Los siguientes personajes pertenecen a Isayama. SNK.
Advertencias: Lenguaje vulgar| Yaoi (boys love) | Contenido heterosexual | Historia Out-canon.
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"Somebody told the stars you're not coming out tonight,
and so they found a place to hide."
-Arctic Monkeys, Black Treacle-
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La música era la única compañía que tenía en un cuarto iluminado solamente por la luz de luna que entraba por su ventana. A todo volumen el mundo tenía sentido, escondido detrás de un vidrio donde ocultaba mis inseguridades y miedos. Todos sonríen y me siento cada vez más lejos de él. Mirando desde la distancia, nunca me había sentido de esa manera. Tan sólo me puedo preguntar; ¿Habrá alguien destinado para mí?
No quiero escuchar la respuesta.
Hacía ya un año que la banda se había formado, éramos un grupo de cinco estúpidos chicos que no tenían nada mejor que hacer y nada que perder. Tan sólo un día le propuse a Marco a formar una banda y aceptó, desde entonces practicamos por las tardes en el garaje de Connie. Nadie, a excepción de Marco, se lo toma en serio. Él siempre intenta motivarnos a tocar en público, sin embargo nadie se anima. Incluso yo que fui el fundador sé que es imposible, si piensa que esto es una jodida película o un manga shojo está muy equivocado, la realidad es que nadie puede triunfar sólo por tener un poco de talento y a pesar de que soy un negativo hasta la mierda terminé por aceptar una petición de Marco después de rogarme un mes. Después de todo sería en un pequeño bar y sólo tocaríamos una vez, ni siquiera recibiríamos paga y seguramente nos abuchearían, pero Marco insiste en que todo saldrá bien y que incluso invitó a algunos amigos para vernos. A mí me importa un poco, con el simple hecho de tocar me siento bien, incluso si sólo nos ve una anciana senil me conformo.
El camerino –si así se le puede decir- era un cuarto sucio y pequeño que tenía mierda por todos lados, no podíamos acomodarnos y tampoco descansar un poco. Practicamos toda la semana, tocaríamos nuestras mejores canciones y con suerte podríamos pasar de la tercera. Sasha –que como de costumbre estaba comiendo- bromeaba con Connie y su risa era demasiado escandalosa para mi gusto. La quiero, es mi novia y una buena bajista, pero me rompe los huevos que sea tan irritante, en especial cuando está con Connie –quien por cierto parece pasársela mejor que conmigo-. Tan sólo quería un momento de silencio, ¿Era demasiado pedir? Estaba a punto de callarla, cuando entró al cuarto Marco con el rostro pálido y un deje de nerviosismo que no podía ocultar. Ni siquiera debía preguntar, es un tipo que no sabe guardarse las cosas.
Tenemos un problema—Connie y yo nos miramos momentáneamente. Quería pensar que no tenía nada que ver con el retraso de Reiner. Sí, me di cuenta de su puta ausencia, pero no deseaba perder el tiempo en pensar en él como si fuera su madre y decidí concentrarme en practicar. Solté un suspiro, cruzándome de brazos. Marco carraspeó, mirando por detrás de su espalda— Bueno… por suerte lo solucioné. Reiner no podrá venir, pero conseguí alguien más.
Eh, vale. Me estás confundiendo. —Interrumpió Connie— ¿Cómo que Reiner no vendrá? ¿Estás de joda?
Bueno, pues surgió un problema. Acaba de avisarme. —Marco se encogió de brazos, mirándome de reojo. ¿Se supone de debía decir algo? Si pudiera leer su mente seguramente así sería.
Me puse de pie, acercándome a Connie y colocando mi mano en su hombro para tranquilizarlo— Eso ya no importa, Marco lo solucionó. —Estaba cabreado, sí, pero si era sincero no me importaba Reiner. A él no le interesaba la banda, al igual que yo, sólo estaba para pasar el rato.— Y bien, ¿Quién es el suplente?
—¿Recuerdas a Eren? Bueno, conoce a alguien que toca instrumentos. Es un verdadero prodigio y por suerte, sabe tocar la batería.
Rodé los ojos, claro que me acordaba de ese hijo de puta. La chica de la que estaba realmente enamorado siempre tuvo la vista en él. Estuvimos en el mismo salón cuando entramos a primero y nunca se fijó en mí, solía verla con ese idiota y un día casi discutimos, sin duda alguna lo defendió a él. Por suerte conocí a Sasha, y aunque no es brillante, nos entendemos uno al otro.
Marco esbozó una sonrisa y como todo un presentador, se hizo a un lado y con la mano señaló a una chica rubia, pequeña y menuda del cuerpo. Era bonita, pero no tenía pinta de baterista. Su ropa era extraña, de cierto modo masculina, pero era fácil ignorar con esos grandes ojos azules. No es mi tipo, pero no negaré que tenía un encanto "tierno". Ella no dijo nada, frunció ligeramente el ceño y apretó los puños de la mano. Lucía bastante ansiosa.
¡¿Y tú cómo te llamas?! —Exclamó Sasha, acercándose a ella con aire amistoso. Se recargó en la pared y le dio una mordida a su patata, la joven sólo retrocedió unos cuantos pasos.
Hey, no la asustes. —Negué con la cabeza, ignorando la mirada fulminante de la castaña.— No es momento para hablar, debemos salir a tocar. Espero que lo hagas bien, es nuestra primera presentación.
Ella asintió. Encarné una ceja, ¿Acaso no podía responder?
La única vez que me subí al escenario fue en una obra de quinto y yo era el pasto. Me moría de calor y quería golpear a un estúpido niño que no dejaba de pisarme, desde entonces no volví a hacerlo. Estaba algo nervioso, aunque no lo admitiría con los demás, de cierto modo tenía miedo a fracasar. ¿Quién no? Tan sólo pienso en mi padre y cómo se queja de su vida, no quisiera terminar así. Si me llegan a gritar o insultar juro que después de patearle el culo me encerraré en mi cuarto para siempre.
Tomé el micrófono y subí al escenario, por suerte teníamos un pequeño telón que sólo mostraba nuestros pies al público. Todos nos acomodamos, nos miramos unos a los otros. Mi estómago era un nudo. Cerré los ojos por un momento, no podía ser tan malo, ¿O sí?
El telón se abrió, las luces apuntaron a nosotros y tuve que cubrirme el rostro con la palma de mi mano para no quedar ciego. El público era pequeño y sólo conocía a Ymir y su novia Historia, Mikasa Ackerman–Odio decir que fue ella de la que estaba enamorado-, el estúpido de Eren que no sé qué demonios hacía ahí y otros desconocidos que estaban pegados a ellos. Joder, no sabía que Marco era sociable.
Miré a Marco y el asintió de una forma cómplice. No debía pensar en tonterías, mucho menos teniendo una novata con nosotros. Tomé una bocanada de aire, era hora de hacerlo— Somos Trost. —Fruncí el ceño, no había sido la mejor presentación. Para evitar el momento incómodo, la chica nueva hizo sonar la batería al instante y todos nos dejamos llevar. Lo hacía muy bien.
Sour yellow fue la primera canción que escribí y la más importante también, me di cuenta de que al menos era bueno para algo y la canto con más emoción que las otras, es por eso que siempre comenzamos con esa canción. Era muy estúpida, hablaba sobre mi frustración y un mal de amores, pero no sonaba tan mal. Al menos el ambiente comenzó a animarse un poco, Historia no dejaba de gritar como una fangirl mientras Ymir intentaba calmarla, incluso Mikasa movía ligeramente la cabeza. Por un momento en aquel escenario pensé que podía hacer cualquier cosa; ese era mi gran error.
Nos sincronizamos muy bien y es algo que nunca había pasado, estaba tentado en pedirle a la chica que se quedara en la banda, pero debía discutirlo con los demás. En el momento del solo de Marco me di la media vuelta para mirarla, tenía los ojos cerrados y estaba muy concentrada, no paraba de sudar. Tan sólo quería reír, reír y reír. Era muy gracioso verla.
Tuvimos la oportunidad de tocar ocho canciones a petición del público, no estábamos preparados —pues sólo debíamos tocar cinco— así que tuvimos que improvisar con otras 3. Cerramos con Black treacle de Arctic monkeys, algo más tranquilo. Es una de mis canciones favoritas sin duda alguna.
Sasha se despidió por todos nosotros, sus diálogos eran mejores y decidí que sería mejor que ella nos presentara. Sudaba como perro y me tomé una botella de agua de un solo golpe, nos fuimos al camerino para tomar un pequeño descanso y después unirnos con los amigos de Marco. Connie se dejó caer sobre el viejo sofá con una sonrisa de satisfacción. Incluso yo me sentía bien. Había sido mejor de lo que creí, una sensación que nunca acabaría.
La rubia se quedó parada frente al umbral mirando el techo. Casi me había olvidado de ella, debía pedirle a los demás considerar la idea de unirla a la banda, pero Marco nos presionó a ir con los otros, por lo que no tuve oportunidad. Salimos con prisa, Marco no dejaba de hablar y planear nuevos eventos para la banda, pero yo no me sentía convencido. Sólo fue suerte lo que tuvimos hoy.
¡Lo hicieron muy bien! —Historia nos abordó en cuanto nos vio. Era una chica muy mona y agradable, una lástima que fuera lesbiana.
¡Gracias Historia! —Marco rodeó su cuello con su brazo, pero al momento de mirar a Ymir la soltó. Solté una carcajada, nadie en su sano juicio se metía con ella.
Hey, idiota. No toques a mi chica. —Ymir la abrazó por la espalda.— Nadie más puede tocarla, sólo yo.
Vale, vale. —Marco se rascó la nuca, nervioso— No vuelvo a tocarla. Estoy algo eufórico.
Marco nos presentó a Mina, una chica sonriente y algo sosa, a un tipo llamado Marlo con un corte ridículo y a un tío con una novia bastante pegajosa, si mal no recuerdo se llama Franz. Todos nos felicitaron, hasta Eren admitió que lo hicimos bien y sólo me limité a reír burlón y hacerlo enojar, por primera vez había un punto a mi favor.
Mientras Mina contaba una historia "graciosa" sí, tan graciosa que incluso Marco fingió reírse, miré a Mikasa que se encontraba sentada en una mesa vacía bebiendo una margarita, podía hablarle e invitarla a salir, ahora que era un chico "cool" no podía ser difícil, estaba de buen humor para hacerlo. Aprovechando que todos estaban en su rollo, me salí discretamente del pequeño grupo y dirigí con paso decidido hacia ella, como de costumbre estaba sola. Lucía preciosa, se había cortado el cabello y su vestido sólo me provocaba unas tremendas ganas de cogerla. Al menos una vez, sólo eso pedía, si Dios estaba de mi lado tendría una noche de ensueño.
A tan sólo unos centímetros de mí, la mujer perfecta le daba un sorbo a su bebida. Parecía que toda la vida sería así, si no era porque yo era un perdedor, algo más me impedía hablarle. Ese "algo" era la chica de la batería que se había atravesado frente a mí. Lucía algo molesta, arrugaba el ceño y hacía una mueca.
¿Qué haces? —Su voz sonó más gruesa de lo que debería ser. Era rara.
Pues nada, le hablaré a Mikasa. —Podía ser algo cínico, pero no me gustaba mentir. ¿No cuenta como una cualidad?
En vez de hacer eso deberías preocuparte por tu novia. —Dijo, apuntando con un dedo hacia una barra. Sasha estaba acostada sobre ella borracha, balbuceando tonterías y podían verse sus bragas.
¡¿Acaso es idiota?! —Me llevé las manos a la cabeza. ¿Por qué siempre tenía que hacer estupideces? ¡Y encima en un momento así!— Como me jode. —Dirigí la mirada de nuevo a la rubia— Tengo que ir con ella.
Sí, es obvio —Se cruzó de brazos, desaprobatoria— ¿En serio eres su novio?
Sí… —Dije con pesar, agachando la cabeza.— A veces me pregunto lo mismo.
La chica quiso reír, pero carraspeó de inmediato y volvió a su semblante serio.— Será mejor que vayas pronto.
Sí, sí. —Asentí. Me giré sobre mis talones— Por cierto, gracias. —Lo miré por encima de mi hombro. No, en serio, gracias por arruinar mi oportunidad de hablar con Mikasa. Sin embargo Sasha era una tonta y en serio me necesitaba— Por cierto, ¿Cómo te llamas?
—Soy…
¡Ay, qué calor hacer! ¡No soporto traer más este vestido! —El escándalo de Sasha, quien se paró sobre la barra y tomó con ambas manos la falda de su vestido, interrumpió a la niña y tuve que correr rápido hacia ella para que no se desnudara. Antes de volver a casa debía bajársela sí o sí, sus padres me matarían si la veían en ese estado.
Entre Marco, Connie y yo la cuidamos durante un rato en el camerino, hicimos todo lo que pudimos y volvió a un estado "normal" por no decir que ya no vomitaba y podría caminar sin hacer sospechar a sus padres, o eso quería creer. Me hizo pensar en nuestra relación y que sólo me causaba problemas, pero estaba siendo egoísta y no quería molestarla, además después de todo lo que pasamos hoy no podía tomar decisiones precipitadas. Decidí que era mejor esperar un rato en el coche, los demás ya se habían ido y sólo quedamos nosotros, los llevaría a casa y fin de la noche más extraña de mi vida. No sabía si sentirme feliz o deprimido.
Tomé mis cosas y le avisé a Connie, salí tan pronto como pude por la puerta trasera. Era lógico que en Alemania hiciera un frío de mierda, pero ésta vez creía que me congelaría en cualquier momento. Cerré la puerta y al darme la media vuelta la chica de la batería estaba recargada en la pared bajo un faro con una luz tenue. ¿Qué demonios hacía ahí? ¡Y sola! No era un gran caballero, pero hasta yo sabía que era peligroso estar a las cuatro de la mañana en una calle solitaria.
¿Por qué no estás en casa? —Me acerqué a ella, llamando su atención— Es peligroso estar aquí.
—Quería saber cómo estaba Sasha.
—Bueno, ella está bien. No tardan en salir, si quieres te llevamos a casa.
Claro, gracias. —Esbozó una tímida sonrisa. Me hacía recordar las lolis de las que solía hablar el patético Connie; plana, tierna, "kawaii".— Oye, me agradó tocar con ustedes. Es la primera vez que hago algo así, a mí me gusta el jazz y no había probado otra cosa, pero no me arrepiento de nada. —Sonreí de lado y me recargué en la pared junto a ella. ¿Esos eran los recuerdos de los que los adultos hablan? Insisten tanto en que debemos pasarla bien mientras seamos jóvenes. Cuando sea adulto, ¿Pensaré en esto como algo bueno que pasó en mi vida? — Hoy las estrellas brillan más. —Alzó la mirada hacia el cielo, la imité al acto sin razón alguna. Yo no noté nada, pero al verla de reojo y su emoción, creí que era cierto.
Eso creo. Tampoco creí que algún día tocaría en público, no estuvo tan mal. Lo hiciste bien, mejor que Reiner. —Fruncí la nariz, aún no podía decirle nada, pero al día siguiente discutiría con los demás, seguramente Reiner lo entendería. Después de todo estaba más concentrado en los deportes—Por cierto, no me dijiste tu nombre.
Ah, es verdad. —Ella me miró, sonriendo— Soy Armin Arlert.
Esperen un momento. Abrí los ojos como platos y de no ser porque en ese preciso momento Marco y los demás salieron, habría gritado y vuelto loco. ¿No es "ella"? Es… es… ¡¿Un hombre?!
¡Hola! Ya hacía algo que no me pasaba por aquí. Estoy completamente seca de ideas con las demás historias, pero nunca está de más escribir una nueva. -Sí, me gusta sufrir.- POR PRIMERA VEZ escribió una historia de boys love. No soy fan de yaoi, ni siquiera me gusta mucho. Y sin embargo esta idea la tenía en la cabeza y no me la quitaba, no podía poner otra pareja que no fueran ellos dos. Al final en SNK no hay nada canon, salvo YmirxHistoria ES OBVIO QUE LO ES. Por eso las puse juntas 3 Y gracias a eso podemos shippear a todos contra todos(? Estoy feliz de escribir esta historia, es algo nuevo y espero que las personitas que lo lean les agrade. Hay mucho LevixEren, JeanxEren, ErwinxLevi; y como que quise probar una pareja no taan común -o es creo-. La historia es narrada en primera persona, nunca lo hago así que YOLO. Los capítulos serán narrados por otros personajes y desde su punto de vista, algunos más profundos, otros con lenguaje coloquial. Etc.
La historia será lenta, lo advierto. No quiero apresurar las cosas, así que no habrá nada hard al menos por ahora. No sólo es una historia de amor, es de unos adolescentes y sus dudas existenciales. De amor, confusiones, blah, blah, por lo que el final puede ser inesperado. Espero que esa temática les guste. Tan sólo fue una pequeña introducción, los siguientes capítulos serán más largos. Tampoco no todos serán homosexuales/lesbiana. Habrá de todo.
Cualquier aclaración, duda, sugerencia -en especial la última, ya que soy primeriza- es bien recibida, sin insultos claro. Cualquier error, disculpen.
Chaito.
