Esta historia es completamente original, pero no sabía en qué categoría ponerla. :´D
No es gran cosa, pero la considero muy personal, esta historia es un pedacito de mí, que por cierto está incompleta. Y bueno, espero que disfrutéis de la lecutra. \o/
I
Las grandes historias empiezan en grandes escenarios. La mía empieza en un supermercado. Si estás pensando que, efectivamente, no es un gran comienzo, y aún conservas a esperanza de que el principio no le haga justicia al resto de la trama, puedes dejar de leer. Esta historia va de cosas pequeñas.
Nacía yo un miércoles a las siete de la tarde en, como ya había dicho, un supermercado, cogiendo a mi madre completamente por sorpresa mientras compraba un brick de leche y un paquete de huevos. Nací a los siete meses; pesé dos kilos setecientos gramos y echa un ovillo medía poco más de medio brazo; no sé qué fue de los huevos o la leche, y al cajero de turno le dedicaron una columna en el periódico de la comarca como "héroe local".
Dejando a un lado detalles sin importancia, unos diecisiete años de vida, llegamos por fin, a mi último año de instituto. Mientras mis jóvenes y esperanzados compañeros se preparaban para ser grandes médicos, jueces, profesores, psicólogos, escritores, científicos, atletas, artistas, empresarios, músicos, policías, abogados, bomberos, veterinarios, farmacéuticos y demás blablablerías; yo me preparaba para librar una de las batallas más difíciles de mi vida, y de la historia de la humanidad.
"Encuesta de orientación vocacional "
Cuando de niño te preguntan qué quieres ser de mayor, tardas unos segundos en responder; ella dijo "veterinaria", él dijo "arquitecto", la otra dijo "bailarina", el otro dijo "princesa", sí, el otro dijo "princesa", pero Elotro no nos importa, yo dije "nolosé"
- ¿Qué vas a ser de mayor, bonita?
-Nolosé.
Y años después sigo queriendo ser Nolosé. Sin embargo, con el tiempo Nolosé dejó de ser una respuesta aceptable, por lo que cambié a "Estoyconsiderandovariasopciones" , que sustituí por "Noestoysegura" y que finalmente convertí en "Noloséymedaigual" , retomando la vocación de mi niñez con un enfoque más maduro.
Sin embargo, no puedo escribir "Noloséymedaigual" y quedarme tan ancha, sería un tanto descortés, por lo que dedico los cincuenta minutos restantes a dibujar gatitos en los márgenes del folio.
Ring, ring. Timbre. Depositar el folio boca abajo sobre el montón y salir del la bufanda hasta la nariz, embutirme en el chaquetón y salir del instituto ignorando absolutamente a todo adolescente de mi entorno. Todo recto, girar a la derecha, saltarme la parada de de autobús y todo recto otra vez. Girar a la izquierda y andar mucho hasta la siguiente parada de autobús. El banco está vacío, me siento, por fin, recuesto la cabeza contra la pared y exhalo un largo suspiro. En la acera de enfrente hay una tienda de electrodomésticos con un escaparate enorme en el que puedo verme reflejada, sentada, y mirándome. Mido ciento cincuenta y cuatro centímetros. Llega el autobús.
— Pero da igual porque nada de esto es real —
FIN DEL PRIMER ACTO.
