Como ya dije en el summary, este fic está relacionado con mi one-shot Puericia. Recomiendo leer ese fic primero, pero no es obligación.
Disclaimer: Todos los personajes que puedan reconocer pertenecen a Disney, no son de mi propiedad.
Castillo en el aire
Capítulo 1: Dejando las islas
¿Cómo rayos pude fallar?
Tenía el viento a mi favor, mi plan estaba casi completo. Pero todo se tuvo que ir al traste. ¡Debí matar a Anna en vez de dejarla sola en esa habitación! ¿Cómo pude ser tan tonto? Y Elsa… ni hablar. ¡Rata inservible! No descongela el invierno cuando se lo pido, pero lo hace cuando mi objetivo ya está arruinado.
Mujeres. Por eso las detesto, no sirven para nada.
Como quisiera en este momento ver muertas a esas dos y reírme en sus tumbas. ¡Quisiera matarlas yo mismo, con mis propias manos! Me han arruinado la vida.
Por culpa de ellas pasé un mes entero en prisión. Ahora qué he hecho… pues nada, solo estar encerrado en mi habitación para evitar verle la cara a mi "familia". Y desde que volví aquí no he sabido nada de mi mejor amigo, tal vez se decepcionó y se alejó de mí, o no sé. ¡Y además! Me enteré de que alguien se llevó mi barco, ahora no podré salir de este reino infernal hasta que ese "ladronzuelo" regrese.
No puedo salir de las islas, ¿podría ponerse peor?
Ya mi vida es aburrida, no es como era antes. El incidente de hace tres meses me perjudicó bastante, ya ninguna princesa heredera me quiere como consorte (aunque por una parte me alegra). Lo bueno es que he sido perdonado, no perdí mi título de príncipe ni mi cargo de almirante. Aunque mi padre me regaña cada vez que me ve y ni hablar de mis hermanos.
A quién engaño… podría ser peor, mi vida ya era un asco antes de lo ocurrido.
"Toc Toc"
–Alteza, ¿puedo pasar? – dice una voz del otro lado de la puerta.
Ya que…
Abro la puerta para ver a un guardia del palacio.
–¿Qué se te ofrece? – me apresuro a preguntar. No tengo ganas de ver a nadie en estos momentos.
–Siento molestarlo, príncipe. – se disculpa, y yo hago una mueca de disgusto. – Pero nos informaron que su barco está llegando al muelle. Usted pidió que le informáramos de ello.
–¿Mi barco? – exclamo feliz. – ¿Ya está en el muelle? – pregunto rápidamente.
–Sí…
Ni bien el hombre terminaba de decir eso y ya salgo acelerado camino al muelle.
–Gracias. – grito por lo lejos al hombre.
–¿Ves el barco, Sitron? – le pregunto a mi corcel, el cual monté para venir aquí. Mi caballo relincha. Comienza a cabalgar y me deja frente a la embarcación que reconozco de inmediato. – Wow, aquí está. Gracias compañero. – le digo a Sitron mientras lo acaricio.
Lo desmonto para acercarme a la embarcación. Los marineros me saludan con amabilidad, y devuelvo el gesto. – Sitron, ¿quieres saber quién se llevó mi barco sin mi autorización para darle un buen golpe? – digo a mi caballo.
–¿En serio te atreverías a golpearme? – escucho una voz atrás de mí.
–¿John? – exclamo algo confundido. – Acaso… ¿tú te llevaste mi barco? – pregunto.
–Espero que no te moleste. Como estabas en prisión pedí permiso al rey para usarlo. – me explica.
–Entonces mi mejor amigo no me fue a visitar a los calabozos solo porque… ¿se encontraba viajando?, ¿es enserio? – digo con ironía, lo que hizo reír a John.
–Hey, lo lamento. Conste que fui a visitarte para pedirte autorización, pero te encontrabas durmiendo. – me cuenta. – Por cierto, roncas muy fuerte. – dice levantando una ceja.
–No hay tiempo para tus bromitas. Mientras estabas viajando yo moría por salir de aquí, pero no podía. – me quejé.
–Pues, ahora puedes irte del reino si gustas. Solo déjame sacar mis cosas del barco. Además debes prometer que vendrás a visitarme seguido y… – lo interrumpo.
–Espera espera, ¿piensas que me iré sin ti? No señor. – le digo con voz firme. – Tú me acompañarás, como siempre lo haces.
–¿Acompañarte? Pero…
–No se hable más. – interrumpo. – Vendrás conmigo porque yo lo ordeno. ¿O tienes algo más interesante que hacer?
–No, es solo que… – balbucea. – No, nada. Está bien, iré contigo a… donde quieras ir. – acepta al fin. – Por cierto, ¿a dónde piensas ir?
–A donde sea. – confieso. – Lo importante es alejarnos un buen tiempo de las islas.
El barco zarpó de noche. Veo como nos alejamos lentamente de Las Islas del Sur y sonrío levemente, pero debo reconocer que una parte de mí está triste, después de todo es mi hogar.
–¿A dónde iremos primero? – me pregunta John que se encuentra frente a mí sosteniendo un mapa.
–No lo sé, tú dime algún lugar interesante.
–Podríamos ir a Tyholmen. Nunca lo has visitado y es un reino muy lindo.
–Podría ser. – le digo, luego me da una punzada en la cabeza. – Por otro lado, hasta el nombre del reino me da dolor de cabeza. – confieso.
–Oh vamos, ¿es por la princesa Emilie?, ¿aún no la olvidas? ¡Han pasado años, Hans! – exclama.
–Corrección: Reina Emilie; y… ¡Claro que la olvidé! – grito con la misma intensidad. – Y gracias a ella creció en mí un odio hacia cualquier mujer, ¿o ya lo olvidaste? – pregunto sarcástico. – Pero no, no es por ella, es porque le guardo un rencor a ese reino, en general. – me excuso.
–Sí, claro. – se burla. – Es por ella, no veo otra razón para que odies a ese reino.
–No me preocupa ella, John. Además, ella está en Weselton como reina. – le recuerdo y luego me río. – Ella logró lo que yo no, ser gobernante de un reino. – reconozco en un susurro.
–Bueno… creo que Tyholmen no es una buena opción para ti. – dice mi amigo dirigiendo su vista nuevamente al mapa.
Para ayudarlo comienzo a ver aquel mapa.
–Podríamos ir a Weselton. Tampoco he ido a ese reino. – ofrezco una opción.
–No, a todos lados menos a ese. – me grita.
–Oye, relájate, no le veo el problema. – lo calmo, frunciendo el ceño.
–Lo siento. – dice. – Pero no quiero ir a ese reino.
–Está bien.
Comienzo a ver otros lugares para visitar. Tyholmen descartado. Weselton descartado. Las Islas del Sur, acabamos de salir de ahí. Arendelle… ¡cómo llegué a esto! Corona…
–Podríamos ir a Corona. – finalmente digo.
–Me parece perfecto. – acepta John, posando su dedo índice en el mapa. – Solo hay un problema. – confiesa pasando su dedo por el mapa, haciendo el trayecto rumbo a ese reino. – Debemos pasar cerca de Arendelle.
–¿Y? – pregunto confundido. – Si lo dices por mí no me molesta en lo absoluto pasar cerca de ahí. – asumo haciendo una (falsa) sonrisa.
–No mientas. – me guiña un ojo. – Y no, no es por eso. El problema es que están en guerra. – me informa.
–¿Qué? – exclamo sorprendido. No me esperaba que un reino tan pacífico estuviera en guerra.
–Espera, ¿no lo sabías? Llevan meses así. – niego con la cabeza. – Debes informarte más, chiquillo. El rey Klemens de Weselton se indignó al perder un socio-mercantil tan importante como Arendelle, así que decidió tomar esos bienes y riquezas por la fuerza. Debemos tener precaución si pasamos por ahí, ¿entendido? – arquea una ceja.
–Sí, jefe. – afirmo con tono de juego. John niega con la cabeza.
–No tienes remedio, Hans. – dice dándome unos suaves golpes en el hombro.
¿Así que Arendelle está en guerra? No tendrán oportunidad con un reino tan poderoso como Weselton. Lástima por ellos.
Intento contener mis ganas de reír.
Escucho un estruendo cerca de nosotros que me hace voltear.
–¿Qué fue eso? – pregunto con confusión.
Observo a John, quien solo se mantiene callado.
Me acerco al lugar en donde escuché el ruido. Veo unas cajas y a alguien en el suelo, cerca de las mismas. Infiero que ese "alguien" se tropezó con las cajas.
Por la oscuridad de la noche no logro ver de quien se trata.
John se acerca. – ¿Estás bien? – pregunta con tono preocupado y amable.
–Sí, lo siento. No me fijé por dónde iba. – habla la persona.
Ese tono de voz hace que abra los ojos como platos.
No conozco de quién se trata, pero sé solo una cosa: Es una mujer.
John la ayuda a levantarse. No es tan alta, así que pienso que es una muchacha que no pasa los dieciocho años.
–¿Qué haces tú en este barco, niña? – me dirijo a ella algo molesto.
¿Tenía que ser una mujer?
De repente me nacieron unas ganas de lanzarla al mar.
–Tranquilo, Hans. No la culpes. – exclama John, alarmado. – Ella ha estado en este barco desde el principio, desde antes de que tú subieras.
–¿Qué? – grito confundido.
–Hans… – se acerca a la chica y pasa su brazo por sobre sus hombros. – Te presento a Elise, mi hermana.
La niña me sonríe nerviosamente.
Me cruzo de brazos y la observo con fastidio. Veo que en su mano derecha sostiene un libro. Tal vez por eso se tropezó, estaba leyendo.
Hace una pequeña inclinación. – Un placer alteza, disculpe si le causé alguna molestia. – habla ella.
Me llevo una mano a la cara. ¿Ahora qué haré con esta chiquilla? No puedo deshacerme de ella… es la hermana de mi mejor amigo. ¿Tendré que soportarla en todo el viaje?
Hago un gruñido y me alejo. Necesito pensar.
–Wow, Hans. Espera. – dice John mientras me toma por los hombros.
–Ven. – suspiro. – Hablaremos de esto en privado.
–Explícame por qué hay una niña en mi barco. Sabes que odio a las mujeres. – hablo exigiendo una respuesta.
–Lo lamento, en serio. No quería decírtelo porque pensé que la obligarías a bajarse del barco. – se excusa.
–No has respondido a mi pregunta. – interrumpo levantando una ceja.
–Ella fue la razón por la que salí del reino, quería llevarla de viaje ya que siempre estaba encerrada en nuestra casa. Me pareció una oportunidad perfecta sacarla mientras estabas en prisión. Yo la llevaría a pasear y tú no tendrías que… bueno… estar cerca de una mujer. – explica nervioso.
–Perfecto. ¿Y ahora qué?, ¿planeas que viaje cerca de ella? Sabes que…
–No la notarás, te lo prometo. – me interrumpe. – Ella pasa mucho tiempo leyendo, se aleja bastante de la gente. Te juro que no te molestará.
Suspiro. Si no me molestará no le veo el problema.
–Está bien. – acepto finalmente. – Entonces la chica será aceptada en mi embarcación. – digo para calmarlo.
–Elise. – corrige.
–"Elise". – repito fastidiado. – Elise será aceptada en mi embarcación.
John tenía razón: Su hermana menor lee mucho.
Apenas amaneció, salió de "su" camarote para poder leer a la luz del sol. Ahora puedo observarla mejor, y para ser sincero no se parece en nada a John físicamente.
Mientras la chica lee sentada en una caja, mi amigo se mantiene en la proa del barco observando el horizonte con su catalejo. Yo solo me limito a observarlos, aburrido.
Hasta que escucho un ruido, y no se trata de los sonidos del mar.
–Escucho algo. – dice John mientras voltea para verme. – ¿Lo escuchas?
Asiento con el rostro y me acerco a él.
–Se escuchan como gritos. – opino en un susurro. – ¿Sabes qué es? – le pregunto.
–Creo que sí. – confiesa mientras me entrega su catalejo. Observo a través de él, mirando a lo lejos. Lo primero que puedo notar es un barco.
–Un barco. – digo en voz alta. – ¿Vendrán de ahí los ruidos?
–Supongo. Dudo mucho que el agua sepa gritar. – dice burlesco. ¿Es que nunca detiene sus bromas? – Acerquémonos. Tal vez necesiten ayuda. – ofrece John.
Suspiro.
–¿Pero para qué?, no es necesario.
–Hans… no seas cruel. – dice algo enfadado.
–¡Soy cruel! – exclamo con ironía.
–Solo acerquémonos. – exige.
–A la orden, jefe. – digo derrotado.
Nuevamente observo el barco mientras John va a dar la orden a la tripulación.
Los emblemas me son muy familiares, pero no logro verlos bien.
–Nos estamos acercando. – me informa John.
Asiento.
–¿Reconoces ese emblema? – le pregunto mientras le doy el objeto óptico.
Mira a través de él unos segundos y luego me regresa la mirada algo dudoso.
–Sí, reconozco el emblema. – dice mirándome preocupado.
Hago una mueca con el rostro, exigiendo la respuesta.
John suspira.
–Arendelle.
¡Holiwis guapuras de Dios!
En mi one-shot dije que tal vez haría un post-movie Helsa y... aquí toy :3
Les seré sincera, no tenía muchas ganas de hacer un post-movie, empezando porque no me considero buena para los "longfics" :c, pero al final me convencí.
¿Aburrido? Lo sé, no se me ha ocurrido otra cosa. Le tuve que pedir ayuda a una amiga y ella me dio esta idea y estoy intentando desarrollarla lo mejor posible, pero me está costando. Además está recién comenzando, les pido muuucha paciencia. Respecto al nombre del fic... tardé mucho en escogerlo, pero también mi amiga me ayudó con eso. En el futuro entenderán por qué le puse así.
Algo "off-topic": Tenía pensado subirlo mucho antes pero sufrí con algo, soy una fan del fútbol y fue triste que la selección de mi país fuera eliminada. En esos momentos tenía la cabeza en otro lado, pero ya lo superé :D
Respecto a como actualizaré: Tengo una vida ocupada, por ende no podré hacer actualización diaria (por desgracia), pero espero no hacerlos esperar demasiado. Tal vez actualice semanalmente, o no sé. Si demoro mucho no duden en regañarme cici!
Ahora un saludo especial a: Chikaalien, F, nekonippon, Grace. ¡Gracias por dejarme un review en mi one-shot Puericia, significa mucho para mí! :3 tengo un reto para ustedes: hay un "secreto oculto" en ese one-shot, espero que logren descifrarlo. Tal vez les dé pistas, pero aún no.
Espero que me dejen un comentario, las opiniones son siempre bien aceptadas. La idea es mejorar con cada crítica ;)
Nos vemos pronto chicos y chicas. Y !qué viva el Helsa!
Tapi
