Fue un error
Disclaimer: Todo le pertenece a George R. R. Martin.
Esta historia pertenece al Torneo de Desembarco del Rey del foro Alas Negras, Palabras Negras. La frase y la palabra en negrita me tocaron en la maldición de Valyria junto con el título y la Resistencia de Valle Oscuro. La frase es de En Busca de la Felicidad.
Si tienes un sueño, ve a por él. Eso era lo que siempre le habían dicho y eso era lo que siempre había hecho. Su sueño era ser un caballero de renombre, un miembro de la guardia real y había luchado con sangre y sudor para conseguirlo. El comienzo había sido difícil, lo habían descabalgado en la primera justa en el primer torneo en que participó, pero había seguido intentándolo y había ido mejorando y progresando poco a poco. Ahora su nombre, Ser Barristan el Bravo, se oía en las canciones y en los labios de los chiquillos que querían imitar sus hazañas. Sin embargo, no era el deseo de fama lo que lo motivaba, él realmente quería ser un buen caballero, un buen guardia. Quería mantener a salvo el reino y a su rey, como era su deber. Y lo hizo, sí, salvó al rey Aerys II durante la Resistencia del Valle Oscuro. Todos lo felicitaron. Él solo respondió que había hecho lo correcto.
Después de ese día el rey se fue volviendo cada vez más loco, tenía miedo de todo, no cumplía su deber como gobernante del reino y pronto comenzaron los castigos a los que consideraba traidores. Solo entonces empezó a atormentarle esa frase que tanto había repetido tras salvar al rey "solo Hice lo correcto". Porque ¿de verdad había hecho lo correcto? Se respondía siempre que sí, que lo correcto era cumplir con su deber pero entonces venía la otra pregunta ¿Había hecho lo mejor? Le dio muchas vueltas a esa cuestión, sobre todo al comienzo de la Rebelión de Robert. ¿Qué hubiera pasado si no lo hubiera salvado, si fuera Rhaegar quien se sentara en el Trono de Hierro? Seguramente todo sería igual, pensaba, al fin y al cabo había sido Rhaegar el que había iniciado la rebelión al secuestrar a Lyanna Stark. Sin embargo, por las noches, mientras se quedaba dormido, una vocecita en lo más profundo de su mente le susurraba que si no hubiera salvado a Aerys las cosas podrían haber sido diferentes y aunque se decía que su deber era salvar vidas, no dejar a las personas morir, esa vocecita seguía repitiéndole que quizás, salvar al rey Aerys fue un error.
