Element of Surprise.

Título: Element of Surprise.

Autor: enchanted_jae

Personajes: Harry / Draco

Clasificación: NC-17

Advertencia (s): Sexo explícito, mpreg.

Disclaimer: Los personajes son propiedad de J.K. Rowling. Este drabble fue escrito por diversión, no para obtener ganancias.

N/T: La historia es de enchanted_jae, quien me permitió realizar la traducción. Por otro lado, Harry es propiedad de Draco y viceversa. Y como siempre, lo único mío es la traducción y los errores. Traducción autorizada.

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I.

Resumen: Draco se enfrenta al otro padre de su hijo.

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Draco realizó el hechizo de diagnóstico de nuevo y miró con horror como obtuvo el mismo resultado. La punta de su varita latía con un ligero resplandor lavanda, signo seguro de que estaba embarazado. Peor aún, el sexo más reciente que había tenido fue un hecho aislado y nada menos que con Harry Potter.

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"Ya voy, ya voy", murmuró Harry mientras se arrastraba de la cama y caminaba por el pasillo. Alguien estaba golpeando muy fuerte a la puerta de su apartamento, y el temperamento de Harry iba empeorado mientras más se acercaba a la puerta. La abrió a tiempo para ver a Draco Malfoy levantar la mano para golpear a la puerta otra vez. "¿Qué quieres?", gruñó Harry. Pasó por alto el hecho de que su erección matutina creciera y estuviera más dura ante la visión de Draco.

Draco no respondió verbalmente; sino que, le soltó un puñetazo a Harry en la mandíbula.

Harry se tambaleó hacia atrás con un grito de dolor, y Draco se lanzó al ataque. Siguió a Harry en el piso y ladeó su puño hacia atrás de nuevo. Harry gruñó y atacó a Draco, tirando a ambos al suelo, donde rodaron por ahí gritando, maldiciendo y golpeándose el uno al otro. Con el tiempo, la complexión más voluminosa de Harry le permitió superar el elemento sorpresa de Draco, y logró tener a su oponente clavado en el suelo debajo de él. Harry había dominado los dos puños agitados de Draco con sus manos, y estaban allí, jadeando y mirándose el uno al otro.

La erección de Harry no había disminuido en lo más mínimo, y se dio cuenta de que la polla de Draco estaba igual de dura, así que se apretó contra la parte inferior de su cuerpo. Harry se sintió tentado a follar primero a Draco y preguntar después, pero, sinceramente, ¿quién ataca así a una persona? "¿Hay alguna razón para que hayas venido a mi casa a atacarme?", gruñó.

"Te lo mereces, ¡cabrón!", le gritó Draco. "¡Estoy embarazado!".

"¡¿Embarazado?!", chilló Harry. Liberó a Draco y se movió fuera de él. "¿Estás bien? ¿El bebé está bien?". Se sintió enfermo ante la posibilidad de que pudiera haber perjudicado al bebé nonato, y Harry desesperadamente trató de recordar si había golpeado a Draco en el estómago durante la pelea.

"Estoy bien, no gracias a ti", se burló Draco mientras se sentaba. Dándole a Harry un buen empujón extra.

Harry se contuvo y lo fulminó con la mirada. "¿Por qué elegir tener una pelea conmigo en tu condición?".

Draco miró boquiabierto a Harry con consternación. Nadie puede ser tan tonto. "¡Tú eres el que me embarazó, hijo de puta!", le gritó.

Fue el turno de Harry para lucir boquiabierto y en estado de shock. "¿Es mío?", se atragantó. "¿Estás seguro?".

"Sí, estoy seguro", gruñó Draco mientras se ponía en pie. No añadió que no se había acostado con nadie desde la noche en que había tenido a Harry entre las piernas.

Harry se puso de pie, también. "¿Q-qué vamos a hacer?", le preguntó, su mente dando vueltas con las implicaciones de la condición de Draco.

"Por mí te puedes pudrir en el infierno, para lo que me importa", le escupió Draco.

Harry abrió la boca para discutir, entonces razonó que Draco estaba de mal humor debido a su delicado estado de salud. "Tenemos que casarnos", afirmó, añadiendo un gesto para darle énfasis.

"¡¿Estás loco?!".

"¡Yo sé lo que es crecer sin padres, y quiero lo mejor para mi hijo!".

"¡Gracias a ti, mis padres, probablemente, me desconocerán!".

Se levantaron y se miraron el uno al otro durante otros treinta segundos antes de que Harry suavizara su postura. "Tú... hazme saber si necesitas cualquier cosa, ¿sí?", farfulló. "¿Y me dejarás ver al bebé y ser parte de su vida?".

Draco dejó escapar un suspiro. "Sí, Potter", le respondió. "No soy tan bastardo".

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Mucho después de que Draco se hubo ido, Harry se sentó en el sofá meditando en su pijama. Cuanto más pensaba en convertirse en padre, más sentía la necesidad de enlazarse a Draco a través del matrimonio. Quería garantizar que jugaría un papel importante en la vida de su hijo, y Harry estaba convencido de que los Malfoy, en general, y Draco, en particular, no estaban dispuestos a permitir que eso sucediera. Harry se estremeció ante la idea de cualquier niño suyo siendo criado en esa austera casa de estirados Slytherin sangre pura.

Harry quería la custodia de su bebé, y la mejor manera de hacerlo era casándose con Draco.

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Dos días más tarde, Draco regresó.

"Compartí mi feliz noticia con mis padres, y me han desconocido", le anunció, empujando a Harry para entrar en el apartamento y desplomarse sobre el sofá.

"¡Eso es ridículo!", balbuceó Harry. No podía imaginar a los padres que tratan a sus hijos con tanta dureza. "¿Qué vas a hacer?", le preguntó, tomando asiento en el extremo opuesto del sofá.

"Creo que me quedaré aquí hasta que Madre pueda calmar las plumas encrespadas de Padre", Draco se encogió de hombros. "Merlín sabe que no me atrevo a dejar que ninguno de mis amigos traficantes de chismes sepan sobre esto".

Harry sintió una extraña emoción recorriéndolo ante la perspectiva de que Draco se quedara con él. Había estado fantaseando con Draco desde la noche que habían pasado juntos. Harry había tenido la intención de follarse a Draco únicamente para liberarse, pero nunca antes disfrutó tanto del sexo. "Sólo tengo una habitación", sintió la obligación de señalar.

Draco dio unas palmaditas en el cojín sobre el que estaba sentado. "El sofá está suave, Potter", observó. "Deberías estar durmiendo muy a gusto en él durante una noche o dos".

"¡No voy a dormir en el sofá!", chilló Harry.

"Ciertamente, ¿no esperas que yo duerma aquí?", se burló Draco. "¡Estoy embarazado!".

"Es aquí en el sofá o en la cama conmigo", le respondió Harry.

"No confío en ti para mantener tus manos y tu polla en ti mismo", replicó Draco.

"¿Qué diferencia hay? El daño ya está hecho". El comentario burlón de Harry le valió un puñetazo en el brazo.

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Harry le prestó a Draco un pijama para ayudarlo a protegerse de su tardío arranque de pudor. Se instalaron en la cama, cada uno en su propio lado. Harry apagó la lámpara de la mesilla y murmuró un áspero, "Buenas noches". Sin embargo, su polla ya estaba completamente despierta y Harry estaba tramando cómo salirse con la suya.

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Draco se despertó con una caliente y húmeda boca pegada a su polla. Gimió y trató de empujar, pero una firme mano lo presionó hacia abajo. La habitación estaba todavía oscura, y había algo increíblemente atrevido sobre ser mamado por un desconocido en la oscuridad.

Draco volvió a gemir cuando un resbaladizo dedo circuló en su entrada y empujó dentro. Movió sus caderas, follándose a sí mismo con ese contundente dedo. Una malvada lengua probó sobre la ranura en la punta del pene de Draco antes de recorrer lo largo de la palpitante vena en la parte inferior. A continuación, lamió la vena posterior subiendo por la polla de Draco, por lo que una vez más fue engullido por la anónima boca que le estaba robando la razón.

Un segundo dedo se unió al primero, empujando más allá del borde a Draco y obteniendo un sonido distorsionado desde su garganta. Los dedos curvándose y estimulado la próstata de Draco, y él tensó sus rodillas en respuesta. Los dedos fueron deslizándose como tijera para estirar su entrada antes de sumergirse profundamente para frotar el punto dulce de Draco nuevamente. Su pecho se hinchó mientras jadeaba para recuperar el aliento, y Draco se entregó por completo a las eróticas sensaciones que asaltaban su cuerpo. Su orgasmo se formó rápidamente, y Draco le dio la bienvenida con un sollozo casi de alivio. Su polla apenas había dejado de chorrear cuando esa adorable boca y los hábiles dedos fueron retirados, dejando a Draco lleno y vacío... pero no por mucho tiempo.

Un pesado cuerpo avanzó entre los muslos extendidos de Draco y una dura polla penetró su liso y palpitante agujero.

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Harry se deslizó hacia arriba y entró en Draco con un golpe rápido. Draco abrió la boca, y sus rodillas se apretaron contra las caderas de Harry. Más espasmos sacudieron su cuerpo mientras su polla expulsaba otro chorrito de semen. Harry siguió adelante hasta que quedó enterrado totalmente en el tembloroso agujero de Draco. Entonces se retiró y empujó de nuevo, una y otra vez. El cuerpo de Draco se apretó perfectamente al suyo, y Harry se perdió en la sensación de deslizar su polla dentro y fuera del flexible cuerpo de Draco. Se sentía fantástico, y Harry supo que esto no sería lo último, no después de que había llegado a estar tan duro y adolorido por chupar a Draco.

Harry empujó dos veces más y culminó con un grito gutural. Una vez que sus músculos se relajaron, Harry se dejó caer hacia adelante, teniendo cuidado de mantener su peso fuera de Draco.

"Cabrón", murmuró Draco. Arruinando el efecto de su queja al bostezar.

"Nos casamos mañana", le anunció Harry con voz firme.

"No voy a casarme contigo. Ni siquiera me gustas".

"Sí, lo hago".

Draco soltó un bufido. "No, no lo haces".

"¿Ni siquiera un poco?", lloriqueó Harry.

"No".

Harry indignado se giró sobre su costado junto a Draco. "¿Ahora quién está siendo un cabrón?", gruñó.

"Amargado", Draco se burló de él.

Harry, sin embargo, no iba a rendirse tan fácilmente. "Discutiremos esto de nuevo sobre tu erección matutina".

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II.

Resumen: Harry cumple su (amenaza) promesa.

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Draco era vagamente consciente de unas manos rodando sobre su espalda y empujando sus muslos, separándolos. Unos hombros anchos abriéndose camino entre sus piernas, y Draco sonrió en su sueño. Unos dedos se apoderaron de la erección de Draco y la apartaron de su vientre. Un cálido aliento hizo cosquillas en la húmeda cabeza del pene de Draco y liberó un pequeño gemido de sus labios.

Cuando la prometida boca finalmente se cerró sobre la punta de su polla, Draco se despertó con un gemido de placer. "P-Potter", farfulló, parpadeando hacia los ojos verdes centelleando hacia él.

"Mmmm", musitó Harry en señal de entendimiento.

Las vibraciones chisporrotearon sobre la longitud de la polla de Draco y lo llevaron a arquear la espalda y gemir. Harry recorrió a Draco con los labios, los dientes y la lengua, chupando su polla con maestría. De repente, se alejó.

"¡No!", protestó Draco. "No te detengas".

"Dime que te casarás conmigo, y te daré lo que necesitas", gruñó Harry. Remarcando su frase con un simple toque de su lengua sobre la cabeza enrojecida del pene de Draco."Dime que lo deseas".

"No", se quejó Draco de nuevo.

"No, ¿no quieres terminar lo que empecé?".

"¡Sí!", jadeó Draco, levantando sus caderas en busca de algún alivio.

"Sí, ¿te casarás conmigo?", insistió Harry.

"No", se quejó Draco de nuevo. "No me gustas".

"¿Te gusta lo que hago para ti?".

"Sí...".

"Puedo hacerte esto todas las mañanas por el resto de nuestras vidas", le persuadió Harry. Pasó la lengua por una caliente franja hasta la parte inferior del pene de Draco. "Sólo di que sí".

Draco apretó sus dientes y sacudió su cabeza. Harry hizo un puchero antes de besar la punta de la polla de Draco con sus apretados labios. Movió su lengua por encima y alrededor de la cabeza con movimientos burlones. "¡Potter!", chilló Draco. "¡Chupa mi polla!".

"¿Así?", le sonrió Harry antes de bajar su cabeza y engullir la polla de Draco.

Las caderas de Draco se levantaron del lecho nuevamente, e hizo un sonido estrangulado de entusiasmo. Harry levantó su cabeza, dejando la polla de Draco, una vez más, despojada. Draco gruñó e intentó darle una patada, pero sus piernas todavía estaban atrapadas entre las mantas.

"Sólo di la palabra, Draco", le exhortó Harry. "Di que te casas conmigo, y voy a chuparte tan fuerte que tus ojos se cruzarán cuando te vengas".

"No quiero casarme contigo", se quejó Draco.

"Es una pena", murmuró Harry. "Podrías despertar cada mañana haciendo esto". Descendió sobre Draco, chupando y lamiendo hasta que Draco se retorcía y jadeaba y sus testículos eran delineados.

Cruelmente, la polla de Draco fue puesta en libertad otra vez. "¡Potter!", le gritó. "¡Por favor!".

"Cásate conmigo, Draco. Quiero que nuestro bebé sea criado por ambos padres".

Un sollozo ahogado escapó de Draco, y su cabeza se retorció de un lado a otro sobre la almohada.

"Hazme feliz, y yo te haré feliz", presionó Harry. Draco apretó sus dientes, y el sudor asomó sobre su frente. La lengua de Harry salió disparada dando un golpecito sobre la hendidura de la punta de la polla de Draco.

Draco se quebró. "Sí, maldita sea, ¡sí!", gritó.

"Sí, ¿te casarás conmigo?", presionó Harry para aclarar.

"Sí, ¡me casaré contigo!", gritó Draco. Sintiendo la magia brillar sobre él, pero su atención estaba en otra parte en ese momento. Draco gimió de alivio cuando la cálida boca, regresó a su pene e hizo brevemente el trabajo de terminar con él. Su cuerpo se inclinó frente a la cama cuando se vino con un agudo grito de placer. Cuando el pecho de Draco se detuvo jadeante, abrió los ojos y frunció el ceño ante el sonriente rostro de su prometido. "¡Te desprecio!", le espetó, rodando y pateando para liberarse de las mantas. Pisando fuerte, Draco, entró en el cuarto de baño y cerró la puerta detrás de él.

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Draco se tomó su tiempo en la ducha, planeando la manera de cómo salirse de su casamiento con Potter. Había sentido el cosquilleo de la magia, cuando finalmente se había rendido, pero seguramente debía haber una manera de escapar de su destino. Quizá podría hacer que Potter entrara en razón. El matrimonio los haría miserables, ¿verdad? Draco miró hacia su polla para confirmarlo, pero ésta colgaba en feliz reposo entre sus piernas. Draco soltó un bufido. El matrimonio era algo más que sólo buen sexo. Ante el pensamiento de sexo, su flácido pene se animó una vez más. "Traidor", murmuró Draco.

Cerró el grifo y salió de la ducha, agarrando una suave y esponjosa toalla verde para secarse con ella. Draco anudó la toalla alrededor de sus caderas y se aventuró al dormitorio. Se sintió aliviado al encontrar que Potter se había ido. Con un poco de suerte, Draco podría vestirse y Aparecerse en casa. Se puso ropa limpia de su bolsa de viaje y buscó su varita. Estaba perdida. "¡Maldita sea!", siseó Draco.

Abrió la puerta del dormitorio de golpe y se dirigió por el corto pasillo, deteniéndose patinando al ver a las personas en el apartamento de Potter.

"¡Ahí estás, Draco!", le sonrió Potter. "Kingsley ha accedido a realizar nuestra ceremonia de matrimonio", le dijo, señalando al Ministro Shacklebolt. "Y Oliver y Pansy han interrumpido su luna de miel para actuar como nuestros testigos".

Draco echó un vistazo alrededor de la reunión, notando que estaban entre él y la puerta. Estaba tan jodido.

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N/T: Bueno, estaba revisando algunas cosas y me topé de nuevo con esta traducción que, cabe mencionar, fue la primera que realicé. Así que me puse a releerla y ¡los errores que encontré! Y como mi TOC no me permite dejar las cosas así, decidí revisarlo y volver a subirlo ya corregido.

Ya saben que la historia le pertenece a enchanted_jae y la pueden encontrar en LJ.

¡Que tengan una excelente mitad de semana!

Gracias por tomarte unos minutos para leer.