Bueno, no tengo excusa, y se que debería estar escribiendo para actualizar mis otras historias, pero esto lo tenia prometido a mi amiga vivaelanime que ha aguantado la espera pacientemente, amiga, ya sabes como se maneja esto... un beso...
Disclaimer: Nada es mio, solo la historia, aunque si esto me perteneciera, bueno, digamos que el happy ending de HP seria junto a Draco... y viceversa...
Besos a mis hermanas que andan desaparecidas... es lo que tienen las capas de invisibilidad...
Vivan los Sly!
Enjoy!
SIENTO QUE TE CONOZCO
No lo reconoció hasta que el mago pelirrojo llamo su atención con un carraspeo, después de haber estado parado durante algunos minutos frente al mostrador, escudriñando con bastante atención la carta de sabores como si fuera un difícil problema de Aritmancia. Fue entonces, cuando finalmente se decidió, que atrajo su atención con un ronco ruidito salido de su garganta, indicándole que estaba listo para hacer su pedido. En cuanto lo vio, el reconocimiento le petrificó violentamente, haciéndole quedarse congelada en su lugar durante los segundos más largos de su vida, si bien consiguió moverse gracias a su férrea voluntad Slytherin.
Parpadeo confundida al notar los fuertes rasgos masculinos, aquellos que el tiempo y el sufrimiento había cincelado, comparándolos con los recuerdos que guardaba tan celosamente en su mente. Contuvo el aliento cuando el hombre la observo evaluativamente, un extraño calor subiendo dentro de su pecho, y un segundo después, mientras el hombre le lanzaba una sonrisa ladeada y se encaminaba hacia la terraza de la heladería, se obligó a sepultar cualquier sensación que estuviera naciendo dentro de su pecho. Tenía que ser realista y recordar su lugar.
Continuo limpiando la barra, mientras su mente comenzaba a perderse en el pasado, aquel que sin embargo no estaba tan lejano y que aun le llenaba de profundo desasosiego, pero que guardaba una dulce memoria…
Flash back-
Apenas había logrado lanzar un Silencius en el cubículo del baño de chicas al cual había acudido a esconderse, las lágrimas haciendo un rio salvaje por sus mejillas. En cuanto se supo protegida, los sollozos habían brotado desgarradores de su garganta, impidiéndole respirar con libertad, mientras el dolor en su pecho se acrecentaba. Soltó un par de improperios, maldiciendo al estúpido Gryffindor irlandés amigo de Potter, quien siempre se burlaba de ella.
Se lo había topado justo saliendo de pociones, y el imbécil no había tardado nada en comenzar a burlarse de ella, aduciendo a su sobre peso. Había salido casi corriendo, apenas conteniendo las lágrimas que no le dejaban ver hacia donde corría, aunque no necesitaba ver el camino, el destino era el mismo de siempre. Al mestizo siempre le había gustado reírse de ella, y cada vez que la veía, tiempo le faltaba para empezar con sus burlas.
¿Por qué no podía dejarla en paz?
¿Por qué tenia que ser tan cruel con ella?
¿No podía darse cuenta de que a pesar de que hiciera las mil dietas del mundo, que siguiera todos los concejos de Pansy, su cuerpo nomás no le obedecía?
Bueno, eso no era del todo cierto. Sabía bien que hacia trampa, pues siempre terminaba con el estómago rugiendo de hambre como un león hambriento, y de inmediato acudía a sus reservas de chocolates y dulces que le enviaba su madre. En realidad no tenia fuerza de voluntad… y ni siquiera hacia el intento. Como en ese momento, que entre sollozos y lamentos ya había comenzado a dar cuenta de las ranas de chocolate que llevaba escondidas en los bolsillos de su túnica. Mientras lloraba y se atragantaba de ranas, a sus pies iban cayendo las envolturas, hasta hacer una pequeña pila de ellas. Sollozo una vez mas antes de salir del cubículo, caminando hacia los lavabos, observándose una vez más al espejo. La imagen de ojos hinchados y enrojecidos, las mejillas sonrojadas y húmedas, y las comisuras de la boca y los labios llenos de chocolate, además del cabello castaño revuelto, le produjeron una desazón tal que rompió a llorar nuevamente con fuerza mientras se lavaba la cara a manotazos.
Después que se hubo calmado, camino hacia la salida, dispuesta a llegar a su habitación, para encerrarse entre los doseles de su cama y no volver a salir de ahí hasta pasado el fin de semana. Pero quiso su mala suerte que apenas diera unos cuantos pasos fuera del baño, nuevamente se topo con el estúpido Gryffindor irlandés, en compañía de sus amigos, Potter incluido.
-Miren nada más a quien tenemos aquí… a la cerdita de Slytherin-
-Cállate Finnigan-
-Y si no que cerdita… ¿Me vas a tragar con tu gran bocaza?-
Las lágrimas comenzaron a brotar de sus castaños ojos, mientras los Gryffindor comenzaban a reírse a carcajadas, coreando las crueles palabras del irlandés. Potter, sin embargo, solamente los miro con aprehensión, pues no le parecía gracioso el que estuvieran burlándose de la Slytherin, aunque pensara que todos ellos eran mortífagos en potencia.
-¡Cállate imbécil!-gritó Millicent, conteniendo a duras penas las lágrimas.
-¡Uy! ¡Que me come la cerdita!-dijo el castaño-¿Quién me va a callar? ¿Tu, cerdita?-
-Ella no… pero yo si…-
Ninguno alcanzo a comprender que había pasado sino hasta que observaron caer a Seamus, sosteniéndose la barbilla goteante de sangre, lanzando una mirada llena de odio hacia su agresor.
-¡Fred!-gritó Ronald-¿Qué estas haciendo?-
-Si, yo. ¿Se creen muy hombrecitos burlándose y maltratando a una chica? Pues déjenme decirles que es todo lo contrario. De ahora en adelante, cualquiera de ustedes que se meta con ella se las va a ver conmigo, ¿entienden?-
-Y conmigo también-dijo George-Puedes irte, ya no te molestaran más-
Millicent solo atino a limpiarse las lágrimas mientras daba media vuelta para salir corriendo, deteniéndose lo justo para murmurar un "gracias" y continuar corriendo, sin ver las muecas de asombro de ambos gemelos. Corrió y corrió hasta llegar a la seguridad de su cama, sin ni siquiera responder a los llamados de Pansy, echándose sobre su mullido colchón e insonorizando los doseles, y mientras recreaba lo sucedido una y otra vez, sonrió para si agradecida, pensando en el alto y pelirrojo Gryffindor, su salvador, hasta quedarse dormida…
Fin de flashback-
Después de ello, ningún Gryffindor, aun el estúpido irlandés, volvió a molestarle, manteniéndose bien lejos de ella, mientras ella observaba a su Weasley salvador en la distancia, soñando despierta con sus enormes ojos azules, haciendo castillos en el aire que sabia jamás iba a ver cumplidos.
Mientras tanto, a lo lejos, Fred Weasley no había podido dejar de observar a la chica castaña que atendía el mostrador, intrigado de sobre manera al sentir que la conocía de algún lado, pero no podía recordar de donde. Le parecía bastante bonita, muy femenina y delicada, y se sentía desconcertado pues no lograba recordar de donde parecía conocerla. Era cierto que después de Angelina no había tenido ninguna novia en serio, pues se había dedicado a disfrutar su soltería, no así su hermano que un día había llegado diciendo que estaba enamorado de su morena ex novia, y tiempo después, se habían casado.
No es que el anduviera saltando de cama en cama, pero quería darse un tiempo antes de sentar cabeza definitivamente y además de eso, aun no conocía a la persona que le llamase la atención, aunque el no sabia que en esos momentos ya la estaba observando de fijo.
Sonrió, terminándose el helado, y mientras caminaba hacia la salida, no olvido darle un ultimo vistazo, atrapando su mirada castaña con la suya azul, lanzándole una sonrisa seductora, y riendo un poco al observar las antes pálidas mejillas sonrosarse. Se fue hacia Sortilegios Weasley, silbando una melodía, mientras en el camino ignoraba las miradas apreciativas de las demás brujas, concentrado en el recuerdo de unos ojos color chocolate y unas deliciosas mejillas sonrojadas…
Bueno, primer cap, a ver que les parece... solo van a ser cuatro o cinco... pero conociendome, tal vez lleguemos a ocho...o diez...
Gracias mil por leer...
