El retorno de los Gundam

por Noriko Ukai

Nota: Los personajes de la serie Gundam Wing no me pertenecen, por lo que respecta a los demás sí. Parejas: 1x2, 3x4, 5xS, 6x9...

Antecedentes:

En el año 218 después de la colonia... Había habido una larga época de paz, y aquellos que solían pilotear los Gundam se encontraban aislados totalmente de las actividades bélicas, tantos años de paz y una vida monótona también había llevado a los ex pilotos de los Gundam: Heero, Duo, Trowa, Quatre y Wufei a deslindarse casi totalmente de las actividades de tipo militar, habían pasado los años y los 5 ex pilotos tenían tiempo sin verse, podría decirse que se había perdido aquel hilo que muy ligeramente sujetaba su amistad, pero en estos 20 años que han pasado muchos acontecimientos han sucedido, acontecimientos que inundaban en la vida de cada ex piloto una gran tristeza.

20 años de paz en que los habitantes tanto de la Tierra como de colonias espaciales vivían una vida feliz y tranquila, pero ni la paz ni la felicidad duran por mucho tiempo... rebeldes de las colonias, inconformes con los tratados de paz llevados a cabo durante aquel régimen se levantan en armas contra la Alianza causando grandes alborotos, estos rebeldes no contaban con el armamento suficiente para poder hacer una rebelión significativa, pero ese pequeño levantamiento había sido el primero de muchos otros, habitantes inconformes tanto de la Tierra como de las colonias se indignan al enterarse que en la primera de aquellas rebeliones los ejércitos de la Tierra y las Colonias habían tenido que sacrificar la vida de tantos rebeldes que solamente estaban en contra de un Régimen que aunque presumía de pacifista demostraba ser nada más que una vil Utopía. Por ésta causa, aquellos pequeños grupos de rebeldes se habían vuelto grandes grupos políticos y militares de oposición hacia aquel Régimen. Relena Peacecraft, Ministro de Relaciones Exteriores convoca a los miembros más importantes de la Alianza para tratar de buscar una solución que a todos favorezca y a nadie perjudique, pero eso era imposible, pues obviamente no se podía contrarrestar una rebelión sin derramar gota de sangre alguna. Los asesores militares y políticos de la Ministro llegan a un acuerdo y es entonces que después de 20 años de paz, la guerra por fin volvería a ver la luz. La Tierra estaba en crisis, desde el exterior de ella miles de Mobile Suits defendían la atmósfera terrestre tanto de ataques como de invasiones, las colonias también estaban en eminente peligro, los rebeldes habían tomado varias de ellas y aunque no hacían daños notables las personas vivían con miedo y angustia, no habían días en que por las calles no se viera correr un poco de sangre.

Las cosas se habían salido de control, la ministro Peacecraft no hallaba que hacer, era tanta su angustia y su desesperación que había mandado a hacer por acuerdo mutuo de sus asesores y ella, unos Mobile Suits como los que hace más de 20 años existiesen y que junto a ellos había vivido tantas cosas. Los pilotos aún se encontraban en espera de ser seleccionados; se tenía la pequeña esperanza de que estos nuevos Gundam pudiesen ser tan efectivos como alguna vez lo fueron los otros, aunque ya no se podía tener a los 5 ex pilotos como los nuevos pilotos, no solamente ya no eran los jóvenes de antes sino que también no se sabía de la mayoría, casi era como si hubieran desaparecido, los recuerdos de las guerras eran muy crueles como para volver a evocarlos, por eso los ex pilotos se habían desaparecido

Presente:

¿Me mandó llamar? – decía un joven de cabellos castaños oscuros mientras entraba a una de las habitaciones siendo escoltado por un soldado

Así es hijo mío... déjanos solos- contestó una mujer de aproximadamente 40 años de mirada seria y firme mientras se acerca al joven que iba entrando

Usted dirá -

Seguramente ya te habrás enterado del nuevo plan –

Así es¿qué hay con eso? - pregunta el joven con un semblante de seriedad pero a la vez preocupación por lo que sabía estaba a punto de decirle su madre

Quiero que tú pilotees uno de los Gundam – contesta aquélla mujer mostrando una sonrisa a pesar del asombro que veía en el rostro del joven

Pe... pero – el chico trataba de oponerse a tan extraño mandato pero es interrumpido abruptamente

No quiero escuchar que te opones ¿entendiste? – dice la mujer mientras camina hacia la ventana que se encontraba a un lado de su escritorio no importándole la reacción que en el semblante del joven alcanzaba a distinguirse

Está bien, como ordene – el joven hace una reverencia a la mujer y sale de aquella habitación con resignación y también un poco molesto, no le gustaba que se tomarán decisiones de esa forma sobre su vida

Sé que así lo hubiese querido él – comentaba hacia si misma la mujer que aún veía melancólica por la ventana y un par de lagrimas se ruedan por sus mejillas

El joven bastante molesto camina por los pasillos de aquel lugar sin intención de llegar a ningún lado, por ir caminando molesto y sin fijarse bien choca con alguien haciéndolo caer y a la vez tumbando todas sus cosas

Discúlpeme – El joven de cabellos castaños oscuros estira su mano para ayudarle a levantarse solo para encontrarse con un fuerte manotazo que rechaza rotundamente su ayuda

Que pesado, mejor levanta mis cosas – Contesta el otro chico con un tono imperativo

Te ofrecí mi mano para que te levantaras – le dice el chico con un gesto de reproche

No necesito tu ayuda para eso – el chico se pone de pie y mira al otro esperando que le levante las cosas que le ha tirado

Entonces tampoco la necesitas para eso... suerte – sonríe mientras camina pasándole por un lado e ignorando los insultos que el otro chico no hace esperar

¿Pero que se ha creído? – comenta entre dientes el chico mientras ve marcharse al otro y no pudiendo evitar sonreír después. Aquel encuentro había sido algo raro, el chico tenía el presentimiento de que ellos volverían a verse e inexplicablemente se sentía emocionado por ello

De nuevo en la habitación donde la mujer se encontraba sumergida en sus pensamientos estos son interrumpidos por otro de sus guardias quien le notifica que otra visita que ella esperaba ha llegado, la mujer sonreía satisfecha, hace mucho tiempo que no veía a esa persona, y aunque nunca habían sido amigos el verle después de tantos años le producía alegría, el guardia nuevamente llega acompañado de la persona que la mujer esperaba, se trataba de un hombre de estatura media, cabello negro y ojos negros, un negro opaco, sin vida, la vida que se le había sido arrebatada hace muchos años

Cuanto tiempo, Wufei – decía la mujer mientras volteaba para darle la cara a aquel hombre que había llegado a la habitación con aire de frialdad y un poco de indiferencia

Lo mismo digo, Relena – contesta aquel hombre de figura sombría mientras cerraba sus ojos, no podía decir que le agradaba verle porque sería una mentira, una gran mentira

Supongo que ya sabrás porque te hable ¿cierto? – dice la mujer a la par que va caminando para dirigirse a su asiento detrás de un escritorio y sentándose ahí recargando su rostro sobre ambas manos entrelazadas y volviendo a dirigir su mirada hacia la de Wufei

No estoy muy seguro pero tal vez tenga que ver con tu loca idea de hacer renacer los Gundam – responde de forma seria y a la vez casi con burla, en muchos años no había escuchado algo tan absurdo

Tienes razón... siempre tan intuitivo – le dice la mujer mientras clava su mirada en la de Wufei con ademán de enojo, había notado el sentido de las palabras y no le agradaba la idea de que tratara de burlarse de sus ideas

¿Realmente crees que sea lo viable¿has pensado realmente en todo? -

Claro que sí, hace años... – contesta la mujer tratando de justificarse pero es interrumpida por él en un tono algo desagradable

Es distinto, viejas estrategias jamás funcionan ¿o sí? - con una ligera sonrisa Wufei le responde a Relena haciendo que ella vaya a la defensiva

Respalda tu opinión – decía la mujer mientras se levantaba del asiento muy molesta

Escucha, ésta no es una guerra como aquella, ésta gente solo quiere ser escuchada ¿no comprendes? – le contesta él pero con el tono algo más suave mientras camina hacia el escritorio y sin dudarlo se sienta en la silla al frente del mismo – si atacas a ésta gente causarás más caos ¿cómo crees que reaccionarán todos esos rebeldes al darse cuenta que les atacas cuando se supone que promueves la paz, el fin no siempre justifica los medios – termina de decir Wufei a Relena mientras comienza a sacar un cigarrillo y prendiéndolo después mira fijamente a la mujer esperando una respuesta pero ella se queda totalmente en silencio un par de minutos, se pone de pie sin dirigirle una sola mirada a él y se para frente a la ventana para mirar las copas de los árboles que se mueven lenta y sigilosamente con el poco viento que afuera hacía

¿Y que se supone que deba hacer? – por fin responde ella aún mirando por la ventana

No lo sé, debes pensar en algo más – contesta él mirando también por la ventana pero desde la silla donde tranquilamente fumaba su cigarrillo

Los Gundam ya están siendo diseñados y pronto comenzarán a producirse, también serán cinco – aún mirando por la ventana y con la mirada hacia la nada ella contesta

Wufei deja caer el cigarrillo y apagándolo con el pie se levanta y dirige a la ventana parándose a un lado de Relena pero sin voltear a verla

Ya veo, entonces ya está decidido -

Así es¿de qué otra forma los hago entender?- comenta la mujer reflejando tristeza en sus ojos y volteando a ver fijamente a Wufei

Antes de eso pregúntate como te harán entender a ti – contesta él casi al instante, con voz suave pero firme

Por minutos en aquella habitación no se escucha otro sonido que no sea el de los pájaros cantar afuera, Relena se quita de la ventana y nuevamente se dirige a su asiento, Wufei en cambio permanece parado ahí pero ahora volteando a ver a Relena esperando que ella retome la plática, pero ella no lo hace sino hasta después de varios minutos

No hay marcha atrás, está decidido - su mirada permanecía firme

Si no quieres escuchar mi opinión ¿entonces que papel juego yo en todo esto? -

Quiero que seas tú quien escoja a los cinco pilotos nuevos – le responde ella sonriendo y mirándolo fijamente a los ojos mientras los de Wufei se abren considerablemente ante la petición, casi orden de Relena

¿Yo¿por qué? – contesta él rápidamente con tono de molestia en su voz¿cómo se atrevía ella a pedirle semejante cosa?

No conozco a alguien más capaz que tú para ello – afirma Relena con seguridad y tratando de que aquella respuesta satisfaga la curiosidad de Wufei, pero obviamente ésta no era la respuesta que él esperaba

Me niego – responde él aún molesto

¿No podré acaso convencerte? – en los ojos de Relena se reflejaba la desesperación y la tristeza pero a Wufei ese rostro no lograba conmoverle, realmente no le importaba si era la propio Ministro quien le pedía ese favor

Si me dieras una mejor razón lo pensaría – contesta Wufei ablandando esa mirada tan rígida que le lanzaba a Relena y suavizando a la vez el tono de voz que había estado empleando

¿Una mejor razón?... te la he dicho, te creo el más apto para eso -

¿Solo eso? – contesta Wufei levantando una ceja y mirándola a los ojos

¿Qué más quieres? – responde ella con desesperación en su voz

Olvídalo, haré lo que me pides – contesta él con una ligera sonrisa en sus labios. Aquella sonrisa no era muy confiable para Relena pero decide no tomarle importancia, se levanta de su asiento y se dirige al de Wufei colocándose detrás de éste y apoyando sus manos en los hombros de él

Muchas gracias Wufei – en tono susurrante le habla a Wufei casi al oído, pero él coloca sus manos sobre las de Relena y las aparta de sus hombros poniéndose de pie al instante y dirigiéndole nuevamente una mirada seria

¿Alguna característica en especial? – pregunta Wufei mientras le da la espalda a la mujer y se dirige hacia la puerta

No, pero de preferencia entre 15 y 18 años, solo eso – responde ella volviendo a su asiento

¿Segura que solamente eso? - cuestiona Wufei entrecerrando los ojos y levantando una de sus cejas mientras abre poco a poco la puerta

Y algo más, quiero que mi hijo sea uno de ellos – le responde ella con una gran sonrisa y un gesto de triunfo

Debí suponerlo – Wufei comienza a salir de la habitación no sin antes hacer una reverencia a Relena, no por respeto sino como signo de sarcasmo, sale de la habitación y ella se queda ahí, sentada tras el escritorio y pensando que todo ello va a ser una buena idea.

Wufei camina por los pasillos aún convencido de que todo es una mala idea y que de aquella nada bueno podía salir, también pensaba en como y en donde podía encontrar a aquellos pilotos, a uno ya lo tenía, pero ¿cómo encontrar a los otros 4, a pesar de los años Wufei aún tenía muchos y buenos contactos, ésta era la ocasión en que podía aprovecharlos, aunque ya en su mente se formulaba un plan, dicho plan se le había ocurrido mientras aún estaba en aquella habitación con aquella mujer, éste mismo es el que lo había llevado a aceptar tan absurda misión

Continúa...


Hola, ésta vez mi ocio me llevo a comenzar a escribir éste fic, jejejeje, ésta vez es algo diferente pero espero que no quede tan chafa, pero bueno, éste fic aún es un proyecto, espero no abandonarlo y que las ideas no me abandonen a mí

Lo que respecta a lo que sucedió con los pilotos en los años que pasaron lo explicaré con base en flash backs, la verdad tenía pensado hacer otros fics e hilarlos con éste pero me pareció mejor con flash, bueno, ahora si sería todo, nos vemos en el próximo capítulo, se cuidan