Todo este universo pertenece a Rowling, yo solo pongo mi imaginación

1-Comienzo:

Hermione Granger se levantó ese día cansada, no podía decir que no hubiese dormido, lo había no mucho, diez horas, pero siempre le pasaba lo mismo los días después de haber salido de fiesta. Esa noche habían celebrado el fin del tercer año de clases fuera de Hogwarts. Harry y Ron estudiaban para ser aurores; Hermione para ser medimaga.

Vivían los tres en Grimmauld Place, Sirius se había alegrado mucho de ello. Primero no se sentía solo y luego tenerlos a los tres en casa le permitía "controlarlos" en especial a Hermione, sentía que debía cumplir las funciones de su padre, desde que este había muerto. Esta actitud no dejaba de resultarla graciosa y molesta al mismo tiempo.

Tenía un dolor de cabeza enorme, no se encontraba en su habitación, ahora que se daba cuenta, no tenía muy claro donde estaba ni quien era el dueño de esa camisa que llevaba puesta. Decidió salir de la cama, tropezó con una bandeja que tenía el desayuno. Desde luego el chico era un detallista.

Agitó la varita para recoger el zumo que había tirado y limpiar la mancha que había dejado en la alfombra. Había una nota. La cogió con manos temblorosas:

Buenos días(aunque no se si cuando despiertes serán buenos días o buenas tardes)

Espero que no te importe que no esté allí cuando despiertes o que no te haya despertado para desayunar juntos, me dio pena hacerlo.

Si cuando leas esto, tu reloj se acerca a las 13h, por favor espérame, yo llegaré a las 13.15h. Sino fuera así, déjame una nota a la hora que te viene bien quedar, tenemos que hablar muchas cosas.

Hermione dejó de leer, un cúmulo de imágenes aparecieron, ella en el bar saludando a Draco (su compañero de clase y amigo desde hacía dos años) saludando también a Pansy (su novia), ambos presentándole a Blaise Zabinni (ni siquiera le recordaba del colegio), ella aceptando la copa a la que le invitaban, bailando con Harry, discutiendo con Ginny por ello, bailando con Zabinni, hablando con Zabinni, besándose con Zabinni, quitándole la camisa a Blaise, mordiéndole en la clavícula...recordando las caricias del chico, sus besos y ¡Merlin que besos!...Se le cayó la nota de las manos, ¡estaba en el apartamento de Blaise Zabinni! Miró el reloj, a lo mejor todavía podía huir...tarde, eran las 13.08, tenía tan solo siete minutos para ponerse presentable, pero la curiosidad pudo más y decidió terminar de leer la nota.

Espero que te guste el desayuno, besos.

BZ

Ahí estaba su confirmación. Decidió buscar el baño, por lo menos estar algo presentable, lo presentable que se podía estar en cinco minutos. Supuso que sería la puerta que había a la derecha, error, ese era el armario y ¡qué armario! Ella quería uno así. Probó con la puerta que había un poco más a la izquierda, ahí estaba y se quedo alucinada. Era enorme, esa bañera tenía que probarla, era alucinante...Se acercó al lavabo y se lavó la cara. Después se miró al espejo y se quedó mirando la marca que tenía en el cuello, eso le iba a traer problemas (Sirius y su sobreprotección, Harry y sus bromitas y Ron que podía decir de Ron...), recordó como había aparecido allí esa marca, todavía podía recordar la sensación tan placentera que le producían los labios del chico...

Así la encontró Blaise, con su camisa puesta, observando la marca que el mismo había dejado en ese maravilloso cuello, ahora podía confirmar que se acababa de levantar. Simplemente estaba preciosa.

-Hola-Dijo apoyado en el marco de la puerta, observándola. Hermione salió de sus pensamientos, ¿qué coño hago yo ahora?

-Ho-hola-Dijo sonrojándose. Ese gesto le encantó al chico.

-¿Qué tal has dormido?-Dijo acercándose a ella. Hermione empezó a ponerse nerviosa.

-Bbien-

-¡Me alegro! Te iba a preguntar por el dasayuno pero veo que te acabas de despertar, ¿quieres que prepare algo y comemos?-Dijo ya a escasos centímetros de ella.

-¿Ccomer?-Dijo, Perfecto Hermione, va a pensar que ¡eres tonta y que no sabes hablar! Tranquilízate.-Creo que debería irme, seguro que están preocupados por mi-Brillante, ahí tienes la escusa...¡Necesito un cafe!

-Pues les manda una lechuza, seguro que con eso dejan de estarlo-Dijo colocando sus manos en su cintura y pegándola a él.

-Yyo, bbueno creo que ppodria-Estaba nerviosa por su cercanía. Blaise sonrió, después la besó. En ese momento toda las ideas de salir de esa casa desaparecieron de la mente de cierta castaña.

-¡Genial! Si quieres bañarte, esta bañera es un lujo, yo me paso las hora en ella cuando quiero pensar. Si quieres te dejo algo de ropa-Dijo el chico.

-Dudo que uses ropa de mujer, Blaise-Dijo ella sonriendo. Blaise se rio.

-No, pero mi hermana si-Hermione alzó un ceja a forma de interrogación.-Tengo una hermana, se llama Alexandra, vive en Florencia, pero de vez en cuando viene a verme y deja algunas cosas aquí- Explicó.-Te lo dejaré aquí-Dijo señalando a la cama-mientras cocino algo. Hermione obedeció al instante.

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Desde luego el baño le había venido genial, olía completamente a Blaise, eso si. La comida estaba deliciosa y estuvieron hablando y riéndose toda el rato.

-Estaba todo buenísimo-Dijo Hermione.

-Gracias-Dijo el chico.

-Bueno, yo creo que debería irme-Dijo Hermione.

-Tranquila, si mandate la lechuza-Dijo Blaise mientras la guiaba al salón. La casa estaba decorada con un gusto fantástico. Hermione se quedó estátíca, ¡no habia enviado la maldita lechuza!-No la has enviado-Sonrió.

-Ni me acordé. Ahora si que tengo que irme-Dijo empezando a buscar su abrigo y su bolso.-Ha sido un placer, gracias por todo-Dijo mientras se calzaba. Blaise contemplaba la escena divertido.

-Hermione-Dijo, tras eso la besó.-Me gustaría volver a verte-Volvió a besarla, esta vez ella correspondió con la misma intensidad.

-Quizás mañana-Dijo ella.

-Mañana sería perfecto-La acompañó hasta la puerte, se despidieron con un beso y Hermione desapareció.

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Eran las cuatro de la tarde cuando volvió a casa. Ahora le tocaba afrontar la situación. Abrió la puerta, pensó que se había librado cuando...

-¡HERMIONE JANE GRANGE!-Allí estaban los "Tres Mosqueteros".

-Hola chicos-Dijo poniendo cara de niña buena.

-¿Hola chicos?-Dijo Sirius molesto.-¿Donde y con quien has estado? Estaba preocupadísimo.-Dijo acercándose para abrazarla, después endureció de nuevo la mirada.

-Bueno...yyo...-Emepezó a decir.

-Dejar a la pobre chica, sois unos acosadores-Dijo Remus. Hermione empezó a sentir que no podía respirar bien, ¡Era él! Después de tres años volvía a verle, estaba más guapo si eso era posible, esa mirada miel, mirándola, la derretía...ese corazón volvía a latir con rapidez por él. Siempre por él. Desde el momento que le conoció, cuando les daba clase, cuando se lo cruzaba por los pasillos, cuando se lo encontraba en las reuniones de la Orden...

-Ya Moony, tu siempre tan conciliador-Dijo Sirius.-Por hoy, lo dejaré, total no vuelve tu mejor amigo todos los días. ¿No es fantástico, Herms?-

-Ssi claro-Dijo como pudo. Remus seguía mirándola intensamente.

-¿No vas a saludarme?-Preguntó el castañó. Hermione sintió que un escalofrío le recorria todo el cuerpo, las piernas no le respondían.

-¡Claro!-Se acercó al castaño.¿Y ahora qué? Se disponía a darle un par de besos cuando el la abrazó.

-Ya Moony-Voy a matarle, Sirius déjale a mi no me importa que me abrace...

-Bonita marca-Susurró rozándole el cuello. Hermione creía que no podía más, necesitaba salir de allí o ¡cometería una locura! Remus rompió el abrazo-Lo que yo decía, se ponen celosos hasta porque indiques la dirección a alguien...-Sirius empezó a reirse, a lo que le acompañaron todos.

Pasaron a la cocina.

-¿Qué quieres comer, Herms?-Preguntó Harry.

-Yya comí-Dijo. Todos la miraron.

-¿Y dónde comiste?-Preguntó Ron. Definitivamente tenía que salir de allí. El problema era que Ginny y ella estaban enfadadas, Luna no estaba, Draco y Pansy tenían hoy un día de pareja, como solían decir...¡Blaise!, dijo una vocecilla.

-Me disculpais un momento-Dijo la chica. Al rató volvió.

-¿A quien escribias?-Preguntó Ron.

-Te noto algo preguntón, Ronald-Se defendió. Tensión que fue rota por el timbre. Ding Dooong.

-¿Esperais a alguien?-Dijo Harry. Todos negaron. Hermione se levantó, allí estaba Ginny. No se saludaron, los cuatro chicos se miraron entre ellos cómplices. Estaban en territorio peligroso. Ginny se encargó de "marcar" el territorio besando a Harry.

-Hola-Dijo sin apartar la vista de Hermione. Definitivamente mandaría esa lechuza. Se levantó, mordiendo la tensión.

-¿A quien envias una lechuza?-Preguntó Ron. Hermione contó hasta diez, hasta veinte...

-De-ja de pre-gun-tar, Ronald-Dijo molesta.-Voy a arreglarme, he quedado.-Tras eso salió de la cocina y se fue a su habitación.

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Allí estaba, plantada frente a su armario, sin saber que ponerse.

-¿Qué tal todo?-Dijo Remus apoyado en el marco de la puerta. Maldita postura, ¿por qué todos se ven tan endemoniadamente sexy?

-Bien, ¿y tu?-Dijo volviendo a mirar al armario.

-No me quejo. ¿Alguien especial?-Cuestionó.

-Puede serlo-Dijo ella. En cierto modo, no mentía. Pero quería ver como reaccionaba. Remus sonrió.

-Si va a ser algo informal...ese-Dijo señalando el segundo modelo que ella tenía sobre la cama-sería lo ideal, yo caería rendido a tus pies-Tun...tun, tun...tun, tuntun, tuntun, tuntun...

-Ggraciasss-Dijo ella sin atreverse a mirarle.

-¿Qué pasó con Ginebra?-Preguntó sentándose en la cama.

-¡Sus estúpidos celos! ¡Estoy harta, primero porque creía que entre Sirius y yo había algo, luego con Oliver, que se encargaron de espantar, ahora con Harry...!-Dijo sentándose a su lado.

-¿Y lo hubo?-Hermione le miró confundida.-Con Padfoot-

-No-Contestó.

-Asique te espantaron al novio-Preguntó él mirándola a los ojos intensamente.

-No, realmente no lo era, podría haberlo sido pero...esa ya da igual-

-Te dejo que te arregles, no querrás hacerle esperar-Dijo dirigiéndose hacia la puerte.

Tras eso Hermione estaba hecha un lío. Se arregló, en cualquier momento vendría Blaise. Bajo al salón, al entrar se sorprendió porque Remus hablaba con Blaise mientras en el aire se podían ver los cuchillos que salían de los ojos del resto hacia el chico y Ginny la miró pidiéndole perdón.

-¿Blaise?-Preguntó.

-¿No le esperabas?-Preguntó Ron, esperanzado con esa idea.

-¡Claro!, ¿por qué no me habeis avisado? ¿hace mucho que has llegado?-Preguntó.

-No, tranquila-Dijo levantándose. Dio la mano a Remus y a Sirius. Ron y Harry le miraron con odio y Ginny no se atrevía a ir.

-Ya hablaremos-Dijo antes de salir, dejando que Blaise se adelantara.

-Dile algo, Sirius-Dijo Harry.

-Pasatelo bien, peque-Eso sorprendió a todos. Hermione se fue al encuentro del moreno. Tenía que reconocer que el chico era un espectáculo para la vista. Esos ojos verdes, moreno, con esa sonrisa, ese cuerpo...esa elegancia...

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-Creo que yo también hubiera mandado una señal de socorro-Dijo el chico cuando llevaban un rato andando.

-Gracias para acudir a ella-Contestó ella dandole un beso en la mejilla.

-Un placer-Dijo el acercándola y besándola.-Así mucho mejor-Hermione sonrió.-Por cierto, que simpáticos son Lupin y Black-

-Eso es porque le habrás caido en gracia...-

-¿Y a ti cómo te he caido?-

-Muy bien-Dijo ella colocando sus manos alrededor de su cuello.

-Eso me gusta-Dijo para después apoderarse de su boca.

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Así los encontraron Sirius y Remus que no habías soportado las quejas y habían decidico salir. Remus se paró en seco.

-Moony...-Dijo Sirius-Creia que eso ya estaba superado-

-Y yo, estaba superado hasta que la volví a ver-Dijo el castaño.

-¿Y para eso me abandonas durante tres años? Te invito a una copa-

-Padfoot...¿qué voy a hacer?-

-Siempre puedes seguir mi ejemplo y conquistarla o ser un cobarde y volver a huir-

-No fui un cobarde y ¿cómo que tu ejemplo?-

Tranquilo lobito, me refiero a mi filosofia con el sexo opuesto...solo me encargué de quitar algunas piedras del camino...-

-¿Dónde esta esa copa?-

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Hola de nuevo, aquí estoy con una historia nueva, esta vez la pareja principal será Remus&Hermione. La historia está sutuada al finalizar Hogwarts, en los estudios posteriores. Obviamente, hay personajes que en los libros están muerto y aquí estan vivo y seguirán vivos!

Espero que os guste, gracias por leerla.

¿Qué hará ahora Remus?

Besos, sed felices!