Universo alterno basado en Bishoujo senshi Sailor Moon cuya autora original es Naoko Takeuchi.

┊┊┊┊┊VESTIDO DE NOVIA┊┊┊┊┊

I

Punzadas en el pecho

"¿La que está ahí soy yo? No me reconozco. Mis ojos… ¿qué le ha sucedido a mis ojos? Comienzan a adquirir un tono rojizo y a llenarse de lágrimas… ¿Voy a llorar? No, delante de ellas no puedo. Van a pesar que las derramo por la emoción del momento y podría atribuirle este sentimiento de no ser porque… lo vi de nuevo.

-¿Sucede algo Amy?- me pregunta Mina quien se ha dado cuenta de mi silencio y, al parecer, también de mi frustración

-No, para nada, es sólo que no estoy segura.

-¿Del vestido?- me preguntó nuevamente intrigada.

-Sí, no sé si es el correcto- me limito a decir.

-Si lo dudas, la respuesta es simple: No lo es- advierte con una amplia y maliciosa sonrisa.

Salí de la tienda sumergida en mis pensamientos, después de despedirme de mis amigas, seguía sin creer que después de cinco años volviera a toparme con él, y peor aún, que mi cuerpo temblara como si el tiempo no hubiera pasado, como si aún… ¡No! No puedo pensar en esto, no ahora…"

La chica caminaba por la acera sin darse cuenta de lo que ocurría a su alrededor: gente conversando alegremente, niños llorando porque sus madres no cumplían alguno de sus caprichos, estudiantes leyendo para los exámenes finales e incluso jóvenes enamorados caminando de la mano; ella seguía absorta en su mundo cuando, al cruzar una intersección, no se percató del cambio de color en el semáforo y estuvo a punto de ser atropellada por un camión de mudanza, de no ser por…

- ¡Amy cuidado! ¿No te diste cuenta que pudiste ser atropellada? ¿En qué vas pensando?- ella palideció, no podía estar pasando…

-¡Suéltame!- atinó a decir, o más bien gritar, separándose bruscamente de su salvador.

- ¿Pero qué…? ¿Estás bien? Amy dime qué pasa.

-¡Déjame tranquila!- quería escapar corriendo, pero la mano del joven la detuvo en su intento.

-Antes tienes que calmarte, ven conmigo- sus ojos denotaban preocupación sincera.

-No voy a ir a ningún lado contigo.

-Tenemos que hablar, creo saber porqué estás así.

-¿Ahora sí quieres hablar? No, no hay nada qué decir.

-Amy por favor, dame una oportunidad de aclarar las cosas.

-Eso hubieras pensado antes, ya pasó demasiado tiempo, ¿no crees?

-Por lo que veo no el suficiente. Necesito decirte lo que…

-¡No!- se soltó bruscamente- No quiero oír nada que provenga de ti, entiéndelo, estoy a punto de…

-Casarte, lo sé bien- dijo en un tono apenas audible- es por eso que tengo que hablar contigo.

-¿Con qué objeto?, ¿Para qué?- estaba a punto de llorar, se estaba esforzando para no hacerlo.

-Debes saber que siempre, siempre te he amado y lamento lo que hice, me arrepiento de haberme ido y haberte dejado, fui un estúpido cobarde Amy…

-¿Y qué pretendes diciéndomelo ahora? ¿Qué deje todo por ti? Lo lamento, pero alguien más ocupa tu lugar, alguien que cada día logró secar mis lágrimas hasta devolverme la fe perdida por tu culpa, alguien apareció para ser el mejor hombre que he conocido en mi vida.

Se quedaron en silencio, ninguno de los dos se atrevían a decir algo más, él no se perdonaba por haber sido tan ciego y ella… deseaba que no dijera nada porque faltaba poco para que corriera irremediablemente a sus brazos.

-Está bien Amy, lo entiendo. Sólo…perdóname- comenzó a caminar al lado contrario, alejándose de la chica, dándole la espalda para que no se notaran las lágrimas que vertiginosamente comenzaban a emanar de sus verdes ojos.

-Yaten…

Un susurro apagado, una voz que apenas y salía de su garganta queriendo gritar todo lo que sentía, aunque no sabía muy bien qué era; ¿dolor?, ¿rabia?, ¿amor?, ¿añoranza?, quizá nada… quizá todo.

Siguió su figura hasta que sólo se convirtió en un punto en el horizonte, su corazón palpitaba aceleradamente mientras que sus pies se habían clavado al suelo que tenían debajo, cerró los ojos dejando escapar una lágrima cristalina y continuó su camino a casa.

Colocó la tarjeta en la cerradura electrónica para poder entrar al departamento que compartía con una amiga residente que laboraba en el mismo hospital que ella, giró la plateada manija y sin más entró directamente a su cuarto; quería acostarse y olvidarse de todo, pensar que era sólo un sueño.

-¿Amy estás bien?- se oyó después de golpear suave y repetidamente la puerta.

-Sí Nabiki, todo está… bien- trató de convencerse, aunque la realidad era totalmente distinta.

No, no lo estaba; después de todos esos años creía muertos esos sentimientos aunque muy dentro de ella temía que no fuera así, aún sentía nervios cuando veía un auto como el de él circulando por la calle imaginando que lo conducía el chico que deshizo sus sueños, aún su corazón galopaba cuando veía a alguien con cabello largo y plateado en algún local al que entraba a comprar y ni las piernas ni el cuerpo le respondía cuando escuchaba su nombre por casualidad en alguna reunión o evento al que asistía, pero ahora era diferente, no era producto de su alocada imaginación, ahora sí lo había visto de nuevo…

El sonido característico de su móvil la sacó de sus cavilaciones y se incorporó súbitamente para atender la llamada…

-¿Diga…?

-¿Amor eres tú?, me tenías preocupado, no llegaste a la cena.

-¡La cena!- lo había olvidado por completo. Esa noche se reuniría con unos amigos y su prometido para disfrutar y departir alegremente- ahora me cambio y te veo allá- dijo apresurada tropezando al caminar torpemente por la habitación.

-Amy es tardísimo, no te preocupes, pero me tenías con pendiente… ¿quieres que vaya a verte ahora?

-Sí, me haría mucho bien verte, te necesito.

-Sólo me despido de Serena y Darien y voy para allá.

-Sí, te estaré esperando…

-Amy…

-¿Sí?

-Te amo.

Colgó, y en un instante su pecho comenzó a doler. No era una queja física producto de algún malestar, no, sentía que el mundo se derrumbaba, por primera vez en su vida no sabía qué hacer, lo único que se le ocurrió en ese momento fue llamar a la esa persona que la ayudó cuando se deprimió por la inesperada partida de Yaten.

Buscó en su lista de contactos a esa persona tan especial que la hacía reír a carcajadas cada vez que salían juntas, su amiga incondicional, la que nunca la juzgaba y a quien podía confiarle cada uno de sus más íntimos pensamientos y secretos, tocó en la pantalla el icono para poder realizar la llamada y esperó ansiosamente que la otra persona contestara rápidamente.

-Hola Amy, pensé que estarías ocupada con tu cena de ésta noche.

-No, necesitaba platicar contigo.

-¿Es algo relacionado con lo de esta tarde? Te noté demasiado ausente en la prueba de vestidos, por lo mismo no pudiste escoger uno.

-Sí, es sobre algo que ocurrió esta mañana, al salir de mi turno. Cuando me estaba despidiendo de mis compañeros, él estaba afuera, esperándome.

-¿De quién estás hablando? No me digas que de…

-Sí Lita, Yaten regresó.

El silencio se hizo presente y sólo podía escuchar su propio palpitar después de decir su nombre por segunda vez en el día. Cerró los ojos evocando el momento en que lo vio: ahí recargado sobre un gran árbol de cerezo había un chico vestido de un lindo saco azul celeste, una corbata verde que le combinada perfectamente con esos hermosos ojos que tanto le gustaban y una camisa en tono grisáceo que lo hacía lucir guapísimo. Sus manos, para ocultar la intranquilidad que sentía por el encuentro, las dejó dentro de las bolsas de su pantalón negro, parecía que los años no habían pasado, parecía que el tiempo se había detenido.

-¿Habló contigo?

-No. Bueno, nos dijimos algunas palabras pero eso fue más tarde.

-¿Más tarde?, ¿se vieron de nuevo?

-No, bueno… después de salir de la tienda seguía en shock y… me salvó de ser atropellada.

-¡¿Ser atropellada?! No puedo creerlo. ¿Tan mal te puso verlo?

-Lita, pensé que nunca más lo vería, me convencí de eso.

-¿Qué harás?

-No lo sé…

-Temía que dijeras eso… ¿No estarás pensando en cancelar la boda, cierto?

-¿La boda? No, claro que no, nunca podría…

-Amy, en algunas ocasiones nuestros sentimientos nos traicionan y nublan nuestro buen juicio. No debes olvidar lo que te hizo, se fue sin importarle nada, te dejó aquí sola, llorándole y amándole como nunca antes lo habías hecho. Te costó mucho trabajo salir de ese hoyo como para dejar que te vuelva a lastimar. Ha regresado, lo sé, sé que aún hay emociones por él en el fondo de tu corazón, pero debes recordar quién eres ahora. Sé que eres muy fuerte, sólo queda demostrárselo y demostrártelo a ti misma.

-Gracias…

No pudo más que llorar, ¡cuánta verdad encerraban esas palabras!, mucho tiempo lo echó de menos, muchos días y noches lloró sin cesar, buscando porqués, queriendo escuchar razones o explicaciones que nunca llegaron. Lita tenía razón, debía controlarse y confrontarlo.

Llamaron a la puerta del departamento, intuyó que sería su prometido y corrió a abrir.

-Llegué en cuanto pude, lamento si tardé.

-No te preocupes, es buena hora, pasa.

-Por favor dime qué ocurre, estoy muy preocupado por ti.

-En realidad no es nada, tengo mi cabeza en todos lados, lamento haber olvidado nuestra cena, sé que era importante.

-No te preocupes, mi socio Darien y su esposa fueron muy amables. Querían darnos la noticia de que pronto serán padres.

-Eso es maravilloso, su esposa es una mujer muy bondadosa, felicítalos de mi parte.

-Lo haré, pero primero cuéntame… ¿qué es lo que te tiene así? Cuando te llamé estabas a punto de llorar y dijiste necesitarme…

-Estoy triste porque… no lo encontré, no encontré mi vestido hoy-trató de sonar lo más convincente posible- estoy muy estresada, se acerca la fecha y yo…siento que nada saldrá como debiese.

-Amy…- la tomó de la barbilla haciendo que lo mirara directamente a los ojos- así sea con el lindo vestido amarillo que traes puesto en estos momentos, quiero casarme contigo; quiero ver cada amanecer a tu lado y que seas lo primero que mis ojos vean al despertar. Amy Mizuno, te amo y todo será perfecto.

-Andrew…

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La CoNeJa ReSpOnDe

Wow! Vaya que ha pasado tiempo desde la última vez que subí una historia. Honestamente esta idea ha rondado mi cabeza desde hace ya algún tiempo, incluso años, pero ya saben; la vida pospone planes.

Como siempre, he escogido un tono dramático y romántico para esta historia; mi tema favorito; espero que sea del agrado de todo ustedes y que me lean… publicaré cada martes, ojalá sigan esta linda novela corta y no olviden dejar sus comens. ¡Las(os) quiero!

Atte: La Coneja atolondrada ;P