Hechizo
Drabble
La Academia donde estudiaba Johan estaba en un país alejado y frío, quizá. Pero no tanto como el chico al cual habían transferido esa mañana: japonés, de ojos que competían con el clima polar y bastante desagradable. Decía llamarse Haou Juudai, alguien que se autoproclamaba mucho mejor que ellos y probablemente lo era, para desgracia de Johan, si podía costearse la admisión en su Academia de alto prestigio.
—¿Qué miras? -inquirió Haou sin poner algún matiz en su voz.
—A ti, idiota -afirmó Johan cruzándose de brazos- No sé cómo te soportas a ti mismo -dijo al observar como Haou desdeñaba a los que cruzaban por su lado.
Haou clavó sus ojos ambarinos en los esmeraldas del muchacho, que sólo consiguió tragar saliva. Por primera vez en mucho tiempo Haou sintió algo, pero no estaba seguro de qué.
—Eso es asunto mío, métete en tus propios problemas.
—¿Y si no quiero? -exclamó desafiante el peliazul avanzando unos pasos hacia donde estaba él, pues era el único al que no le afectaba el aura -maligna- que éste emanaba.
Haou sonrió como un desquiciado y avanzando de una sola zancada se posicionó justo enfrente de Johan, quien a pesar de ser un poco más alto que él y quizá más fuerte, sólo logró congelarse del miedo.
Se había pasado del límite e iba a pagar caro por ello.
El castaño le alzó el rostro, exáminandolo, ante la atenta mirada de un montón de estudiantes quienes esperaban ya el primer golpe, pero éste nunca llegó, en su lugar, Haou aprisionó a su víctima entre sus brazos, con furia y también con pasión, para besarlo, acariciando los músculos de sus hombros y espalda, provocando mil y un reacciones diferentes en Johan, todas diferentes a la original, la del miedo, después de lo cual se alejó como si nada hubiese pasado, sonriendo complacido, mientras que Johan se quedó en el mismo lugar con cara de idiota, sonrojado a más no poder.
Lo peor de todo no eran las burlas de sus compañeros o las miradas ansiosas de las chicas, que murmuraban que aquél era el beso de la muerte. No, lo peor de todo era que con tan sólo eso se había dado cuenta de que ya no podría querer a nadie más, aquellos ojos ambarinos lo habían hechizado para siempre, haciéndolo únicamente suyo, únicamente... propiedad de Haou.
FIN.
Notas de la Autora: Al final sí se me ocurrió algo con Haou x'DDDDD. Ok, oficialmente estoy loca, necesito desentoxicarme de tanto spiritshipping, es taaaan adictivo que va a terminar matándome x'DDD son las 3:14 am y sigo aquí... Anyway, ya hablando de la historia, no sabía cómo manejar a Haou así que cree un universo semialterno en donde aunque existe la Academia de Duelo, sólo hay una y es en donde está Johan, lo hice más que nada para que no saliera algo igual a mi anterior drabble. ¿Qué tal les pareció? Espero que les agrade, a mí me gusto º-º. Saludos y gracias por leer.
Ja ne!
