Disclaimer: Principalmente que no soy Rowling y por lo tanto, los personajes no son míos (Remus sí, jejeje) bueno, y todo lo que se dice aquí, bla, bla, bla, bla.

Hi! - Bueno, aquí estoy con otro fic (sin haber terminado 'El Retorno de los Merodeadores' U.U). Es una idea un tanto extraña basada principalmente en dos cosas:

La película 'Efecto Mariposa', y es que desde que la vi e tenido la idea, pero no había sabido como empezar a escribirla

El libro 'Doce Lecciones sobre la Historia' de Antoine Prost, en la que habla de que si bien un historiador jamás debería trabajar con el 'Si hubiese...', es por otra parte necesario hacerlo, puesto de es a través de la imaginación que se pueden sacar las causas de los efectos (muy resumido, claro está).

Fue principalmente esta última la que me llevó a escribir este fic, el cual me ha estado dando vueltas hace unos días (y debería estar estudiando para una maldita prueba en vez de estar haciendo esto, pero bueno... si no escribía esto no podía estudiar tranquila /)

En fin, me pareció importante aclarar esto, pero ya dejo de aburrir y comienzo el fic, una sola advertencia más, este fic contiene SLASH! (relaciones entre hombres, o sea, contenido homosexual) y por ello rogaré a quien le moleste el tema que no siga leyendo.

UNA ÚLTIMA COSA! Quiero dedicar este fic a cinco personas muy importantes y maravillosas,a Diego (bro mosho!), a Shin Black, Hiroshi Black (TKM papis!), a Florchi Black (sis mosha!) y a Angel (tío mosho/)

Espero, sinceramente, que les agrade

Si existiese el 'Si hubiese...'

By Tomoe KR Lupin

¿Qué pasaría si hubiese un modo

de cambiar el futuro?

¿Qué pasaría si con cada una de nuestras decisiones

se crearan mundo paralelos?

¿Qué pasaría si tuviéramos la posibilidad de cambiar el presente

remontándonos al pasado?

¿Qué pasaría si pudiéramos cambiar nuestras vidas...

a través de un recuerdo?

Capítulo 1: Memorias

1.

Desde que Sirius había muerto las cosas no habían vuelto a ser las mismas, claro está. Como que algo había perdido sentido, la perspectiva de derrotar a Voldemort para que Sirius fuese libre, para poder vivir con él, para comenzar otra vez, para tener una familia... se había esfumado.

Y es que ahora la vida parecía tan absurda.

Conversaciones que le hubiesen producido alegría en otro tiempo, ahora le parecían tan vacías y estúpidas. Y cuando le producían esa sensación se obligaba en recordar a su padrino, porque el echo de sentirse feliz por uno u otro motivo lo hacía sentirse tonto y egoísta... y sentía rabia porque sin Sirius las cosas debían ser diferentes, pero lo cierto es que pocas personas parecían sentir realmente su partida. Parecía como si nadie notase que había muerto un hombre valiente y gallardo. Un hombre que podría haber sido un héroe. Un hombre que amaba como si fuese su padre.

La vida continúa. Y le dolía que lo hiciera. Le hubiese gustado que le mundo se detuviese, pero lo cierto es que aquello no era posible.

Incluso sentía que pocos compartían su pesar.

Ron y Mione eran sus amigos más cercanos, pero no por ello podían comprender el calvario que estaba atravesando... sin embargo, había alguien que parecía comprender su dolor de una forma muy particular. Remus Lupin sonreía cansinamente, más por inercia que por ganas de hacerlo. A menudo descubría más dolor del que era capaz de ocultar en esa sonrisa que intentaba ser tranquilizadora. Un dolor que si bien no era parecido al suyo, también poseía algo del propio. Una amistad de años se había apagado para siempre, lo sabía... y secretamente compadecía al solitario licántropo de la misma manera en la que, con vergüenza, se compadecía a sí mismo.

'-Toma- aquella sonrisa que era sólo una máscara lo trajo a la realidad nuevamente, tendiéndole una taza de té.- Harry... no debes pensar tanto en ello. Mientras más piensas, más te dañas a ti mismo.

'-Es inevitable- la voz le salió algo ronca, quizás porque hacía horas que no la utilizaba- Si no pienso en ello creo que me volveré loco

'-Y si lo piensas mucho será igual- sonrió de un modo que no le produjo rabia, cosa extraña, puesto que últimamente se sentía muy irritable al ver feliz a alguien. Tal vez fuese porque sabía, en el fondo, que el licántropo no era feliz en lo absoluto.

Harry asintió levemente, sin responder y revolvió con lentitud su té. Remus, sentado frente a él, lo observó detenidamente durante unos minutos antes de revolver su propio té. Estaban en Grimmauld Place terminando de recoger las pocas cosas de Sirius que nadie se había atrevido a sacar de la mansión. Y ahora que solo quedaban dos días para le inicio de clases, tanto el licántropo como él habían decidido realizar la penosa tarea, acompañados por los Weasley.

'-¿No sientes rabia?- preguntó al fin. Era una pregunta que hacía algunos meses le había querido dirigir al ver como intentaba mantener esa sonrisa amable.

No era la primera vez que Harry se preguntaba como el licántropo era capaz de sonreír así cuando parecía que nada en el mundo podía ser peor. Se preguntaba como una persona acostumbrada a la discriminación, al rechazo, al dolor, a la soledad, podía tener una fuerza como la que él tenía. ¿Cómo es que Remus Lupin, siempre lograba ver el vaso medio lleno, en vez de medio vacío¿De donde era capaz de extraer la fuerza que lo movía?

Los ojos dorados, enmarcados por dos profundas ojeras, las cuales eran la única señal de noches de insomnio, lo miraron con ternura.

'-La rabia no lo traerá de vuelta

'-Pero...- bajó la vista y apretó los dientes, con impotencia- no puedo evitarlo... ver que le mundo sigue igual. Que hay gente que no tiene idea de que... se ha ido un hombre... que se ha ido Sirius... y que de saberlo habría quien se sintiera dichoso. ¿Por qué le vida debe seguir? Debería detenerse y... no sé. Odio esto. Odio no saber que decir o hacer...

'-Odias extrañarlo y odias que se haya marchado y lo odias también a él mismo por el simple hecho de no haber podido evitar que se fuera- sonrisa dulce y mirada triste. Le colocó en señal de apoyo, la mano sobre el hombro, sin por eso apartar las vista dorada de la verde- Odias despertarte en las noches y desear que sea una maldita pesadilla, levantarse y saber que jamás volverás a ver sus ojos azules... que jamás volverás a ver su gesto huraño o escuchar esa risa contagiosa. Y te odias a ti mismo por no poder asumir que se ha ido... porque cada vez que estás en un lugar que él solía frecuentar, piensas que de un momento a otro él entrará en ese lugar y te sonreirá y entonces toda esta pesadilla acabará. ¿Es eso, Harry?

'-...S-sí...- confesó sonriendo levemente. Era increíble como él podía entenderlo a un nivel, que nadie más, ni Mione, Ron o la señora Weasley, podía.

'-El tiempo es el único capaz de sanar este tipo de heridas

'-No sé si soy lo suficientemente fuerte como para esperar- tenía los ojos llenos de lágrimas

'-Lo eres, Harry- Remus se arrodilló al lado del sillón en el que el chico estaba sentado, con la taza de té entre las manos y la mirada gacha.

'-En este momento... –la voz se le quebró, levemente, y dos solitarias lágrimas resbalaron por sus mejillas- siento que soy cualquier cosa menos eso.

'-Créeme... que sé lo que sientes- le secó una lágrima con la mayor delicadeza del mundo

'-Tengo miedo de... que en algún momento deje de pensar en él... que el tiempo lo borre, pero al mismo tiempo... deseo tanto poder volver a ser el mismo. Me siento culpable cuando disfruto pequeñas cosas y recuerdo que él ya no está y...- no pudo seguir hablando por las lágrimas, pero la mano pálida del licántropo le acarició la mejilla con cariño, mientras secaba su rostro.

'-Tranquilo- no recordaba que alguien, en toda su vida, le hubiese sonreído de esa forma tan dulce, tan amable, tan comprensiva... tan maternal.

'-¿Lo extrañas, verdad?

'-Más de lo que te imaginas

'-Quisiera que los demás también entendieran lo que siento...

'-Los demás no pueden entenderlo porque no lo han sufrido... este dolor ...es nuestro, Harry- por primera vez notó que los ojos dorados también estaban vidriosos por las lágrimas.- Son ajenos a él y por eso no saben, no entienden... y les da miedo acercarse porque no saben como ayudar.- tenía las manos suaves, y la sensación que le producían mientras le acariciaban el cabello azabache lo tranquilizaban de manera casi automática.

'-¿...te quedarás esta noche?

'-Me quedaré hasta que se marchen a Hogwarts

'-¿Qué pasará en este lugar?- preguntó sin atreverse a mirar a su alrededor

'-Dumbledore cree que lo mejor sería deshacernos de él... yo, personalmente me opongo.

'-¿Por qué?

'-Este lugar me trae muchos recuerdos

'-Dijiste que si pensaba mucho sobre ello me volvería loco.

Remus sonrió. De pronto le pareció que no era un hombre al que los años se le habían venido encima de un momento a otro, sino que era un joven atractivo y de vivos ojos dorados. Pero aquella visión se esfumó tan pronto que no pudo menos que pensar que era una absurda ilusión

'-Yo ya estoy loco, Harry.

'-¿De que hablas?

'-Nada, nada... tonterías mías.- sonrió con cierta nostalgia- en fin. Este lugar es muy importante para mí, pese a todo. No quisiera que lo vendieran ni nada... pero finalmente será decisión de Dumbledore

Ambos se quedaron en silencio unos minutos antes de que Remus se pusiera de pie, con una sonrisa. Harry también lo hizo, alentado por el reloj del pasillo que daba la medianoche.

'-Es hora de dormir. Mañana debemos terminar el trabajo- habló el licántropo

'-Solo queda el ático y el sótano...

'-Exactamente. Yo me encargaré del ático y tú y los Weasley, del sótano.

'-¿No puedo ayudarte? Algunas veces me resulta insoportable estar con los gemelos. Intentan por todo los medios hacerme sonreír... y necesito tranquilidad.

'-Entiendo- Remus asintió, comprensivo- Está bien, Harry. Tu y yo en el ático.

2.

Como todas las mañanas, se despertó como si la noche anterior lo hubiesen golpeado. Lupin le había dicho que era por la tensión y la tristeza, pero que iría pasando a medida que aceptase la realidad.

Aún en la cama, algo adolorido y con un leve dolor de cabeza, miró el techo de la habitación luego de ponerse los anteojos. Los rayos de sol apenas y si se colaban entre las cortinas de la habitación, así que se dio algunas vueltas en la cama, tratando de encontrar ese hueco tan cómodo donde acomodarse y dormir durante unas horas más, pero pese a todo, parecía que esa mañana, como las anteriores, no dormiría más. Últimamente le pasaba con frecuencia. Dado que no dormiría más se dedicó a vagar entre sus propios pensamientos mientras miraba el cabello rojo de Ron que se asomaba entre las sábanas.

A las ocho de mañana no soportó más y se levantó silenciosamente, tomó su ropa deportiva y se vistió, listo para limpiar el polvoriento ático. Bajó las escaleras con temor a despertar a alguien y pensaba en lo que haría mientras esperaba a que Lupin despertara cuando descubrió el licántropo, mientras él mismo entraba a la cocina.

'-Buenos días, Harry- saludó el licántropo con una sonrisa amable

'-Buenos días- Harry asintió levemente con la cabeza, algo sorprendido- No sabía que estuvieras levantado.

'-Ya ves...-le tendió una tostada y una tasa de café- Yo tampoco podía dormir

Era asombroso como el licántropo lograba entenderlo, casi perfectamente. Era como si sintiera lo mismo que él... con la diferencia que Remus ya había pasado una vez por eso. Cuando sus propios padres habían muerto y Sirius había ido a Azkaban.

Harry miró a Remus con renovado respeto.

'-Gracias

'-Por nada.

Lupin se sentó junto a él a leer 'El Profeta' mientras Harry desayunaba en silencio, alternando en mirar su desayuno y las manos pálidas de su ex profesor que era la único que el periódico le permitía ver. Y mientras veía las manos pálidas, un enorme torrente de preguntas se arremolinaban en su cabeza, mas no se atrevió a formular ninguna

'-¿Sucede algo, Harry?- le preguntó con esa sonrisa tan suya, asomándose tras el periódico

'-Nada- mintió, pero el licántropo respetó su silencio.

Una vez terminado el desayuno, ambos subieron al ático. El lugar estaba polvoriento y con olor a humedad y a viejo, había un ambiente frío, quizás porque hace mucho que no se ventilaba aquella habitación y las tablas de madera crujían a sus pies, enmohecías. Si bien el lugar era bastante grande, trasmitía un sentimiento de desolación y tristeza que le apretó el corazón a Harry.

'-Empezaremos por aquí- Lupin señaló un montón de cajas viejas- Debes tener cuidado con los boggarts y otras criaturas. Moody de todos modos ya revisó y me señaló que no había nada que no pudiéramos enfrentar.

Así ambos se pusieron a la tarea. A las diez de la mañana, cuando Molly se asomó a ver si estaban ahí, tenían ya un ala bastante más despejada, y un montón de cajas apiladas en una esquina. Remus quería trasladar esas cajas a su propia habitación, así que Ron y Mione subieron a ayudarle, mientras que Harry seguía con la limpieza.

El resto del día pasó sin mayores inconvenientes. Bajaron solamente para almorzar y luego, nuevamente se encerraron en el ático... y aunque el ambiente era triste entre los dos, nunca se hizo desagradable y Harry agradeció eso al discreto profesor.

'-¿Y esas cajas?- preguntó cuando el ático estaba casi terminado

'-Recuerdos- contestó el licántropo algo esquivo

'-¿De Sirius?-preguntó con un nudo en la garganta

'-De Sirius y de tus padres- contestó seriamente, mirándolo de reojo- Los revisaré esta noche... ¿Quieres acompañarme?

'-S-sí.

'-Te sientes capaz?

'-Sí.- respondió con más decisión.

Y Remus le sonrió, levemente antes de tomar una bolsa de basura y comenzar a echar papeles sin importancia en ella.

3.

Eran las dos de la madrugada y en vez de estar durmiendo estaba sentado en la cama de Lupin, revisando un álbum de fotos de cuando sus padres estaban en Hogwarts. Los anteojos estaban empañados de lágrimas y apenas podía distinguir figuras, pero el volver a ver a sus padres y a Sirius no solo le había traído un renovado dolor, sino una olvidada alegría. Verlos jóvenes, alegres, sonrientes... llenos de vida. Si tan solo hubiese sido siempre así...

'-Ya es tarde, Harry. Mañana comienzas tu sexto año- la voz suave el licántropo lo distrajo

'-Perdona... es que estaba pensando- se secó los ojos, rápidamente

'-Puedes llevarte algunas cosas. Guardaré las otras.

'-¿Puedo llevarme este cuaderno? Es el diario de mi padre

'-Por supuesto... y quizás también quieras llevarte este de Lily.

'-Sí... y... ¿puedo llevarme el de Sirius?

'-¿Ah?- esta vez Remus se sobresaltó- este... me gustaría revisar unas cosas y de ahí te lo paso. ¿Está bien?

'-Sí, por supuesto. Gracias, Remus.

'-De nada... ve a descansar.

Sabía que debía obedecer a Remus e irse a dormir, pero claramente no podía... no con el cuaderno de James y el de Lily en sus manos, por eso, en cuanto llegó a su habitación se sentó sobre la cama y con la varita iluminó el diario de su padre para comenzar a leerlo, teniendo cuidado de que la luz no molestase al dormido Ron.

En cuanto lo abrió, vio una letra muy parecido a la suya, junta y muy alargada, como si se quisiera echar a volar. El cuaderno estaba lleno de notas de hechizos, ideas de broma, dibujos, bocetos, ideas a realizar, uno que otro proyecto, horarios de clases, fechas de exámenes y un sin fin de cosas. Desde la manera en la que hacer estallar un caldero de tal forma que hasta el último rincón del aula quede inmundo achacándole la culpa a un infortunado, pasando por ingeniosos proyectos de merodeador, hasta inteligentes observaciones sobre animagia.

Había también una serie de fotografías muy emotivas y representativas de tan singular grupo. Una mostraba a Sirius con cara de resignación en un mameluco de perrito, mientras James y Peter se reían y Remus le daba palmaditas en la espalda, con una sonrisa. En la siguiente se veía a James salvando a Peter de una planta bastante agresiva que lo sujetaba del tobillo boca abajo; otra enseñaba a Remus intentando escapar de la fotografía mientras estudiaba; a James haciendo piruetas en el aire y dejando una estela de colores que decía 'Malfoy es un idiota' con letras fluorescentes; a Peter con cara de asco, sujetando un bicho extrañísimo que parecía guiñarle un ojo; a Sirius sonriendo a la cámara con cara de galán poco antes de ser impactado por una gran bola de nieve que lo llevó a perseguir a perseguir a cierto licántropo por todos los terrenos del colegio; a Snape vestido de niña con colita y falda y con cara de estar en trance mientras James y Sirius se destornillaban de la risa en el suelo; a James babeando al pasar Lily con un grupo de amigas; a Remus con cara de felicidad y lleno de vendas, rodeado de chocolates en una cama en la enfermería, con Sirius tendido junto a él, posando para la foto; a James y Sirius sujetándose, cada uno, a uno de los tentáculos del calamar gigante, para luego ser zambullidos en el lago; a Remus con la insignia de Prefecto; a James y Lily ya abrazados, y muy enamorados al parecer; a Snape bañado de pies a cabeza con un líquido viscoso, verde; a Lucius Malfoy en ropa interior en medio del campo de quidditch... y así seguía la lista...

Iba a dejar ya al lado el diario cuando notó que había una hoja suelta y la tomó, una carta suelta y se decidió a leerla:

Memorias

de James Potter

'Escribo estas memorias con un solo propósito: el de advertencia para mis amigos y para mi mismo en el caso de querer volver a utilizar un antiguo hechizo, unido a un don, que más me parece maldición, que se ha heredado en mi familia de generación en generación, y que sólo a producido desgracia'.

En este punto, Harry miró con el ceño fruncido lo que había escrito su padre, tan extrañado como incrédulo. ¿De que hablaba¿A que se refería?

'Este conjuro me permite, a través de una fotografía, memoria o carta, volver al pasado y cambiar los hechos de ese momento, o sea, me permite volver a vivir aquel momento para luego volver a un presente en el cual las consecuencias de dichos actos son concretos.

A cada una de nuestras decisiones se abre un mundo de posibilidades tan variadas y tan complicadas que ni siquiera nosotros podemos manejarlas o tenemos plena conciencia del tremendo poder con el que nos estamos metiendo, cada una de nuestras decisiones crea, por así decirlo, mundos paralelos, construidos por nuestras decisiones. Y sus consecuencias son de una complejidad que no somos capaz de entender por su propia grandeza, por ello, JAMÁS VOLVERÉ A CAMBIAR EL PASADO.

Quiero recordarme en primer lugar a mi mismo, y taimen a mis amigos y a mis descendientes (si es que esta memoria llegase algún día a sus manos) las experiencias que tuve con los dichosos cambios, y los cuales fueron, afortunadamente, solo dos, y sin embargo sus consecuencias fueron desastrosas.

Fue en mi sexto año en Hogwarts, que utilicé por primera vez este don-maldición, desobedeciendo expresas órdenes de mis padres, cabe destacar que siendo solo una advertencia y en comparación con el mundo de posibilidades que se me ofrecía, a mi voluntad no le fue difícil flaquear, en especial cuando somos tan jóvenes que creemos que somos dueños del mundo y que no hay nada que escape a nuestro control, pero bien, me desvío del tema... fue en sexto año, como iba diciendo, que fui humillado, públicamente por mi peor enemigo Snivellus (Severus Snape) frente a todo el Colegio.

Debo reconocerme como una persona sumamente presumida en ese tiempo, y fue tal mi indignación que decidí darle un uso a mi 'capacidad', y con el claro apoyo de mis amigos, solo a Remus le pareció que no hacía lo correcto (desde ese momento he decidido tomar en cuenta sus palabras sensatas más seguido) y a través del diario de Peter, regresé al pasado.

Es un experiencia extraña, debo admitir, saber que tenemos el poder para cambiar nuestro futuro. Es algo que muy pocos poseen y ahora entiendo la razón. El caos sería mayúsculo.

Pero bien, volviendo al asunto central, una vez en el pasado logré despertar en Sirius (en parte a propósito, en parte no) tales celos de Snape que le jugó una broma que terminó matándolo. En cuanto volví al presente que acababa de construir me di cuenta de las consecuencias de mis acciones. Sin estar muy seguro como proceder, encontré a un Sirius sumido en la más profunda de las culpas, junto con un Remus que no podía dejar de tener remordimientos y pensamientos fatalistas, y a un Peter que parecía insensible al hecho, como si intentase contener su alegría... una realidad que nos había cambiado para siempre. Ante ellos, volví a intentar cambiar el pasado, esta vez ya sembrado los celos en el corazón de mi mejor amigo, Sirius... mi insistencia porque abandonara esos celos, no pudo tener peor resultado. Snape siguió una luna llena a Remus, guiado por indicaciones de Sirius, y al ser este un licántropo, el final fue aún más trágico que el anterior. Remus mató a Snape sin conciencia de sí mismo. Se presentaba ante mí un presente aún más oscuro y más terrible. Remus había sido condenado a ser sacrificado, Sirius sufría una profunda depresión y tenía constantes pensamientos suicidas y Peter estaba siendo acosado por tales remordimientos que parecía que iba a enloquecer. Por tercera vez viajé al pasado... y esta vez, aunque no pude evitar que Snape se enterase del secreto de Remus, evité que el licántropo lo matara. El director le prohibió divulgarlo, pero siempre existe el miedo de que rompa su promesa.

Sí... me quedé con ese final, porque tuve miedo, de que en un nuevo intento de algo mejor, solo encontrase resultados aún peores, sin embargo... he condenado a Remus a depender de la buena voluntad de nuestro peor enemigo, he condenado a uno de mis mejores amigos a tener que confiarle su más oscuro secreto, y su vida, a quien en este momento podría ser uno de los mortífagos al servicio de Lord Voldemort... solo, por un capricho, por una venganza de estudiantes.

Me juré a mi mismo que jamás volvería a usar esta maldición de la cual era heredero... hasta ahora.

El dolor terminó ganándole a la razón, pero es que debía intentarlo o terminaría loco de dolor... y es que a los veinticuatro años, escribo yo, James Potter, lo siguiente:

Fue hace dos semanas, que estando mi esposa Lily, la cual está embarazada de cuatro meses, de turno en un trabajo de la Orden, junto a Remus... sufrieron una emboscada. Lily fue muerta inmediatamente y Remus quedó agonizando luego de haber sido salvajemente torturado... hace dos semanas que estaba en coma y las posibilidades de que sobreviviera eran escasas. Sirius estaba loco de dolor, y lo entiendo, puesto que ambos estábamos viviendo lo mismo, perder a quien más amamos en nuestra vida... con la sola diferencia que para Sirius aún había esperanzas de que Remus despertase, yo en cambio, había perdido a mi esposa y al hijo que venía en camino. Fue esta mañana que Sirius y yo, de común acuerdo, decidimos volver a usar el 'don'... y si pensé que no había nada peor que la realidad... me volví a equivocar. En el nuevo presente tanto Lily como Remus habían sido violados y muertos durante la emboscada, mientras que Sirius, al enterarse de la noticia, se había suicidado. En mi desesperación intenté volver a cambiar el pasado... esta vez había logrado que Remus y Sirius estuviesen de turno con Lily, pese a querer estar yo también. Los muertos fueron mis dos mejores amigos mientras que Lily había sido secuestrada... volví a cambiar el pasado... en una sucesión de distintos presentes, debo admitir que me decidí por el más egoísta, y al mismo tiempo el que no lo es... un presente en el que mi esposa e hijo están a salvo y mis dos amigos, felices y juntos... sin embargo para ello sacrifiqué las vidas de compañeros nuestros: Dorcas, Fabian, Gideon, Edgar, y al menos diez muggles, además de la extraña lejanía que a estado experimentando Peter de nosotros...

No sé que consecuencias tenga esta decisión en el futuro y de momento no me interesa tampoco, porque mientras escribo esto veo dormir a mi mujer con expresión de paz y el vientre abultado, y oigo en la sala las risas de Sirius y Remus, pero sí sé que habrá consecuencias...

Me veo en la obligación de repetir, una vez más, la complejidad de nuestras acciones y me permito además recordarme que no puedo seguir interfiriendo en el pasado...

Puede que tenga mucha suerte y descubra un mundo perfecto, pero también tengo la posibilidad, mucho mayor, de quedar atrapado en el peor de los mundos.

Todo por una sola decisión.

James Potter

PD: Adjunto el conjuro en caso de necesidad extrema'

Harry dejó las Memorias a un lado, asombrado, con tantas preguntas en la cabeza que apenas y logró llevarse la mano a la cabeza, como si le fuese a reventar por toda la información adquirida en tan pequeño lapso de tiempo

¿Efectivamente existía tal don o solo era una broma de su padre? Pero es que habían cosas extrañas... ¿realmente era posible cambiar el pasado¿Cómo era posible eso¿Él poseía también ese don-maldición, como lo llamaba su padre¿Lupin lo sabía¿y Sirius¿Y qué relación existía entre su padrino y Lupin?

Había incredulidad, pero la experiencia le indicaba que en el mundo mágico muchas veces las cosas más extrañas eran posibles... pero ¿no rebasaba esto todo límite¿No era un absurdo¿Un sin sentido¿Cómo alguien podría cambiar el pasado¿Cómo él podría cambiarlo¿Cómo... su padre podría cambiarlo?. Y en ese mar de preguntas que iba y venía y que algunas veces ni siquiera alcanzaba a formularse en su mente nublada, solo una pregunta escapó de sus labios:

¿Eso quiere decir... que puedo... cambiar el pasado?

CONTINUARÁ...

Hi! Jejejeje, aquí les presento otro fic, que espero tenga tan buena acogida como 'El retorno de los Merodeadores' (estoy feliz de recibir reviews tan largos y con tan buenas críticas, lo juro. D). No he leído algo parecido, sólo un fic, muy bueno por cierto, llamado 'El hubiese solo existe en las bolas de cristal' de Zelshamada, pero igualmente pienso tomar la trama de manera distinta. Ojalá que les guste y cualquier comentario, opinión y/o idea, me la dejan en un review. Debo decir eso sí, desde el inicio, que no voy a aceptar ningún tipo de crítica estúpida o grosera, si algo no le parece a alguien se explica decentemente y con respeto e igualmente será contestada. En general debo agradecer a todos los que leen mis fics por sus opiniones constructivas y su respeto al expresarlas, pero de vez en cuando cae cada caso, que mejor ni cuento U.U. Bueno, espero subir pronto le próximo capítulo, según la acogida de este.

Un beso

Tomoe KRL