El fantasma dela ópera no pertenece es del maravilloso Gastón Leroux y la canción «shiver» pertenece al grupo japonés the gazette.

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Capítulo 1: ¿Y ahora qué…?

«No importa que porvenir se avecine ahora en mi realidad

Yo preguntaré

¿Si fue tu espalda a la que yo corrí sin parar?,

Para no olvidar lo que es confiar.»

Rene pov's

Observaba a los pequeños correr en el inmenso jardín, con sus piernitas intentaban llegar a mi, de inmediato me agaché para estar a su altura, abrí mis brazos grande y recibirlos al fin, sus bracitos me tomaban con fuerza mientras con sus vocesitas coreaban un estruendoso saludo

-¡Tía Rene! ¡Llegaste!-.

Los solté y bese sus caritas regordetas mientras reían y se removían un tanto divertidos -¡¡monstruitos!!- grite a forma de saludo, y de inmediato gritaron ofendidos -¡¡Tía Rene!!-.

Reí con ganas mientras les palmeaba la cabezaen modo de disculpa buscando la forma de relajar su creciente furia -¡¡Traje regalos!!, vallan a la sala y ahí los encontrarán, pero antes ayuden a su mami a poner la mesa, ¿Vale mis monstruitos?-.

Sonrían muy grande y de inmediato las gracias llovieron y comenzaron a correr adentro de la casa, -los consientes demasiado- la voz suave de mi hermano me sorprendió y giré a verlo con una sonrisa en el rostro -David…- lo salude -¿Cómo no los voy a consentir si son mis sobrinos favoritos? ¿mmm?-.

Mi hermano me sonrío -tus únicos sobrinos- hizo una pausa y me abrazo - ¿Me preguntó si serías así con tus hijos?-.

-David…- le advertí, sabía muy bien a donde conduciría está conversión, desde que volví después del incidente de Nicol, Erik vino junto a mi, las cosas estuvieron un tanto tensas entre mi familia y el pero se fueron aligerando.

-lo se, lo se, solo quiero que no estés sola- la voz de mi hermano dejo de lado mis pensamientos, lo mire buscando la manera de explicarle, cuando volví junto con Erik, tanto mi madre cómo mi hermano creyeron que teníamos una relación, la verdad no era así solo estamos juntos para enviar incidentes innecesarios, aunque Erik marchaba de vez en cuando a realizar algún contrató y siempre volvía a mi lado.

Busque tranquilizarlo mientras posaba mi mano en su hombro -estoy con Erik-.

Me miro escéptico -¿Hablas en serio?, el se va por temporadas indefinidas e incluso ni tu misma sabes cuando volverá-.

Negué con la cabeza mientras me dirigía hacia adentro -sabes que es un consultor, así es su trabajo- encogí los hombros a manera de relajar el ambiente, escuche un bufido y sus pasos que me seguían, supe que la discusión acabo, por el momento.

La celebración del cumpleaños de mi hermano término muy bien, ya había anochecido hace unas horas y era momento de marchar a casa, los niños cabeceaban intentando estar un tiempo más despiertos, les bese la frente y me despedí de ellos prometiendo volver pronto. Mi hermano manejaba el auto, al final no logre hacerlo desistir de que ponía irme sola, -Rene… se que no te gusta esto, pero, si tu quieres sabes que puedes vivir con nosotros ¿verdad?- asentí moviendo mi cabeza y David suspiro, por el día de hoy dejaría el tema de lado.

Llegué a casa agotada y comencé alistarme para dormir, me mire al espejo, entrando a mis cuarenta años, me veía muy bien, me sentía tranquila después de todo lo vivido, y ahora que tenía a mi familia y mis hermosos sobrinos a mi lado me hacia sentir que quizá la idea de Erik de dejarme vivir un poco más no era tan descabellada, pero, ya no tenía más objetivos y razones para vivir, ¿Qué sentido tenía?, suspiré, si no había decidido suicidarme era por mi muy creciente ego, no le permitiría verme débil a Erik, no por culpa de sus decisiones, camine hacia el balcón de mi recámara y me recosté en la banca qué tenía ahí, mirando hacia las estrellas, un viento gélido me abrazo, su voz me llamo y ante mi la presencia de Erik se imponía presuntuosa y galante, cómo su extraña pero muy atrayente personalidad, Erik había vuelto a mi una vez más.

«Yo no pedí sentir esto por ti,

Te fuiste metiendo poco a poco

Y ahora no ser qué hacer con eso,

Con está necesidad de saber de ti, de pensarte, de sentirte, de amarte».

Anónimo

Erik pov's

Desde el incidente de Nicol, no dejaba sola en ningún momento a Rene, mi necesidad de protegerle era muy grande, pero no podía dejar de hacer contratos, ya tenía muchos problemas al haberme deshecho de Alex y por eso no paraba de tener nuevos contratistas.

Llegué después de un tiempo lejos de Rene y la vi tranquila y apacible, algo muy extraño en el carácter tan explosivo de Rene.

La estudie detalladamente buscando algún indicio de qué me dijera el porque de su cambió de humor, más sin embargo solo se levanto, me abrazo e ingreso de nuevo a la recámara.

Su cuerpo meciéndose suavemente mientras caminaba, pero sin dejar ese ímpetu y orgullo, qué tanto la caracterizaban, no pude evitar sentirme un tanto nostálgico ante el crecimiento de Rene, está había cambiado bastante desde hace mucho y aunque ella había dejado de ser esa niña qué solo buscaba refugiarse en cualquiera qué le ofreciera una oportunidad de emerger aún así ella continuaba tras de mi, sin alejarse de mi sombra.

Seguí sus pasos y me recosté en la cama, la rutina impuesta consistía en estar uno de lado de otro pero sin necesidad de intimar, era lo único qué necesitábamos, el saber qué otro estaría ahí, solo eso y nada más; mientras tanto Rene ingreso al baño, después volvería y dormiríamos juntos, bueno ella dormiría mientras yo velaría su sueño, al ser demonio no necesitaba del dormir.

Esperaba pacientemente y de repente, la burbuja de paz y tranquilidad en la qué ambos estábamos sumergidos estallo, un ruido sordo proveniente del baño, la rompió, con un sentimiento qué no había tenido desde qué era un humano se apodero de mis sentidos, tirada e inconsciente en el piso, se encontraba Rene.

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Notas finales: valla está historia me tiene muy atrapada, en fin la dinámica será un tanto más extraña desde ahora y también habrá muchísimo más drama, porque nunca es suficiente drama ¿Verdad?, bueno me despido de ustedes y nos leemos pronto bye bye.