Es un Noah …. El enemigo

Deberían eliminarlo … por su culpa …

Es un traidor … un maldito traidor …..

Esos eran los rumores que se esparcían por todos los corredores del cuartel … susurros, susurros que para él retumbaban tan fuerte como las campanas de aquella vieja catedral, cede central de la Orden Oscura, sonrió. Recién llegaba de una larga misión y ya tenía ganas de salir corriendo de aquel lugar, a pesar de que su cuerpo le pedía a gritos algo de descanso y sobre todo un "poco" de comida, suspiró cansíamente y siguió caminando. Sin darse cuenta sus pasos lo llevaron a aquel único lugar en el cual podía distraerse.

-Allen –kun, qué vas a servirte hoy?-la voz de aquel cocinero de sexo dudoso le hizo sonreír, estaba en casa, sea como sea, aquellas pocas personas que lo apreciaban eran el motivo por el cual seguía ahí, peleando, soportando y como le prometió a Mana, avanzando …

-Dame… todo lo que quieras Jerry – respondió sonriendo, usando aquella mascara de niño bueno y noble, la verdad era que recordar el nombre de su "padre" le había causado una punzada en la cabeza y el corazón, tenía que disimular. Su padre, posiblemente lo habría traicionado…y quizás todos sus buenos recuerdos solo eran una gran farsa, tal y como él… una gran mentira.

-Disfruta tu comida, Allen kun- la voz de Jerry lo sacó de su leve transe mientras recibía aquellas fuentes con diversos y abundantes bocadillos, volvió a sonreír en forma de agradecimiento, fue a una de las mesas libres y comenzó a devorarlos.

Estaba tan absorto degustando aquellos sabores tan placenteros, cerró los ojos para poder apreciarlos mejor, se relamía los labios lentamente, para no permitir que aquella agradable sensación se desvanezca tan rápido, suspiro levemente abriendo los ojos, con las mejillas teñidas de un leve carmín, observó sus dedos manchados con la miel de los dangos que había devorado y se los acercó a sus labios, lamiéndolos, degustándolos, pasando su lengua por ellos con tanta insistencia y con una expresión de total placer en el rostro, soltando leves gemiditos de placer mientras realizaba aquella acción- exquisito … -susurro levemente.

De lo que no se percataba el "inocente niño" era de las reacciones que provocaba en casi todos los presentes en el comedor. A esa hora no había muchas personas, quizás no llegaban ni a 10, pero todos ellos, que lo observaban atentamente, tenían una sola cosa en mente … el moyashi, desnudo en la cama, lamiendo otra cosa que no era su dedo, gimiendo, sonrojado ….. comenzaba a hacer mucho pero mucho calor y no precisamente por la cocina, no podían quitarle la vista de encima, aquellos sensuales movimientos que el peliblanco realizaba los incitaba aun más … y algunos estaban a punto de lanzarse a comer un exótico platillo …

-MOYASHI-CHAN!-un alegre pelirrojo se lanzaba sobre el pequeño albino abrazándolo efusivamente, restregando confianzudamente sus mejillas contra las del albino-me alegra tanto tenerte de vuelta, estaba muy aburrido- aquello último lo dijo en un susurro al oído del aludido, el aprendiz de bookman se había percatado del ambiente, es más … acababa de ingresar al comedor y ya quería lanzarse a hacer cosas no muy santas al que tenía en sus brazos.

-Lavi-kun, deja de molestar a Allen –kun, se puede atorar- La dulce voz de la peliverde, hizo que el albino sonriera, definitivamente lo trataba como un niño pequeño e inocente … espera .. pequeño e inocente? Esa era la imagen que el trataba de proyectar, es la careta que Mana le había ayudado a elaborar, pero… quién era Allen Walker en realidad? Quién era si dejaba de lado lo de ser exorcista, hijo de Mana, Noah? Era una duda que comenzaba a carcomerlo por dentro.

-Allen-kun, estas bien?- la pregunta de la peliverde lo saco de aquel trance, la observó y pudo notar la mirada de preocupación de la chiquilla, joder …

-Si Lena, lo que sucede es que moría de hambre… fue una difícil misión y muy larga –le sonrió, notando como la china se relajaba y estaba a punto de usar nuevamente aquella careta de caballero inglés, hasta que ….

-tsk, eres un moyashi inútil, por eso la misión te pareció difícil-la arrogante voz del samurái, hizo que su máscara cayera al suelo y se rompiera en pedazos, maldito hijo de puta, desde que lo conoció no hacía más que joderle la existencia, era el UNICO con el cual ninguna de sus máscaras había funcionado, esos putos ojos negros lo encabronaban. Esa mirada … esa jodida mirada de "soy el rey del mundo" aumentaba su ira.

-ESO NO ES CIERTO BAKANDA!-grito, lanzando a Lavi a un lado acercándose a encarar a ese desquiciante ser frente a él que lo miraba tan altivo.

-QUÉ DIJISTE IMBÉCIL?!- el pelinegro había dejado su soba a un lado para cogerlo del cuello, el maldito mocoso le sonreía levemente por desequilibrarlo.

-acaso te molesto que te diga la verdad- lo miraba con carita de niño bueno, con esa vocesita de inocente criatura, cosa que solo aumentaba la ira del pelinegro, al notarlo sonrió, pero no esas estúpidas sonrisas que le regalaba a todo el mundo, no claro que no … si no con una de esas sonrisas que de verdad quería mostrar, una llena de arrogancia-BAKANDA!

Y la guerra comenzó, golpes, insultos, y más golpes, causando la destrucción casi total de aquel lugar y con múltiples víctimas colaterales. Todos buscaron un refugio seguro, pero al final abandonaron el "área de guerra" y dejaron que aquellos niños terminaran su juego.

Definitivamente, cuando peleaba con Kanda, Allen era él mismo, sin máscaras, sin mentiras …, no le importaba nada más que él y aquel estúpido cola de caballo, quien después de casi media hora de pelea se encontraba sosteniendo su katana de manera amenazante, con la mirada fija y fiera que le quemaba, finas gotas de sudor deslizándose por su rostro, respirando agitadamente y con un leve color rojizo en sus mejillas por el ajetreo que armaron, la camisa destrozada dejando ver aquel fornido torso con ese enigmático tatuaje, ¿qué tan suave podría ser la piel del samurái? , ante esta pregunta se mordió levemente el labio, divagando.

-te gusta lo que vez … moyashi- la seductora y varonil voz del samurái retumbó hasta lo más profundo de su ser, despertando en el albino aquella cálida sensación que le hacía sentir vivo, aquel deseo de más .. pero, más que? Mas pelea? Más insultos? O deseaba algo más?. Levantó la mirada para responderle, cualquier cosa … pero esa línea carmesí que se deslizaba de sus labios, lo acallaron, le pareció tan apetecible como la miel de aquellos dulces platillos que había saboreado hace menos de una hora, sin darse cuenta sus dedos se dirigieron hacia aquella línea y le acarició los labios, levanto la mirada perdiéndose en profundos ojos oscuros que lo miraban intrigante, sonrió con malicia y lamio lascivamente su dedos, saboreando la sangre del samurái, excitándose, cerrando los ojos para degustar con todo aquel sabor y la sensación que le regalaba … exquisito. Quería más, deseaba más … a la mierda con los exorcistas, la iglesia y todo eso, él era Allen Walker y en ese momento quería sentir más de Kanda Yuu, y no le importaba si el pelinegro estaba a favor o en contra, lo tomaría ahí y ahora, abrió los ojos… estaba por sonreír pero ….

Su frustración aumentaba, había pasado más de una semana sin misiones, JODER! Ya no tenía como desahogarse … era desquiciante, esa sensación de arder por dentro y no poder calmar esa calentura con nada. Chasqueo la lengua, cogió su katana y solo se vistió con una camisa blanca, su pantalón negro y sus botas, a la mierda con todo. Caminó hacia el comedor y pidió su clásica Soba, por lo menos comería tranquilo, no había mucha gente en el comedor y eso era agradable ya que no les escucharían cuchichear sobre aquel hijo de puta, si el maldito moyashi estaba presente en ese lugar aunque su cuerpo este a miles y miles de kilómetros de distancia.

Es un Noah …. El enemigo

Deberían eliminarlo … por su culpa …

Es un traidor … un maldito traidor …..

A la mierda con todo eso, mientras no fuera una molestia para realizar sus misiones le importaba un rábano lo que fuera. Pero estaba harto que todo girara en torno a ese estúpido niñato. Moyashi esto…, Moyashi aquello … JODER! No podían usar esas estúpidas bocas en cosas más "productivas" … sonrió arrogante.

Pidió sus alimentos, se sentó en el lugar más apartado de todas esas basuras y comía tranquilamente degustando aquellos sabores, ohh si, no había nada mejor que la Soba, o acaso si existía algo más exquisito que su "Allen Walker"…. Abrió los ojos de golpe y casi se les cae los palillos de los dedos ante aquello, pero ….

Allen Walker regreso …

Debió morir en esa misión …

Era los nuevos murmullos del comedor, el mocoso acababa de regresar y por una jodida broma del destino se encontraron en el comedor, suspiró levemente y volvió a concentrarse en su comida, decidido a no ver al moyashi ese, ignorarlo y largarse de ese lugar al terminar de comer, lo estaba haciendo hasta que escuchó algunos sonidos extraños, las sillas chillaron levemente, el sonido de ropa tensándose, de leves gemidos … PERO QUE CARAJOS PASABA? . Iba levantarse y gritar que mierda les pasaba pero al ver el motivo por el cual el ambiente se había puesto tan tenso y caliente les dio la razón.

Ahí estaba, el inocente miembro más joven de la orden, lamiendo lascivamente sus dedos, con una expresión tan violable, POR LA PUTA MADRE! ESTABA COMENZANDO A CALENTARSE, esos ojitos levemente cerrados, esa lengua subiendo de arriba abajo por todo su dedo, gimiendo quedito, relamiéndose los labios, jodido moyashi! Él tenía entre los pantalones algo que quería que lo atienda con el mismo esmero. Escuchó el sonido de una silla, al parecer alguien tenía los cojones de querer adelantarle el postre, sonrió altivo, por supuesto que no se lo iba permitir, se levantó, dispuesto a ir hacia el albino pero las acciones del maldito conejo lo detuvieron. Ese tuerto estaba abrazando tan confianzudamente al mocoso que le daban unas ganas de reventarlo a golpes, pero no .. él era Kanda Yuu y no muestra debilidad ante nada ni nadie, cogió su plato iba a dejarlo con Jerry para largarse de ese lugar pero la vocecilla del mocoso encendió en el las ganas de molestarlo.

-tsk, eres un moyashi inútil, por eso la misión te pareció difícil-sonrió interiormente, solo iba insultarlo y dejarlo en ridículo pero el muy insolente se atrevió a insultarlo.

-ESO NO ES CIERTO BAKANDA!-

-QUÉ DIJISTE IMBÉCIL?!- dejó su plato a un lado y se lanzó a la pelea cogiéndolo del cuello. Le enseñaría, de manera lenta y dolorosa que con Kanda Yuu nadie .. pero nadie se mete. El muy puto enano se atrevió a sonreírle .. LO IBA MATAR, LO DESTROZARIA!

-acaso te molesto que te diga la verdad-

Mierda, mierda, mierdaaaa odiaba que el jodido enano pusiera esa carita de "santo" y esa empalagosa vocecita … tan jodidamente femenina, ERA UN GRANDISIMO HIPOCRITA! Lo había notado desde el minuto en el que se conocieron, y al parecer toda la sarta de idiotas de la orden no se daba cuenta, que estupidez … apretó aún más el agarre sobre el cuello del albino y lo vio sonreír, pero no esas estúpidas sonrisitas que regalaba a todo el mundo, esos ojos y esa sonrisa por fin concordaban-"así que este eres .. Moyashi"

-BAKANDA!

Ese fue el grito que desató el conflicto, golpes a diestra y siniestra, destrozos por doquier debido a la maldita flexibilidad y agilidad del escuálido ese que se escabullía de todos sus golpes, un golpe por aquí y otro por allá, ambos habían dado y recibido, ya había pasado un buen tiempo, la maldita rata albina no era fácil de eliminar, ambos se miraron y surgió una momentánea tregua, pero seguían alertas. Respiraba algo agitado, aprovechando esos segundos para recobrar la compostura cuando noto algo extraño en el mocoso frente a él.

El moyashi lo miraba fijamente, como analizándolo, pero sobre todo no podía apartar la vista de su cuerpo, sonrió arrogante esa miradita que el albino le regalaba no era inocente, ni mucho menos de un niño educado, como quería aparentar ya que esa mirada él la conocía muy bien, era de deseo, curiosidad y lujuria. Era la misma mirada que hacia un tiempo atrás se dedicó a ocultar ya que le había traído algunos problemas, pero eso era otro asunto. Los platinados orbes brillaron …

-te gusta lo que vez … moyashi- pregunto de lo más tranquilo, lo vio levantar la mirada al parecer iba decir algo pero las palabras murieron antes de salir de aquellos suaves labios, lo observó intrigado, acaso el muchachito ya conocía ese tipo de deseo? Ya lo habría hecho con alguien? Bueno teniendo a Cross de maestro quizás la respuesta sea afirmativa. Divagaba en su mente cuando sintió los suaves dedos del albino acariciar sus labios, levantó una ceja, iba pedir explicaciones pero aquel pequeño le regalo una sonrisa .. una sonrisa que solo despertó al animal que llevaba dentro, aquel que por tanto tiempo trato de ocultar, aquel que le costaba largas horas de meditación, duchas frías …. Y que para empeorar las cosas, el mocoso lo levantaba a palos al mostrarse tan lascivo mientras lamia sus propios dedos, cuando algo en su entrepierna pedía tener esa lengua lamiéndolo. Al parecer iba sonreír pero no le dio tiempo, lo tomó bruscamente de los cabellos mientras lo empujaba contra la pared para que sintiera su palpitante erección.

-Estas jodido moyashi -