Disclaimer: Fruits Basket no me pertenece

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—¡Hatori! —gritó Shigure con voz cantarina.

—Ya está otra vez —decía Yuki mientras bajaba la mirada.

—¡¿Qué?! ¡¿Pero qué es lo que pasa?! ¡¿Me he perdido algo?! ¡Lo siento mucho! —gritaba Tohru.

Kio ponía cara malhumorado —No va contigo, tonta.

Shigure sólo ponía ojos para Hatori, y pidió a los otros que se marchasen, cosa que hicieron rápidamente.

Hatori, por su parte, leía el periódico —Hoy no.

Shigure se puso a llorar —¡Pero no es justo! ¡Ayame siempre se deja! ¡¿Por qué tu no?! No puedo aguantar este sufrimiento desde la última vez. En la escuela…

—La escuela era otra historia. Ahora somos mayores y debemos dar ejemplo a los menores: Yuki, Kio, Tohru.

—Por favor, sólo una vez.

Hatori suspiró —Está bien —se levantó cuidadosamente y se acercó a Shigure, muy lentamente. Se acercó a él, mientras Shigure cerraba los ojos. Unos poco centímetros los separaban. El ambiente se caldeaba. Podían sentir sus latidos intensificados, el sudor que empezaba a recorrer sus cuerpos. Sólo un poco más, sólo un poco más, estaba más cerca…

Hatori y Shigure. Sigure y Hatori.

—¡Oh Hatori! ¡Hazlo ya! ¡No puedo aguantarlo más!

De repente los demás entraron, preguntándose qué pasaba. Y al final ocurrió, y Hatori gritó, junto con Shigure, a la vez.

—¡PIEDRA, PAPEL, TIJERA! —gritaron al unísono.

Los dos agitaron las manos y sacaron sus resultados. Hatori extendió la palma de mano: papel. Shigure sacó un puño: piedra.

—Te gané. El papel gana a la piedra —sentenció Hatori.

—¡No es justo! ¡Hatori eres malo, siempre me ganas!

—Si siempre sacas piedra, perderás.

Pero —decía mientras miraba a los demás —¿por qué os habéis caído al suelo y ponéis esas caras de alucinados?