Nombre: Ni un paso más
Resumen: Unas palabras antes de la muerte de Itachi.
Disclaimer: Los hermanos Uchiha son propiedad de Kishimoto-sensei, debería ser un pecado decirlo tantas veces...
Notas: Bueno, es mi primer drabble publicado y nació de un buen -o mal- momento de ocio. Se valen comentarios de todo tipo; aunque se apreciaría que fuesen benevolos conmigo . - . Espero haber llegado a FanFiction para quedarme, o algo así.
Y Jasey, esta va para tí. Esta, y todas las que vienen -no me maldigas, por favor-
Otra aclaración: Dejen reviews, no sean malitos TT: necesito fuerzas para seguir escribiendo ;;
La imagen de su hermano, sonriéndole, cansado, imposibilitado de seguir dando un paso adelante más de los que ya había dado, se desvaneció de pronto en el aire, dejando una sensación de desasosiego e inquietud en su pecho y garganta. Estaba eufórico, pletórico de emociones que no era capaz de catalogar, ni de reconocer. Odio, ira, rencor, satisfacción, alegría, felicidad. Podían ser tan pocas, tan confusas, tan fugaces.
Le había vencido.
El cuerpo inerte de su hermano reposaba inmóvil junto a sus pies; su rostro tan sonriente cómo jamás había recordado que podía ser. ¿No era aquel momento una ilusión más?, ¿No era ese simple sueño que había reproducido, con constancia y ansiedad? No estaba seguro de que no fuera más que la simple y llana realidad frente sus ojos, altanera, orgullosa. La verdad repiqueteaba en su mente, cada vez con más fuerza que la anterior, intentando devolverle a ese estado de coherencia y conciencia que había perdido al ver a su hermano muriendo, lentamente, frente a él.
Y lo volvió a sentir.
Ese horrido dolor en todo el cuerpo que le había provocado la intensa batalla con su hermano, y la enorme cantidad de Chacra que había gastado, le azotó violentamente, sin darle tiempo, si quiera, de sentirlo por completo. Un espasmo de dolor tan insufrible cómo aquel odio que había cargado en su corazón por años recorrió cada centímetro de su cuerpo; alejándole, nuevamente, de su estado consciente.
Observó, una vez más, la imagen de su hermano antes de caer completamente rendido ante el cansancio, al piso. Cerró los ojos. Cerró los ojos esperando no ver nada más que una eterna oscuridad tras sus párpados, para el resto de su existencia. Porque su vida terminaba allí; quería que su vida terminara allí, junto a la de su hermano.
Una vida entera de odio y rencor hacia esa persona que yacía muerta en el piso. Una vida completa de entrenar noche y día hasta que su cuerpo diera por entendido que no daba para más, todo un mundo de posibilidades y futuros desperdiciados sólo por prestarle más su tiempo a planear la muerte, la venganza de ese hombre, con sumo cuidado y dedicación. Esa venganza no era parte de su vida; esa venganza se había convertido en su única razón para vivir.
Y ahora la había perpetrado.
Había acabado con su hermano, después de años y años de sólo soñar hacerlo.
Así que todo acababa allí.
Si su motivo para vivir ya había sido cumplido, y su meta se acababa de desvanecer con pasmosa lentitud frente a sus ojos… ¿Qué le quedaría para seguir viviendo?
Cuídense, y recuerden, se aceptan comentarios...
