CCS pertenece a CLAMP.
¡Hola!
Cuanto tiempo sin escribir, realmente lo extrañaba mucho. Pero la vida me había absorbido
demasiado, se acerca el fin de año y no quería que terminara sin publicar algo de nuevo. Es
cortito pero me ha salido del alma.
Espero seguir publicando tengo algunas ideas en la cabeza pero me hace falta un poco de
tiempo espero que estas minivacaciones que tendré me alcancen para hacer algo más largo.
Saludos a todos y les deseo una muy, muy, muy feliz NAVIDAD Y FELIZ, PROSPERO, LLENO DE
ALEGRÍAS Y APRENDIZAJES, PERO SOBRE TODO AMOR, para el año que viene y los siguientes.
Saludos
S&S S&S S&S S&S S&S S&S S&S S&S S&S S&S S&S S&S S&S S&S S&S S&S S&S S&S S&S S&S S&S S&S S&S
Todo cambia.
Todo cambia y nada permanece.
Lo único que permanece es el cambio.
Yo lo sabía.
Mi mente lo sabe.
La realidad lo confirma.
El que se niega a ver la realidad es aquel sentimiento que vive dentro de mí.
Se niega a la verdad, se niega al cambio, se niega a morir justo cuando ha nacido.
Hubo un tiempo en el que pensé que realmente era un tonto invento de alguien que quería ver
en la biología algo más espiritual e idealizado: el amor.
Ese a quien todos le cantan, le bailan, lo buscan, lo desean, lo llaman. Un sentimiento que
muchos dicen que no se puede describir con palabras, un sentimiento tan sublime y puro que
lo puede todo, que hace milagros y acerca a los amantes para llenarlos de felicidad.
Siempre vi en el amor un pretexto para los deseos, para engañarse a uno mismo, para
satisfacer el instinto de estar con una pareja. Todo emanado de mi cabeza que se negaba a su existencia y mis sentimientos estaban libres de tal amor. Claro había en mi corazón personas
a las que quería por ser mi familia y mis amigos y nada más.
Pero tú llegaste para hacerme tragar mis palabras.
Yo que prácticamente gritaba a los cuatro vientos que no me enamoraría y que jamás probaría
el dolor de la traición, del desamor, porque en primer lugar no me expondría a él.
El primer día que nos vimos fue sólo una presentación formal de nuestros nombres porque íbamos a trabajar juntos, eso fue todo, nos dimos las manos y saludamos con toda formalidad
y seriedad.
Tú personalidad seria y hasta cerrada no era algo que llamara mi atención, yo acostumbrada a
socializar un poco más. Mi amiga Tomoyo, más atenta que yo a las cosas notó de inmediato que yo había llamado tu atención, algo que no quise creer pero que después me di cuenta que
realmente buscabas mi presencia en aquellos pequeños ratos libres que nos dejaba el trabajo.
Te llevabas increíble con ella, es más pensé que era ella quien te gustaba. Pero con los
demás eras un cubo de hielo.
Poco a poco hablábamos de esto y el otro, del trabajo, Tomoyo estaba ahí haciéndome sentir
mucho más tranquila y todo iba viento en popa incluso salíamos a comer juntos, creí haber
encontrado un buen amigo.
Pero nada permanece.
Tomoyo se tuvo que ir tras sus sueños, la llamaban hacia otro lugar y pronto se marchó, me
sentí un poco sola pero ahí estuviste para mí. Un día que salimos a comer, me dejaste con la
boca abierta cuando me declaraste tus sentimientos, me dijiste que te gustaba y querías una
relación conmigo, yo no sabía que decir aunque Tomoyo me lo había advertido no creía que
fueras tan sincero y directo, no pude contestar. Tu semblante de ese día quedo grabado en mi
memoria, uno de tus ojos tenía un gracioso temblor, supongo que por los nervios pero te
veías realmente lindo. Te pedí tiempo y tú me lo diste.
Eso me gusto tanto de ti, durante una semana en la que no sabía como actuar frente a ti o
que responderte, te portaste hermoso sin presionar solo seguías siendo el chico lindo de
antes. Eso fue lo que finalmente me hizo aceptar una relación contigo. Te cité en una famosa
tienda de hamburguesas, después de comer y hablar un poco finalmente te dije que si me
gustabas, te pusiste tan contento que tus ojos brillaban, una pequeña niña nos veía tendría
como tres o cuatro años y solo nos miraba con mucha curiosidad, mientras tu intentabas
acercarte a mi para sellar la relación con un beso, pero la insistente mirada de la pequeña
no te dejo hacer más.
Hasta que la madre noto su ausencia y se la llevó, solo entonces te atreviste a pedirme un
beso. No te lo negaré, fue el primero, antes no había tenido novio alguno, a algunos los
rechace y otros me enteré que mi hermano se había encargado de que no se acerquen a mi, mi
hermano Touya puede ser realmente aterrador, pero antes no me había interesado tanto en
alguien.
Comenzó una relación un poco rara, pues no tenía idea de como actuar frente a ti, sin novios
anteriores no estaba segura que hacer o que dejar de hacer. Es más salía corriendo en cuanto
podía para no verte, poco a poco me fuiste creando confianza y pasábamos algún tiempo juntos a la hora de la salida del trabajo, siempre ocurrente podías hacerme reír y yo también a ti.
EL trabajo nos dejaba poco tiempo pero para ambos era suficiente, besos tiernos, abrazos
cortos y esperas largas para vernos, claro que en el trabajo no se podían enterar, es
política de la empresa que no haya relaciones personales.
Nos teníamos que esconder y eso le daba algo de misterio y emoción a nuestra relación. Pero desde un principio yo sabía que tu te ibas a ir. En tu país natal tenías asuntos pendientes y en un principio me pediste esperarte y yo sin dudarlo demasiado lo acepte.
- Te he esperado toda mi vida, ¿por qué no esperarte un poco más? - dije convencida.
Y aunque tu me decías que me querías yo aún no estaba segura de lo que sentía por ti, es
cierto me gustabas muchísimo, pero en algunas cosas nuestros puntos de vista eran demasiado contrarios. Me propuse no decirte nada sin sentirlo, te diría que te quería cuando lo sintiera.
Pero pronto...
- Te amo - salió de tus labios y yo no pude contestar, tu desilusión se pinto en tu mirada,
pero no podía regresarte esa frase sin sentirla en verdad, sin embargo no dijiste mas y
seguimos como si nada.
Tu partida llego muy pronto, prometimos mantenernos en contacto y así lo hicimos, las
primeras semanas fueron duras pero cuando hablábamos yo te decía que hicieras tu mejor
esfuerzo y que yo te esperaba. Llegaste a visitarme un par de veces y salíamos, solo para
conversar algunas hora, no demasiado porque mi trabajo me absorbía demasiado.
Pronto las visitas fueron cada vez más espaciadas, llegaron a pasar meses sin vernos, aunque
me seguías llamando con cariño. Yo intentaba darte ánimos y pedirte que te cuidaras mucho.
Una noche me contestaste muy alterado, algo había salido mal en tus asuntos y se podía
escuchar tu indignación, después de un rato te tranquilizaste y todo volvió a la normalidad,
pero ese asunto era tan importante que cada vez tenías menos tiempo.
Sabíamos que la distancia estaba pesando en nuestras vidas, creo que por eso se te ocurrió
insinuarme que me casara contigo. De nuevo un shock, yo sabía que me gustabas y mucho, te
comenzaba a querer pero ¿casarme contigo? tan poco tiempo había pasado desde que nos
conocíamos, menos aún desde que había comenzado a quererte. Hiciste que mis días los pasara pensando en que hacer, qué decirte, todo lo que una vez planee para mi futuro era diferente, tanto me lo decías que te pedí que dejaras de hacerlo, tal vez debí pedirte tiempo pero estaba confundida, no sabía en realidad si realmente podría llegarte a amar.
Tus asuntos empeoraron, por desgracia todos tus planes se vinieron abajo y comenzaste a comportarte raro, pensé que era por eso, pero el tiempo me haría ver mi error. Más de dos
meses pasaron en los que no nos vimos y solo había llamadas cortas, mensajes de texto pero
esas dulces frases se habían terminado. Cuando me pediste hablar contigo, algo en mi corazón
resonó con fuerza y alarma, me alarme tanto que te diste cuenta y me trataste de calmar. No
entiendo como es que siempre fuiste el único que puedes alterarme con tan solo unas frases y
miradas.
Cuando nos vimos, estabas tan frío, tan lejano que entre en un estado raro de confusión,
¿qué esta pasando? espere que fueras tú quien me lo diga. Pero pareció que regresaste me
tomaste de la mano y hablamos de esto y aquello como antes, pero el momento llego, la
seriedad que nunca me habías mostrado fue reflejándose en tu rostro. Comenzaste a decirme
que tus asuntos estaban cada vez peor y que tenías que decidir tu futuro, mencionaste que es
lo que harías pero sin que mi presencia estuviera presente en tu relato, no sé porque no te
lo pregunte, seguía en shock, pero mi mundo se hizo pedazos cuando dijiste que en realidad
esos asuntos de tu país eran más importantes para ti que nuestra relación.
Yo tenía planeado decirte ese día que te amaba, que estaba ya segura de lo que sentía por ti
y que estaba dispuesta a todo, pero tus palabras quebraron mi cordura y mis intenciones. Te
despediste con un beso en la mejilla con mucha seriedad y dijiste que nos veríamos de nuevo,
pero eso nunca paso. Fue la última vez que te vi, y mi corazón me lo avisó, lo sentí tan
dentro de mí que era la última vez que te vería. Pero no quería creerlo, no, eso no,
debíamos hablar de nuevo. Ese día no tengo idea de como termine de trabajar y regresé a casa
en shock, días después te envié un mensaje diciendo que había entendido que habías terminado conmigo.
No hubo respuesta, nada. Te envié mensajes electrónicos, te llamé, hice lo posible por
contactarte necesitaba hablar contigo había tanto que tenia que decirte, pero jamás
contestaste.
Sé que cometí errores, ahora los veo con toda claridad, ahora sé que te amo y que estoy
dispuesta a todo por ti.
¿Por qué tuve que darme cuenta hasta que te perdí? ¿Por qué no me di cuenta de cuanto te
amaba? ¿Por qué te fuiste así?
Le reclamé al cielo, al destino y a Dios mismo, estaba desesperada por una respuesta
¿Acaso yo no era lo suficientemente para ti? ¿Donde quedaron tus palabras de amor? ¿Por qué?
¿POR QUÉ?
Mi corazón parece desangrarse dentro de mí, ahora entiendo esas palabras en los poemas y en
las canciones, realmente se siente horrible el vacío en el alma misma, como si alguien
hubiese arrancado parte de tu vida.
He pasado los últimos meses como una zombi, como si el alma me hubiese abandonado, llorando en silencio tu partida, haciéndome toda clase de preguntas y haciendo teorías de lo que realmente paso. No lo entiendo por más que lo deseo y entre más lo pienso menos lo entiendo, hubo un punto en el que sentí que mi cordura me abandonaría, pero ahí estuvo Tomoyo para darme un poco de ánimos, aunque de lejos y un día me vino a visitar para darme apoyo.
Gracias a ella y a mis amigos que me escucharon siento que estoy regresando poco a poco a la
realidad. Te conozco y sé que cuando tomas una decisión la llevas al final, así que desde mi
cerebro no hay posibilidad alguna de que regreses, pero es mi corazón el que grita tu
nombre, ruega, llora, implora tu regreso, le esta pidiendo a Dios y a ti una segunda
oportunidad.
Una segunda oportunidad.
Quiero mostrarte como puedo amar, que puedo dar todo por ti, que estoy dispuesta casi
cualquier cosa, no lo hice antes lo sé, pero no me arrepiento porque necesitaba estar
convencida de que realmente te amaba. Ahora lo sé y quiero una segunda oportunidad.
Esta vez lo haré bien.
Mis sueños te traen de vuelta hacia mí y despierto llorando porque sé que es mentira,
extraño tus palabras, tus bromas, tu sonrisa, tus miradas, la calidez de tu piel, tus brazos
alrededor de mi cintura haciéndome sentir amada, protegida, extraño tu labios sobre los
míos. Tus planes de un hermoso futuro, tu semblante bañado del atardecer cuando nos
despedíamos.
Aprendí tanto de ti, tanto, jamás podré olvidarte y mucho menos odiarte, siempre estarás en
mi mente y corazón, estas en mis oraciones para que el cielo te cuide y te bendiga.
Hoy es 31 de diciembre, fue un año lleno de alegrías y llanto, te he estado esperando por
tanto tiempo que he perdido la cuenta. Mi razón y todas las personas que me quieren me dicen que es tiempo de dejarte ir, no podré seguir adelante sin cerrar este círculo, es obvio que
no volverás, ya lo demostraste. Hay más en la vida que solo un amor perdido, la vida continua y tengo derecho a ser feliz.
Estoy tan casada de sufrir, de llorar, de rogar, de amar a quien no me corresponde, tuve la
oportunidad y la perdí.
Lo intentaré, intentaré continuar adelante.
Lo haré.
Pero...
mi corazón no lo ha entendido.
Un nuevo año, un nuevo amanecer, un nuevo comienzo, el final y el principio.
Dejarte ir, es quizá, un verdadero acto de amor pero no puedo hacerlo del todo, una parte de
mi será tuya eternamente.
¿Qué me espera el mañana?
No lo sé.
Pero aprendí algo, el presente es todo lo que se tiene, no se puede cambiar el pasado, y lo que más duele es lo que no se hizo y lo que no se dijo. Desde ahora, diré lo que siento para no arrepentirme después.
TE AMO.
Sé que no lo sabes y no lo escuches, pero quiero que de alguna manera llegue a tu corazón.
Quiero que este sentimiento tan grande y puro que tengo hacia ti, vaya con la persona que tu
elijas y ella te elija, para reforzar su amor y puedan ser muy felices. Quisiera que desapareciera de mi ser, pero eso no pasara, así que lo utilizaré para enviarte bendiciones y desearte lo mejor. Mientra yo trato de reconstruir mi vida.
Dicen que nadie se muere de amor, pero sé que una parte de mi murió y se fue contigo, más algo más a nacido dentro de mí. Se fusionaron el frío vacío de tu ausencia, el dolor de la pérdida y ese sentimiento al que todos llaman amor para crear la Esperanza en mi.
Ahora sé porque es tan difícil definir al amor, son tantas cosas en un solo corazón dirigido
hacia una persona, la voluntad, la ternura, el cuidado, la comprensión, la confianza, la esperanza, la ilusión, pero también algo de duda, confusión, desconcierto, eso más la
atracción y la pasión se mezclan en remolinos que siente cada amante casi permanentemente.
El deseo de ser uno, sin dejar de ser dos.
Estamos destinados a buscarlo, a perseguirlo y en ocasiones nos engañamos pensando que lo
hemos encontrado, buscamos a ese alguien perfecto, cuando nadie lo es. Todos somos
imperfectos buscando la perfección nuestra y de nuestro amante. Si queremos acercarnos
realmente al amor se a de entregar todo a esa persona y aceptarla tal y como es. Esta es la
parte más difícil porque ponemos nuestra mejor cara y actitudes cuando nos vamos conociendo y dejamos para el final esas imperfecciones que quisiéramos desaparecer, pero que sin embargo son parte de nosotros mismos.
Amar, es aceptar a esa persona tal y como es, sin pretender cambiarlo, si esa persona decide
hacerlo será algo extra y maravilloso pero será su decisión no la nuestra, si no se acepta
entonces no se ama.
Eso fue lo que aprendí de ti. Y realmente lo hice, te acepté tal y como eras, vi desde el
principio todos tus defectos al principio no fueron de mi agrado pero gracias a que fui
conociéndote pude ver que solo eran detalles insignificantes a comparación de lo que tu
realmente eres.
Estoy cansada de sufrir, estoy cansada de esperarte, estoy cansada de ser infeliz, solo me
estoy lastimando llamándote en silencio, rogando tu presencia. Por eso, este día que termina
el año estoy eligiendo dejarte libre, ya no llamarte, ya no esperarte, ya no sufrir más, sé
que no será rápido y fácil, pero lo intentaré con todas mis fuerzas. Sé que no te agradaría
verme como ahora estoy, pero tampoco me agrada a mí, por eso voy a hacerlo por ti y por mí.
Porque solo tengo una vida, y aunque fuiste mi primer amor no me encerraré de nuevo a los
sentimientos, seré una mejor persona.
Gracias.
Gracias por todo amor.
Hasta nunca, porque sé que no te veré nunca más.
Hasta siempre, porque jamás saldrás de mi corazón.
Te amo Shaoran Li.
J V
