La rosa de Versalles y sus personajes pertenecen a Ryoko Ikeda. (Hasta que me saque la lotería y me compre sus derechos ;)
Tarde
Girodell sonrió contemplando el que soñaba muy pronto sería su hogar
-¿Qué te parece? ….está bien, ¿verdad?...
Su acompañante asintió sin palabras
-…es cierto que todavía necesita algunas mejoras, pero las obras tienen un buen avance,… tu padre pasó por aquí esta mañana y estuvo encantado
Otra vez la mujer solo contestó con un ademán
- ¿Todo está bien, Oscar?
-Oh, si,…si…todo está bien, Víctor
Su voz sonó fría y áspera, pero Girodell ya estaba acostumbrado al carácter de su prometida y no se molestó
Oscar, parecía estar a miles de kilómetros de distancia, Víctor ignoró eso y tomándola de la mano la impulsó a seguirlo.
-Construirán una fuente en este lugar ¿te agrada la idea?
Ella no se dio por aludida y continuaron avanzando por el lugar
– Ya cambiaron los balaustres de la terraza central…-indicó Girodell-… ¿no te parece que este estilo está mucho mejor? …
Oscar solo carraspeó
-… mi padre comentaba que era mejor dejar los originales…pero apuesto que al ver el resultado del cambio, no tendrá sino que darme la razón
Oscar miró hacia el horizonte, el pequeño palacio estaba bastante alejado de la ciudad, la estaban esperando…y se estaba haciendo tarde
-Oscar...
-¿Sí?
-Creo que no has prestado atención a nada de lo que te he estado comentando
-Escuché todo, Girodell,…los cambios…la vivita de mi padre, la opinión del tuyo…todo…-indicó Oscar, con tono neutro -…disculpa que no muestre entusiasmo, pero las obras civiles no son de mi interés
Víctor pensó, aunque fugazmente, que Oscar antes no era tan seca y tan distante….
-…antes…cuando tenías a "tu sombra" siguiéndote…
Inmediatamentesacudió la cabeza tratando de exorcizar, aquellas ideas que solían lastimarlo tanto
-me informaron que el piso de la entrada principal ya esta totalmente cambiado… ¿lo revisamos? -propuso.
-Lo siento…ya es tarde, Víctor,…lo haremos otro día.
-Pero, me gustaría mostrarte el interior.
Oscar se impacientó
-Tengo asuntos importantes que atender, Girodell, si quieres opiniones acerca de las reformas que estás haciendo, mejor consulta con tu padre o el mío….¡sabes que a mí no se me dan estas cosas!
-Oscar…
Oscar caminó resueltamente al encuentro de su caballo. Girodell se mordió los labios y la siguió tragándose su molestia.
Ya en el camino, volvió a insistir
-¿te parece si volvemos mañana?
-Ya te dije que no puedo. Tengo muchas ocupaciones.
-¿Olvidas que ambos servimos en la misma guardia?
-Desde luego. Pero nuestros rangos implican responsabilidades diferentes, Girodell
Girodell nuevamente se mordió los labios y no contestó, la forma en la cual ella ponía en claro que era su oficial superior lo molestaba, interiormente acariciaba la idea de que una vez casados podría imponerle el dejar el servicio
-.-.-..-
Oscar llegó al palacio Jarjayes y se cambió de ropa en un instante. Sabía que quien la esperaba era paciente y no le reclamaría por su tardanza, pero no era cosa de abusar
Descendía ya hacia el vestíbulo cuando su padre atravesó este en compañía de un oficial con las insignias del ejército español.
Esto le contrarió en gran manera. Conocía lo bastante a su padre para saber que se disponía a tener una reunión y que la llamaría para formar parte
-Hijo,…estábamos precisamente hablando de ti. Síguenos al despacho….el general Alisal desea tratar asuntos importantes con nosotros
Oscar suspiró, su encuentro tendría que esperar.
Disimulando su mal humor, correspondió cortés al saludo del oficial que le era presentado, y todos se dirigieron al despacho.
-.-.-.-.-
Dos horas después, la reunión terminó
-Estoy orgulloso de ti, Oscar -dijo el general Jarjayes-… cada día eres más competente al momento de tratar estos delicados asuntos
Oscar solo asintió. Pensaba en quien la aguardaba, era tarde, pero sabía que él aun la esperaba
Iría pronto a su encuentro, segura de que él no estaba molesto,…nunca lo estaba.
De pronto, su padre le contempló fijamente.
-Oscar…noto que piensas salir…
-¡Oh, si!...tengo un asunto pendiente, padre
-Antes de que lo hagas, quisiera conversar contigo
-Es algo urgente,… ¿No podríamos dejarlo para mañana?
-No….no, hijo….esto es urgente
-.-.-.-
-Siéntate, Oscar.
Ya en su despacho, la invitó a sentarse frente a él
-Padre…¿No podríamos dejar para mañana el asunto que deseas tratar?
-Por supuesto que no
-Por tu tono, adivino que no deseas tratar asuntos de la guardia
-En efecto, se trata de algo distinto.
Algo en su interior le dijo que su padre iba a tratar el asunto de sus salidas nocturnas. Sonrió pensando en la mentada "intuición femenina"
-Oscar, ya me han informado de tus frecuentes visitas al taller de Monsieur Lefré
-¡Ah!
-Sé que André trabaja como ayudante en ese sitio… ¿es con él con quien te entrevistas a horas tan inoportunas?
Oscar dibujó una fría sonrisa en su rostro.
-Veo que estas bien informado, padre… ¿algo más?
El general Jarjayes golpeó su escritorio con violencia.
-¡¿Y todavía lo preguntas, Oscar?
-Tengo que hacerlo, porque no entiendo la razón de tus palabras…sabes que André y yo somos amigos desde la infancia,…me agrada conversar y entrenar con él…. y dada mi rutina, solo puedo verlo por las noches
-¡ESA NO ES EXCUSA!,….¿no tomas en serio las habladurías de la gente?
-La opinión de los demás me tiene sin cuidado
-¿Eso es lo único que vas a comentar?
-Si…eso era todo…-se puso de pié intentando seguir su camino
-No,…. claro que no…-la fuerte voz de su padre se impuso en el despacho-…Oscar eres una mujer sensata….hasta ahora has llevado tu nombre y tu rango con orgullo…no puedo reprocharte nada…y siempre he visto tu relación con André como una relación fraterna,… pero estos cambios en tu actitud me tienen preocupado
-Pierde cuidado, padre…no pasa nada de lo que te imaginas
-Girodell es tu prometido,… ¡TE VAS A CASAR CON ÉL!... ¡NO VOY A PERMITIR QUE ARRIESGUES TU COMPROMISO Y NUESTRO BUEN NOMBRE POR UN CAPRICHO!
-Me parece que exageras un poco, padre - dijo Oscar, con sonrisa lacónica
- Si Víctor se entera…
-Su reacción me tiene sin cuidado,….Víctor es mi prometido, pero nunca me someteré a sus caprichos. Si deseo ver a André, ¡lo veré!... no te quepa la menor duda
-Siempre le he sido fiel a tu madre...nunca necesité de otra mujer…-indicó con firmeza
-Tengo que aclararte nuevamente que entre André y yo no ha ocurrido nada de lo que podamos avergonzarnos
-Eso espero, hija…porque aunque no lo creas…yo lo aprecio…y no quiero que le hagas daño.
-¡Padre!
-Tú no puedes casarte con él... ¡así que por qué no demuestras la misma templanza que él tuvo al dejar esta casa, y dejas de jugar con fuego!
Oscar no contestó, solo consultó el reloj que dominaba el despacho. Ya era tarde. Ya no podría acudir a su habitual encuentro.
-.-.-.-
-¿Cómo va?... ¿ no vino tu aristócrata?
André se encogió de hombros y soltó un bufido sin responder
Bernard entró a la habitación y lo encaró.
-¿vino o no?
-No vino
-¡MEJOR!... ¡un día de estos alguien la reconocerá y tendrás problemas!... ¡deberías mandarla de paseo y buscarte alguien mejor
-Los sentimientos no son algo que pueda cambiarse de un día para otro, amigo - dijo André con tranquilidad
-¿Eres tonto o te haces? ¿Qué esperas de esta situación? ….. ¡todo mundo sabe que pronto se casará con el conde Girodell!
-No necesitas repetírmelo,…te creo…-dijo André - aunque a veces me pregunto como es que siempre estás tan bien informado acerca de los asuntos de la nobleza
-Y tú aquí, "el amigo incondicional"…recibiéndola cada vez que tiene problemas y no tiene a quien acudir, sin recibir nada a cambio….¡uno de estos días el novio se enterará y mandará por tu cabeza!
-Si eso está en mi destino, dudo que pueda hacer algo para evitarlo
-¡Tu actitud pasiva me enferma!
André se puso de pie y fue hacia la ventana, aun a esa hora no podía resignarse a que ella hubiese faltado. No era que tuviesen una cita concertada, pero Oscar solía venir día por medio a verlo y él ya estaba acostumbrado a esa rutina
-Vaya tozudez la tuya… a mí nunca se me ocurriría fijarme seriamente en una mujer de la aristocracia…y que acostumbra vestir de hombre, ¡mucho menos!
-¿Y qué puedo hacer?... si estoy enamorado de ella desde que tengo memoria
-¡AMOR!... ¡eso no es más que un capricho! -exclamó molesto-…Se te pasará en cuanto dejes de reprimirte y le des a esa mujercita lo que viene a buscar de ti cada noche y no se atreve a pedir… ¡sé lo que te digo!
-¡No te refieras a ella de esa forma, Bernard! ¡NO EN MI PRESENCIA!
-Esa mujer te tiene enloquecido…apuesto que encima de todo, tienes la aspiración de algún día casarte con ella
-¡YO SÉ QUE ESO ES IMPOSIBLE!
-Bien, porque sería tonto que esperaras algo así
-¡Bernard!
Bernard lo contempló con tristeza.
-André, eres un hombre honrado y cabal… no seas la muleta de una niña rica…
André bajo la cabeza en silencio
-"el amor de tu vida" se va a casar pronto con uno de su clase…-dijo Bernard en tono mordaz-…si eso no te hace reaccionar, no sé que más tendría que pasar para que lo hagas
André no contestó
-Me das pena…-Bernard salió del lugar, cerrando la puerta de golpe.
André, suspiró, Bernard era su amigo, pero no lo comprendía
-La verdad…ni yo mismo comprendo el por qué de esta situación
André amaba a Oscar, la amaba de verdad y en un intento de evitar que sus sentimientos reprimidos estallaran y lo llevaran a cometer algún despropósito, había optado por salir del palacio Jarjayes, pero el destino parecía encaprichado en unirlos y nuevamente lo sometía a la tentación de tenerla cerca y esta vez sin el ojo vigilante de su abuela y los miembros de la casa
-Tal vez Bernard tenga razón y sea mejor que no haya venido…la amo tanto…temo que un día no pueda contenerme…y lo eche todo a perder
-.-.-.-
Al día siguiente, en la tienda del maestro Lefré sonó la campanilla de la entrada, André se levantó a abrir dudoso, ya que era temprano para recibir clientes
Abrió con mano firme, en el umbral se encontraba la figura de Víctor Clemente de Girodell
-Tiempo sin verte, André –dijo Víctor a modo de saludo
André devolvió el saludó con un gesto
-¿Puedo pasar? -preguntó el militar
-Sí, claro
El oficial, enfundado en su brillante uniforme ingresó al sencillo local y miró en torno con curiosidad.
-¿el maestro aun no ha llegado?
-No, pero no tardará,…si gusta esperarlo…-le indicó una silla
-¿Vives aquí?
-Si...trabajo como ayudante y ocupo la trastienda, señor conde
Girodell se arrellanó en la silla, y un silencio incómodo se produjo entre ambos. Silencio que André rompió después de algunos minutos
-¿Vino porque está interesado en alguna de las obras del maestro?
-Bueno…-volvió a mirar en torno, y comenzó a impacientarse-….esta bien dejémonos de juegos…no vine a verlo a él o a comprar uno de sus cuadros….solo vine a recordarte que Oscar pertenece a la nobleza y ¡está comprometida conmigo!
André no comentó nada, solo esperó a ver que era lo que Girodell tenía entre manos
-Si sabes lo que te conviene, André…. te recomiendo que dejes la ciudad en las próximas horas
-No puedo irme…aquí esta mi familia y mi trabajo
-Si es cuestión de dinero,…solo di el precio
-No es cuestión de dinero, señor conde…simplemente no quiero dejar la ciudad
-¡¿Cómo?
-Como usted ha oído, señor
-¡No quiero seguir escuchando rumores acerca de ustedes!... ¡no quiero que todos comenten que mi prometida tiene un amante!
-No somos amantes –aseveró André sin inmutarse-….Oscar es una mujer digna, incapaz de actuar así…usted debería saberlo
Girodell estaba descolocado, la serenidad del exsirviente lo dejaba sin palabras
-André….yo amo a Oscar…soy su prometido…y debo velar por su prestigio… ¿Lo entiendes?
-Lo entiendo
-Los rumores acerca de sus constantes visitas a este lugar cunden por todo el reino
-Si es así…-André bajó la cabeza y susurró en voz baja-… ¡pídale a su prometida que ya no vuelva por este lugar!…
-¡CÓMO TE ATREVES!
-Nos hará un favor a ambos…
No dijo más y comenzó a ordenar el lugar, ignorando por completo la presencia del conde, quien salió a los pocos minutos del lugar, dando un sonoro portazo
-Sí….nos hará un gran favor…pídale que no vuelva por aquí…porque yo no tengo fuerzas para hacerlo
-.-.-.-.
Ya en la noche, Oscar entró en la tienda como si se tratara de su casa
-La lluvia esta muy fuerte, pensé que hoy no vendrías…-comentó André mientras la ayudaba a librarse del capote húmedo-…siéntate, te traeré algo caliente.
Fue hacia el cuarto interior y volvió prontamente con dos humeantes tazas de chocolate
-Ayer estuve muy ocupada –comentó Oscar.
-lo supuse…-dijo a tiempo de entregarle una de las tazas y sentarse delante de ella
-He tenido mucho trabajo estos días…- dijo ella después de beber un sorbo y comenzar a entrar en calor-….ese bandido…"el caballero negro" nos tiene muy ocupados…
Oscar comenzó a hablar de sus cosas….no era una mujer de muchas palabras, pero junto a él siempre se sentía en la libertad de hablar, segura de ser escuchada con atención.
-Extraño tu ayuda en estos asuntos….apuesto a que si aun fueras mi ayudante, ya hubiéramos dado con la forma de atrapar a ese tipo
-Posiblemente,…aunque…
André calló, no estaba muy seguro de expresar sus ideas acerca del accionar de dicho personaje
-Si tienes algo que decir…dilo
-Ese hombre no hace mayor daño, Oscar…solo roba unas cuantas joyas a gente que las tiene en exceso…y según comentan, las reparte entre la gente necesitada… ¡¿ESO ESTÁ TAN MAL?
-Robar es un delito, André, no importan las razones del delincuente…y en cuanto al daño, es solo cuestión de tiempo para que él se vea orillado a dañar seriamente a alguna persona…o incluso muera a manos de algún guardia entusiasta
-Entonces, ¿es por eso que tú quieres atraparlo?...no deseas que alguien acabe con él
Oscar sonrió, André la entendía perfectamente
-Mañana debo partir hacia la frontera con España, a escoltar al nuevo embajador
-Debes tener cuidado, no sería la primera vez que los enemigos del rey intentan realizar un atentado para desprestigiar la corona
-Tendré cuidado no te preocupes.
-No puedo evitarlo…
Continuaron hablando por horas…de asuntos de gobierno, chismes de la corte, de todo un poco. André hubiera preferido que ella le hablara de su inminente boda con Girodell, pero Oscar ni siquiera le había comunicado que estaban comprometidos, todo lo que sabía al respecto era por Bernard.
No podía culparla por no contárselo, aquello era un asunto demasiado delicado entre ellos,…formaba parte de todas las cosas que no se decían, como el por qué de su salida de la mansión Jarjayes o el asunto de la visita de Girodell
La noche avanzó y Oscar tuvo que despedirse, al verla alejarse, André meditó en lo que se estaba convirtiendo su vida
-¿solo soy el amigo que siempre estará para escucharla?
-.-.-.-
Las luces de la ciudad ya se perdían a lo lejos…
Oscar, con las manos apretadas en las bridas pensaba. Aunque últimamente no le agradaba hacerlo…prefería dejarse llevar….se sentía más segura al correr que al estar detenida
La amistad y el afecto de André le hacía bien….lo había perdido durante un tiempo, cuando sin ninguna explicación de por medio, abandonó la casa que lo acogió durante tantos años
-…sentí su ausencia….me dolió demasiado…no quiero volver a perderlo….
Era por esa razón que no le había confiado nada acerca de su compromiso
-… temo que André… …. ¡pero que diablos estoy pensando!... -sacudió la cabeza buscando aclarar su mente-…André es mi amigo… ¡solo eso!
Bufó con fastidio, el matrimonio con Girodell era algo impuesto, pero la palabra de su padre estaba empeñada
-…eso es muy serio…el honor de mi familia esta en juego
Sabía que estaba poniendo todo eso en peligro, pero las visitas nocturnas a André eran algo a lo que aun no estaba dispuesta a renunciar
-.-.-.-.-
Al día siguiente
-Quedarás a cargo de la guardia real mientras me ausento, Girodell- ordenó mientras se ponía sus guantes
-¿partirás directamente o pasarás por la ciudad?
-¡Qué pregunta más tonta, Girodell! ¡por supuesto que partiré directamente!
-Perdona, pensé que como este asunto tomará por lo menos un par de semanas, querrías despedirte de "alguien" antes de partir
-No te entiendo Girodell….quieres ser más claro
-¿No te despedirás de tu "amigo André"?
Oscar lo miró perpleja
-Lo sé todo, Oscar…sé que lo visitas seguido
-Hummm….bueno….si lo sabes todo, es mejor así….de todas formas no es algo que te importe
-Me importa….y espero que a partir de tu retorno, ¡NO VUELVAS A VERLO, PORQUE TE LO PROHIBO!
Oscar apretó los puños con ira contenida
-Tú no eres nadie para prohibirme nada – dijo arrastrando cada sílaba
-¡Soy tu prometido!¡Vamos a casarnos!
-…eso aún está por verse…."querido"
Girodell se mordió los labios y no dijo nada más. Solo la siguió en su trote hacia Versalles
-.-.-.-
André saltó ágilmente del coche y comenzó a bajar cuadros, algunos de los nobles que vivían en Versalles habían encargado trabajos a su maestro, él era el encargado de entregarlos y realizar el correspondiente cobro
Incluso traía algunos extra, con paisajes de las campiñas cercanas, por si alguien se animaba a adquirirlos
Después de un par de horas, salió de palacio, satisfecho, el día había sido muy productivo, casi todos los cuadros ya tenían dueño
En el mismo instante en iba a subir a su coche, Oscar hiso su aparición, seguida por Girodell
Oscar paró en seco al verlo. Ignoraba por completo que André continuara visitando palacio
André, lanzó sobre ella y su acompañante una breve mirada y los saludó con una venia,… para después continuar su camino, pero Girodell con su caballo se interpuso en su ruta
-André….¡qué sorpresa el verte por aquí!
-Solo vine a entregar unos cuadros y ofrecer otros, señor…
-Oh, entonces estás en tu día de suerte….porque precisamente harán falta varios en nuestro futuro hogar…. ¿No te parece amor?
Oscar enmudeció
-Los mejores ya han sido vendidos, señor….así que le sugiero pase al taller a hablar con mi maestro si desea ordenar alguno- dijo André como si tal cosa
Girodell insistió
-Sé que aún tienes cuadros en el coche… ¡enséñanos alguno!
-Tendrá que ser en otra ocasión, señor conde – continuó André
-Girodell….debemos presentarnos ante su majestad…no tenemos tiempo para esto… ¡deja de importunar a André! – intervino Oscar
-No estoy importunando a André, querida….solo deseo hacer negocios con él
-Y se lo agradezco, señor….-contestó el ojiverde-…pero en vista de que en este momento no tengo nada de acuerdo a su categoría, les sugiero que pasen a visitarnos, mas tarde
Sin esperar contestación André subió a su coche, y dio la orden de partida.
Oscar lo vio irse, sintiendo un vuelco en el corazón, no sabía como, pero debía volver a verlo antes de partir
-.-.-.-.-
Notas.-
-Un saludo de parte de esta irresponsable, que no termina una historia y ya comienza otra.
-¿Que podría decir en mi defensa?...bueno, estas cosas pasan… ¡y no se preocupen yo termino todo lo que empiezo! ¡Aunque tarde! ;)
-Y pasando a otra cosa, este será un fic corto tres o cuatro capítulos a lo mucho
-¡Suerte y saludos a todos!
