Quizá el amor sea simplemente eso: El gesto de acercarse y olvidarse... cada uno permanece siendo el mismo... pero hay dos cuerpos que se funden...


-Me siento como un idiota porque me traigas –fue el simple y seco comentario de Sasuke Uchiha mientras le dirigía una mirada molesta. El muchacho tiene su cabello negro azabache hasta la altura de la barbilla, además de que lo usa despeinado lo que le daba un aspecto misterioso y atractivo, aunque para estas dos características sus ojos negros como la noche eran muy intrigantes.

-Es que te ves tan mono, otouto. No podía perderme tu primer ultimo día de clases, que emoción –hablo con vos soñadora Itachi, mientras sonreía todavía con ambas manos en el volante para mirar a su hermano menor y dedicarle una sonrisa sincera. Ambos eran muy similares, con su piel clara y el cabello azabache pero el primogénito de los Uchiha lo tiene mucho más largo, usándolo amarrado con una coleta. Además de unas marcas en sus mejillas que se resaltaban cada vez que él sonreía, a la vez que sus ojos se achinaban hasta cerrarse. Parecía un niño bueno y pequeño, pero Itachi era todo un universitario.

"Y de bueno no tiene ni un pelo" pensó Sasuke mientras bajaba la mirada hacia su uniforme, el cual comenzó a acomodar. Llevaba puesto una camisa blanca, un pantalón gris oscuros y unos zapatos negros. Suspiro y se giró al asiento de atrás para tomar de un tirón su saco negro, el cual tenía dos botones un poco más arriba de la altura del ombligo. Sin esperar más se lo coloco para luego maldecir entre dientes.

-No quería molestarte acompañándote Sasukito –comenzó a mencionar Itachi mientras sus ojos reflejaban seriedad- pero además del hecho de que tu queridísima moto esta en reparación y que si no te acompañaba mamá me mataría por si te llegaba a pasar algo en la calle yo…

-Al grano –dijo molesto Sasuke mientras una vena se hinchaba en su frente.

-Quiero que charlemos acerca de tu sexualidad, otuoto. Estoy preocupado, no te he visto con una chica desde hace tiempo y…

Pero Itachi se cayó al ver como su hermano se bajaba rápidamente del auto, dándole como respuesta un portazo que pudo haber vuelto giratoria la puerta. El mayor de los Uchiha abrió la boca escandalosamente mientras comenzaba a tocar bocina de una manera desenfrenada, para luego asomar su cuerpo por la ventana del copiloto.

-¿Acaso estás loco? –preguntó con las lágrimas a punto de salir de los ojos.

-Idiota –mascullo Sasuke mientras lo miraba de lejos notando como su hermano estaba abriendo y cerrando la puerta con sumo cuidado viendo en qué estado se encontraba.

"Se lo merece. Odio que me hable de ella y el muy jodido lo sabe." Maldecía Sasuke Uchiha mientras entraba al Instituto Hashirama robando varios suspiros de las femeninas, quienes estaban más que encantadas por tenerlo nuevamente en los pasillos.


El aula número ocho comenzaba a llenar de los alumnos de 6to A. Había una gran cantidad ya sentado y ubicado en los asientos, pero todavía se lograban ver varios lugares vacíos. Muchos estaban ansiosos por empezar el último año de una gran importante etapa de sus vidas, mientras que algunos otros solo querían dormir. Pero a pesar de eso, era un momento de reencuentro entre amigos y algunos otros no tan agradables.

Por la puerta entro Neji Hyuga un muchacho alto, de piel pálida y con facciones algo toscas, su cabello castaño oscuro era largo y lo tenía amarrado en una cola de caballo baja. Lo que más resaltaba eran esos hermosos ojos perla que tenía lo que lo hacía claramente llamar la atención además del buen formado cuerpo que él poseía. Luego de que Neji avance, se pudo ver como estaba de la mano con una linda muchacha dueña de una simpática sonrisa. Ella llevaba un suéter un poco grande para su cuerpo, ya que por sus piernas y brazos se notaba una mujer con medidas exactas. Su cabello castaño lo llevaba atado en dos rodetes altos, lo que le daba un aspecto infantil a Tenten Ama.

-Iré a saludar a las demás –dijo la dueña de los ojos chocolate mientras sonreía con dulzura a su novio.

Neji no contesto, más bien rompió la distancia para besarla en la frente. Luego de ese tacto ambos se alejaron para ir con sus respectivos amigos.

-Que bien que ya se despegaron un poco ¿No crees?

El castaño lo miro y bufó molesto, odiaba que lo molestaran aunque para ser precisos nada le venía bien ya que siempre estaba de mal humor últimamente. Esta actitud hizo que Gaara sonría de forma ladina mientras apretaba los labios. El pelirrojo negó con la cabeza mientras camino al último banco y se sentó rendido, estaba muy cansado ya que no había dormido bien. Paso sus manos por sus ojos de color agua marinos y luego los cerro, siendo rendido por el sueño que tenía. Podía escuchar como alguna que otra voz chillaba su nombre pero no era nadie que valiera la pena. Gaara sabía el gran efecto que tenía en las mujeres y aunque eso no lo vio como un defecto, ahora quería descansar.

Estaba a punto de conciliar el sueño cuando escucho un grito completamente potente de su gran amigo, que podía destruir un vidrio si lo quisiera, por lo tanto Gaara levanto la cabeza para mirar lo que ocurría.

-¡¿Sasuke?! –gritaba Naruto Uzumaki mientras estaba con un pie sobre una silla al estilo descubridor mientras apuntaba con su dedo índice hacia la puerta, como si se tratara de alguien que estuviera por comer su ramen y lo que el rubio quería era acusarlo. El muchacho no dudo mucho en esta pose ya que rápidamente salió de su lugar para ir al encuentro con su mejor amigo de la infancia. Al llegar a su lado, sin importarle la mirada penetrante del azabache, Naruto lo abrazo. Ambos eran de la misma altura, aunque el rubio tenía mucho más cuerpo que su amigo, y esto hacia que resalten los grandes brazos del chico. Al girarse para mirar a los demás, todos pudieron ver ese hermoso tono azulado que poseía en los ojos Naruto, además de esas marcas en las mejillas que le daban un aspecto mucho más zorruno de lo que en realidad ya era.

-¡Te extrañe mucho, teme! –gritó a los cuatro vientos Naruto mientras sacudía a Sasuke de un lado para el otro, quien solo tenía la mirada perdida. Sabia cuando habían querido sus amigos que vuelva pero ellos nunca habían perdido el contacto. Lo que paso fue que los Uchiha decidieron cambiar a su hijo menor por comodidad a un instituto mucho más cerca, pero luego de tres años Sasuke volvió a insistir para entrar nuevamente en Hashirama y terminar la secundaria con sus amigos.

-Dobe… me viste el sábado. –fue el simple y seco comentario que hizo Sasuke quien se volteó para saludar a Neji, que estaba su costado.

-¡Sakura-chan! –gritó Naruto captando la atención del joven Uchiha quien también se acercó junto a su amigo hasta la segunda fila del aula, juntos en el centro estaba en un banco sentada una pelirosa dándoles la espalda a ambos.

Sasuke iba a decir algo pero justo en ese momento Naruto golpeo la mesa con su mano en un rápido movimiento, lo que hizo sobresaltar a la muchacha.

-¿Qué…? –iba a preguntar ella pero se calló al ver quien estaba al lado de su mejor amigo. Y más, al ver que el azabache la miraba con diversión.

Al instante, Sakura Haruno se quitó sus auriculares para ponerse de pie. Al hacerlo notó como Sasuke la miraba asombrado. La joven pelirroja había cambiado mucho en esos años que dejaron de verse. Ahora tenía sus figuras bien marcadas, además de que la pollera dejaba ver sus lindas piernas. Todo el uniforme marcaba sus curvas, cosa que no hacía más que remarcar el hermoso cuerpo de la muchacha. Pero, lo que siempre le encanto a todos eran los llamativos ojos jade que tenía Sakura, combinando con su largo cabello rosado.

-¿Qué quieres, Uchiha? –pregunto en un tono frio que lo sorprendió bastante, haciendo que él frunza el ceño.

-Solo venía a saludarte… -tras decir esto se acercó mucho a ella y le susurró al oído- .ra

-¡Kyyaa! –grito una chica colorada que traía consigo toda la emoción del mundo mientras que de un salto se colocaba en la espalda de Sasuke con una enorme sonrisa, sin importarle que por lo corta de su pollera todos estuvieran viendo demás, ella simplemente amaba llamar la atención con su gran y llamativo cuerpo.

-Quítate, Karin.

-¡Kyyaa! –volvió a gritar ella en su oreja haciéndolo estremecer. Al notarlo ella sonrió de forma socarrona- Te extrañe mucho Sasu… ¡Bájame idiota! –chillo molesta al ver como alguien la jalaba para bajarla de arriba del Uchiha.

-Qué bueno verte… Sasuke –habló un muchacho con el cabello gris mientras mostraba una sonrisa pícara a la pelirroja que tenía en sus brazos, quien era nada más ni menos que su prima.

-Suigetsu –saludó el azabache al dueño de esos ojos violetas, alegrándose de que sean amigos y que le sacara de encima a esa mujer.

-¡Que me sueltes imbécil!

El peligris sonrió mientras soltaba a Karin con un gesto desinteresado, como si ella quemara o le molestara. Aunque ambos juntos eran un fuerte dolor de cabeza, pero en el colegio no eran solo conocidos por sus comportamientos sino que también por el impacto que tenían en los demás, se notaban que habían bueno genes en su familia ya que ambos tenían cuerpo excelentes, tanto Karin con una hermosa figura, mostrando sus virtudes constantemente, y Suigetsu, con sus músculos volvía loca a cualquiera que se proponga.

-Molesta –murmuro Sasuke mientras se dirigía a sentarse en la fila contra la pared, a la derecha de todos esos revoltosos y un poco más delante de Gaara, aunque antes fue a saludar a su solitario amigo.

-¡Auch! –grito Suigetsu mientras se sobaba la nuca mirando molesto a la dueña del golpe.

-¡Te lo mereces! ¡Ahora piensa que soy insufrible! –grito Karin llamando la atención de todos por su peculiar berrinche matutino, que venía acompañado de golpes y demasiados chillidos.

-Lo eres.

-¿Qué? –cuestiono con ambos puños apretados.

-Acepta que eres insoportable, fosforo –intervino en la pelea Sakura mientras miraba con burla a su rival desde hacía años, prácticamente toda la secundaria.

-Cállate frentesota –indico la pelirroja mirándola con desdén y apuntando la mano hacia ella, en señal de que espere. Sakura rodeo los ojos y se volvió a colocar los auriculares ante la mirada de Naruto, que estaba un poco ajeno a todo. La pelirosa comenzó a elegir una canción para escuchar y sintió como alguien la llamaba por el hombro.

-¿Qué? –pregunto secamente.

-¿Estas bien? –pregunto Tenten mirando a su amiga mientras hacia una mueca con los labios. Odiaba verla distante y triste, esa no era Sakura pero no había nada que la animara.

-Si –contesto para luego ponerle play al primer tema que pudo, ignorando a la castaña completamente, como a todos en el salón.

El timbre sonó captando la atención de la mayoría y todos comenzaron a sentarse. Sakuke vio como Karin iba decidida a sentarse a su lado pero para suerte del azabache, quien se santo con él fue Naruto con una radiante sonrisa. Delante de ellos estaba sentándose Neji mientras largaba groserías por lo bajo. Y en el último banco de la fila estaba Gaara sentado en el lado izquierdo, junto al pasillo, solo. Estaba expectante y a la vez aguantaba las ganas de dormir.

-Buenos días, alumnos –habló una voz tranquila que sonaba lenta para que no se notara lo ronca que era. El profesor que acababa de entrar era Yamato, un amante de la naturaleza. El hombre de alrededor treinta y algo de años era castaño, alto y tenía unos ojos tan grandes como dos huevos, excelentes al momento de contar una historia de terror. Yamato se encargaba de enseñarles la materia que era Ambiente y Sociedad, se podía notar la felicidad en el profesor porque entro con una maceta en la mano, la cual tenía una planta en ella.

-Buenos días, sensei –contestaron los alumnos haciendo notar el cansancio en su voz, pocos como Naruto demostraron su completa alegría por comenzar.

-¿Qué pasa dattebayo? –cuestiono el rubio parándose de golpe y mirándolos a todos- ¡Ese no es el espíritu de los futuros egresados!

Sakura al igual que Sasuke negaron a la vez que lo escucharon… bueno todos lo hicieron. El rubio solo intentaba dar mensajes inspiradores pero lo único que hacía era semejarse a Lee, el alumno de 6to B, un cejotas con frases cliché para cualquier momento del día.

-Gracias Naruto –dijo Yamato luego de soltar un suspiro- ya puedes sentarte… Ahg. Comencemos –tras decir esto aplaudió, juntando ambas manos para indicar que era el inicio de su clase pero que golpearan la puerta interrumpió su preciado momento. Miro con completa tristeza hacia la entrada y añadió- Adelante.

Por la puerta entro una muchacha con una confiada sonrisa, y automáticamente le dio su autorización al profesor. La recién llegada usaba el uniforme del instituto, el cual le quedaba perfecto y ajustado. Su cabello es castaño claro, y corto hasta por un poco más debajo de los hombros lo cual la favorecía a la perfección por su delicada figura, y rostro flaco. Tenía unos ojos negros, bien oscuros y las mejillas levemente sonrojadas al notar como muchos la miraban.

-Excelente… que bueno tenerte en la clase. Puedes presentarte.

Todos los ojos estaban en ella, pero más que nada una persona no podía dejar de mirarla.

"-Eres lo único rescatable de esta noche –indico la muchacha con una abierta sonrisa y las mejillas sonrojadas por el alcohol que hasta el momento había consumido.

-Por ti no me arrepiento de haber venido –contesto su acompañante quien la miraba penetrante mientras comenzaba a romper la distancia" recordaba cierto pelirrojo.

-Soy Matsuri Nohara –dijo de una manera coqueta mientras se relajaba completamente- mi prima es Rin… por ella entre al instituto.

-Excelente… si… tomaré lista a ver si falta algún otro –comento con una sonrisa el profesor- no quiero ser interrumpido nuevamente –murmuro por lo bajo mientras un aura negativa lo rodeaba- Bien –miro la lista y comenzó- Aburame, Shino.

Un muchacho usaba gafas negras y el cabello castaño oscuro en forma de punta levanto su mano lentamente. Se encontraba delante de todo en la fila de la izquierda. Era uno de los alumnos más llamativos para los profesores porque con suerte decía una palabra, pero a pesar de eso en los exámenes era muy aplicado. Aunque, en las materias que apreciaba Shino era muy atento, como era en el caso de Ambiente ya que el muchacho ama los insectos.

-Ama, Tenten.

-Aquí –contesto la castaña en un tono perezoso para luego volver a apoyar la cabeza sobre la mesa. Ella se encontraba justo detrás de Shino.

-Baiko, Fu.

-¡Presente! –grito una la dueña de un cabello verde quien estaba sentada justo detrás de Tenten, en el último banco acompañada por Karin. La muchacha tenía una sonrisa traviesa y unos ojos color naranja oscuro, combinando con un ganchito que llevaba añadido en el pelo, sujetando su flequillo.

-Gakure, Utakata…

-Si –fue la única respuesta que dio el pelinegro con flequillo largo que estaba al lado de Shino. El muchacho bostezo mostrando su flojera y a la vez amargura por tener que asistir a ese instituto cuando podría estudiar por su parte en la casa.

"Son iguales esos dos" pensaba Yamato mientras los miraba "Que flojos. Seguro son parientes o algo de Nara Shikamaru… no, él era más vago."

-Haruno, Sakura.

La pelirosa al escuchar su nombre simplemente levanto su mano para que vea Yamato que estaba en la fila del medio, pero luego la bajo, sin decir una palabra, no quería hablar con nadie. Y, como hacía desde hace tiempo, volvió a su propio mundo, en donde no dejaba de pensar en un azabache que la estaba volviendo loca con los recuerdos.

-Hozuki, Karin… Sé que estas presente, como tu primo. No te gastes en gritar.

-¿Perdón? –cuestiono ella mientras acomodaba sus gafas negras para poder ver mejor al profesor, queriendo que el vea su cara de molestia al nombrarla junto a Suigetsu.

-Perdonada por gritar –contesto Yamato mientras le ponía presente a ambos- Hyuga, Neji.

El castaño levanto la mano secamente. Estaba sentado en la fila de la derecha, en la contraria de Tenten y en el primer banco. Su mirada era molesta e irritada.

-Hyuga, Hinata.

-Etto… presente –murmuro una dudosa voz. La muchacha de la cabellera azulina atrajo todas las miradas por unos segundos, ella al igual que su primo tenía unos divinos ojos perla que atraían a muchos. Se notaba un nerviosismo en Hinata, la cual no dejaba de mover sus pálidas manos de un lado para el otro.

-No te preocupes –dijo en un murmuro Tenten, la compañera de banco de la prima de su novio, con una cálida sonrisa mientras le tocaba un hombro.

-Nohara, Matsury… -murmuro Yamato mientras anotaba en la libreta. Leyó el siguiente nombre al instante- Sabaku no, Gaara.

Al escuchar ese nombre, Matsury comenzó a buscarlo disimuladamente hasta que vio su mano levantada. El pelirrojo tenía los ojos focalizados solamente en ella, cosa que a la joven castaña la hizo sonreír con arrogancia. Nunca hubiera pensado en volver a ver a Gaara, pero era algo que quería sin duda desde el verano.

-Sanin, Yahiko.

-Presente –contesto un muchacho muy educado con una cálida sonrisa mientras levantaba un poco la mano. Su cabello era anaranjado y lo llevaba despeinado. Tiene unos lindos ojos café y algunos que otros aros –pircing- en las orejas, cosa que hacía que pierda ese toque serio que tenía. Se podía notar que era alto y que tenía un buen cuerpo ya que la camisa del colegio le marcaba perfectamente los brazos. Él se encuentra sentado junto a Neji.

-Tsuchigumo, Hotaru –menciono asombrado Yamato.

-Aquí –contesto una dulce voz. Era una muchacha que llevaba su cabellera rubia oscura en una trenza delicada, mientras que algunos mechones caían sobre su rostro cerca de sus hermosos ojos verdes. Ella estaba sentada un banco delante de Sakura.

-Nos alegra tener a la nieta de un soldado muy importante –comento el profesor mirándola embobado.

-Muchas gracias –contesto secamente Hotaru. Siempre era lo mismo, su familia primero, nunca le gustaba cuando reconocían al instante el hecho de quien era su abuelo. No por un problema hacia él, lo amaba, pero ella no quería que la traten mejor solo por su apellido.

-Tenpin No, Jugo.

-Presente –contesto una voz gruesa pero serena, era un muchacho grande y robusto que estaba sentado justo al lado de Suigetsu. El muchacho tenía el cabello corto y anaranjado, con los ojos café.

-Uchiha, Sasuke.

-Hmn. –fue la simple respuesta por parte del azabache.

-¡Teme! –grito furioso Naruto mientras lo miraba con reproche y de brazos cruzados- No le hables así a Yamato-sensei.

-Ni siquiera le he hablado, dobe –indicó Sasuke mientras dirigía su mirada hacia el otro costado, ignorando los reproches idiotas de su mejor amigo.

-Bueno… Uzumaki Naruto también está presente… bien, sigamos –dijo para si el profesor- Yamanaka, Ino.

-Ella está rindiendo la última materia, sensei… -habló Sakura mirándolo fijamente- creo que eligió Historia con Asuma.

Yamato asintió mientras comenzaba a sentarse en su escritorio.

-¿A alguien no nombre? –cuestiono recordando que esa pregunta es muy importante ya que no quería ofender a ninguno de sus alumnos.

-A mí –indico un muchacho de mucho cabello castaño que lo hacía parecer un puercoespín, era muy cachetón y se podía notar con mucho esfuerzo sus ojos negros. Su mano era gruesa y eso se debía al gran volumen de cuerpo que tenía. Al instante que Yamato lo miro, por lo que él añadió- Chouji Akimichi.

-Excelente, excelente –dijo Yamato para luego mirar a su nueva alumna- Pase a sentarse señorita Nohara.

Martusi asintió y comenzó a caminar. Notó que los únicos dos lugares libres eran al lado de Sakura, quien tenía la cabeza hacia abajo mientras la mochila de ella ocupaba la silla a su lado, y después estaba Gaara. La castaña no lo dudo y se acercó hasta el último banco para sonreírle con ternura al pelirrojo quien la miraba complacido.

-Pasa. –comento y ordeno el muchacho mientras se paraba para dejar que pueda ir hasta el asiento del lado de la pared. Matsuri no lo dudo, sino que paso rápidamente hacia ese costado y al sentarse, dejo su bolso en el piso para dirigir su atención al pelirrojo.

-Quiero que comencemos teniendo notas rápidamente así si alguno necesita aprobar la materia habrá más tiempo para hacerlo –comenzó a hablar Yamato al ver como tenía la atención de todos sus alumnos, o eso creía.

-¡Yamato-Sensei recién hemos empezado y ya nos da tarea! –chillo muy molesta Karin mientras que Fu, a su lado, asentía con la cabeza mientras miraba a su maestro.

-Podrías dejarlo hablar para ver que quiere, primita. Deja de ser una chicuela, miope –hablo Suigetsu mientras le sacaba la lengua con diversión, uno de sus deportes favoritos era molestar a la irritante de Karin. Sí, eso era un deporte para el peligris.

-¡Idiota! –grito Karin a la vez que se levantaba para abalanzarse a su primo, quien estaba al costado de ella porque los dividía un pasillo. Al llegar de su lado le dio un fuerte zape en la cabeza, para luego chillar- ¡Kyyaa! ¡Estas mojado!

-Me bañe antes de venir, genia –contesto mientras se acariciaba la nuca- No te haría mal más de una ducha por año, tu olor a remolacha apesta –tras decir eso se tapó la nariz con los dedos mientras ponía cara de asco.

Todos comenzaron a reír pero ese griterío en el aula seso al ver como Suigetsu empujaba a su prima-en un intento por salvar su vida- y esta caía sobre Sakura, quien se golpeó la cabeza por eso contra la mesa.

Luego de ese incidente todo pasó en cámara lenta. Mientras Karin se levantaba victoriosa con una radiante sonrisa, Sakura parecía estar contando internamente para no matarla. La pelirroja comenzó a pararse mientras apretaba los puños, al darse vuelta para mirarla todos notaron una vena hinchada en la muchacha, además de un aura asesina rodeándola.

-Tranquila que no rompí tu frentesota, es demasiado grande.

-Idiota–murmuro Sakura entre dientes al ver como la mayoría de sus compañeros estaban alrededor de ambas y, además, que Yamato las miraba nervioso intentando dar una clase de enseñanza a sus alumnas.

-¡Sakura! ¡Karin! Por favor, siéntense cada una en su lugar, como todos.

La mayoría asintió mientras Naruto miraba la escena atento, al igual que Sasuke y Suigetsu. El rubio fue el primero en reaccionar y se puso en el medio de ambas para mirarlas de una manera amigable.

-Vamos, chicas. No traigamos problemas, dattebayo. Puede ser un gran día, en serio –tras decir eso miro a Sakura esperando que esta no esté pensando en matarla como hasta hace unos minutos.

-Tu no vales la pena –dijo Sakura dispuesta a sentarse pero la pelirroja la tomo del brazo lo que hizo que la ojijade la mirara molesta, a la vez que con fuerza soltaba el agarre.

-Sasuke-kun no piensa lo mismo –susurro despacio, muchos otros como Neji no lograban escuchar lo que decía pero Naruto y los que estaban cerca la oían a la perfección- ¿Por quién piensas que te cambios todos estos años?

-¡Date por muerta! –Fue el grito de Sakura mientras levanto la mano para pegarle y así hizo, yendo directo a la mejilla de la pelirroja lo cual hizo que esta se tambaleara para atrás. Todos estaban completamente sorprendidos, no porque esto no haya pasado ya que Sakura siempre se defendía, sino que hacía mucho la pelirosa no perdía los estribos con nadie. Karin había hecho un record en hacerla reaccionar a veinte minutos de empezar el nuevo año escolar.

-¡Ahh!

-¡Perra!

-¡Sakura-chan!

Todo paso muy rápido, a la vez que Karin intento pegarle a la pelirosa, Naruto se puso delante de ella mientras le agarraba la mano, y Suigetsu la sujetaba fuertemente de la cintura. Sakura planeaba volver a pegarla a Karin, estaba que explotaba. Sentía como su cuerpo temblaba y estaba hirviendo, pero lo único que hacía era sacudirse del agarre de Sasuke, quien la tenía fuertemente desde atrás de ella.

-¡Dejame imbécil! –Grito molesta Sakura- no hace nada, en serio… -tras decir eso cruzo sus brazos y soltó todo el aire que contenía en sus pulmones.

El Uchiha dudó, sentía como ella temblaba, además que ambas manos que sujetaba de la ojijade estaban demasiado calientes. Pero, al sentir como ella se relajaba desajusto su agarre. Sakura al sentir eso, rápidamente se adelantó para correr a Naruto y tirarse encima de la pelirroja. Quería que entienda que Sasuke no era de ella, claro que no.

-¡Te voy a matar! –grito Sakura mientras la agarraba de los pelos y le arañaba el rostro. Esta vez tardaron más en volver a agarrarlas ya que ambas se encontraban hechas unas furias. Naruto tomo a Karin mientras que Sasuke se metió por la ojijade quien le dedicaba gritos y golpes con sus brazos.

-¡Sueltame! ¡No te metas! –chillo Sakura mientras se sacudía para todos lados.

-Si es por mí, me interesa –murmuro en su odio haciendo que ella deje de forcejear, para dedicarle un codazo en el estómago de golpe haciendo que el azabache se aleje de ella.

-Suficiente –habló Yamato sin mucha paciencia- Haruno, Hozuki vayan a ver a la directora.

Tras decir esto Sakura salió dando grandes zancadas del aula para retirarse con un fuerte portazo. Karin comenzó a caminar para irse pero sintió como la tomaban del brazo.

-Yo voy contigo, no quiero que Sakura te desfigure más tu pobre rostro –sonrió contento Suigetsu mientras salía del salón, seguida por una chillona pelirroja.

Yamato tomo aire y suspiro, esto lo estresaba bastante.

"-¿Me ha llamado, Tsunade-same? –pregunto el castaño de ojos negros mientras se sentaba al frente del escritorio de su jefa.

-Sí, Yamato- contesto una mujer de edad indefinida, por su cuerpo en muy buen estado y muy grandes atributos –además de una lisa piel pálida- podría decirse que tiene veinte años, pero luego de conocerla saber que ronda entre los cuarenta y sesenta. La mujer estaba seria mientras se sentaba mirándolo con esos ojos miel. Tsunade tomó aire y se acomodó un mechón rubio hacia atrás para luego hablar- Quiero que le tengas mucha paciencia a Sakura.

Yamato se quedó completamente en blanco. "¿A que va todo esto?" se preguntaba el castaño. Sabía que unos meses antes de terminar quinto año Sakura estaba muy distinta, hablaba con pocos en el aula y tenía un aspecto mucho más sombrío, hasta moribundo pero él pensaba que se debía a una etapa de la adolescencia o algo por ese estilo.

-Perdone, Tsunade-Sama pero…

-Está pasando por muchos problemas y sé que el colegio es una carga para ella. Yo… simplemente no quiero que mi sobrina desahogue sus sentimientos aquí pero sé que es inevitable. Sakura necesita hablar de todo lo que le pasa y… -Tsunade rio nerviosamente- El punto no era hablar de los problemas de mi familia, sino pedirle por favor que la controle, y le tenga paciencia. Si nota algo extraño me gustaría saberlo.

-Claro Tsunade-Sama –contesto un confundido Yamato." Recordaba el maestro mientras observaba como todos se sentaban en sus lugares.

-Bueno, volviendo al tema… quiero que hagamos un trabajo que valga la nota del primer trimestre. Será en parejas y…

Gaara dejo de escucharlo mientras miraba de reojo a la castaña. Su atención estaba en ella. Antes iba a hablarle pero la pelea entre Haruno y Hozuki había interferido todos sus planes. El pelirrojo levente se corrió más hacia a su lado, hasta quedar ambas sillas pegadas una a la otra. Matsuri se hacia la desentendida pero era consciente de lo que su compañero de banco estaba haciendo. La castaña se tensó al sentir una mano en su pierna, que la acariciaba lentamente. Ahora no estaban tan separados y la muchacha podía sentir el rico perfume de Gaara, su aroma.

"Gaara la tenía acorralada contra la pared, mientras no dejaba de besarle el cuello. Matsuri se movía dejándolo con un mayor espacio para que ella siga disfrutando. De pronto Gaara la levanto, tomándola por la cintura. La muchacha lo rodeo con sus piernas a la vez que comenzaba a besar esos labios que en una noche la estaban volviendo loca, al igual que su cuerpo, su aroma. En sí, Gaara la estaba haciendo perder todos los estribos."

Matsuri se mordió el labio al sentir como esas caricias subían lentamente. La muchacha lo miro y noto como Gaara tenía la vista hacia adelante, como si nada estuviera pasando. Pero, de ponto, al sentir la mirada de ella, el pelirrojo volteo para que observara esa confiada sonrisa en su rostro.

-Señor Sabaku No –nombro Yamato captando la atención de ambos. Matsuri miraba atenta a Gaara quien, en vez de retirar su mano, apretaba con fuerzas su mano sobre la piel de ella.

-¿Si, sensei? –cuestiono el como si nada pasara, actuando como el alumno serio que era.

-Le pregunte si no tiene problema en trabajar con la señorita Nohara.

Gaara hizo una sonrisa.

-Lo pensare –respondió secamente para luego voltearse en la silla y mirar fijamente a la castaña quien no entendía lo que le ocurría al muchacho.

Yamato suspiro.

-¿Entonces, Uchiha y Uzumaki?

Matsuri aun miraba atenta a Gaara mientras notaba como este la analizaba de arriba a abajo. La castaña se puso colocara al sentir como esos ojos aguaverde la penetraban con la mirada. Ella, apoyo ambas manos sobre las piernas de él, sorprendiéndolo, y apretando levemente el agarre.

-¿Lo harás conmigo? –pregunto Matsuri mirándolo coquetamente.

-Por supuesto –contesto Gaara al instante para luego sonreír con arrogancia- ¿En tu casa o en la mía?

-Hablo del trabajo, Gaara –respondió ella molestándolo mientras pasaba su mano derecha por la entrepierna del muchacho, para luego separarse. Pero, automáticamente el pelirrojo la tomo de ambas manos, para volver a ponerlas estas sobre sus piernas.

-Yo también –fue lo único que dijo.


El timbre había sonado lo que indicaba el inicio del segundo recreo. En el enorme patio del colegio se podían ver diversos grupos de los distintos años, algunos sentados, otros caminando y alguno que otro parado hablando con los demás.

Junto la fuente que había en el medio, estaba sentada una muchacha acompañada de sus tres amigos. Yendo hacia ellos, se encontraban Sasuke, Naruto y Gaara quienes comentaban lo agotador que fueron las dos horas seguidas con Yamato-sensei. Al llegar saludaron a los cuatro chicos que los esperaban.

La primera que se encontraba era Rin, una muchacha de baja estatura y muy flaca. Tenía una mirada tierna y de niña pequeña pero al escucharla hablar se conocía el grado de madures de ella. Llevaba su cabello castaño chocolate suelto, llegándole un poco más arriba de los hombros, y sus ojos eran de un lindo tono café. Ella llevaba dos líneas en las mejillas, violetas y gruesas como dos líneas rectas, además de una cálida sonrisa.

Al lado de ella se encontraba Kiba, un chico alto y de cuerpo robusto. Tenía siempre una sonrisa canina y altanera, al igual que su cabello castaño despeinado para todos lados. Sus ojos eran negros y llevaba en las mejillas dos dibujos de colmillos grandes rojos.

Parado al costado de Rin estaba Sasori, un pelirrojo de estatura justa que llevaba ambas manos metidas en el bolsillo del pantalón. Su aspecto era desintegrado y canchero. Tenia una expresión seria en su rostro con una leve sonrisa que resaltaba por sus ojos grises.

Y, por último, al lado de Kiba estaba Deidara Yamanaka. El imperativo y a la vez atractivo hermano de Ino. El, era de una personalidad muy similar a Itachi Uchiha, esa manera que tenia de ser que usaba siempre el sarcasmo para dialogar. Ambos muchachos eran compañeros de clase pero Deidara en su 5to año repitió un año por una enfermedad que tuvo, por lo cual quedo en el año de su hermanita menor. El muchacho al igual que Ino era rubio con un flequillo largo cayéndole tapándole su ojo derecho, mostrando solo el izquierdo de ese tono verdoso. El muchacho tenía en la frente escrita el nombre "Itachi" en la frente, además de un corazón en la mejilla.

-¿Ya has salido del closet y te le dedicaste a mi hermano? –pregunto Sasuke mientras le sonreía a los demás, notando que querían matarlo por revelar lo escrito que tenía en realidad Deidara.

-¿Qué? –cuestiono el rubio sin entender.

-¡¿Deidara-chan e Itachi-kun?! –grito Naruto mientras hacia una "o" con la boca por la sorpresa que había obtenido. Iba a desmayarse.

-¿Deidara-chan? –chillo el nombrado mientras le pegaba con el puño a Naruto en el estómago. Una vez que había dejado del Uzumaki en el piso volteo para ver al hermano menor de Itachi.

-¿De dónde sacaste eso? –cuestiono enojado.

Sasuke abrió los ojos impresionado. "No lo ha negado. Esto sí que es sorprendente."

-Hmn –soltó- eso dice tu frente.

De golpe Deidara se dio vuelta, sorprendiendo a sus amigos que lo miraban con terror por esa expresión sombría que poseía en el rostro.

-¡Fue Rin! –Chillaron ambos muchachos mientras señalaban a la castaña que abría los ojos con sorpresa.

-Traidores –mascullo ella mientras rápidamente se paró para correr por la fuente, dio un salto y siguió corriendo. Fue más rápido al escuchar los gritos de Deidara. Cuando la alcanzara seria su fin.

Los cinco chicos comenzaron a reír mientras negaban con la cabeza, aunque Naruto entre risa y dolor se sentó en la fuente agarrándose el estómago.

-¿Y esas marcas? –cuestiono Gaara a Kiba, también refiriéndose a las de Rin.

-Tuvimos Arte –dijo el castaño como si eso fuese a explicar todo.

-¿Matsuri? –pregunto Sasori con un grado de sorpresa en su voz. Todos voltearon, encontrándose con la castaña mirándolos fijamente, con ambas manos atrás amarradas en su espalda, lo que le daba un aspecto infantil y de un poco de nerviosismo. Gaara pasaba los ojos de su amigo a ella, no entendía que estaba pasando.

-Sasori –contesto ella en saludo y luego miro al castaño que se encontraba junto al hiperactivo de su compañero de clase- Hola, Kiba-kun.

El mencionado la saludo con un gesto en la cabeza y luego el ambiente se volvió más tenso, aunque de distintas visiones. Kiba y Naruto notaban como Matsuri y Sasori se sostenían la mirada con furia y hasta tristeza, mientras que Sasuke miraba sorprendido a Gaara, quien no dejaba de mirar a la muchacha.

-¿Qué haces aquí? –cuestiono el pelirrojo de ojos grises.

-Busco a Rin –respondió Matsuri moviendo su hombro de manera desinteresada a la hora de referirse a él.

Ahí Gaara ato todos los datos "Ella dijo en clases que era prima de Rin. Eso tiene sentido, por eso conoce al cucho de Kiba y a Sasori, seguro también conoce a Deidara. Rin nunca se separa de ellos tres aunque a veces esta también mucho con nosotros y yo no conoci a Matsuri por ella…" pensaba el pelirrojo.

-Estas muy hermosa –dijo Sasori al ver que ella se estaba por ir sin decir otra palabra. Necesitaba que le dé un indicio de que todo estaba bien entre ellos, algo, lo que sea.

-No estás tan mal –contesto ella riéndose mientras se alejaba de ese grupo, con la mirada de Gaara clavada en su nuca.

-¡Espera Matsuri-chan! –grito Kiba mientras comenzó a correr a la castaña para indicarle donde estaba su amiga Rin.

-Hay algo que no estoy entendiendo… -comenzó Naruto mientras llevaba un dedo hacia su mejilla y lo golpeaba levemente mientras pensaba.

-Era mi ex novia –respondió Sasori antes de que alguno de sus amigos hiciera una extraña hipótesis- terminamos hace unos meses, tampoco siento nada por ella bueno si pero…

Gaara levanto una ceja al ver que Sasori los miraba a los tres, como queriendo trasmitir un pensamiento con la mente que al pelirrojo por su molestia le costaba recibir.

-No entiendo –dijo al instante Naruto.

-Dobe… -negó Sasuke con molestia- no quiere que nadie este con ella.

Naruto comenzó a reír mientras se levantaba de la fuente y abrazaba a Gaara con un brazo y a Sasori con el otro.

-Nadie esta con ella dattebayo, de veras. Por algo somos amigos –comento Naruto mientras sonreía.

-Lo sé pero… quería que lo sepan porque se cómo son ustedes –hablo Sasori mientras se encogía de hombros- en las fiestas por el club de rugby ustedes desaparecían y luego habían estado con muchas y Matsuri es así también… yo la conocí por eso.

Gaara no pudo evitar fruncir el ceño ante el comentario de su amigo. De alguna manera le molestaba y mucho.

-¿Tú la quieres? –pregunto Sasuke de golpe.

-Sí, no lo sé –respondio Sasori- todavía me gusta, la quiero pero no estoy enamorado.

-El amor no sirve –dijo Naruto como si hablara de una Ley importante como la de Newton.

-Entonces no hay problema si alguno esta con ella –indico Sasuke- no estás enamorado.

-Bueno, yo… -Sasori iba a refutarle al azabache pero un grito nombrándolo lo distrajo. Al ver de quienes se trataban suspiro- Iré a salvar a Rin de las garras de Deidara y el pervertido de Kiba –antes de irse añadió- ¿Neji y Yahiko?

-Buscaban a Nagato –contestó Gaara entre dientes.

El timbre volvió a sonar indicando que las clases retomaban.

-¡Tenía que pagarle a la vieja! –gritó Naruto mientras golpeaba la cabeza con su mano en señal de olvidadizo.

-¿Qué apostaron? –pregunto Sasuke mirando a su mejor amigo.

-Que Ero-senin volvería para mi primer día de clases pero eso no paso, así que tengo que hacer que me pague esa bruja y que mi pervertido padrino me escuche.

Sasuke negó dispuesto a subir de vuelta al aula pero se sorprendió al ver que Gaara no lo seguía. Al voltear lo vio con los brazos cruzados mirándolo fijamente, con mucha molestia.

-¿Qué sucede…

-¿Quieres acostarte con Matusuri? –pregunto, cortándolo, Gaara. Tenía un tono de asombro en su voz. En realidad, lo único que le llamaba su atención era que Sasuke se fijara en otra ya que ella había vuelto, pero nunca podías predecir a un Uchiha… bueno, esa frase era lo que repetía sin cesar Itachi.

-No, es bonita pero no –contesto simplemente- sé que tu… no dejabas de mirarla en clase, note que ella tampoco.

Y tras decir esto ambos subieron hablando de otros temas. No necesitaban preguntarse las cosas para saber bien lo que pasaba. Sasuke sabia del enojo del pelirrojo hacia Sasori por tener en su momento a quien Gaara quiere.


-¡Pero! ¡Pero! ¡Pero… no es justo! –gritaba Naruto mientras era echado de la oficina de la directora. El muchacho estaba con el ceño levemente fruncido y un puchero enorme en su rostro que mostraba lo caprichoso que era.

-El día no termina hasta la noche, Naruto –aclaro tajante la rubia mientras lo miraba con una pequeña sonrisa. Pocas apuestas le salían bien en su vida pero no iba a perder esta cuando todavía tenía horas a su favor.

-Vieja tramposa –farfullo el Uzumaki mientras caminaba por el pasillo para irse al aula.

-¿Qué dijiste mocoso? –grito completamente molesta mientras asomaba su cabeza sobre la puerta para ver donde se encontraba ese muchacho.

Naruto al escuchar ese potente grito comenzó a correr. No quería que lo maten, era tan joven y apuesto para morir… era una de las personas menos modestas que existen.

El ojiazul giro por el pasillo a la izquierda rápidamente luego de subir las escaleras y se sorprendió al llevarse puesto a una persona. La muchacha perdió el equilibrio y casi se cae para atrás pero fue tomada por el Uzumaki. Ambos al mirarse se separaron, como si su contacto quemara.

-Lo siento, Hinata. Venía muy distraído.

-Etto… no te preocupes Naruto… -respondió ella mientras miraba hacia el piso. Cada vez que lo veía una serie de extrañas sensaciones la recorría.

-¿Qué hacías fuera del aula? –cuestiono con reproche el ojiazul provocando que ella elevara la mirada para fulminarlo con sus ojos perla. Ninguno de los dos se acostumbraba a tratarse de esta manera.

-Nada que te importe a ti–respondió Hinata. Sacando ese carácter que era como su padre o incluso Neji, esa manera de ser que Naruto y pocas personas conocían de ella. Tras decir eso comenzó a bajar las escaleras y mientras lo hacía soltaba alguna que otra lagrima. Le dolía tratarse de esa manera con Naruto pero le costaba volver a atrás, a ambos les pasaba esto.

-¡Naruto! –grito una voz cantarina que saco de sus pensamientos al mencionado quien se volteo para encontrarse con una molesta Sakura. La pelirosa lo tomo del brazo y comenzó a jalarlo por el pasillo, hasta meterlo de un golpe al baño.

-¿Qué haces Sakura-chan? –pregunto el muchacho mientras se separan para mirarla intrigado. Se estaba haciendo el estúpido, sabía lo que ella quería. Pero su encuentro con Hinata lo había afectado.

-Por favor Naruto… -dijo Sakura levemente sonrojada mientras se sacaba el suéter del colegio y le dedicaba una mirada provocativa a su amigo. Pero al empezar a acercarse a él, Naruto coloco su mano delante de ella deteniéndola.

-¿Sakura-chan estas afectada por la llegada de Sasuke?

-Tú no sabes nada –indicó la pelirosa mientras miraba hacia abajo.

-No me gusta la gente que se miente a sí misma.

Sakura abrió los ojos mirándolo sorprendido. Él nunca la rechazaba y de cierta manera esto le molestaba.

-Pensé que esto era un trato de placer mutuo –habló Sakura mirándolo fijamente- tú te desahogas conmigo y yo con vos.

Naruto bajo la mirada.

-Eso lo sé pero el teme…

-¡No todo gira en torno a Sasuke, Naruto! –Chillo ella completamente molesta- Si, he pensado en el pero no es lo único que me molesta y… y… ¡Olvídalo! Iré a hablar con Kiba a ver si el…

Pero no pudo terminar la frase ya que Naruto rompió la distancia que había entre ellos para tomarla del rostro y besarla como hacia cuando ellos estaban solos. Sakura lo rodeo con sus brazos por la nunca mientras pegaba todo su cuerpo al de él.

Naruto bajo sus manos y comenzó a desabrochar la camisa de ella sin romper el beso que los unia.

"A pesar de todo no puedo rechazarla" se lamentaba Naruto pero de golpe se separó de ella.

-Sera la ultima vez, Sakura-chan –hablo el rubio mientras la miraba como ella se encontraba colorada y tomando bocanadas de aire- una despedida.

La pelirosa solo asintió mientras con desesperación volvía besarlo con pasión.


-Hola Shizune-sensei –saludo una ojiperla mientras entraba por la puerta de la enfermería, asomando medio cuerpo.

-Pasa, pasa Hinata –la invito la enfermera. Ella era la secretaria y amiga de más confianza de Tsunade, pero también se encargaba de la enfermería de la escuela en caso de una emergencia. Shizune era bajita y con un cuerpo pequeño, tenía el pelo de color negro corto y lo llevaba atado. Sus ojos eran de un tono negro y sonrió al notar como Hinata no sacaba los ojos del peluche de un cerdo que había en su escritorio. La pelinegra habló- Ella está en la otra habitación –dijo señalando una puerta- puedes verla.

La peliazul asintió mientras se encamino hasta donde le indico. Toco dos veces la puerta, golpeándola con el puño y luego entro. Su hermana, Hanabi Hyuga se encontraba acostada mientras le sonreía. La muchacha de dieciséis la miraba sonriente, mientras se estaba peinando su cabello castaño, el cual lo tenía largo hasta la cintura como Hinata.

-¿Cómo te sientes? –cuestiono la ojiazul mientras se sentaba a la orilla de la cama.

-Bien, solo es un dolor de cabeza –hablo Hanabi mientras se acostaba nuevamente en la cama pero sin quitar sus ojos perla de su hermana quien la miraba preocupada. Al notar esto la castaña preguntó- ¿Qué pasa?

-Iremos al médico –hablo firme Hinata- no puede ser que siempre sea así, todo el verano estuviste igual.

-Sos muy exagerada- murmuro Hanabi secamente mientras se cruzaba de brazos. Si alguien las viera a ambas, exceptuando por los ojos, pensarían que la castaña es hermana de Neji y no de Hinata ya que Hanabi tenía esa misma mirada confiada y fría, que te desafiaba a gritarle y a molestarla, esa mirada seca pero controladora. Mientras que Hinata en su mirada reflejaba lo contrario, temor, dolor, preocupación, duda, ella era mucho más como su tierna madre.

-Tu hermana tiene razón –habló una voz mientras entraba en la habitación. Se trataba de Konohamaru, quien tiene los ojos negros y el pelo marrón corto y en punta. El muchacho miro apenado a su novia y se acercó hasta ella, para sentarse a su lado en la cama y rodearla con un brazo. Al ver a su cuñada sonrió, pero sin borrar esa mirada temerosa dijo- Hinata-chan.

-No tengo nada –indicó Hanabi molesta mientras se cruzaba de brazos, aunque claro no negaba el abrazo de su novio.

-Por supuesto que iras –determino Konohamaru con determinación- desde hace mucho tiempo tienes este dolor interminable de cabezas y los mareos… si quieres voy contigo pero tienes que ir… por favor Hanabi-chan, no quiero seguir asustándome por ti.

La castaña sintió como su temperatura aumento y era porque estaba completamente sonrojada. Con pocas personas podía llegar a ser tierna, y esos eran los más cercanos de su familia pero desde que había conocido a Konohamaru, aun siendo amigos, él lograba que Hanabi mostrara la mejor parte de sí.

-Esta bien.

Hinata pestaño varias veces al ver como su hermana cedía de una manera tan fácil, Hanabi nunca daba el brazo a torcer y ella siendo su hermana tardaba mucho en convencerla de algo. Claro que Neji siempre lo lograba y ahora, Konohamaru, era otro que podía controlar a la bestia imperativa y terca de Hanabi Hyuga.

-Luego hablaremos en casa e iremos. Mamá y papá deben estar preocupados –menciono Hinata mientras tomaba la mano de su hermana quien le sonrió levemente para luego empezar a toser.

-Traeré agua –indicó Konohamaru mientras se iba rápidamente de la habitación.

La ojiperla se paró para golpear levemente la espalda de su hermana.

-Se nota que te ama –menciono Hinata en un tono melancolico.

-Lo se… -dijo una sonriente Hanabi pero al mirar a su hermana noto una tristeza- ¿Hablaste con Naruto?

Hinata simplemente asintió.

-Lo siento mucho, Nee-san.


-Habría que salir el fin de semana –indico Yahiko mientras miraba al resto de sus amigos quienes asentían ansiosos. Estaban teniendo hora libre porque el profesor no había asistido. El aula se encontraba tranquila ya que muchos no se encontraban presentes, entre ellos: Karin, Fu, Hotaru, Hinata, Chouji y Shino.

-Podríamos ir a bailar –mencionó Naruto mientras se rascaba la cabeza nervioso, desde lo que paso con Sakura no se encontraba tranquilo sino que estaba muy paranoico.

-Hay un nuevo bar que se inaugura este viernes y… -relataba Gaara pero fue interrumpido por un grito femenino.

En la puerta del salón se podía ver a Ino Yamanaka, que traía agarrada en una mano una prueba arrugada por como la apretaba. Tenía una sonrisa enorme que casi no cabía en su rostro. Su cabello lo llevaba suelto y le llegaba hasta un poco más debajo de la cintura, llevaba un flequillo y tenía unos hermosos ojos verdes además de un excelente y favorecido cuerpo.

-¡Frentesota, pase de año! –grito Ino mientras corría al encuentro con Sakura mientras la abrazaba fuertemente sin soltarla siquiera.

Sakura comenzó a reír ante el comportamiento de su mejor amiga, y Sasuke levanto la vista para observarla mientras sonreía de una manera sincera. La primera en el dia.

-Me alegro por ti, cerda –fue la simple contestación de Sakura mientras la golpeaba en el hombro, en señal de apoyo.

-¡Ya estás en sexto, dattebayo! –grito Naruto mientras la abrazaba.

Muchos la felicitaron a Ino, mientras que otros le daban mensajes morales y esperanzadores –esto último más que nada era Naruto-.

-¿Celebraremos? –pregunto la rubia a lo que su amiga pelirosa la sentencio con la mirada como si acabara de sentenciar su muerte.

-Estaba contando –retomo la charla Gaara mientras miraba a Matsuri- el viernes abre un bar nuevo en el centro, mi hermana estaba vendiendo entradas. Podríamos ir.

Los chicos comenzaron a mirarse entre sí para ver quienes asentían. Se encontraban sentados en ronda con las sillas, Gaara, Sasuke, Naruto, Matsuri, Ino, Sakura, Tenten, Yahiko y Suigetsu.

-Excelente –dictamino Naruto mientras asentía- luego le avisaremos a los que faltan.

Ino miraba a todos con una sonrisa y se detuvo al notar como había cambiado Neji. Estaba completamente distinto, el cuerpo más formado, brazos marcados, incluso su rostro se veía diferente y esos ojos perla eran encantadores para cualquiera. Al sentirse observado, Neji miro a Ino y le guiño el ojo. La rubia pestaño rápidamente pero le devolvió el gesto, con una sonrisa coqueta.

-No puedo esperar para salir –índico Neji mientras sonreía arrogante.

-Qué raro a ti no te gustan mucho las fiestas –dijo Tenten mirándolo sorprendida.

-Solo creo que será bueno salir todos juntos –mintió el ojiperla mientras volvía a enfocar su atención en la Yamanaka.

-Hola chicos –hablo un peligris mientras se asomaba por la puerta con la mano extendida como saludo. Algunas de las alumnas presentes chillaron al ver el hermoso rostro de su sensei, esas facciones delicadas, el cabello gris parado en punta dándole un aspecto de desinteresado y desordenado pero con carácter. Sus ojos negros y oscuros que no reflejaban nada en absoluto, aunque tenía un parche en el ojo izquierdo.

-¡Kakashi-sensei! ¡Se dignó a aparecer! –gritaron todos a la vez mientras lo miraban negando.

-¡Es un pirata! –festejo Ino mientras chillaba y aplaudía mientras Sakura la observaba como lo loca y despistada que era.

-Lo siento por la tardanza, me perdí en el sendero de la vida… -tras decir eso sonrió levemente con vergüenza.

-¡Mentiroso! –grito Naruto a los cuatro vientos mientras lo apuntaba con un dedo, mirándolo con los ojos achinados y exagerados.

-Como sea… En fin, yo seré su profesor de filosofía y psicología… sé que todos lo saben, los que no me conocen nos están esperando en el patio –tras decir esto los miro sonriente- quiero que junten sus cosas y vengan conmigo, haremos una actividad abajo.

El salón quedo vacío en cuestión de segundos.

Matsuri todavía estaba juntando las cosas, estaba completamente agachada mientras inclinaba la cabeza lo más que podía para ver si se olvidaba de algo más abajo del banco. Tomo su bolso y se paró dispuesta a irse pero se sorprendió al tener a alguien atrás mirándola.

-¿Qué haces Gaara? –pregunto ella mientras se apoyaba contra la pared.

-Disfrutaba la vista –contesto el pelirrojo como si nada mientras la agarraba de la cintura para pegarla a su cuerpo.

Matsuri se mordió los labios y luego paso la lengua por estos, lo que hizo que Gaara la apriete con más fuerza contra él.

-Me encanta cuando haces eso.

-A mí me gustas vos –indico ella mientras comenzaba a jugar con su cabello pelirrojo y lo atraía hacia ella pero Gaara se lo impidió. Al notar esto la castaña lo miro extrañada- ¿Qué?

-¿Por qué no me dijiste que salías con Sasori?

Matsuri se sorprendió por la pregunta pero a su vez se la esperaba, ella también estaba asombrada porque ambos chicos se conozcan.

-No crei que lo conocieras, tampoco que vinieras aqui –tras decir esto se encogió de hombros- Yamato me dijo que buscara un tutor para ponerme al dia ya que nunca tuve clase de ambiente y esas cosas… ¿Querrías ser mi maestro?

-Claro –contesto sonriendo.

-Gracias Gaara-sensei.

Luego de eso ambos terminaron con la distancia mientras empezaban a besarse como habían hecho aquella noche en el verano.


Sasuke subía por las escaleras maldiciendo el hecho de haberse olvidado su cuadernillo en el salón. Mientras caminaba por el pasillo se paró en seco al escuchar unos sollozos. Se asomó al baño de mujeres y vio como Sakura estaba de espaldas a él, sentada en el suelo, con el rostro escondido en sus piernas. Su cabello rosado caía como cascada por su espalda y hacia que luzca hermosa a pesar de estar así.

El Uchiha se acercó más y apoyo su mano en el hombro de ella para darle confianza pero Sakura automáticamente al sentir un contacto se alejó, se había asustado y eso se notaba por su mirada.

-¿Qué quieres? –pregunto tajante ella, rápidamente se secó las lágrimas y se levantó para mirarlo a la cara. Ya tenía el mismo aspecto de la mañana, frio.

-Solo quería ayudarte, ver que estés bien.

-¡Vete! –Chilló ella- ¿No crees que ya es tarde? –cuestiono la muchacha mientras lo miraba dolida, Sasuke podía notar ese sentimiento reflejado en sus ojos cristalinos. Sabía que ella intentaba no llorar porque estaba el.

-No seas molestas.

-Eras mi mejor amigo –explico Sakura con odio- me dejaste de lado, como hicieron todos. No mereces estar en mi vida, solo vete con Karin y déjame tranquila –suspiro y añadió secamente- Vete, o acaso ¿Se perdió algo?

-Tu encanto –respondió el rápidamente, dejando que las palabras salieran de su boca sin filtro.

Sakura quedo completamente sorprendida al escucharlo.

-Pues, alguien muy estúpido me hizo ser como soy –respondió ella mientras comenzaba a caminar para irse de su lugar. Rápidamente Sasuke la agarró del brazo, con fuerza, sacándole un leve gemido de sorpresa.

-¿Tan importante para que cambies? –cuestiono secamente, mirándola enojado. Notando como sus ojos no tenían ningún brillo particular, sino que no reflejaban nada más que dolor. Sus facciones seguían siendo delicadas y finas, logrando que tenga un rostro precioso.

-No te importa –contesto Sakura mientras de un tirón le corrió la mano al azabache, para luego correrlo con un leve empujón- ¿Puedes irte, Uchiha?

-Hmn –Sasuke suspiro- ¿Qué pasó con esa chica tierna, buena y completamente molesta?

-Deja atrás el pasado. No ganas nada viviendo ahí –respondió Sakura- lo que haya pasado ya no importa.

-Si te afecta me importa –contesto Sasuke mientras se sorprendía a si mismo de haber dicho hecho.

-Sí, claro –respondio Sakura mientras comenzaba a alejarse- Me hubiera gustado que contestaras algunas de mis llamadas en estos años… después de varios meses deje de insistirte. No sé porque ahora me buscas, Sasuke.

El azabache se quedó congelado en su lugar mirándola como se alejaba. No entendía que estaba pasando y menos lo que le ocurría a Sakura para que haya cambiado de esa manera tan radical, eso no le gustaba nada… y menos nunca haber estado enterado de esas llamadas.