All The Small Things

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1º-Los Preparativos

Una vivienda con varias habitaciones añadidas luego de ser hecha la casa, oscilaba peligrosamente por estar tan torcida. Probablemente era por la cantidad de personas que había en la casa; no sólo se encontraban los únicos cuatro miembros que aún no se habían mudado, sino también todos los que vivían en esa casa antes de mudarse por razones de trabajo y algunos amigos de la familia. La causa de tanto amontonamiento de gente era la boda del hijo más grande de los Weasley: Bill.

Ron miraba correr a todo el mundo de un lado a otro; la boda era mañana por la tarde y tenían todo a medio hacer (ya saben como son todos los Weasley y se pueden imaginar si hay muchos en una misma casa), por ejemplo, aún faltaban muchas decoraciones y los vestidos tanto de las chicas como las túnicas de los hombres todavía no estaban compradas; todo eso entre otras cosas.

Él, por otra parte, esa tarde después del almuerzo, se estaba dedicando a hacer los arreglos florales junto con Hermione, Harry y Ginny, sentados en el piso de la cocina; alrededor de ellos había miles de flores de todas clases y unas cien canastitas de color dorado.

-Odio hacer todo a mano-declaró Ginny, peleando con las espinas de las rosas blancas, que debía poner en una canastita.

-Yo también-afirmó Harry, haciendo lo mismo que ella, pero con unas rosas rojas-. Sólo faltan unos días para que pueda usar magia... ¡qué suerte que tienen algunos!-agregó, mirando significativamente a Ron y Hermione.

-Bueno... no tanta...-dijo Ron. Él había tenido problemas con el hechizo que utilizaba para sacar las espinas de las rosas.

-Ya te dije que era fácil de hacer el hechizo... Si prestaras la atención debida...-declaró Hermione. Ella ya había arreglado unos treinta arreglos florales, mientras que los demás iban por el quinto. El problema era que ya había empezado hacia tres horas.

-¿Yo no presto la atención debida?-preguntó Ron, un poco enfadado, peligrosamente y sin darse cuenta se paró. Harry y Ginny se miraron; una inminente pelea se venía.

-Bueno... no... nunca-contestó Hermione, sinceramente, parándose también.

-¿O SERA QUE TU ME LO ESTAS ENSEÑANDO MAL, A PROPOSITO?-ladró Ron, enojado, pero sin saber el porqué exacto.

-Encima que te ayudo, ¿te quejas?-replicó Hermione con tono de que no le daba importancia, pero se podía ver en su mirada los ojos brillosos.

-¡¡SI!!-gritó Ron en respuesta.

Hermione no lo soportó más y se fue de la cocina llorando. Ginny tiró su canasta, le dirigió una mirada furtiva de culpa a Ron y salió corriendo detrás de ella.

-Esta vez si lo has logrado...-opinó Harry, aún sentado.

Ron pateó una de las canastas, pero en vez de desquitar en ella la rabia que sentía, le produjo dolor. Estaba descalzo y se había clavado una espina en el pie. Se sentó nuevamente en el piso.

-¿Qué he logrado qué?-preguntó de mal humor.

-Hacer llorar a Hermione...

-¿Y?-volvió a preguntar Ron, como si no le importara. Pero realmente si lo hacia.

-No-contestó Harry, mirando a su amigo- la veía llorar enfrente de nosotros, por una discusión contigo, desde que estábamos en primero...

-Ya se le pasará...-dijo no muy convencido.

Ron se quedó pensando lo que le dijo Harry. ¿Cómo podía ser tan estúpido?, ¿Cómo podía haberle gritado así a el amor de su vida? ¿Cómo podía ser tan animal?

-Espini!-pronunció Ron. El hechizo por fin le había salido, pero aún tenía el desasosiego de haberle gritado a Hermione. El conjuro le sacó las espinas a todas las rosas, e incluso la de su pie salió-. Reparo!

Todos lo arreglos se hicieron dejando a Ron y a Harry en medio de un montón de espinas.

-¿Por qué no hiciste eso antes?-preguntó Harry, exasperado.

-Tenía que pelar con Hermione para que me acordara... la vez que me lo enseñó... también me gritó... fregoteo!

Con este último conjuro, las espinas desaparecieron dejando ningún rastro. Cuidadosamente, Ron y Harry pusieron los futuros centros en las cajas que estaban arriba de la mesa. Ron agarró un marcador, cerró la caja y puso "Boda de Fleur y Bill".

-¿Ahora que debemos hacer?-preguntó Harry.

-Espera-contestó Ron, sacando del bolsillo de su vaquero un pedazo de pergamino escrito por su mamá-. Debemos ir a comprar las túnicas de gala y los trajes para nosotros...

-¿Significa que debemos ir en Polvos Flu?-inquirió Harry, temiendo la respuesta. Ese transporte no era su favorito.

-Mmm, me temo que sí...

Luego de tomar dinero y calzarse con las zapatillas, Ron se dirigió a la chimenea de la sala y sacó un poco de polvos Flu. Primero pasó Harry, quien antes de entrar se había sacado sus lentes. Espero que no haya rastro de llamas verdes y se metió él.

-¡Callejón Diagon!-gritó con voz energética.

Después de dar muchas vueltas, Ron cayó estrepitosamente en piso del mugriento Caldero Chorreante.

-¿Vamos? Debo ir a buscar dinero de mi bóveda-dijo Harry cuando lo vio llegar, mientras se limpiaba.

-Sí, vamos-aceptó Ron, levantándose y limpiándose.

Pasaron por el bar vacío (estaba así porque era tarde ya) hasta el pequeño patio cerrado con los tachos de basura; luego de tocar correctamente los ladrillos, el callejón Diagon apareció ante sus ojos. Primero fueron a Gringotts a buscar dinero en la bóveda de Harry y luego se dirigieron a "Madame Malkin: Túnicas Para Todas Ocasiones".

-¿Qué desean, queridos?-dijo una bruja regordeta y sonriente, que estaba en el mostrador.

-Tenemos un casamiento-contestó Ron-. Necesitamos túnicas de Gala y los trajes...

-¿Te refieres a la boda Weasley, no?-preguntó la bruja. Ron asistió y ella dijo:-. ¡Todos hablan de eso y están emocionados! Tú eres uno de los hermanos, ¿no?.

-Sí-respondió Ron.

Luego de la pequeña charla, la bruja los condujo a través de la tienda hasta el fondo y les dijo:

-¿Saben que color quieren?

-Eh... no-contestaron a unísono.

Después de pararse sobre un cascabel, que le pusieran un par de alfileres y probarse muchas prendas, Ron y Harry salieron de la tienda una hora y media después con unos trajes color negro (muy elegantes y los sacos eran con un estilo muy mago, no usarían corbata), con camisas y unas túnicas color azul oscuro para Ron y verde oscuro para Harry (según la bruja combinaba perfectamente con los ojos de cada uno). Cuando volvían se cruzaron con cinco chicas y una señora, una de ellas tenía los ojos rojos. Eran Hermione, Ginny, Fleur (quien dirigía una mirada desdeñosa a todo el callejón), la señora Weasley, Angelina Jonhson (novia de Fred) y Katie Bell (novia de George).

-¡Hola, chicos!-saludó alegremente Ginny-. ¿Acaban de comprar sus túnicas?

-Eh... sí-dijo Ron, acalorado. No quería ver esos ojos castaños que lo miraban con reproche.

-Bueno, ya vayan a casa-anunció la señora Weasley-. Nosotras iremos a comprar las túnicas y a prepararnos para la boda... Bill no puede ver a Fleur antes de la boda así que nos quedaremos aquí en callejón, además estamos más cerca del lugar...

-Está Bien...-respondió Ron y luego cayó en la cuenta y dijo:-¿o sea que estaremos todos los hombres solos?

-Sí-contestó la señora Weasley-. Hay comida en la heladera.

Se despidieron de las chicas (Ron aún ignorando los ojos de Hermione) y se encaminaron al Caldero Chorreante. Al volver, cayeron el frío piso de la Madriguera.

-¡Por fin llegaron!-dijo el señor Weasley al verlos llegar. Levaba puesto un delantal para cocinar-. La cena está lista.

Se sentaron dejando los trajes para el día siguiente allí en la cocina; fue una cena muy rara considerando que sólo se encontraban los varones Weasley (todos excepto Percy, quien aún no había hecho las paces con la familia, pero aún así estaba invitado) y Harry; pues hablaron de temas que no podían hablar cuando estaban las mujeres porque chillaban: Quidditch, la fiesta de soltero de Bill, donde Harry, Ron y el señor Weasley no fueron porque, en el caso de los chicos, por ser muy jóvenes y en el caso del señor Weasley por ser viejo. Comieron una cena deliciosa que había preparado la señora Weasley antes de irse.

-Bueno, será mejor que nos vayamos a dormir...-anunció el señor Weasley cuando ya habían terminado el postre y miró su reloj: marcaba las doce- mañana será un día largo...

Todos se fueron a dormir. Ron se acostó en su cama con el pijama puesto y esperó que la casa se llenara de silencio para cometer su plan. Fue hacia las dos de la mañana cuando en la casa no había más que el ruido del espíritu del ático, que curiosamente se estaba portando bien.

Lentamente, se dirigió hasta la pieza de Ginny, donde dormían ella y Hermione. Entró en la habitación ordenada y pintada de color violeta y comenzó a revolver entre las cosas de Hermione "por algún lado tiene que estar... todas tienen uno..." pensaba mientras revolvía en la mesita de luz. Sacó un pequeño librito de color rosado con las iniciales "H. J. G" en la tapa con letras doradas. Era el diario de Hermione.

Ron lo abrió, afortunadamente no tenía ni candado ni ningún hechizo para no leerlo. La primera hoja databa del día del baile de Navidad, ocurrido hacía, más ó menos, tres años atrás; tenía caligrafía muy esmerada:

"25/12

Querido Diario:
Hoy hubiese sido unos de los días más lindos de vida... Fue mi primer beso y fue con Viktor Krum (siempre había soñado que fuera Ron)... pero desgraciadamente no lo fue y la culpa fue de Ron... discutimos y todo por sus celos..."

Y el texto seguía, pero no quiso leer más. ¡Se había besado con Vicky!. Eso no le hacía gracia... tampoco le hacía gracia haber arruinado unos de los mejores momentos de Hermione en su vida... aún así fuesen con Krum.

Siempre pensó que ella no había besado a nadie y que sólo su hermana le había dicho (dicho es una manera de decir porque se lo había gritado enfadada) para hacerlo reaccionar y no que era verdad.

Por otra parte, el diario lo había dejado anonadado. ¿Ella quería besarlo a él?. Volvió a abrir el diario y encontró el día que él se había puesto de novio con Lavender. Curiosamente la pagina estaba bañada en lágrimas:

"21/10

Querido Diario:
Me acabo de enterar de una monumental mala noticia: Ron se puso de novio, y ¿a que no adivinas con quién?.
¡Con Lavender! ¡Como si ella fuera lo suficiente inteligente para pensar y hablar al mismo tiempo!.

Y eso no es todo, luego de que se pusieran de novios Ron la trajo para contarnos a Harry y a mí lo que acaba de hacer... como estaba enojada le tiré unos pajaritos...

Estoy triste por no poder hacer nada al respecto..."

Seguía, pero al igual que con el otro texto no lo siguió. Le dolía que Hermione hubiese estado sufriendo por él... Entonces abrió el diario nuevamente y leyó, también tenia las letras borradas:

"22/07

Querido Diario:
Hoy hemos peleado nuevamente. No sé que le pasa a Ronald, últimamente pelea por cualquier cosa. No sé que quiere demostrar".

Esta vez el texto si lo terminó. Se sentía pésimo. Guardó todo en su lugar y se dirigió a su cuarto. Se acostó en la cama, pero no se durmió rápidamente como solía hacer. Estaba triste, tardó horas en conciliar el sueño.

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A/N: Hola a todos! Como están? Yo sé que dije que esta historia la publicaría después de terminar "Cayendo en Tu Amor", pero no me resistí... Esta NO va tener nada que ver con la otra, para los que son nuevos, así que no se preocupen en leerla... si no quieren, claro...

El título del fic es el de una canción de Blink-182, NO tiene que ver con la canción, pero si el titulo me pareció apropiado...

El fic va ser una comedia en principal... sólo este capitulo no tiene comedia...

Bueno, dejen reviews!!

Un Beso, Anna Diggory