OCURRIO DE REPENTE

Capítulo 1: Hermione... ¿Weasley?

Trascurridos los primeros días de su último día en Hogwarts, pronto llegó el primer fin de semana que podrían ir a Hogsmade. Los chicos en secreto tenían planeado celebrar el cumpleaños de Hermione. Pero sus deseos se verían trucados aquella misma mañana.

"¡No me lo puedo creer Harry!, sí hubieses mantenido la boca cerrada... "

"Tampoco fue para tanto... "

"¡Qué no fue para tanto! Le dijiste a Snape que no metiese su gran nariz en nuestros asuntos. Y de verdad Harry, aunque todos sabemos que su nariz es enorme, no tenías por qué decírselo... " Le respondió Ron incrédulo.

"Bueno eso ahora ya no importa. Ahora podrás estar a solas con Hermione" Dijo Harry mirando a su mejor amigo pícaramente.

"No sé de que estás hablando" respondió Ron haciéndose el sueco, pero sin poder evitar ponerse colorado y desviar su mirada hacia el suelo...

En ese mismo instante los dos amigos vieron como Hermione se dirigía hacia ellos...

"Shhh Harry! No querrás fastidiar la sorpresa....."

Harry y Ron habían reservado mesa en un restaurante de Hogsmeade. Era un restaurante que habían descubierto el año anterior, y que a Hermione le encantaba.

Se trataba de un local, donde a demás de servir una fantástica y exótica comida de cualquier parte del mundo, podías ojear cualquier libro existente tanto mágicos como muggles mientras comías.

"Yo sólo te digo que te lances un poco..." Le sugirió Harry a su amigo sonriendo

"¡¡¡Cállate Harry!!!" Respondió el pelirrojo avergonzado, al mismo tiempo que la chica llegaba a su lado.

"¡Hola Chicos! ¿Listos para ir a Hogsmeade?"

"Yo lo siento mucho Hermione. Pero yo no puedo ir... Ya sabes, hoy me castigo Snape en clase y..."

"Harry, pero hoy es mi cumpleaños." Habló la chica decepcionada.

"Bueno Hermione, no te preocupes, ya lo celebraremos todos juntos en otra ocasión. De todas formas... ¡Te teníamos una sorpresa en Hogsmade y no se puede desaprovechar!" Dijo alegremente mientras miraba insinuadamente al pelirrojo.

Poco después Ron y Hermione se dirigían en silencio al famoso pueblo. A pesar de que la época del año en la que estaban, parecía pleno Diciembre y todo estaba cubierto por una gruesa capa de blanca y mullida nieve.

A su llegada, Ron parecía despistado, durante todo el camino no dejo de pensar lo que le había dicho Harry momentos antes... "Yo sólo te digo que te lances un poco...". Él no dejaba de darle vueltas a esa frase en su cabeza, pensaba que quizás era una oportunidad perfecta para decirle a Hermione lo que sentía por ella. Su cumpleaños, una cena romántica a la luz de las velas en un lugar que a ella le fascinaba. Pero, no sabía por qu le daba la impresión que algo haría que todo se echase a perder.

"¿A donde vamos Ron?"

Ante la pregunta de su amiga, volvió a la realidad. Miró a su alrededor y se dio cuenta que no tenía idea de donde estaban. Lógicamente seguían en Hogsmade, pero no conocía la calle en la cual se encontraban, y esto sumado a la poca claridad que había ese día y que todo estaba camuflado por la nieve, hacia que su orientación aún estuviese más despistada.

"Pues... pues..." Dudó el chico.

"¿No tienes ni idea de donde estamos verdad?" Hermione esperó a que el chico le respondiese, pero tan sólo la cara que puso...

"¡NO ME LO PUEDO CREER RON! ¡¿EN QUÉ ESTABAS PENSANDO?! Yo te seguía a ti, por qué no sé a donde nos dirigimos, y ahora por tu culpa, estamos perdidos."

"¡OYE NO ES SOLO MI CULPA! ¡TÚ PODÍAS HABERME AVISADO ANTES!"

"¿COMO SI SE PUEDE SABER? ¿No te das cuenta de que no tengo ni la más remota idea de a donde vamos?" Hermione tras decir esto intentó recuperar la compostura y volvió a hablar "A ver Ron, ¿a dónde se supone que tenemos que ir?"

"Hermione es una sorpresa... "

"Ron, estamos perdidos, hace frío, ¡por Merlín! Si quieres cuando lleguemos allí me hago la sorprendida" Añadió desesperada...

"Bueno Harry y yo habíamos reservado una mesa en... Dickens"

"¡DE VERDAD!" Dijo Hermione emocionada que abrazó a su amigo haciendo que este se quedase paralizado y totalmente ruborizado.

"Bu... bu... bueno sí, pensamos que te gustaría..."

"¡Qué me gustaría! ¡Me encanta la idea! ¡Es increíble! ¡Es lo más bonito que habéis hecho por mí!" La chica relegó la alegría que sentía a un segundo plano, ya que una preocupación inundó sus pensamientos... "Pero Ron, es un lugar muy caro... No sería mejor ir a otro sitio" Dijo recordando el estado económico de su amigo.

"No te preocupes, Harry y yo lo tenemos todo arreglado, además tú te mereces lo mejor" Dijo ruborizándose de nuevo sin poder quitar la vista de sus zapatos.

La chica se sonrojó ante sus palabras y no pudo evitar volver a emocionarse y a abrazarle de nuevo. "Gracias, desde que vi ese lugar siempre quise comer allí."

"Lo sé, por eso Harry y yo pensamos que era una buena idea. Además queríamos agradecerte todo lo que hiciste por nosotros estos años y demostrarte... Bueno que te... que te... que te apreciamos mucho"

"Yo también os apreció, bueno¿ a qué hora tenemos la reserva?" Respondió sonriendo su amiga.

"A las seis de la tarde"

Ella miró su reloj se puso nerviosa y alterada "¡RON QUEDA MEDIA HORA! ¡TENEMOS QUE ENCONTRAR EL RESTAURANTE!" Rápidamente agarró al pelirrojo por la muñeca, y tirando de él se adentraron en otra calle en busca del lugar.

Habían pasado varios minutos y aún no habían tenido éxito en su búsqueda. Los nervios estaban a flor de piel, y esto unido al frío había hecho que la emoción y ternura de hace tan sólo unos momentos se convirtiese en desesperación y enfado.

"¡Te dije que lo habíamos pasado Ronald! ¿Qué os pasa a los chicos? ¿Por qué os negáis siempre a parar y preguntar como se llega a los sitios?.

"Bueno eso voy a hacer" Replicó el pelirrojo malhumorado mientras abría la puerta del local más cercano.

"¡Ahora estoy helada y esto está lleno de gente!".

"No te quejes tanto, al menos no estamos a la intemperie".

Un hombre alto, delgado, que vestía de una forma un tanto extraña los interrumpió.

"Disculpen, ¿Usted se llama?".

"Ron, Ron Weasley" Le dijo si prestarle nada de atención.

"De verdad Ron, no se como lo haces ¡siempre me sacas de mis casillas!".

"¿Y usted señorita?".

"Hermione Granger". Respondió mecánicamente.

"Bien serán los siguientes" Dijo el hombre, a pesar que ninguno le prestaba la más mínima atención.

"¡Agrr!. ¡¡Son las seis y cuarto ya hemos perdido la reserva!!"

"Gracias a ti. Sé supone que es mi cumpleaños, y me duelen los pies, tengo las manos congeladas y estoy cansada... Y por si eso no fuese poco, me he pasado las dos últimas horas discutiendo con un imbécil. ¡ Este es sin duda el pero cumpleaños de mi vida!"

"Pasen por aquí."

"¡Qué poco agradecida eres!. Yo también estoy pasando frío. Pero yo estoy aquí por ti. Pero ya veo que... ¡ debería haberme quedado en el colegio!"

"¿Eso piensas?" Gritó llena de ira.

"Pueden seguirme por favor"

"Si". Responde Ron haciendo caso omiso a aquel extraño mago.

La discusión no cesó mientras le seguían.

"Bien, veo que en este caso sería mejor el modo Express. Ronald... ¿Perdón cual es su segundo nombre?"

"Billius" Respondió el chico si pensar.

"¿Billius?. A parte de ti ya veo que también tu nombre es estúpido".

Mientras por detrás se oía casi como en un susurro... "Tú Ronald Billius Weasley quieres a Hermione…. ¿Perdón su Segundo nombre señorita?".

"Jane".

"Claro, no me daba cuenta de que estaba hablando con doña perfecta, a tu lado todos parecemos estúpidos ¿NO? Además hablando de nombres... ni que el tuyo fuese muy normal... ¡ Ni yo ni mi nombre somos estúpidos!."

Pero el hombre continuaba... "A Hermione Jane Granger como su legítima esposa...

"El tuyo... ¡ SI!" Terminó gritando el pelirrojo a la chica, sin percatarse de lo que sucedía a su alrededor.

"Muy Bien. Quieres tú Hermione Jane Granger... "

"El mío tampoco lo es..." Chilló la chica exasperada.

Pero el mago, que era todo un profesional, continuó con su trabajo"... a Ronald Billius Weasley como su legítimo esposo... "

"Esto ha sido un maldito error. ¡ Será mejor que volvamos al castillo!" Dijo Ron muy enfadado y harto de la discusión.

"¡¡VALE!!" Gritó ella aún más furiosa si cabe.

"Entonces os declaro marido y mujer, Pueden intercambiarse los anillos...".

"Oye Hermione, este tío dice no sé qué de unos anillos".

"¡¿Pero que has hecho ahora Ronald?!".

"Bueno no se preocupen..." Y agitando su varita aparecieron sendas alianzas en el dedo anular de ambos, pero sin que ellos se percatasen.

"¡Yo no he hecho nada!".

"¡¡Enhorabuena Señor y Señora Weasley!!!"

"¡¡¡¿QUÉ?!!!"

El sonido que emitieron fue tan alto que retumbó en todas las paredes de la capilla.


Hola este fic se nos ocurrió a mi hermana y a mí a las tantas de la madrugada, y la verdad nos lo hemos pasado muy bien escribiéndolo. Esperamos que os haya gustado. ¿Deberíamos continuarlo?

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