Disclaimer: Todo lo reconocible a la famosa saga de Harry Potter es de la fabulosa J.K. Rowling, yo soy una simple muggle que juega con sus personajes, estos no me pertenecen, la invención de "Magia oculta" sí. (#DiNoAlPlagio)


N/A

¡Hola y Feliz Año!

Este es mi primer Fic, por lo que estoy nerviosa y emocionada en partes iguales, se me ocurrió que era un buen segundo día del 2018 para publicarlo. He sido lectora de Fics Dramione desde hace mucho y como tal haré honores a esta pareja en mi historia. A pesar de haber leído muchos, no sé si serán suficientes como para que el tema de la misma no se repita.

La idea surgió a partir de una charla con mi prima Angelina Priorincantatem (otra potterhead con quien tengo más proyectos de Fics) y decidimos juntas algunas cosas. Por lo que debo agradecerle su compromiso con la historia y su magnífica dedicación para explicarme y lavarme el cerebro con magia.

Aclaraciones:

Puede que en este primer cap no se entienda mucho la trama y qué ha sucedido con los personajes para que terminen en el lugar que se encuentran actualmente. Pero la idea es que a medida que pase la historia, se vayan enterando.

Los personajes son como me los imagino de grandes, he intentado que sus personalidades estén acordes a sus edades y sin actitudes infantiles, por lo que las rivalidades que se puedan suscitar, serán más importantes y ya no tanto referidas a molestar porque sí al otro (espero haber sido clara).

Tengo una imagen formada de Hermione, distinta a como se ve representada en algunos fics. Creo que ella es valiente y muy inteligente, por lo que no aparecerá como una sumisa y cobarde aquí.

Sin más preámbulos las dejo con la historia...

Fin N/A


CAPÍTULO 1 - Primer Contacto


Frío. Un escalofrío sacudió su cuerpo, a partir del primer contacto con la tierra húmeda. La sentía resbalar entre sus dedos. Empezó a caminar segura y decidida por un sinuoso bosque que, a pesar de no ver, percibía el espacio que la rodeaba, sus colores se olían, sus sonidos se tocaban. Un leve roce, acariciaba sus sentidos como si la lógica del mundo que conocía se perdiera. Su cuerpo era un simple medio que la transportaba, su identidad era solo una parte del todo que cubría su ser. Sintió un tirón en su vientre, al parecer algo la estaba llevando, la deslizaba lentamente, sin pausas, ni titubeos. Con cierta curiosidad, se sorprendió no queriendo luchar contra esa energía mágica que la desplazaba. Despacio se fundió en esa atmósfera. Por primera vez se identificó con algo que desconocía.

12 de mayo, 2003

Hermione respiró profundamente antes de abrir los ojos, para dejar que se asiente en su memoria aquel sueño. Se llevó una mano al estómago para sentir las últimas vibraciones.

Decidió no pensar en eso, probablemente, tenía hambre. Realizó su rutina diaria y bajo a desayunar.

A medida que se acercaba a la cocina, de Grimmauld Place olía a tostadas quemadas y escuchaba el sonido de un rasguido tras otro.

- Harry, va a desaparecer si la sigues raspando - Dijo Hermione a su amigo. Éste se tensó frente a la sorpresa, se dio media vuelta y la miró con fastidio.

En ese momento los interrumpió un sonido que venía de los pantalones de Hermione. Sacó del bolsillo su celular y lo miró extrañada.

- ¿Quién es? - Preguntó Harry.

- Ronald - Dijo ella sorprendida. No era usual que éste le llamara, menos a esa hora. Miró el celular dudosa y atendió - ¿Hola?

Silencio.

- Ron - dijo Harry poniéndolo en alta voz.

Un ruido raro se escuchó del otro lado.

- ¿Esta...roncando? - Dijo Hermione. El ruido se repitió.

- Definitivamente.

"¡Ronald! ¡Ronald Weasley! ¡Baja en este instante!"

Harry y Hermione se alejaron del audífono y cerraron los ojos. Luego escucharon un quejido fuerte y otro ronquido a continuación. Acto seguido cortaron la llamada, se miraron y rieron durante un rato.

Después del desayuno se aparecieron en el ministerio y cada uno se dirigió a su respectivo departamento.

Tribunales, Ministerio de la Magia Británico

Hermione aclaró su garganta y comenzó su muy elocuente discurso:

- Señores del jurado, consejo, ministro Shacklebolt - anunció dirigiéndose a cada quien - es bien sabido según lo que la historia nos ha enseñado, que las ideas conservadoras que nuestra sociedad mágica ha defendido durante siglos, ha tendido a perjudicar más que a beneficiar, especialmente a aquellos que no son de linaje enteramente mágico - hizo una pausa para mirar a los sagrados veintiocho - poniendo en desventaja a un gran sector de la sociedad y generando divisiones en nuestra comunidad. Es por eso que en representación de la Asamblea de Restitución de Leyes Mágicas de Inglaterra, pido a consideración que se pongan en marcha, urgentemente, el "Proyecto de Integración Temprana de Magos Hijos de Muggles".

- Gracias Señorita Granger - Dijo el Primer Ministro - ¿La oposición tiene algo que objetar?

En el otro extremo de la sala, una figura masculina destacó frente al tribunal . Su voz segura e intimidante se deslizó por el espacio.

- Una pregunta importante que deberíamos hacernos, es: ¿Quién pagará por todo esto? - enfatizó con una sonrisa torcida - ¿Cuánto personal necesitaríamos para que esto funcione? Coordinadores, administrativos, tutores y eso sin mencionar a aquellos que se dediquen a cubrir los accidentes mágicos que produzcan los niños. Necesitaríamos todo un nuevo departamento para eso - finalizó con un gesto irónico.


Hermione llegó al ascensor y se ubicó al fondo con una mueca de regocijo en su rostro. Junto a ella se acomodó su legendario némesis.

- Granger.

- Malfoy.

Asintieron respectivamente.

- ¿Piensas celebrar tu triunfo...? ¿Dónde? - Levantó una ceja perspicaz - ¿En la biblioteca? - Ella resopló, disimulando una sonrisa.

- No hay tiempo para eso, tengo que comenzar a organizar la estructura del nuevo departamento. Por cierto...gracias por tu brillante idea - los ojos grises brillaron con deleite.

Draco no esperaba menos de la sabelotodo, disfrutaba de cada encuentro que tenían en el tribunal. Sus combates dialógicos, solían ser su parte favorita del día.

- No te entusiasmes Granger, me debes una - gruñó.

12 Grimmauld Place

Harry escuchó la puerta de entrada abrirse y cerrarse, lanzó un suspiro para sí mismo. Se suponía que su amiga llegaría más tarde, tal vez acompañada, tal vez no. Una oleada de triste frustración llenó su pecho.

- ¿No ibas a cenar con el primo Francés de Diggory? Sonabas entusiasmada con la idea ayer por la tarde.

- No preguntes. ¿Le agregaste pimienta ya? - dijo desviando el tema, mientras observaba la humeante olla de comida sobre la que se encontraba Harry. Éste la miró severamente unos segundos, ella se rindió y rodó los ojos - Resulta que Jean Diggory no respeta los horarios acordados, llegó diez minutos tarde, me llamó "Gegmione Gengeg" y como si fuera poco, se creyó con el derecho de pedir por mí la cena. Claramente, no podía estar un minuto más con él y decidí volver a casa contigo - dijo sonriendo.

"Puntualidad". Lo mismo de siempre. "Pidió la cena por mí". Típico. "La pronunciación de su nombre", esa es nueva, vaga y apresurada. Harry hacía notas mentales mientras su amiga inventaba pretextos.

- Excusas, excusas, excusas.

- No empieces y apaga ese fuego a menos de que quieras raspar el fondo de la olla como si fueran tus tostadas matinales - dijo y Harry no pudo evitar reírse - Además, no sé de qué me acusas, tú no tienes una cita desde hace 4 meses.

- Pero mis relaciones duran más que tu propio récord, que fueron… ¿tus precoces dos meses con Ron?

- ¿Cómo lo recuerdas? eso fue hace 5 años.

- ya sabes, solo me preocupas - la rodeo por los hombros con un gesto paternal.

En el instante en que Harry la rozó ella pudo sentirlo. La sensación de un recuerdo lejano vino a su mente. Detectó el recorrido de la magia en el cuerpo de su amigo, como un río que fluye por sus venas. Esto la sobrecogió, de tal manera, que perdió el equilibrio y simplemente su mente se apagó.


Draco se apareció en la prominente entrada, marcada en columnas de mármol color verde oscuro, de la antigua Mansión Nott, a las 12:30 del mediodía para su habitual almuerzo con su colega y amigo Theodore.

Una elfina chispeante lo recibió con alegría y lo arrastró hacia el comedor principal. Ahí se encontró, sorprendido, con dos personas en vez de una, como él esperaba. Automáticamente su postura y rostro cambiaron. Una transición sutil: de despreocupación a frustración y enojo controlado. Era crucial que el inesperado comensal no sospechara de su verdadero humor.

A la cabecera de la larga mesa se encontraba el dueño y heredero del nombre Nott, y a su izquierda un robusto y casi calvo hombre, con un bigote que podría competir con el de su antiguo profesor de criaturas mágicas, Hagrid.

- Ah, justo a quien esperaba, Señor Malfoy ¿Cómo han sido los resultados de los tribunales? ¿Será que podremos abrir el whisky de fuego? – Preguntó, imperiosamente, su cliente más importante y menos apreciado.

- Me encantaría que esa fuera la situación Señor Rowle, pero la asquerosa sangre sucia está ganando seguidores. - Contestó Draco con una mueca de asco al referirse a su contrincante en los proyectos de Ley Mágica. El rostro del viejo Rowle se encolerizó al instante. - Lamentablemente utilizó nuestras defensas a su favor, volviendolas parte de su proyecto.

Antes de que su cliente replicara, Theodore intervino suspicazmente.

- Bien, sabíamos que podría suceder algo así. - Internamente Theo se regocijaba en el éxito de su plan, puesto que ellos esperaban esa reacción inteligente de ella. - Lo que no esperábamos es que tuviera tanto apoyo en el Wizengamot. Aparentemente estamos perdiendo gente con espíritu purista que defienda nuestras tradiciones. -Draco asintió solemnemente a su amigo.

- Lo lamento Señor Rowle, trabajaremos duramente en rebatir estas nuevas leyes y proyectos. - Reafirmó Draco.

- Pues eso espero, en este último año han perdido tres de los más importantes debates en los que les hemos confiado nuestra fe. - Herbal Rowle gruñó entre dientes.

- ¿No estará usted insinuando que hemos perdido el talento? ¿O sí? Tres perdidos, cuatro ganados. - Theo remarcó.

- ¿Talento? se necesita más que talento en la política. Necesitamos más propaganda de lo que debe ser, y alguna vez fue, nuestro mundo. Recordarle a la gente quienes somos los que tenemos el poder, es nuestra prioridad. - Finalizó Draco con una sonrisa torcida, y la mirada fría puesta en los enojados ojos del viejo regordete, esperando que se lo creyera.

Unos instantes más tarde, Herbal Rowle se marchó de la mansión convencido de que tenía a los muchachos adecuados a su disposición.

Unos ojos verdes miraron de soslayo al rubio, hasta que hicieron contacto con los de éste. No pasaron ni dos segundos para que estuvieran sumidos en violentas carcajadas.

- "Tres perdidos, cuatro ganados" - Se burló Draco - ¿Qué es esto quidditch? - volvió a reír.

- ¿"Recordarle a la gente quienes somos los que tenemos el poder"? - replicó Theo entre risas - ¿Quién eres? ¿Voldemort? - Rieron otra vez - Bueno... la tenemos difícil - suspiró recapitulando - Tu idea de hacer propaganda es brillante, pero nos está faltando una pieza esencial para llevarla a cabo. Debemos convencerlos a ellos de que estamos intentando persuadir al resto de la sociedad mágica, de volver a las raíces tradicionales, cuando es todo lo contrario - puntualizó.

- Tienes razón Theo. – Confirmó Draco - Necesitamos…- se quedó pensando - Necesitamos... - repitió, pero al instante un brillo apareció en sus ojos, tenía una idea - Necesitamos a mi madre.


N/A

¿Y bien? ¿Qué les ha parecido? Raro, ¿Verdad?

Sé que deben tener una laguna... bueno esto es como un comercial, les he mostrado muy poco del producto real para que sigan leyendo. Ojalá no sea el efecto contrario.

Nos vemos en la siguiente nota, en el siguiente capítulo y espero que en algún review.

Hasta la próxima!

Cygnus.

Fin de N/A