Este es mi primer fic después de mucho tiempo, y comenzare con esta pareja que me encanta y desconozco las razones por la que es tan desconocida. También desearía agradecerle a que con su historia me inspiro a que yo escribiera de nuevo, así que la gente que lea mi fic los invito a leer Infiltrados que es una gran historia que recién esta comenzando.

Así que un abrazo y hasta otra.


Era una noche tranquila en la capital de Noxus el viento soplaba por las solitarias calles de la cuidad, la luna brillaba en la sima del firmamento guiando a las estrellas que se veían diminutas comparada con ella. La cuidad parecía una escena sacada de una película romántica donde los personajes se unen para siempre en amor eterno, pero es muy cuestionable si las personas que quedan en la cuidad están para tales cursilerías porque estaban en una guerra interminable con Demacia y la mayoría de la gente fue solicitada para luchar en el frente, y las pocas personas que se quedaron lloran o ruegan por el futuro de los que se marcharon, y lo único que piden es que vuelvan, alómenos para darles un entierro honorable.

En la mansión Du Couteau no era la excepción, todo el lugar estaba en silencio, ni siquiera se oía el sonido de los grillos, y todo estaba en total oscuridad, cualquiera diría que está abandonada o incluso que esta embrujada y que los espíritus espanta toda forma de vida. Pero todo esto se rompe con el sonido chirriante de la puerta al abrirse dejando entrar una figura en la oscuridad, pero pocos momentos que la puerta deja entrar a este individua las luces se enciende y dos figuras corren a lo que parece que intentan botar al este "intruso".

-¿Que se suponen que están haciendo? - Pregunta Talon el recién llegado.

-¡Teníamos mucho miedo de que no volvieras! - Contesta una pequeña Cassiopeia al borde de las lágrimas.

-¡Te extrañamos muchísimo! – Agrega una pequeña pelirroja que también abrasaba con toda su fuerza a Talon, quien este al ver a sus pequeñas tan preocupadas por él se arrodilla y les dice con una voz tan cariñosa que incluso hasta a él le extrañó.- No tenías de que preocuparos, yo las cuidare y nunca les fallare a ninguna de las dos, siempre estaré para protegerlas.- Y al finalizar de decir estas palabras las abrazo lo más fuerte que pudo y se juró a él mismo de que no podía romper esta promesa que les había dicho.

Entonces las hermanitas más animada se miraron un momento entre ellas y le dedicaron a su "hermano" una gran sonrisa y unas palabras que quedaron para siempre en la memoria del asesino.- ¡Te amamos Talon!

Y en respuesta Talon acaricio los cabellos de la pequeña Katarina y Cassiopeia y les dijo – Yo también las amo.- Con una sonrisa que salió de lo más profundo de su oscurecida alma.

Luego las pequeñas salieron corriendo juguetonas por el pasillo, mientras que Talon lo único que pudo apreciar fue la ausencia de su maestro.

Ya han pasado más de 7 años de ese momento y otra vez Talon entra por la puerta pero ya nadie corre a recibirle, Katarina está en el sofá del salón jugando con sus dagas y Cassiopeia se encuentra en su habitación arreglándose como siempre, y allí se encuentra él parado en la entrada imaginándose a "sus" pequeñas corriendo para recibirle y decirle todo lo que lo extrañaron, pero sus pensamientos fueron interrumpidos por la voz de la pelirroja.- ¿Qué haces ahí parado?¿te pasa algo?.- pregunto con un poco de intriga.

-Nada… solo estaba pensando.- Responder fríamente el asesino.

-Entonces cierra la puerta, está empezando a hacer frió.- Le contesta la pelirroja en forma de orden. A lo que Talon acata y cierra la puerta en silencio y avanza al salón para alómenos sentir la compañía de Katarina, así que se sentó en un sofá próximo a ella, guardo silencio y volvió a pensar que como seria su vida si no estuvieran en guerra, si no tuviera que salir a misiones con miedo de dejar sola a Katarina y Cassiopeia, de no poder cumplir la promesa que les hizo hace tanto tiempo, ellas era lo único que tenía, la gloria, reputación, triunfo, vida, no son nada sin ellas, él no es nada sin ellas. Observa por un momento a su compañera y piensa que él es la principal razón de lo que es ella hoy en día, él la crió prácticamente, le enseño todo lo que sabe, y ahora mírenla toda una asesina, temida en toda valoran, uno de los mayores pilares de Noxus… y al mismo tiempo toda una mujer.

Pero nuevamente sus pensamientos fueron interrumpidos por la dueña de ellos.- ¿Qué me ves tanto?- Pregunta la pelirroja curiosa por el actuar de su hermanastro.

-Solo pensaba en lo mucho que has crecido.- Responde el asesino con tranquilidad.

A lo que Katarina se sonroja un poco ante la respuesta de Talon, a lo que se levanta murmurando.- Que estas raro hoy.- Y se dirige a su habitación dejando solo al asesino.

Y en la sombría soledad que sentía en la quietud del salón Talon murmuro.- Si.- Estaba raro ese día, estaba melancólico, estaba triste, era su cumpleaños y ninguna de las dos personas más importante de su vida le felicito, ninguna de ellas le abrazo o le dijo algo, un presente o una muestra de cariño.

Ya nada era como cuando eran pequeñas y necesitaban de él, ahora se pueden valer por sí solas, sin contar las numerosas veces que ha tenido que rescatar a Katarina de la emboscada demasiado notoria de un grupo demanciano o proteger a Cassiopeia de los ataques de una vengativa y traicionada Sivir.

Así que triste y desanimado se levanta y se dirige a su habitación, mañana tendrían que volver a ir a la liga y enfrentarse hasta después de la muerte, no le molestaba exterminar una y mil vidas todos los días, pero lo que odiaba con toda su alma es luchar contra Katarina en la línea de mid, todas las veces que le escogían para luchar rezaba a todos los dioses que conocía y a los que no que cuando aparecieran los minios a luchar en las líneas esa cabellera roja aparezca al otro lado, frente a él, y cuando se le elegían para luchar en la jungla rogaba que en su equipo esa misma melena pelirroja la escogieran para pelear en la línea de mid y así luchar a su lado como en antaño cuando no existía la liga de las leyendas. Soltó una sonrisa a la nada al verse pensar de una forma tan cariñosa por una persona que ni siquiera recordó su cumpleaños, por lo que siguió su camino hasta su habitación, pero cuando estuvo de frente a la puerta la encontró entre abierta y por lo que se acordaba él la había dejado cerrada, aunque decidió no tomarle importancia y se aventuró a dentro de su cuarto y apenas encendió la luz dos figuras se aproximaron a él y lo abrazaron fuertemente por un momento y cuando Talon logro tomar conciencia de lo que estaba ocurriendo, las hermanas ya le había soltado y le presentaron un pequeño obsequio entre ambas.- ¡Feliz cumpleaños!- Dijeron ambas al unísono.

Talon no encontraba las palabras para expresarle su gratitud ante tal muestra de afecto, así que solo tomo el obsequio entre sus manos y antes de que pudiera decir algo Katarina le pregunto.- ¿Pensaste que se nos había olvidado?- Con una sonrisa y sus ojos bien abiertos observando directamente los ojos del asesino.

-¿Cómo se nos olvidaria tu cumpleaños?- Agrego Cassiopeia también sonriendo ante la falta de palabras de Talon.

Por lo que Talon al verse ante esta escena lo único que logra hacer fue a empezar a reír, a reír feliz de que se había equivocado, al ver que si se acordaron de él. Las hermanas se miraron por un momento impactadas por la reacción del asesino, por lo que decidieron en acompañarlo en esa risa tan sincera que pocas veces tenían el privilegio de oír.

Cuando Talon había recuperado la compostura les dijo.- Muchas gracias… son lo mejor que tengo en la vida.- Y miro a sus compañeras como en sus cara se mostró una clara impresión al escuchar palabras tan cariñosas salir de la boca del asesino más temido de todo el mundo de Valoran.

-Venga Talon, no es para tanto.- Dijo Katarina sonrojada ante las palabras de Talon.

-Abre el regalo Talon.- Ofreció animada Cassiopeia a su hermanastro.

Así que Talon aun con una gran sonrisa en sus labios comenzó a abrir el regalo con mucha delicadeza, como si se tratara del mayor tesoro del mundo, pero era parecido, porque se trataba del más grande tesoro del asesino, así que con calma y buena letra abrió su obsequio y se encontró con una foto donde aparecían ellos tres felices Cassiopeia sobre sus hombros y él abrazando a Katarina sonriendo, Talon recordaba ese día con mucho cariño, fue cuando tuvieron un día libre de todo y salieron a caminar como si fueran unas personas normales y no tres de los más poderosos guerreros de Noxus atemorizando a cualquier forma de vida que se les cruzara en el camino.

Pero sus recuerdos fueron interrumpidos por Katarina al decir algo avergonzada.- Sabemos que no es mucho, pero es que tampoco teníamos mucho tiempo entre la liga y las misio…- Fue interrumpida por el dedo de Talon que se posó en sus delicados labios, lo que la hizo sonrojarse nuevamente, y este le respondió.- Es perfecto, muchas gracias… a ambas.- Y sonrió abiertamente a las hermanas y estas le sonrieron devuelta y lo abrazaron nuevamente con mucha fuerza y le dijeron al mismo tiempo.- Te queremos mucho Talon.-

-Yo también os quiero a ambas.- Y también correspondió el abrazo, y pensó que no todo había cambiado como él había pensado, y se alegró al comprobar que se había equivocado cuando llego este día a su hogar.

-Bueno… ¡es hora de la fiesta!- Dijo Cassiopeia levantando una botella de champaña.


Hasta aquí el primer capitulo de esta historia y espero que alla sido de su agrado, también recordar que todo comentario es bien recibido, aunque sea una critica o una felicitación, las cuales son quienes animan a continuar todo este trabajo. Y no olvidar de leer Infiltrados de , se los recomiendo. :3