Disclaimer: Los personajes de Fairy Tail pertenecen a Hiro Mashima.

Adv: Los títulos son tomados del Evento "Nalu Fest Love" 2015 (Tumblr). Rated: T.


-.-Laughter-.-

El gremio seguía de fiesta.

No era novedad que botellas rodaran por el suelo, las copas quedaran a medio tomar sobre las mesas, las sillas intentaran mantenerse en sus tres patas sobrantes, y los barriles de cerveza se encontraran completamente vacías por doquier. Todos los integrantes del gremio sabían, que al comenzar sus reuniones nocturnas, no había poder sobrehumano que los detuviera. Siempre terminaban en las mismas condiciones de embriagues, gritando animados por estar juntos de nuevo, y peleando por cualquier tontería al final de la noche.

A pesar que casi la golpean con una silla voladora, y Cana estuviera a punto de hacerla beber hasta desfallecer, para Lucy, todos los magos de Fairy Tail eran su familia.

Esa noche, Natsu apareció en su apartamento, interrumpió su escritura y la apuró para ir al gremio, diciéndole que sería divertido pasar tiempo con sus compañeros. Al principio dudó porque sabía cómo terminaban las reuniones, y al día siguiente tenían una misión en otra ciudad; sin embargo, debido a la insistencia de Natsu, aceptó. Tuvo que mudarse de ropa rápidamente, salieron de su apartamento y caminaron hacia el gremio. Entre conversaciones le puso la condición de regresar temprano.

'Siempre es más divertido cuando está Lucy'

Volvió a la realidad ante el recuerdo. A pesar que escuchó la misma frase llena de inocencia hace mucho tiempo, esta vez fue música diferente para sus oídos. Aquellas palabras amables, llenas de ternura, y sobre todo, esa risa sincera que le dedicó sólo a ella, hizo que la invadiera una sensación de vacío en el estómago, se le formó un nudo en la garganta, y las mejillas se tiñeron de rojo intenso. Natsu podría ser una molestia cuando se trataba de invadir su espacio personal sin delicadeza, pero sabía que era un amigo confiable con quien compartía muchos sueños, o tal vez, era una situación que los convertía en más que amigos…

Sacudió la cabeza y con ambas manos se golpeó las mejillas para despertar. Culpó a la bebida que le diera Cana, porque no sabía lo que pensaba. Centró los ojos en el reloj de pulsera y decidió que era hora de partir, porque si seguía con la festividad del gremio, terminaría por dormir en una de las mesas. En medio de la vergüenza, buscó con la mirada a Natsu y lo encontró peleando con Gray. Sonrió para sí misma.

A hurtadillas, se escabulló por la parte trasera de la barra donde se encontraba Mirajane. Tuvo que explicarle rápidamente las razones de su huída, y finalmente se despidieron. Hizo lo posible por pasar desapercibida entre los vasos voladores, corrió hacia la salida, y suspiró aliviada al traspasar por el espacio que dejó la puerta semi abierta.

Se alejó unos pasos del gremio, con la finalidad de ir hacia su apartamento.

—¡Lucy!

Se petrificó en el lugar. Como si se tratara de un robot, giró la cabeza hacia la voz de Natsu que se acercó rápidamente. No entendió como dio con ella tan rápido, si estuvo concentrado en su pelea sin sentido con Gray.

'Siempre es más divertido cuando está Lucy'

Se sonrojó nuevamente. ¡Debía ir a casa ahora!

—¡Lucy! —repitió Natsu—. ¡¿A dónde vas?!

—A-A mi casa —tartamudeó, nerviosa—. Es tarde.

—¡La reunión no termina!

—De todas maneras es tarde. —Se cruzó de brazos—. Quedamos que regresaría temprano a casa.

—No importa —dijo, sonriente.

Se concentró en el rostro de Natsu, los brazos que antes se cruzaron, terminaron flácidos hacia los lados. Ese momento fue aprovechado por su compañero y la tomó de la mano para dar unos pasos. Su corazón latió fuerte, alertándola sobre la calidez que desprendía la piel masculina. Se preguntó dónde se huyó su determinación para gritarle o golpearlo, y sólo se dejó llevar. Sintió un inexplicable escalofrío que recorrió su piel.

—¡Vamos! —expresó, Natsu.

—No… —Despertó del sueño. Hizo fuerza para soltarse, y añadió—: No me levantaré a tiempo mañana y…

—Mientras Lucy esté a mi lado… —explicó, en una sonrisa cálida— yo te protegeré.

Otra vez aquella sonrisa.

—Natsu. —Los ojos brillaron, y sintió que se humedecieron; sin embargo, la expresión le cambió a una más sospechosa al notar ese sonrojo inusual en sus mejillas, seguramente producto del alcohol—. Estás ebrio.

—¡Qué! —se sorprendió—. ¡Claro que no!

—Es la única razón para que…

—¡Siempre te protegeré Lucy! —explicó, impaciente—. ¡Ya lo sabes!

La risa de Natsu la tomó de sorpresa, como si se tratara de un video hecho a cámara lenta, y más aún, con ligeros brillos alrededor de él. Se quedó sin palabras. Un calor exagerado subió desde sus mejillas hasta la cabeza y comenzó a invadir todos sus sentidos. Estaba cerca de botar humo a causa de la vergüenza.

¡Era Natsu de todas las personas!

Esa mañana tuvo que levantarse del lado contrario de la cama porque se sentía diferente. No pudo desviar su atención de los ojos negros de Natsu. Entre sensaciones de nerviosismo, dio el paso faltante para alcanzarlo, y con fuerza, lo asió de la bufanda que llevaba en el cuello.

—¿Lucy?

Cerró los ojos con fuerza, y juntó su boca contra la suya. No se movió. Se dejó llevar por la electricidad que recorrió su piel, por el calor inexplicable que nació en su pecho, y sobre todo, la calidez que desprendió de los labios masculinos. Era suave y tierno al mismo tiempo, como la personalidad afable y sincera del Dragon Slayer. Era su compañero, tal vez más que un amigo, más que un confidente. Se quedó quieta en ese lugar, cubierta por la humedad de sus labios y apretando los ojos por su atrevimiento.

Era extraño, como si siempre hubiese querido besarlo, pero sus propios sentimientos se interponían en aceptarlo. Ahora, ese freno había desaparecido. Lo tomó más fuerte de la bufanda, pero no sintió que correspondieran del otro lado.

Abrió los ojos, y se separó de inmediato.

—Lucy, ¿qué…?

—Yo no… —Viró la cabeza un lado.

—¿Q-qué fue eso?

—¿Eh? —Volvió a poner su mirada en él—. Eso fue… ¿un beso? —. Ironizó nerviosa.

—¡Ya lo sé! —aclaró, sorprendido—. Pero, ¿por qué lo hiciste?

—¡No tiene que haber un por qué! —Los sentimientos que sintió al inicio se transformaron en furia. Ella tampoco tenía una respuesta clara, pero se ofendió por no ser correspondida, y añadió en un grito—: ¡Eres un tonto!

Con los puños apretados a los lados, quiso salir corriendo. La vergüenza se apoderó de ella, y se arrepintió de no controlar sus mociones. Se movió del lado de Natsu, pero el calor de su mano la detuvo. Giró la mirada hacia él.

—Lo siento Lucy —llamó Natsu—. Debí responder a tiempo…

—Nat…

No terminó de hablar cuando los labios de Natsu sellaron su boca. Fue muy diferente a su primer contacto, y su boca se abrió completamente contra la suya, moviendo sus labios de forma vehemente. Abrió los ojos ante la sorpresa, pero poco a poco se fue derritiendo ante el calor compartido, y a los brazos apretados en su cintura. Correspondió el ímpetu de su boca, coló las manos por debajo de su bufanda, acariciando su nuca. Su lengua se perdió entre la suya, uno contra otro, uniéndose en el calor interno. Retrocedió un paso por la presión de su acompañante.

Perdió la noción del tiempo a causa del contacto. Suspiró lánguida ante la cercanía de su cuerpo cálido, y poco a poco separaron sus rostros. Consciente de lo sucedido, pensó en retomar su idea de correr lejos, pero su cuerpo quedó apretado entre los fuertes músculos. Tuvo que cogerse de ambos brazos para mantener el equilibrio.

La abrazó con fuerza, y su aliento le calentó el cuello.

—Lucy.

Escuchó su nombre en una voz profunda. Sus rodillas cedieron ante el calor característico que se hundió en sus sentidos. Una alerta nació en su cabeza. Sus rodillas volvieron a ceder, tanto así que no pudo mantenerse en pie por el peso inclinado sobre ella.

—¡Natsu! —gritó. Se congeló ante el peso insoportable que fue contra ella. No pudo soportar más cuando cayó de espaldas contra el pavimento, llevándose consigo el cuerpo de Natsu—. ¡Natsu! —volvió a gritar ansiosa. El rostro se volvió rojo por la vergüenza, y las supuestas intenciones de su compañero. Se movió entre sus brazos e intentó apartarlo. Presa del nerviosismo y sin pensar, añadió—: ¡No estoy lista para esto!

Se movió de manera frenética, con intención de detener sus pensamientos pervertidos antes que fuera demasiado tarde. Estuvo a punto de gritar nuevamente, pero escuchó unos balbuceos. Se detuvo y prestó más atención a su alrededor. Unos ronquidos llegaron directamente hacia sus oídos, mejor dicho…

¡Natsu estaba roncando!

—¡Lucy!

La voz de Happy retumbó en el lugar. El gato azul viajó por el cielo, en movimientos de zigzag, hasta que se detuvo en medio del aire, sorprendido.

—¿Happy…? —pronunció insegura.

—¡Aye! —exclamó animado—. Lucy… ¿qué le haces a Natsu?

—¿Eh? —se sorprendió. Se sonrojó al notar su posición—. ¡No es lo que parece!

—Entiendo—. Happy rió entre dientes y colocó una pata sobre la boca—. A Lucy le gusta Natsu. Le quiere hacer cosas sucias.

—¡Happy! —Se avergonzó—. ¡Ya te dije que no es lo que parece!

—A Lucy le gusta Natsu —volvió a repetir en un cántico irónico—. ¡Debo avisar a los demás! —pronunció sonriente. Reinició su vuelo en dirección contraria.

—¡Regresa gato tonto!

Se desesperó. Trató de moverse nuevamente pero el cuerpo de Natsu seguía pesado sobre ella. La última salida sería usar las llaves mágicas para que alguien la ayudara en su predicamento.

Curiosa, miró sobre su hombro, y escuchó claramente los ronquidos de Natsu. Esta vez, no pudo molestarse con él. En un sonrojo, apretó los brazos en su cuello, y repitió su nombre en un suspiro.

Una sonrisa escapó de su boca.

-Fin-


N/A: Es la primera vez que incursiono en el Fandom de Fairy Tail, y aún estoy acostumbrándome a escribir sobre estos adorables personajes. Como lectores de FT, espero que les haya gustado este primer Oneshot. Me guié por los títulos del evento en Tumblr: "Nalu Love Fest", así que serán 07. Me gusta el Nalu, y como todavía no tengo en mente una historia larga, decidí comenzar con los títulos sugeridos para armar Oneshot independientes.

¡Gracias por leer!