Para Aída: Billar

Jeff acababa de meter la pata hasta el fondo, y ahora el problema le llegaba a la altura de los sobacos. No estaba muy cuerdo y en una partida de billar, había apostado "humillar" a una persona, hasta tal punto que esta quisiera irse de su trabajo para dedicarse a otra cosa.

Bueno… En realidad no se trataba de humillar, si no más bien de "enamorar" y luego, cuando la persona en concreto estuviera enamorado hasta las trancas de Jeff, deshacerse de él de la manera más brusca que supiera.

Eso se había apostado contra Matt en una partida de billar, "enamorar" y luego "humillar" a Chris Jericho. Jeff, creyendo que iba a ganar esa partida, había aceptado, pues la apuesta de Matt era francamente sencilla y no creía que iba a perder.

Y perdió, y Matt se regodeó de su victoria cuando metió la bola negra en uno de los agujeros de la mesa de billar.

- Bien Jeff, ya sabes, tienes que cumplir.

- Joder… Pero no sabía que iba a perder… ¿No podemos cambiar la apuesta? – pidió Jeff desesperado

- No. – dijo Matt firme

- Pero es que… ¡Chris es un tío! – exclamó

- ¿No jodas? – dijo Matt fingiendo sorpresa - ¿Por qué crees que te dije Chris y no una tía? Porque así será más difícil…

- Muy bonito por tú parte… - le dijo Jeff un poco enfadado

- Ya sabes, la apuesta tienes que cumplirla por pantalones, y quiero que empieces este domingo que es el PPV. – sentenció Matt

Acabó accediendo. No tenía ningunas de ello, pero tenía que cumplir la apuesta si no Matt se chivaría que había conseguido manipular los controles de drogas de la empresa 3 veces para que no le echaran.

Pasó el tiempo y Jeff cumplía su apuesta, era demasiado buen actor como para no delatarse, y que Chris averiguara la verdad. Chris, acabó enamorándose de Jeff, y considerando de que él jamás había estado enamorado de un hombre, era todo un logro para Jeff.

Este llegó demasiado lejos, La apuesta se le escapó de las manos y llegó acostarse con Chris. No supo como se las apañó para que los ánimos se le levantaran, pero lo hicieron y acabó por sentirse en el mismo cielo con Chris.

No tuvo porque decirle la verdad de cómo empezó aquello, porque Jeff, había conseguido lo que Matt quería, darse cuenta de que quería a Jericho de verdad, de que le amaba.

- ¿Tú lo sabías desde el principio no? – le preguntó Jeff a Matt un día

- Sí. Sabía que al final ibas a saber que estabas enamorado de él. Y Chris lo sabía también… - confesó Matt

- ¿Qué? ¿QUÉ? – preguntó Jeff sorprendido

- Chris sabía lo de esta apuesta, así que tú lo enamoraste y lograste que se enamorara de ti. Buen trabajo.

Jeff sonrió y se fue a casa de Chris, sabiendo que compartía la vida con alguien que quería por una partida de billar.