me lo contó mi novio como un cuento "para dormir" jajaja y yo lo traigo aquí


part1

Hace tiempo, en donde el mundo era regido por los reyes, en donde las brujas estaban presentes y las guerras eran cosas de cada día, aunque ahora estaban en una época de paz...

El rey Takeru vivía locamente enamorado de la Princesa Sofía, la cual estaba en el reino continuo, muchos decían que más que "enamorado" lo tenía "Hechizado", aun así, eso no lo detuvo, él quería tener a esa mujer como esposa

Su consejero le dijo que lo mejor sería esperar un tiempo, aún era joven, ya que asumió el cargo de rey al morir sus padres

-Los jóvenes siempre hacen locuras, mi rey, no vaya a ser una de esas- dijo claramente preocupado

-Ninguna locura, locura sería el esperar y que otro la tome por esposa, no pienso permitir que eso suceda- respondió

-Pero... mi señor, ella es del reino enemigo, por causa de esa familia sus padres fueron muertos

El rey simplemente ignoró lo que su consejero le dijo, salió de la habitación dispuesto a que cuando regresara, la princesa Sofía vendría con él

Y así fue, pasaron menos de dos días cuando el rey volvió, de la mano de la princesa, ella, de cabello negro, mirada oscura y penetrante, simplemente se dejaba guiar mirando con recelo a todo aquel que se acercara demasiado a ellos, los plebeyos venían detrás, con algunas maletas de la princesa, inclusive Hikari

Hikari, más conocida como Kari, era una amiga de la infancia del rey, pero, este, al cumplir los 13 fue, técnicamente apartado de ella para comenzar a "estudiar" como la realeza debía serlo, ella, pasó de ser su inseparable compañera, a ser una simple plebeya, una sirvienta que, a pesar de todo le quería, una sirvienta que cuando saludaba al rey cada vez que este pasaba, solo recibía una mirada desinteresada de este

Y no, no era la primera plebeya que estaba enamorada de él, habían muchas más, pero ella estaba consciente, de que no lo amaba por el dinero, ella lo había visto crecer, crecieron juntos, contándose secretos, ella era la única que sabía los miedos más profundos del rey, todo cuanto sufrió con la muerte de sus padres y su hermano, todo lo que cambió cuando comenzó a hacerse cargo de cosas que un niño a esa edad no debía

Unos días después de que la princesa, ahora reina, llegara, Kari la vio nerviosa, siempre llevaba consigo una hoja mientras escribía algo, y cuando alguien pasaba cerca, rápidamente lo escondía, ella sabía que la reina estaba ocultando algo, porque ni siquiera a, quien ahora era su marido, le enseñaba aquella hoja, sino, con mayor razón la escondía

Un día, Kari, limpiaba la habitación en donde la reina estaba unos minutos antes, cuando vio que en una mesa había una hoja, sin saber porqué, la agarró, la reina todo este tiempo al parecer, había informado al reino de su padre los acontecimientos de este, lo único que hizo que a la castaña se le pusiera frío todo el cuerpo, fue la parte donde decía:

"... Todo listo, podemos proceder con el plan, una vez que el rey muera, este reino pasara a mando mío, solo habrá que asegurarnos que se vea como un trágico "accidente"."

Sintió que alguien sujetaba con dureza su muñeca, dirigió su mirada a la persona y se encontró con quien menos quería en ese momento

-¿QUÉ HACES TÚ LEYENDO ESTO?- gritó la pelinegra

-Yo... yo no- sus palabras quedaron al aire al sentir un ardor en su mejilla, retrocedió unos pasos, la rein la había abofeteado ¿Quién diría que viendose tan delicada sería tan fuerte al golpear?

-Ni se te ocurra decirle una palabra al rey, si no quieres que te vaya peor

Kari salió corriendo, ¿qué importaba? ella podría morir, pero si el reino seguía bien, no perdería nada ¿De qué serviría que el hombre que ama muriera para que ella siguiera viva en lo miserable que el reino se volvería? No importaba, ella podía morir, pero el rey debía saber la verdad

Corrió lo que sus piernas le permitían, pero no encontraba al rey por ninguna parte, decidió buscarlo en su habitación, corría el riesgo de que la reina estuviera ahí, pero no había tiempo que perder.

-Mi señor- dijo entrando en la habitación

Sí, el rey estaba ahí, pero Sofía también, la castaña había cavado su propia tumba

-¿Qué sucede?- preguntó preocupado alejándose ligeramente de su esposa

La reina sofía la miró, sabía que si decía una sola palabra de lo que había visto probablemente al día siguiente tendría una ejecución a la cual asistir

Pero no importaba, cerró los ojos y dijo lo que había leído, al abrirlos vio a la reina sofia con las manos en la cara, mientras "sollozaba"

-¿Pero como te atreves...?- El rey estaba indignado, de nada había servido- ¡GUARDIAS!- gritó molesto por la difamación de su mujer

Fueron cuestión de segundos para que los guardias llegaran, sin preguntar por qué tomaron de ambos brazos a Kari

-Está bien, está bien, sé como llegar al calabozo- dijo ella resignándose

Antes de salir vio como la reina Sofia la miraba con unasonrisa burlona y arrogante, su mirada le decía que no saldría viva de esa

Suspiró, comenzó a caminar sabiendo lo que esperaba al día siguiente


Esa noche la Reina Sofía, decidió no dormir con su marido, dijo que se sentía demasiado mal para hacerlo y se fue a la habitación en la que Kari había encontrado esa hoja, estaba molesta, ¿Cómo es que a pesar de haberla amenazado aun así había ido a decirle aún sabiendo que podría salir todo mal?

Se dirigió hacia el calabozo para ver a la castaña, tenía que saber por qué ella hacia todo eso por alguien que ni siquiera sabía de su existencia

Cuando llegó, Kari se encontraba sentada en el suelo, mientras tenia la mirada en una "ventana", o al menos lo mas parecido a una

-Eh, tu- gruño la reina llamándola

La castaña solo la miro para luego sonreír y devolver la mirada la "ventana"

-Te estoy llamando ¿No entiendes?

-Claro que la escuché- dijo en un susurro- pero no me interesa lo que tenga que decirme

-Entiendo, pero ese no es mi problema ¿Por qué lo hiciste? Sabías que tu vida estaría en peligro si abrías la boca y decías lo que viste, pero lo hiciste a pesar de todo ¿Por qué?

-Conozco al rey desde que tengo memoria, siempre lo protegía a pesar de que el era el "hombre", supongo que hay cosas que no cambian ¿eh?

La reina la miró, no tuvo que preguntar más para saber que la sirvienta estaba enamorada de su marido. Y tuvo miedo, no lo iba a negar, ahí hasta donde se veía, aquella chica de cabello castaño no era una persona que tenía fuerza, pero estaba segura, que si ella supiera que algo malo le paso al rey, iría con la persona que lo lastimó y lo haría pagar con creces

-Así, que si decide matarme no me importa, pero tenga por seguro que si le hace algo al rey, regresaré de mi tumba y me encargaré de usted- dijo sonriendo

Definitivamente tenía que sacarla del camino


El rey casi no pudo dormir en esa noche, siempre que comenzaba a dormirse, tenía sueños, o quizá recuerdos de un niño rubio jugando con una chica castaña, jugando con el lodo o simplemente corriendo por el jardín del palacio lleno de variedades de flores, el niño siempre se despedía abrazando a su amiga y susurrando "Adiós, Hikari" para luego irse corriendo y ella siempre le respondía "Nos veremos mañana Takeru" mientras levantaba una mano a modo de despedida

-Hikari...- susurró el rey ¿Quién demonios era Hikari y por qué aparecía en sus sueños? No lo sabía, pero algo dentro de él le decía que aquella sirvienta que estaba en el calabozo podía decirle algo

-Pero cuando amanezca... no ahora- susurró antes de volver a cerrar los ojos, no sin antes ver como el cielo comenzaba a aclararse

Esa vez ningún sueño lo hizo despertar, sino el ruido que se escuchaba fuera del palacio ¿Qué rayos estaba pasando? miró por su ventana, vio a una muchedumbre viendo algo que desde donde estaba, no podía distinguir, pero sin saber porqué su corazón comenzó a acelerar, se cambió lo más rápido que pudo, sentía su cuerpo moviéndose solo

Cuando se dispuso salir de la habitación, se topó con su consejero y uno de los cocineros trayendo el desayuno

-Tk, ¿Pasó algo?- preguntó el consejero, él era el único que lo llamaba así

-¿Qué está pasando afuera?- preguntó sin más ignorando al cocinero

-Van a decapitar a la muchacha- dijo con simpleza- la reina llegó muy temprano, casi al amanecer e hizo los preparativos

-Su nombre- pidió el rey dejando al consejero confundido- dime su nombre, Koushiro, por Dios

-Pues hay un hombre abajo gritando "Kari" y algunas chicas llamándola "Hikari" por lo que...

Ni siquiera terminó de hablar cuando el rey comenzó a correr dejándolo ahí

-¡Señor! ¡Su desayuno!- gritó el cocinero

-¡Cómetelo!- gritó al tiempo que corría con todo lo que sus piernas le permitían


La plebeya, llamada Hikari Yagami, será ejecutada por el delito de difamación contra la reina...- leyó un señor regordete y con bigote

-¡No! ¡kari!- gritó un chico de cabello castaño mientras trataba de llegar a su hermana

Era inútil, los guardias no lo dejaban avanzar por más fuerza que usara, no podía moverlos e ir por su pequeña hermana

- Hikari...- susurraron amigas de ella mientras trataban de reprimir sus sollozos

-Por favor, que pase el verdugo...- dijo otra vez el señor regordete mientras cerraba el pergamino que había estado leyendo y salía del "escenario"

Entró un hombre alto y musculoso con algo parecido a un machete en la mano, avanzaba arrastrándolo por el suelo, todo el ruido que había hace unos segundos se esfumó al verlo entrar, era imponente y escalofriante verlo entrar como si fuera lo más normal para él decapitar a una persona

Tal vez así era

Le pusieron en la cabeza a la castaña algo parecido a una bolsa de tela negra, incapacitando su visión

-Maldición, ojalá esto hubiera valido la pena al menos..- susurró la castaña

Acto seguido, la multitud vio como una cabeza era despojada de su cuerpo y como la sangre corría

El verdugo había caído hacia atrás, muerto y sin cabeza

Tai, el hermano de Kari, seguía asombrado como lo estaban todos los presentes y, no era para menos, el Rey había llegado y agarrando una de las espadas de los guardias, con toda la fuerza que pudo usar, decapitó al verdugo, el castaño usó ese momento de confusión y corrió en dirección a su hermana, pero los guardias lograron agarrarlo antes de que llegara a ella, solo pudo acercarse lo suficiente como para quitarle lo que le habían puesto en la cabeza


Hikari, cuando hubo adaptado su vista a la luz, vio con asombro como el verdugo estaba tirado en el suelo, a su lado, Takeru había caído de rodillas y se apoyaba en sus manos, respiraba agitadamente y una espada ensangrentada estaba delante de él, miró su ropa, también estaba ensangrentada, lo bueno es que no era su sangre

-¡Kari!- gritó Tai lo que hizo que ella mirara de frente con lágrimas en los ojos

-Sueltenlo- susurró tk- ¡Que lo suelten!- gritó para que los guardias lo escucharan

Tai corrió con su hermana, abrazándola al tiempo que agradeció al Rey

Tk se levantó, estaba agotado, pero su trabajo no terminaba, debía encontrar a Sofía


¿Le harán caso a este fic? JAJAJA no recupero la inspiración para "Aún estamos a tiempo"