INALCANZABLE.

Ushijima lo sabía. Él sabía que Oikawa Tooru nunca lo vería de la misma forma en la que lo veía él, lo supo desde la primera vez que este rechazó ir a Shiratorizawa. Aun así, por más masoquista que sonora, seguía manteniendo su esperanza viva, porque anhelaba, soñaba y desesperadamente quería que aquél castaño le dijera que sí y se convirtiera en su armador, pero había un pequeño problema, – tal vez, el único – un problema que tenía nombre y apellido: Iwaizumi Hajime.

Aquél chico un poco más bajo que el armador, pero, que aun así lograba robarle más de un suspiro a quien se suponía que debía estar en su equipo. Y es que Ushijima no era ciego, él podía ver como Oikawa miraba a Hajime y como Hajime le devolvía esas miradas a Oikawa, miradas que gritaban complicidad, compresión, pero sobre todo amor y eso era tal vez lo que más le dolía, le dolía ver como Tooru y Hajime eran inseparables, le dolía ver como él servía para su compañero, le dolía ver como siempre su cálido semblante cambiaba a uno duro y lleno de resentimiento cuando se acercaba.

Y se había resignado a que siempre fuera así, era por eso que en la cancha daba lo mejor, porque si Oikawa se había encargado de robarle el corazón y salir triunfador, él le robaría lo único que podía, su anhelado sueño de quedar campeón, porque era la única forma en la que podía - y sentía - que quedaba a mano con el castaño, pero, aun así le dolía, le dolía ver la frustración en aquél bello rostro, le dolía ver correr esas pequeñas lágrimas que se confundían con su sudor, le dolía ver que era Iwaizumi quien lo apoyaba y le dolía saber que era él que le hacía sufrir, sin embargo, se repetía a sí mismo – tal vez para disminuir el dolor - que el único culpable era el propio Oikawa por no ir al lugar donde se supone que estaba destinado y así como Oikawa estaba destinado para Shiratorizawa, Ushijima estaba destinado para Oikawa, pero este último, como siempre, tan orgulloso y altanero se atrevía a desafiar al destino, o tal vez, solo tal vez, su destino era que Tooru siempre sea inalcanzable para él.

Y con ese pensamiento, Ushijima sonrió, porque no le importaba que el castaño sea inalcanzable, se arriesgaría y trataría desafiar a su miserable destino, porque no pararía hasta que Oikawa voltee a verlo, porque si de algo estaba seguro Ushijima era de que Oikawa era el único para él.


Es mi primera historia (?) mejor dicho drabble xD

Espero que les haya gustado. Me ha encantado escribir esto, porque, no sé, el mundo necesita más UshiOi y más si es angst :D Ushijima merece a Oikawa :'c Tal vez, próximamente escriba algo en donde mi hermoso UshiOi sea feliz :'D O tal vez otro drabble centrado en Iwa-chan sobre lo que piensa del crush de Ushijima :D