
Fallar un disparo por culpa de su cabello seria demasiado insultante para ella. Su ojo derecho se mueve (el único visible) nuevamente hacia la mira.
"Nueva presa encontrada…" esta vez es un artillero (shock trooper), la metralleta en sus manos dispara sin cesar, sus acciones imposibilitaban el avance de los soldados de Gallia.
Marina contiene el aliento nuevamente y alista su disparo…
¡BANG!
La ametralladora deja de disparar…
El cerrojo del rifle se abre nuevamente para expulsar el casquillo vacio del proyectil que ahora se alojaba en la cabeza de otro soldado imperial.
Y las mismas acciones vuelven a tomar lugar un par de veces…
Matar era casi como una rutina…
Contener el aliento, jalar el gatillo, abrir y cerrar el cerrojo. La única variación real era en los momentos donde debía recargar su rifle.
Matar era…una tristeza, pero debía hacerse, al matar a sus objetivos garantizaba la supervivencia de sus aliados en el campo de batalla.
A través de su mira recorre el campo de batalla, buscando a aquellos enemigos que parecieran presentar el mayor obstáculo para sus compañeros.
Y entonces encuentra a su nuevo objetivo…
Su uniforme es diferente al de los otros imperiales, no, su apariencia era completamente extraña para ella.
Su piel era oscura, nunca habia visto algo así, su cabello era color negro, cortado casi a rapa. Su pecho estaba cubierto por una coraza de acero color gris, un cráneo en el centro de un engrane era su emblema, pantalones de combate negros y botas del mismo material que su coraza cubrían la parte inferior de su cuerpo.
Era alto, tal vez ligeramente mas grande que Largo (Y el era muy alto), pero los músculos de sus brazos eran definitivamente los mas grandes que Marina hubiera visto.
En sus manos cargaba una ametralladora como todo artillero (Shock Trooper), pero la francotiradora no podía evitar sorprenderse por la manera en que se movía.
Corría agachado, moviéndose velozmente, algo que normalmente seria muy improbable para una persona de su tamaño. Avanzaba rápidamente, disparando y cubriéndose rápidamente para volver a avanzar.
Sus disparos eran certeros, obligaban a los soldados de Gallia a detener su avance y cubrirse. Los soldados imperiales lo seguían, tomando inspiración de su manera de combatir.
Nunca habia visto a un artillero moverse de esa forma…
Gracias al aumento en su mira Marina podía verlo claramente, aquel hombre estaba sonriendo, sus labios se movían en palabras que ella podía leer fácilmente.
"¡Vamos, ¿acaso eso es todo lo que tienen?"
"¡Demuestren que son soldados soquetes!"
Era un simple mercenario…no era tan difícil deducirlo.
Extremadamente diestro en el combate, posiblemente ni siquiera apoyaba las ideologías del Imperio. Como mercenario solo trabajaba para el mejor postor, y al elegir trabajar para el imperio habia sellado su destino.
Debía morir…
La cruz de su mira se centro en la cabeza del desconocido, Marina contuvo el aliento, su dedo índice se postro sobre el gatillo suavemente, sus manos tomaron con mas fuerza el rifle.
"Adiós…"
¡BANG!
Y aquel extraño se desplomo hacia la derecha…lanzando su cuerpo en un rápido giro de combate, cubriéndose en una de las barreras de costales cercanas.
Los ojos de Marina se abrieron de golpe, no podía creer lo que habia pasado, ella nunca fallaba. Pero la escena al otro lado de su mira no mentía, su disparo habia sido fallido.
Sus instintos rápidamente entraron en acción, sus manos se movieron por si solas abriendo y cerrando el cerrojo para preparar el rifle. Nuevamente volvió a asomarse a través de su mira, pero aquel extraño ya habia desaparecido, los soldados imperiales corrían en todas direcciones en retirada.
La batalla habia acabado…
"Cariño estoy en casa".
En un instante Marina se giro, tratando de apuntar con su rifle a quien estaba tras ella, pero estaba en desventaja, su mirada se encontró con el cañón de una ametralladora, desde su posición en el suelo no habia manera de que pudiera ganar el duelo.
"Vaya, pensé que el mismo diablo estaba tratando de volarme la cabeza, pero en vez de eso me topo con una linda chica" el humor en su voz era genuino, no habia sarcasmo ni odio "Pero no es que me este quejando, prefiero mil veces a una belleza como tu…"
Su presencia era imponente, estando cerca parecía ser mas alto (no ayudaba que estuviera de espaldas en el suelo). Aquel hombre de piel oscura contemplo a la francotiradora por un momento.
"¿Cómo fue que esquivaste mi disparo?" la voz de Marina era firme y decidida, no la intimidaba en lo mas mínimo el hecho de que estuviera encarando a su posible ejecutor.
El hombre lanzo una mirada al cielo "La luz se reflejo en la lente de tu mira, lo demás fue suerte" y una sonrisa se apareció en su rostro "Además, no puedo morir, mi mama no me dio permiso".
En ese momento Marina llego a dos conclusiones, o ese hombre estaba loco o simplemente era muy, muy…carismático (estúpido).
El hombre nivelo su arma contra su hombro…
Habia llegado el momento, Marina estaba segura de eso, no tenia miedo, eso nunca, pero lamentaba el hecho de que no podría seguir los pasos de su padre y volverse una cazadora famosa, lamentaba el hecho de que no podría regresar a las montañas donde habia crecido.
Su mirada recorrió lentamente la planicie de nieve que la rodeaba, al menos era parecido a aquel lugar del que guardaba tan hermosos recuerdos.
"No tengo miedo a la muerte…" y sus ojos se cerraron después de lanzar una ultima mirada al cielo gris "La soledad y la oscuridad siempre han sido leales compañeras".
El ritmo de su corazón se acelero de golpe, el momento habia llegado, su vida estaba por acabar.
Y entonces el familiar toque de un guante hizo contacto con su rostro, los ojos grises de la francotiradora se abrieron en sorpresa. Con delicadeza el desconocido movió a un lado el fleco de cabello negro que cubría el lado izquierdo de su rostro para poder verla claramente.
Un par de ojos grises se encontraron con los ojos negros del extraño, tal vez fueron minutos, tal vez segundos, Marina no estaba segura.
El hombre dejo escapar un silbido "Vaya que eres linda nena" y después se retiro dando media vuelta y descansando su arma contra su hombro de manera despreocupada "La batalla acabo, y parece que perdimos, así que este tren regresa a las vías".
Y así como así…aquel hombre se desvaneció del campo de batalla.
Marina continuo luchando en la guerra, la lista de sus victimas siguió en aumento. Su mira recorrió múltiples campos de batalla, acabando con las presas que encontraba, nunca fallaba.
Pero también buscaba aquel hombre que habia logrado sobrevivir, aquel que la habia hecho fallar.
Pero nunca volvió a verlo en los campos de batalla, el simplemente habia desaparecido sin dejar rastro.
Y ella ni siquiera habia logrado averiguar su nombre…
Eventualmente la guerra llego a su fin, así brindando una época de paz a las tierras de Gallia.
Marina logro convertirse en una cazadora legendaria, famosa por nunca dejar escapar a su presa. Ella no estaba de acuerdo con su reputación, porque habia dejado escapar a la presa mas importante.
Con su objetivo de sobrepasar a su padre como cazadora cumplido, Marina se retiro a las montañas, viviendo en una pequeña cabaña, la única compañía que tenia era un pequeño zorro que habia encontrado herido y que habia curado.
Muchos hombres habían sido atraídos por su belleza, pero ella era una belleza distante y solitaria. Y eventualmente fue aceptado que la belleza Marina Wulfstan, como algunas cosas en la vida, radicaba en el hecho de que no podías tenerla.
Algunos años pasaron…
Marina ahora de 27 años era conocida como la famosa cazadora que vivía apartada del mundo en las montañas, la hermosa mujer cuya belleza parecía aumentar al estar rodeada del blanco perpetuo de la nieve en las montañas.
La ex-francotiradora pasaba sus días cortando leña de los arboles muertos que rodeaban su cabaña, conseguía agua de un rio cercano y se alimentaba a ella y su zorro mascota con la carne de los animales que cazaba.
Una vida tranquila…siempre la habia deseado.
Un día mientras volvía del bosque cargando la leña para avivar el fuego de su chimenea, su pequeño zorro dejo escapar un pequeño aullido, la clase de aullido que le indicaba a Marina que algo estaba cerca.
Marina apresuro el paso y deposito su cargamento al pie de la puerta de la cabaña, a girarse encontró una silueta aproximándose.
Una silueta que le era extrañamente familiar…
Aun vestía el mismo uniforme con la armadura gris, el frio no parecía afectarle a pesar de tener los brazos y cuello descubiertos. Era el, la presa que habia logrado escapar años atrás.
El hombre que le habia perdonado la vida…
Finalmente el se detuvo a unos metros frente a ella, el zorro se escondió tras las piernas de su dueña, temeroso de lo que pudiera pasar.
"Hola cariño, estoy en casa" tanto la sonrisa como la frase eran las mismas de años atrás, pero esta vez Marina estaba preparada.
"Bienvenido a casa…"
Y el avanzo cerrando la distancia entre ellos, sus enormes brazos rodearon el cuerpo de la ex-francotiradora en un cálido abrazo, Marina por su parte hizo lo posible por rodear su cuello con sus brazos (era difícil por la diferencia en altura).
Un momento después se separaron, habia una dulce sonrisa en los labios de Marina, y el posiblemente era el primer hombre que la habia visto sonreír de esa manera.
Una vida tranquila…
"Marina Wulfstan".
Ella siempre la habia deseado…pero no quería estar sola.
"Augustus Cole".
Su corazón latía rápidamente por la felicidad que la invadía…
Y la sonrisa aun seguía en sus labios…
El amor es un sentimiento impredecible, capaz de dar lugar a eventos inesperados…
Cuando el cazador se enamora de la presa que muestra ser digna, tal vez sea culpa del destino…
Cuando la presa regresa al cazador por voluntad propia, tal vez sea solo suerte…
De igual manera el destino no es responsable…
Tal vez…los papeles fueron en algún momento invertidos…
Después de todo, el amor es impredecible.
Bueno, este fue el primer capitulo de mi serie de one-shots Amor…
Por si quedan dudas este fue un crossover de Valkyria Chronicles y Gears of War…
Personajes: Marina Wulfstan y Augustus Cole
