Alguna vez, el tío Ben me dijo que un gran poder, conlleva una gran responsabilidad, pero creo que nunca se puso a pensar que con un poder demasiado grande la responsabilidad que cae sobre mi es gigantesca. Pensaba aquella sombra que se columpiaba sobre la cuidad de Nueva York. Nunca me he quejado, pero es un hecho que casi todos los aspectos de mi vida son una mentira, me encantaría dejarlo todo de lado y simplemente hacer lo que digo que hago, la soledad me está volviendo loco, es decir... Repentinamente se escuchó un grito, sin dudarlo un segundo el sorprendente hombre araña cambió su curso en dirección a aquella voz que pedía auxilio. Era un anciano que estaba siendo atacado por un trío de criminales.

―Chicos, el hecho de que su mamá no les haya dado dinero para la escuela, no implica que tengan que robarlo― les gritó mientras atestaba una patada al primero de ellos, el segundo intentó golpearlo con un tubo, pero previniendo el golpe lo detuvo en seco con su mano y lo golpeó en la boca del estómago, le quitó el tubo y enredó a los dos caídos en telaraña, mientras el tercero corría de la escena del crimen, lo dejó para poder ayudar al anciano.

―¿Está bien?

―Si, gracias, estas calles ya no son seguras en lo absoluto ― habló aquel hombre.

―Ya lo creo, cada vez hay más y es difícil que la policía pueda con todos ― repuso el enmascarado, sacándolo de ahí. ―bien, no hay problema, creo que aquí ya estará seguro, tenga cuidado al regresar― Se despidió. Tejió una telaraña a lo alto y en un instante, se columpiaba de nuevo.

Así es, el buen Peter Parker, siempre ayudando, me causa mucha satisfacción y ambas partes de mi entran en conflicto, al menos viajar de esta manera me permite pensar tranquilo. ―Tú, ¿Qué opinas amiga gárgola, debería seguir siendo el buen vecino, o quizás debería ser el enamorado científico?― le decía a una gárgola de piedra en la que había aterrizado ―... ¡bah! Tu que sabes no tienes sentimientos, y te envidio―

―¿Hablando de nuevo con objetos inanimados, Spidey?

―Gata Negra... ¿Cuánto tiempo llevas escuchando?

―El suficiente como para saber que no eres un súper héroe de tiempo completo. Entonces, ¿A eso te dedicas cuando no trepas muros, la ciencia?

―Básicamente, si. ¿Qué hay de ti?

―Filantropía, supongo.

―Entonces eres súper heroína de tiempo completo...― intentó contestar antes de recibir un golpe que lo enviaría un par de pisos abajo.

―No lo hago por aburrimiento si eso crees araña― repuso la gata mientras lo miraba lanzar una telaraña para aterrizar en un balcón. ―Lo hago para proteger a las personas que me importan.

―Bien, entiendo, no sabía que te irritaras tan fácil, yo también lo hago por eso...

―Pero estas por dejarlo ¿O me equivoco?

―No lo sé, no puedo dividirme así, las mentiras que tengo que decir para proteger mi secreto me están haciendo pedazos, además la soledad también me está destruyendo...

―No tienes porque estar solo― lo interrumpió Felicia mientras bajaba al balcón y paso a paso se acercaba a él.

―En verdad podríamos hacer un buen equipo...― Decía mientras caminaba hacia atrás, distanciándose de ella.

―O más que un equipo...― Lo interrumpió de nuevo, acorralándolo contra el muro del balcón y acercándose a él.

―N-no lo sé felina, no hasta que sepa que quiero ser en realidad, no sé si huir de mi actual vida para dedicarme a salvar el mundo, o ser un científico sin nada extraordinario, pero viviendo tranquilo...

―Piénsalo con mucho cuidado arañita, como te dije...― hablaba mientras acercaba su cara a la de él y empezaba a levantar su máscara ―podemos ser más que sólo aliados― intentó besarlo, pero él saltó del balcón y lanzó telarañas con desesperación hasta que la perdió de vista. Odio que mi sentido arácnido sólo me avise en situaciones de vida o muerte.