AMAR A UNA INTELIGENCIA ARTIFICIAL
Este fanfic ha sido presentado
por Dimitrix Enterprises
y Dimitrix Inc.
CAPITULO 1: LA INTELIGENCIA PERFECTA
Hal Jordan y los demás compañeros linternas aterrizaron en el planeta del cual un asteroide esta apunto de impactar sobre el, al ver las pocas posibilidades que tenían de destruirlo, lo ralentizaron, y eso les dio tiempo como para poder adentrarse en el planeta y buscar al linterna que estaban buscando.
Aterrizaron sobre el planeta y ahí fueron andando hasta encontrarse con un grupo de tres supervivientes, uno era un cíclope de piel turquesa, una era un alienigena nada humanoide y por ultimo había una mujer con la piel de color amarillenta y con una coleta de color fucsia, en ese instante la alienigena se fijo interesada en aquella extraña mujer que parecía un robot, era como un linterna pero no lo era, era distinto, era una inteligencia artificial con cuerpo y todo.
En ese instante ambos decidieron ir con cada uno a buscar al siguiente linterna, Hal se fue con el alienigena animal, Kilowog se marcho con el cíclope, pero Razer se marcho solo porque no le gustaba la idea de ir en compañía de alguien, mientras que Aya se marcho con la alienigena que se hacía llamar Drusa, de la cual ambas se fueron alejandose de los demás sospechosamente.
Durante todo el camino que hicieron, se adentraron por un sendero y ahí entonces Drusa empezo a charlar acerca de lo difícil que era vivir en ese planeta, sobretodo desde que se estrellaron ahí. Drusa no paraba de mirar a Aya, la consideraba una extraordinaria obra maestra de pura inteligencia, esto era el resultado de tantos avances que siempre había creído.
-Es extraño estar con otra mujer después de tanto tiempo, sobretodo si has estado aguantando a esos dos de ahí, pero tu eres mas diferente, tu eres una autentica pieza de arte tecnológica, fijate, inteligencia artificial que camina y se mueve, tanta belleza, tanta perfección -explicó Drusa mientras miraba fijamente todo el aspecto que tenía Aya, verdaderamente tenía un cuerpo perfecto como para ser un robot, era algo extraño de ver, pero era maravilloso.
-Eso es del todo incorrecto, yo estoy en singularidad con 0.0002 puntos de perfección, aunque lo fuese, eso no sería del todo irreal -rectifico expresamente Aya.
-Puede, pero no todos los días se ve a una inteligencia tan perfecta como tu, llevas un diseño tan básico que me moriría de ganas por saber como es.
-Bueno, si quieres puedes ver que soy del todo correcta en diseño -sugirió Aya y entonces levanto los brazos dispuesta a enseñarle su tacto para demostrarle que estaba en perfecto desarrollo.
Drusa se puso delante y entonces se quedo pensando en que iba a hacer, agarro las manos de Aya y las toco poco a poco para ver como eran, su tacto era muy frío para tener todas las extremidades de metal, pero su tacto era muy detallado, toco la piel de sus brazos que era parte de su energía, la paso suavemente para ver como era, al tocarle sentía como si fuese lo mas suave que hubiese tocado nunca, nunca antes había sentido tal tacto agridulce. Luego siguió subiendo hasta tocarle los codos y ahí seguía siendo igual, Drusa quería avanzar en otra parte, conocer mejor a Aya por encima.
Siguió subiendo por los brazos hasta tocar lo que supuestamente eran las clavículas, apenas se podía notar debido a la armadura que tenía que le hacía de tórax, también era tan fino y liso como los brazaletes de sus manos, todo estaba en perfecta singularidad.
-¿Puedes sentirlo verdad? -pregunto Aya para saber si lo estaba notando.
-Así es, pero quédate un poco quieta, quiero conocer todo esto -insistió sinceramente Drusa.
Siguió bajando por todo el tórax hasta tocar suavemente con el dedo el símbolo de los linternas verdes que había en su cuerpo, empezo a excitarse al sentir tocar eso.
-¿Ocurre algo? Tus niveles de hormonas están subiendo un 17% -pregunto Aya al notar la subida de temperatura de Drusa.
-No es nada, es algo normal -aclaro Drusa y siguió bajando hasta llegar a la parte de la cintura.
Bajo hasta seguir la linea que daba lugar adonde supuestamente estaría el ombligo, pero no había nada, así que siguió bajando hasta tocar la parte auxiliar de sus partes interiores.
Aquello provoco que Aya tuviese una extraña sensación de desequilibrio, algo la estaba afectando.
-Me parece que es suficiente -dijo Aya y entonces la aparto para quitarla de en medio.
-No espera, todavía quiero hacer algo mas -declaro Drusa.
-De acuerdo, pero que no dure mucho -acordo Aya.
Entonces Drusa subió las manos hasta dirigirse a la cara de Aya, le toco firmemente las mejillas para saber como se sentían, se notaban mas delgadas que el resto del cuerpo, aquello era algo único, nunca se había visto que hubiese una diferencia entre la textura de un robot así.
Aya empezo a sentirse extrañada y no sabía porque, al estar tan cerca de Drusa podía notar sus brillantes ojos color grisáceo, pero todo lo demás era perfectamente bello.
Drusa siguió así hasta que al final se detuvo, se quedo mirando a Aya con resentimiento hasta que entonces se acerco lo suficiente como para darle un pequeño toque en los labios a Aya, ahora quería saber que bien se sentía besarla exponencialmente, la continuo sin parar de disfrutar del tacto de sus voluminosos labios hasta que entonces se aparto Aya extrañada por lo que hacía.
-¿Que estas haciendo? -pregunto Aya queriendo entender que se proponía.
Entonces la expresión de Drusa se le cambió a una expresión de lamento.
-Veras, es que siempre he tenido el sueño de enamorarme de una inteligencia artificial, quiero saber lo que se siente estar junto con una para así experimentar, y ahora que te tengo delante, siento he descubierto que mi sueño se ha hecho realidad, quiero enamorarme de ti Aya, quiero saborearte todo lo sexualmente posible -explicó Drusa dando a entender que quería tener un lío con ella solamente por conocer excitantemente a una inteligencia artificial.
En ese momento algo cambió en Aya y supo darse cuenta de que lo necesitaba.
-Pues la verdad me ha satisfecho, me ha encantado saber lo que se siente besar a un ser vivo, no era lo que esperaba, pero al menos es perfecto -opino Aya estando de acuerdo con lo que hizo.
-¿De verdad? -pregunto Drusa sorprendida por su opinión.
-Así es, y me gustaría repetir, se puede -declaro Aya.
-Bueno, existe otra forma de hacerlo.
-¿Cual?
-Así -dijo y entonces se acerco y le dio ahora un apasionado beso con lengua, Aya se extraño por lo que estaba haciendo pero al cabo del rato le empezo a gustar.
Se agarraron ambas de las manos y estuvieron besandose un buen rato hasta que al final se acabaron abrazando debido a lo mucho que se querían.
Ya se habían olvidado de lo que estaban haciendo, solamente les importaba besar como si fuesen la pareja perfecta en todo el universo.
CONTINUARA...
