-¿Estás seguro de esto, Makoto?
-...- Makoto no sabía qué responder, prefería preocuparse por lo que tenía que empacar para la próxima semana
-¿Vas a llamarme todos los días, verdad? Un simple mensaje estaría bien, sólo para saber que sigues vivo.
-Haru- Dejó de empacar y volteó a ver a su amigo, estaba recargado en el marco de la puerta de su habitación, los brazos cruzados sobre el pecho, su rostro gritaba toda la preocupación que tenía.
-Voy a estar bien, sólo es una semana, Osaka no puede ser más complicada de entender que Tokio-
-Pero vas a estar solo en Osaka-traducción: voy a estar solo en Tokio
Makoto dejó salir un suspiro, se sentó en la cama y vio a Haru- voy a estar bien, tendré mi celular conmigo todo el tiempo, además estaré en la universidad todo el día metido en la biblioteca- Makoto sonrió y esperó que Haru se calmara.
Haru no estaba muy convencido, pero dejó el tema. Decidió que si quería estar más tranquilo sería mejor que lo ayudara a empacar, y ciertamente, Makoto estaba olvidando cosas importantes, como su toalla y su esponja de baño... Haru metió el pequeño delfín que tenía en su bañera sin que Makoto se diera cuenta.
Haru se ofreció para ir a dejar a Makoto en la central, sin embargo éste lo detuvo diciendo que no era necesario, y estaría preocupado por Haru que tendría que regresar solo al departamento. Antes de salir Haru le volvió a preguntar-¿Estás completamente sguro de esto, Makoto?
-Volveré antes de que te des cuenta, llamaré cuando llegué al hotel, no te preocupes.
Makoto cerró la puerta y se dirigió a la estación... pero no tomó ningún tren a Osaka.
"Ya estoy aquí, pero no te veo por ninguna parte"- dijo Makoto a través del teléfono.
"Dile a recepcionista que buscas a Mikoshiba, te dará la llave" Dijo la voz del otro lado de la línea.
"Ok, ya subo" Colgó.
Makoto le había mentido a Haru, le había estado mintiendo desde hace tiempo. Estaba seguro de que ya se había dado cuenta de que algo andaba mal, pero no le dijo nada. La verdad era que la familia de Makoto estaba en graves problemas, problemas de dinero. Al parecer hacía un mes que su padre no llegaba a casa, su madre le llamó para saber si estaba con Makoto, y al no saber nada de él ambos se preocuparon, para colmo, hace algunos días llegaron unos hombres a la casa de sus padres pidiendo una gran cantidad de dinero que aseguraban, el padre de Makoto les había pedido prestado. Su madre estaba terriblemente preocupada y asustada por sus hijos. Ran y Ren no sabían todavía lo que estaba pasando, pero su madre, al verse abandonada, se apoyó en Makoto. Sin poder encontrar una solución rápida y honesta, Makoto tomó una decisión: venderse. No suena muy refinado, pero estaba ganando algo de dinero en un tiempo considerablemente corto, aún así no estaba ni cerca de pagar la suma que necesitaba. Entonces conoció a Mikoshiba en una de sus noches de antro, era una ventaja que Haru odiara esos lugares, salir "a bailar" era excelente excusa para salir a encontrar clientes. Mikoshiba parecía uno de los algunos (aún no eran tantos) clientes que Makoto había hecho en esa semana, pero a la mañana siguiente, Makoto recibiría una oferta que no podría rechazar.
-Tachibana, ¿porqué haces esto?
-Por diversión- no iba a decirle a sus clientes su triste historia, era demasiado patética.
-Mientes- dijo Mikoshiba mientas lo miraba a los ojos, estaban acostados en la cama todavía y Makoto no tenía fuerza suficiente en la caderas para salir corriendo.
-Para qué quieres saber, no puedes hacer nada al respecto- dijo mientas sonreía.
-Es por dinero, es eso, ¿no?
-...- Makoto desvió la mirada
-¿Cuánto?-
-Bastante
-hmmm... 30 millones de yenes?
-¡¿Qué?! ¡¿Cómo se puede deber tanto!?
-¿entonces cuánto?
-8 millones...masomenos- ciertamente sonaba mucho menos que lo que Mikoshiba proponía.
-Sí, es mucho, ¡¿cómo hiciste esa deuda a todo esto?!
-Es de mi padre, él huyó, pero la deuda se quedó
-Ya
Makoto había dicho demasiado, así que decidió levantarse antes de que esto se volviera largo, tenía que regresar al departamento antes de que Haru despertara. Encontró su ropa tirada por todo el cuarto, después de 5 min se dio por vencido y se puso su zapato sin encontrar el calcetín que le faltaba. Mikoshiba seguía acostado, parecía que pensaba en algo importante, Makoto tomó el dinero que estaba en la cómoda al lado de la cama y justo cuando se disponía a salir de la habitación Mikoshiba dijo las palabras mágicas.
-Puedo pagar esa deuda por ti en una semana.
Makoto volteó a verlo, sabía que no iba a ser gratis, ese tipo de cosas no existen.
-Bien por ti, ya me tengo que ir.- Traducción: no quiero más problemas.
Mikoshiba se levantó rápidamente y tomó la muñeca de Makoto antes de que pudiera salir del cuarto.
-Me refiero a que te comparé una semana y pagaré tu deuda. Completa.- Le susurró al oído mientras pasaba su brazo al rededor de la cintura de Makoto para que éste no huyera.
-¿Cuál es el truco?
-Es una condición más bien.
-Está bien, ¿cuál es la condición?
-Una semana, toda esa semana estaremos en la habitación, no saldrás, no tendrás contacto con nadie sin mi permiso y harás lo que te pida... todo lo que pida.
Makoto vio la puerta, su mano todavía estaba pegada al picaporte, podía escapar si se lo proponía. Pero dejar atrás la deuda era demasiado tentador, su madre estaría más tranquila, él estaría más tranquilo. Sólo es una semana, podía hacerlo. Cerró la puerta y dejó que las manos de Mikoshiba lo recorrieran a su antojo.
Estaba frente a la puerta de lo que sería su habitación en la próxima semana, le había dejado un mensaje a Haru y había apagado su celular... luego se disculparía por eso. Respiró hondo, no pasaba nada, una semana es poco, trató de mentirse a sí mismo. Tenía miedo, porque no sabía qué esperar, pero de abrir las piernas una semana a una sola persona que hacerlo toda la vida a un montón de extraños; el riesgo era grande, pero una oportunidad así, no podía darse el lujo de desperdiciarla.
Abrió la puerta y lo que encontró fue todo menos lo que esperaba. La habitación era más grande que el departamento en el que vivían él y Haru, como unas 3 veces, el lobby del hotel era muy lujoso, pero no creía que él estaría en una habitación así. Dejó caer su maleta y caminó por el lugar, Mikoshiba no se veía por ningún lado, escuchó la regadera desde lo que parecía una estancia, así que pensó que estaría bañándose. Makoto empezó a husmear por la habitación, la sala era amplia y los sofás eran de un color perla muy limpios, enfrente había una tele posiblemente la mitad de alta que él. El techo tenía lámparas de cristal y todo olía a rosas, cada mesa tenía un florero con rosas rosas, todo parecía un pequeño palacio...
-Es de mala educación husmear sin permiso.
Estaba tan embelesado con la habitación que no se dio cuenta de que lo observaban. Makoto no reconoció la voz así que su sorpresa fue enorme cuando volteó y vio a un hombre que no se parecía en nada a Mikoshiba. Éste era más alto que él, cabello negro y ojos azules, no azul como los de Haru, éstos eran mucho más fríos, Makoto no podía responder... ¿se habría equivocado de habitación?¿quién era él?
Justo cuando Makoto iba a tomar su maleta para salir de ahí el hombre se abalanzó sobre él cayendo de espalda sobre el sofá, iba a gritar, pero sus labios se ocuparon en otra cosa, este hombre era mucho más fuerte que él, con una sola mano atrapó sus muñecas sobre su cabeza y con la otra sotenía la cara de Makoto para obligarlo a besarlo.
-Mmm.. no...nnnmmhh..- Makoto no podía escapar, sentía la lengua de esta persona, de no ser porque estaba realmente asustado habría dicho que era un beso increíble. Sintió que la mano que sostenía su cara fue bajando hasta su entrepierna, por encima de su pantalón la mano comenzó a frotarlo, necesitaba aire, era demasiado y se estaba empezando a marear. El beso se detuvo y Makoto agarró una gran bocanada de aire.
El hombre lo veía como si fuera una presa, no podía dejar de temblar debajo de él. La mano comenzó a desabrochar el pantalón de Makoto...
-¡NO! ¡Espera por favor, no sabía que era tú habitación!
-Hmm... ¿y?- su voz era calmada, no parecía sorprendido de encontrar un extraño en su cuarto y pensar que lo más natural era tumbarlo y comenzar a tocarlo por todas partes. Su mano entró en sus boxers y Makoto iba a gritar cuando...
-¡SOUSUKE!- Era Mikoshiba, agarró la mano de Sousuke y liberó las manos de Makoto, llevaba puesto sólo una toalla en su cintura.
-Tenías razón Sei, es tal y como dijiste, lo quiero.- Sousuke lamió sus labios y Makoto se estremeció.
-Te dije que lo entretuvieras, no que te entretuvieras, Sousuke.
-Tch, te estabas tardando mucho ahí adentro, así que me aburrí de sólo verlo.
Makoto seguía sin poder hablar, no entendía nada, se supone que serían él y Mikoshiba nada más, por qué estaba este SOUSUKE en la habitación y ¡¿por qué sabía quién era Makoto!? Miko..no, Sei vio su confución y al ver el estado en el que estaba su ropa sólo pudo dejar salir un suspiro. Makoto se dio cuenta de lo mismo y empezó a acomodar su pantalón, pero era un poco difícil con Sousuke encima de él.
Sousuke lo miró y no pudo evitar sonreír, era demasiado lindo todo asustado y confundido, como un ratoncito...uno muy sexy.
Antes de que Makoto se pudiera arreglar por completo, Sousuke lo agarró por la cintura y lo cargó como un costal, Seijuurou sólo se río y siguió a Sousuke.
-¡BÁJAME! ¡SUÉLTAME! ¿QUÉ ESTÁ PASANDO? ¡MIKOSHIBA!
Makoto pateaba, pero Sousuke era mucho más fuerte y logró detener las piernas de Makoto con su brazo. Dejó caer a Makoto en la cama, mientras Seijuurou se acomodaba cerca de la cabecera de la cama. Makoto sentía que el miedo lo iba a traicionar y cerró los ojos para que sus lágrimas no pudieran escapar, cerró sus puños y simplemente esperó que todo terminara. Pero en lugar de eso no pasó nada, sólo una mano acarició su cabello, era Mikoshiba.
-Tachibana, no tengas miedo, Sousuke es mi novio.
¿HUH?
Makoto abrió los ojos muy despacio, Mikoshiba seguía acariciando su cabello y lo miraba tranquilamente, parecía que el único que estaba entrando en pánico por nada era Makoto.
- ¿Qué está pasando?- fue lo único que pudo decir
-Sousuke es mi novio, le dije de ti hace ya casi un mes, te vi en el parque cuando te estabas vendiendo. Se me hizo un desperdicio ver semejante cuerpo en manos de esos hombres. Sousuke y yo hemos estado buscando a alguien con quien ...experimentar, y pues aquella noche sinceramente fue increíble.
Sousuke lo miró un poco molesto. Por más liberal que seas no te gusta pensar que tu pareja la pasó bien sin ti, por lo menos no en la cama. Seijuurou lo miró y sin importarle que Makoto los viera tomó el cuello de la camisa de Sousuke para atraerlo a un beso. Makoto pudo ver claramente como Sei metía su lengua en la boca de Sousuke, como sus respiraciones se agitaban y sus mejillas se sonrojaban. Sousuke iba a tomar a Sei en sus brazos cuando éste cortó el beso abruptamente. Sousuke se veía un poco desilucionado por alejarse de Sei.
-No podemos acabar tan rápido, amor.- dijo con una sonrisa píacara.
-Sei...
-¡Ajem!- Makoto los veía con las mejillas completamente rojas- Mikoshiba, esto no era parte del trato.
Seijuurou se rio- el trato es que harías lo que yo quisiera por una semana, bueno, parte de lo que quiero es que Sousuke esté aquí... con nosotros.
-Sei, ya quiero probarlo- Sousuke no dejaba de ver a Makoto como una presa, era imposible mantener fija la mirada de alguien así.
-¿Qué dices Makoto?
En realidad no había nara qué pensar, había decidido esto desde que abrió esa puerta, sería lo mismo, sólo con una pequeña sorpresa, una sorpresa que, por fortuna, no era nada fea.
-No hay nada que decir- dijo Makoto, y hubiera dado lo mismo su respuesta al parecer, porque antes de que pudiera darse cuenta Sousuke le estaba robando otro beso, sólo que ahora Makoto no temía por su vida, así que se dejó llevar. Abrió su boca para dejar entrar la lengua de Sousuke, no pudo evitar dejar salir un pequeño gemido, el aire se le terminaba y su corazón latía como nunca, Makoto empujó al otro para que lo dejara respirar, tenía los labios hinchados y las mejillas completamente rojas, Sei usó esto para atraer a Makoto a su labios, los besos de Sei eran más largos y menos salvajes a comparación con Sousuke. Seijuurou se tomaba su tiempo y le gustaba usar sus brazos para hacer sentir a Makoto la persona más especial del mundo. Sintió unos labios en su nuca y supo que Sousuke no se quería quedar atrás, sintió sus manos al rededor de su cintura, por debajo de su camisa para después pasar a desabrochar su pantalón, Makoto quiso soltarse de Sei pero éste sólo hizo el beso más intenso, las manos de Makoto estaban en los hombros de Sei, pero poco a poco hicieron su camino hacía la toalla que cubría la entrepierna del pelirrojo. Makoto sintió la mano de Sousuke frotar su miembro mientras seguía besando su nuca, sólo se detuvo para quitar la camisa de Makoto por encima de su cabeza, ahora podía besar su espalda y hombros, Makoto sólo gemía dentro de la boca de Sei que por fin dejó de besarlo para pasar sus labios por el cuello y pecho de Makoto, deteniéndose en sus pezones para morderlos y lamerlos. Makoto ya no sabía de quién era cuál mano, su corazón latía tan fuerte que retumbaba en sus oídos, ni siquiera se dio cuenta que sus gemidos llenaban la habitación, entre la mano entre sus piernas y los labios en su pecho y espalda, sentía que podría llegar en cualquier momento. Pero de repente ambos se separaron.
-AAhmm.. no, más, por favor- Makoto volteó a verlos para darse cuenta de las erecciones de los dos, Seijuurou se quitó la toalla y ayudó a Sousuke a quitarse sus pantalones junto con sus boxers.
-Tachibana, deja de babear y ven- dijo Sosuke, Makoto no se había dado cuenta de que tenía la boca abierta, ambos eran grandes y gruesos, si no podía darse el lujo de admirar algo como eso, realmente no quedaba nada por hacer en esta vida.
Makoto gateó hasta posicionarse entre las piernas de Sosuke, pasó sus labios por los hombros de éste, haciendo un camino hasta su ombligo. Si el pene de Sousuke pudiese hablar posiblemente le estaría gritando a Makoto que lo tocara. Así que dejó de jugar con su ombligo para besar la punta de Sosuke, tenía un sabor como a sal, pasó su lengua desde la base hasta la punta varias veces, hasta que sintió que lo sujetaban por el cabello, miró hacía arriba y la cara de Sousuke estaba tan enrojecida, sus labios estaban entreabiertos y su pecho subía y bajaba rápidamente. De una sola vez tomó todo lo que pudo del miembro de Sosuke, la mano en su cabello se tenzó y la espalda de Sousuke se arqueó, Makoto tuvo que usar su mano para la base. Comenzó a saborear el semen en su boca hasta que un grito de la boca de Sousuke lo alertó, demasiado tarde, de los chorros comenzando a correrse dentro de la boca de Makoto. Sousuke no lo soltaba así que tuvo que tragar casi toda su semilla. Cuando por fin lo dejó ir Makoto sacó el miembro de su boca y empezó a toser.
-Creía que me ahogaba...ha.. no.. no, no vuelvas a hacer eso- dijo mientras se limpiaba lo que se salió por la comisura de sus labios.
Seijuurou había visto todo y no había perdido el tiempo, tenía 3 dedos dentro de él pero Sosuke sabía lo que quería realmente.
-Sei- lo besó en la frente- dime, ¿qué quieres ahora?
-Sousuke...- sacó sus dedos y tomó a Sousuke por los hombros para besarlo, la intimidad de compartían parecía intocable, incluso con Makoto ahí, en la misma cama, semi desnudo.
-Lo quiero a él, en mí...- ambos se miraban a los ojos, Sousuke se acomodó en la cabecera de la cama y Seijirou lo siguió hasta ponerse encima de él, Makoto sólo los observaba, seguían besándose, las manos de Sousuke alcanzaron el trasero de Seijuurou y lo empezó a separar dándole una gran vista a Makoto.
- Ven- dijo Sousuke viendo a Makoto, Seijuurou tenía su cabeza enterrada en el cuello de Sousuke respirando fuertemente, sus manos se aferraron a la camisa de su novio.
Makoto ya había sido el activo antes, pero la vez que estuvo con Mikoshiba había sido el pasivo, así que no estaba preparado mentalmente para una escena así, tragó saliva y se posicionó detrás del pelirrojo. Quiso entrar en Mikoshiba pero estaba demasiado ajustado y el mismo Mikoshiba dio un pequeño grito de dolor, así que Makoto pensó que prepararlo él mismo no sería tan mala idea. Pasó su lengua por la entrada del pelirrojo y el pequeño grito de dolor se convirtió en un gemido y respiraciones agitadas.
-Aagghnnn... ah.. Tachi..banaaaaahhhnn... qué... gnnnh.. Sousuke, qué...gnnnh... qué está...aaaghhhnnn-
Sousuke miraba todo y no podía creer que algo así lo estuviera exitando tanto, Makoto no escatimaba en caricias o lamidas, la voz de Seijuurou era prueba suficiente para saber que Makoto sabía lo que hacía.
-Tachibana está usando su boca en ti, mi amor- susurró Sousuke en el oído de Seijuurou
Las manos de Sousuke y Makoto se tocaron al tratar de abrir un poco más la entrada del otro, fue como elecrticidad para ambos, sin dejar de lamer a Seijuurou Makoto vio a los ojos a Sousuke, la respiración de Sosuke empezó a perder el ritmo y Seijuurou escuchó como su corazón empezaba a latir mucho más fuerte.
-Ahhh... ah.. Tachiba...gggnnnhhaaa... basta, haaaah... ya, no máaaaassss...- entre gemidos Seijuurou le rogaba a Makoto, si éste no se apuraba se correría sin que Makoto lo tuviera que penetrar.
Makoto entendió y con una estocada, entró en Seijirou. El pelirrojo gritó y empezó a morder el hombro de Sousuke para detener sus gemidos, esta vez eran diferentes, no había dolor, sólo la sensación de estar lleno y a merced de dos hombres. Makoto siguió embistiendo a Mikoshiba, y cuando entontró su próstata el pelirrojo arqueó su espalda dejando salir un grito de placer, Sousuke seguía besando el cuello y pecho de Sei para luego lamer sus pezones. Sei estaba ya muy cerca de terminar, quiso usar su mano para correrse, pero Sousuke lo detuvo.
-No, no, no, córrete sin tocarte- dijo Sousuke sin soltar su pezón derecho. Entonces Sei tuvo una mejor idea, tomó la erección de Sousuke que ya empezaba a gotear de nuevo y la frotó al ritmo de las embestidas de Makoto.
Seijuurou sentía el cuerpo de Makoto dentro de él, quemaba, cada estocada lo hacía gritar y la habitación se llenó de sus gritos, los jadeos de Makoto y los gemidos de Sosuke atrapados en su pecho. Era delicioso, no quería terminar nunca y al mismo tiempo rogaba poder correrse.
-Tachibana...haaagnn... máaas...MÁAASSS- Makoto aumentó la fuerza de sus estocadas.. una.. dos...tres... y Seijuurou se tensó, gritando el nombre de Makoto y corriéndose en Sousuke quien al mismo tiempo se vino en el abdomen del pelirrojo, Makoto sintió el cuerpo de Seijirou abrazándo su erección y quizó salir antes de correrse dentro, pero Seijirou tomó su mano y volteó a verlo.
-Dentro... córrete dentro de mí... Makoto-
Era la primera vez que Mikoshiba decía su nombre, su pecho se estremeció y se dejó ir dentro de Seijuurou. Los tres estaban recuperando el aliento cuando Makoto salió de Sei para caer a un lado de ellos. Seijuurou tomó a Sousuke del cuello y dejó que sus rodillas por fin cayeran.
-Sousuke, límpiame, estoy todo pegajoso.
Sousuke río y lo levantó, Makoto pudo ver que salía un poco de su semilla entre las piernas de Sei, pero estaba demasiado cansado para ir a ayudarlos, así que se entregó al sueño.
-Makoto, ¿eh?
-¿Qué tiene?- dijo Seijuurou mientras descansaba su cabeza en el pecho de Sousuke. Ya limpios los dos, estaban tomando un baño en la gran bañera de su habitación.
-Nada, no esperaba que dijeras su nombre.
-Yo tampoco
-...
-¿Qué pasa?
-¿Vas a decirle?
- ¿Para qué? Makoto no necesita saber que mi padre es el hombre al que su padre le debía dinero.
-¿Debía?
-Nos pagó, pero no con dinero
-¿Con qué les pagó?
-...
-No... tu padre no aceptaría algo que no fuera dinero.
-No, no lo haría, pero yo sí.
FIN DE LA PRIMERA NOCHE
