Titulo: Prohibido amar.
Disclaimer: Katekyo Hitman Reborn! no me pertenece, ni sus personajes tampoco, son de Akira Amano yo hago esto sin animo de lucro, bla, bla, bla.
Personajes/Parejas: R56 (Adult!Reborn x Adult!Colonello)-
Advertencias: ¿Crack?. Viñeta ambientada en un futuro donde los arcobaleno se han librado de la maldición. Semi!AU.
Es un asesino y, además, de los más despiadados. Colonello le conoce bien (quizá demasiado bien) porque ya son muchos años (demasiados) juntos. Aunque no juntos de esa forma. Es una relación extraña y en realidad, a veces, ha llegado a odiarla. Porque Reborn se lo toma todo como si fuera un juego, incluido él y realmente es molesto y no puede evitar guardarle un poquito más de rencor cuando se lo recuerda, con palabras frías y mirada indiferente. A veces siente que se volverá loco si las cosas siguen así.
Enciende un cigarro y se sienta en la cama de la habitación de ese nuevo hotel (porque siempre es en hotel, o en su apartamento, nunca en el de Reborn). Se frota el cabello y mira el reloj. Reborn llega tarde. Otra vez. Odia que le haga esperar porque eso le da tiempo para pensar y no, no es bueno que piense. Porque entonces empiezan las dudas, las reflexiones sobre su relación y las preguntas de si estará con alguien más en ese momento.
Y los celos le corroen las entrañas y se extienden por su cuerpo como si fuera veneno. Deja caer el cigarrillo dentro del cenicero, sin apagarlo y deja la mente en blanco mientras contempla como el cigarrillo se consume. Sonríe, resignado, al darse cuenta de lo que está viendo o quizá sólo está buscando una excusa para terminar eso. Porque para él, Reborn es el fuego que le consume de la misma forma que lo hace con el cigarrillo.
Pero Colonello no termina de ver como se consume ya que el ruido de pisadas en el pasillo, el ruido del pomo al girar (Reborn no podía haber elegido un sitio más cutre) y la figura que entra por la puerta capta su atención. Se miran unos segundos hasta que el rubio rompe el contacto visual. Los chupetones en su cuello son claramente visibles pero no va a reclamarle nada. No va a decirle nada. Porque ellos no son nada. Quizá la palabra que mejor les describiría seria la de follamigos (sin el amigos de por medio).
No hay palabras, ni siquiera un "hola" o un "¿qué tal?". Reborn se acerca y le besa, le echa sobre la cama y el rubio se queda más inmóvil que una estatua. La mirada de ambos vuelve a encontrarse.
—Te quiero —susurra Colonello.
Y entonces el juego llega a su fin.
Fin
Supongo que puedo decir sin miedo que últimamente escribo cosas raras (?) Pero bueh, las ideas fluyen por mi mente y yo no soy nadie para decirles que no sean caprichosas y no salgan (?) x'D
Ya saben, los reviews mantienen a los escritores felices y aumentan su ego :'D (?)
