Disclaimer: Bleach y personajes son propiedad de Tite Kubo.
IMPORTANTE: Por favor, mientras leen este pequeñísimo drabble, vayan a mi profile al link de DeviantART donde está mi dibujo a este capítulo. Creo que no va a tener mucho sentido si no lo hacen. XD
Notas: Lo de antes, este fic fue creado a base de un dibujito bastante humilde que hice en mi tiempo libre.
No es eso
No lo entendía… O tal vez sí.
Ella lo había invitado, y personalmente, a un partido de fútbol que tendría inicio en aquel lugar tan conocido para ellos y concurrido por todos. Pero no estaba para juegos, o al menos eso le dijo a ella, porque el que tuviera "vacaciones" no se extendía en todo el uso al significado de esa palabra. Para los shinigamis, más aún si ese era un capitán, se definía así cuando no tenían que llenar informes a cada dos por tres.
Cuando ella oyó la negativa respuesta no se entristeció, ni similar, en su rostro su ceja se alzó y su labio hizo un doblez hacia abajo. "Claro, estás taaan ocupado" Lo dicho y procurando que no le importaba, eso o verdaderamente no lo hacía, se fue.
No resultaba sorprendido, era la actitud de la chica, el que su físico haya, emh, "cambiado" no significaba que su forma de ser también lo haría. Era una Kurosaki después de todo. Suspirando por pensar eso, sintió un pequeño malestar por haber dado ese "No pudo perder mi tiempo involucrándome con humanos." Lo que lo llevó a seguirla.
Ella ni cuenta se dio, en ningún momento, él sonrió de lado cuando vio que su carácter mientras estaba sola era el mismo que cuando estaba rodeada de gente.
Estaba molesta, eso se notaba, por ello desquitó su furia al balón que era sostenido en sus manos. Tan pronto el balón salió de su red se fue cuesta abajo directo a la ruta, aclarándole el motivo de que así se terminaron conociéndose diecisiete meses atrás.
Y allí estaba el caso. La manera en la que estaban ella y ese sujeto no ayudaba.
No podía entenderlo, desde un principio se había negado pero ahora que lo veía con ese estúpido sentía ganas de… morderse el brazo. ¿Qué diablos le pasaba? ¿Qué era lo que sentía? Tal vez fuera la posición de ella, o la posición de ese chico. Él, con la mirada, le daba una clara suposición a su emoción… Como si lo dijera en voz alta.
—¡Sé cómo se llama, shinigami! —casi podía oírlo gritar, diciéndole, lo que tenía al verlos a ambos.
Lo más irritante de toda la situación, no eran las palabras que casi podía decir su rival. Sino que fue lo dicho en un murmuro, de aquel fullbringer que se hallaba con una sonrisita, abriendo a penas la boca. —Salvé un balón.
Claro y conciso.
—¡VETE AL DIABLO! —le gritó colérico Hitsugaya.
Pero sí. Ese explicaba el porqué Karin estaba sonrojada al máximo –por notar su presencia– cuando tenía, a modo de agradecimiento, sus labios sobre la mejilla de Yukio.
También, lo anterior, era la explicación a su sentimiento. ¿Acaso el fullbringer estaba en lo cierto? "Maldita sea", gruñó. "No. No es eso." Tenía razón. Sí, eran celos, pero no iba a admitirlo.
