"Cuestiones"
Siento el frío metal atravesar mi piel por tercera vez y yo vuelvo a gritar, el cuchillo se retuerce dentro de mi hombro antes de salir y la sangre sale a borbotes manchando mi blusa blanca.
Alzo la vista y veo su blanca sonrisa brillar con gusto, sus ojos muestran la felicidad que siente al hacer este trabajo, tiene el cuchillo encima de su cabeza listo para volver a atacar.
_Eso es todo_. Dice una voz_ Déjalo por hoy_. La voz desaparece.
Mi torturador lanza una maldición y escupe en el suelo cerca de mis pies.
_Nos vemos mañana_. Susurra deslizando la hoja filosa del cuchillo por mi mejilla.
Me contengo para no gritar ante el tacto y el ardor que sigue después.
Limpia su cuchillo y me salpica la cara con mi propia sangre, después se va y puedo darme el bello lujo de sufrir un poco antes que la enfermera llegue.
Me tomo el hombro y mi mano se pinta de rojo, siento mi carne palpitar aún con vida.
Me pregunto cuánto tiempo seguiré vivo, dudo que mucho, llevo así casi un mes pero siento que ha sido el más largo de mi vida, tengo el costado derecho vendado pero la herida se abre a cada rato, supongo que la enfermera volverá a molestarse.
Desde que me trajeron a este lugar me han torturado, Levi, creo que así se llama el chico que se dedica a rebanarme todos los días, tiene un trastorno mental muy grave que lo impulsa a actuar de esa manera, disfrutar del dolor y sangre ajeno, nunca he visto que titubee ante el hecho de herirme tanto, ni siquiera la primera vez, al contrario, ese día se paro ante la puerta de mi celda, sonreía mientras me miraba, al principio yo estaba tan asustado que le pedí ayuda pero él solo se río y con un movimiento rápido me atravesó la palma de mi mano con el cuchillo y volvió a reír psicóticamente. Después de que Levi me visita, me dejan solo como unos diez minutos, después llega Hanji, la enfermera y me cura las heridas, es una mujer joven pero machacada y acabada, no habla, solo mueve rápidamente sus manos llenas de quemaduras mientras me cura las heridas y después se va sin ni siquiera mirarme.
También hay otra persona pero no le conozco, no le he visto en todo este tiempo, solo oigo su voz detrás de la puerta, él es el que hace que Levi se detenga después de algún tiempo. Solo viene para eso y ya, no sé qué es lo que pretende exactamente pero creo que le tengo más miedo a él que a Levi, al menos Levi viene directamente a torturarme.
Oigo el clic que hacen las llaves de Hanji al abrir la puerta y después la veo tambaleándose hasta donde estoy. No me mira, solo me examina el hombro y el brazo que fue donde me hirieron esta vez, lava la herida con todo menos delicadeza, gruño varias veces y llego a morderme la lengua para no gritar, luego me pone alcohol y no logro contenerme y grito, lo demás es menos doloroso.
Después de vendarme, sin aviso me alza la blusa y checa el vendaje de mi costado, claro está otra vez manchado, me hace una seña para que me acueste y me quita las vendas. Miro la herida y casi me desmayo, esta pudriéndose, apesta y tiene mucha pues sin contar que hay partes verdes. OH DIOS, estoy muriendo muy lentamente.
Pero la enfermera no se inmuta y se pone a limpiar la fea herida, la desinfecta con casi media botella de alcohol, me pone otros menjunjes y al final me cambia la venda por una más limpia. Noto que otra vez estoy sangrando pero me alegra que no muera pudriéndome poco a poco. Le agradezco y ella solo me gruñe en respuesta.
Nuevamente estoy solo, recostado sobre el suelo frío, dentro de unos minutos me traerán ropa nueva y comida de algún lugar invisible.
Llevo un mes encerrado en este lugar pero no sé porque ni para que, solo sé que hace treinta y tantos días con un lunático torturador, una enfermera macabra y un hombre invisible. Suspiro y me levanto, casi al instante me arrepiento porque el dolor se dispara de todos lados, este chico sí que sabe donde herir. Me tiro al piso de nuevo.
Mi rejilla se abre y entra una muda ropa y comida, pero solo la veo, no tengo hambre y a pesar de que deseo quitarme esta ropa sucia no me apetece moverme de este lugar, tanto por el dolor como por el placer de sentirme cómodo por un momento.
_ ¿No vas a comer?_. Su voz hace que todos los vellitos de la nuca y brazos se ericen.
Muevo mi cuello para verlo mejor, trato de no hacer muchos movimientos para ahorrarme el dolor.
Me sorprendo de ver a Levi, tan normal, como cualquier chico que conocí, tiene el cabello peinado hacia atrás, la luz hace que se le vea gris pero yo sé que es negro, tiene la piel amarillenta pero sin el toque enfermizo, aún tiene ojeras pero sus ojos grises lucen normales, se ha quitado la camiseta blanca y la ha sustituido por una gris de manga larga, tiene unos holgados pantalones negros y va descalzo. Se ve tan normal, no hay toques de locura ni tiene esa sonrisa tan psicótica, aún siento mi propio sentido de supervivencia que me avisa que es peligroso lo que me alivia un poco ya que es el mismo tipo que lleva un mes torturándome.
_ ¿Vas a matarme?_. Pregunto con una sorprendente tranquilidad.
_No, aún no me han dado órdenes de matarte_. Responde de la misma manera, me sorprende que la plática parezca más sobre el clima que de ordenes sobre aniquilarme.
_Entonces… ¿Qué haces aquí?, si no me equivoco aun no ha pasado ni dos horas desde que me heriste el hombro_. Digo pero esta vez pongo más rencor en la frase.
Él suspira y se adentra en mi celda.
_Estoy aburrido_. Dice poniéndose acuclillas junto a mi cabeza.
Mi corazón se acelera y mi mente empieza a hacer todo tipo de pensamientos para saber que significa lo que dijo y que va a seguirle ahora.
_Oh no te preocupes, no tengo permitido hacerte nada hasta que sea la hora que se acordó, no puedo herirte ni hacerte ningún tipo de daño físico fuera de ese horario_. Agrega dejándose caer en el suelo.
Eso me calma un poco aunque no lo suficiente, no confió en él y tengo mis razones, aún así necesito estar alerta, herido o no, aún tengo fuerzas para luchar y morir en el intento.
Me toma por los hombros y yo me tenso al instante, parece notarlo pero aún así me obliga a incorporarme para poder sentarme, aprieto los dientes y se me escapa un gruñido. Jadeo en cuanto estoy sentado con la espalda recargada en la pared.
Levi va por la comida y la muda de ropa y se siente frente a mí, lo miro con desconfianza pero él me tiende el plato con una chuleta, puré de papas y brócoli, huele tan bien que el estomago me gruñe.
Sin avisar Levi se acerca a mí y mete las manos dentro de mi blusa y la saca por mi cabeza, grito, tanto por el dolor del hombro como por el miedo pero casi después otra blusa pasa por mi cabeza sustituyendo a la otra, esta es de manga larga y cuello en circulo casi como la que tiene Levi solo que en color blanco. Lo miro sorprendido.
_Incluso a ti debe darte asco tu propio aspecto_. Dice poniendo el plato en mis manos.
_Eso…_. Me quedo sin palabras_ Gracias, me dolió pero gracias_. Agrego y después le doy una mordida a la chuleta.
No dice nada mientras termino de comer, solo me mira con curiosidad y algo de fascinación como si nunca hubiera visto algo parecido a mí, pero creo que lo que piensa es que va a hacerme mañana, me estremezco de solo pensarlo.
Después de devorar el ultimo brócoli me tiende un vaso con agua y me lo bebo rápidamente, vaya de verdad tenía hambre, no recuerdo haber saboreado ni disfrutado de ninguna comida en mi estancia aquí, muchas veces no comía nada y otras dejaba la mitad y después vomitaba porque pensaba que podría estar envenenado o simplemente cuando la parte más salvaje de mi pedía cualquier cosa para detener el sentimiento de vacío en el estomago.
_Sigo preguntándome que haces aquí_. Digo limpiándome la boca con el borde de mi camiseta.
Él se encoje de hombros.
_Ya te dije que estaba aburrido.
_Claro y con venir aquí a atormentarme te diviertes, ya entiendo_. Digo acusativamente.
_ ¿Atormentándote?_. Dice con indignación_ ¿A eso le llamas atormentar? Te estoy alimentando y te cambie la ropa.
_Cosa que por cierto pareció más acoso sexual que ayuda, debiste avisarme.
_Como quieras_. Dice el tirándose de espaldas sobre el suelo y cerrando los ojos_ No voy a dormirme, así que no planees robar mis llaves para salir de aquí_. Dice cubriéndose los ojos con el brazo.
_Es bueno saberlo_. Gruño, después se me ocurre cuestionarlo_ ¿Por qué estoy aquí?_. Digo lo mas calmadamente posible.
Él abre un ojo y me mira, lo veo y noto al mismo Levi que viene todos los días a desangrarme, siento que me congelo.
_Es una buena pregunta_ Se limita a decir y vuelve a cerrar los ojos_ ¿Por qué crees que voy a contestarla?
_Buena pregunta_ Susurro un tanto decepcionado aunque para ser sinceros no esperaba que en verdad me respondiera.
No hablamos durante un rato, él medio dormido y medio alerta porque noto como a cada rato entreabre los ojos pero no tengo pensado escapar, tengo un hombro herido, un costado que estaba pudriéndose y una buena herida en la pierna derecha que aun no sana y va a dejarme cojera. No llegaría muy lejos en este estado.
_ ¿Levi es tu verdadero nombre?_. Pregunto con algo de miedo.
_Si_. Se limita a responder sin moverse.
_Bueno, yo soy Eren_. Digo casi en susurros
_Interesante_ Contesta y no sé si es sarcasmo o no, pero me callo y me llevo las rodillas al pecho, mirando una piedrecilla en el suelo gris.
Oigo suspirar varias veces a Levi y me pregunto qué piensa, será que ¿Realmente es como cualquier chico pero en algunos momentos determinados pierde el juicio y lo mandan a desahogarse conmigo? O tal vez tiene un desorden mental diferente. No sé.
Ya es muy entrada la noche y los parpados empiezan a pesarme, me recuesto en el piso e inmediatamente pierdo la conciencia, me acurruco y trato de imaginar que estoy en casa.
Un movimiento brusco hace que me despierte de golpe y me ponga inmediatamente alerta buscando la causa después siento el dolor del hombro. Pero no encuentro que fue lo que me despertó hasta que veo el piso a mi lado. Levi.
Salto hacia atrás como reflejo y grito aterrado pero el chico solo murmura algo entre dientes y se retuerce en el suelo, profundamente dormido. Por como esta acostado creo que me ha pateado y fue lo que me despertó.
Miro mi ventana y aún es de noche, bostezo y miro de nuevo el piso.
Así, totalmente dormido, Levi no parece tan peligroso, de hecho hasta parece tierno, el cabello se le ha despeinado y las ojeras casi no se notan, tiene el rostro relajado al igual que los hombros lo que le quita el modo salvaje.
¿Quién es él en realidad? ¿Abra tenido una mala infancia? ¿Por qué esta aquí? ¿Tiene familia? ¿Dónde está?
Es joven, tendrá unos dieciocho años a lo mucho, debería estar en la universidad, no aquí ¿Qué lo trajo a este lugar?
Me acerco lentamente y le hago a un lado un mechón de cabello obscuro. Vaya. Tiene las pestañas muy largas, mi corazón da un vuelco, trago saliva.
Estiro mi brazo para quitarle otro mechón de cabello pero su mano atrapa mi muñeca antes de que lo toque. Inmediatamente reacciono ¿Qué diablos estoy haciendo?
_ ¿Qué crees que haces?_. Gruñe repitiendo mi propia pregunta.
La sangre se me sube al rostro y me pongo muy nervioso. ¿Qué estoy haciendo? ¿Realmente estuve pensando todo eso hace un momento?
Me hago hacia atrás instintivamente, pero él no suelta mi muñeca y el hombro lanza gritos de dolor.
_Me estas lastimando_. Susurro con los ojos cerrados.
_No es lo que he estado haciendo durante todo este mes_. Dice con brusquedad, abro los ojos cayendo de repente en la realidad, es cierto, él se ha dedicado a herirme, lastimarme y torturarme sin tocarse el corazón siquiera solo porque me visitara un instante no cambia absolutamente nada. Él es un monstruo.
Me sacudo hasta que logro zafarme de su agarre. Me tambaleo y caigo hacia atrás.
Respiro con dificultad y lo miro molesto.
_ ¿No me digas que porque te visite ayer y te ayude creíste que las cosas habían cambiado? Que patético_. Dice escupiendo las palabras.
Me siento tan avergonzado, tan humillado siento que he caído tan bajo. Tengo ganas de llorar pero me contengo, no puedo darme el lujo de que se burle aun más de mí.
Él sonríe como siempre, extendiendo sus labios a todo lo que dan mostrando unos dientes blancos, es la sonrisa mas atemorizante que he visto, se que ríe por lo bajo y camina hacia la salida haciendo más sonora su carcajada.
Me hago un ovillo y empiezo a llorar, dejo salir todo mi dolor y miedo, no solo por lo que acaba de pasar. No, es todo este mes de muerte.
Me llega el desayuno ya cuando los rayos del sol entran por la ventana y me lastiman los ojos.
…
La hora de la tortura llega más rápido de lo que esperaba.
No sé porque pero parte de mi quería que Levi no viniese por sentirse mal por el trato de en la madrugada pero la otra parte gritaba que no fuera ridículo, que Levi era exactamente el mismo, no ha cambiado nada de un momento a otro.
El chico como siempre se recarga en la puerta y hace girar sus llaves en su dedo índice, sonriendo. Después se acerca lentamente hasta donde estoy.
Esta vez estoy sentada abrazando mis rodillas y lo miro fijamente hasta que está cerca de mí, se pone acuclillas y pone sus ojos a la altura de los míos.
_Buuuu_. Dice y después dispara una carcajada_ ¿Tienes miedo?_. Pregunta con inocencia fingida.
_ ¿Por qué no me matas y ya?_. Susurro.
_Excelente pregunta, Joven Jaeger_. Dice poniéndose de pie de un salto_ Pero eso no es posible, el jefe no desea que muera, no aún_. Dice en un tono más normal y siniestro.
Lo miro pero siento que no es el mismo de ayer.
Sacudo la cabeza alejando el pensamiento.
_Veamos_. Susurra.
Toma mi brazo y empieza a dibujar en el con el cuchillo recién afilado.
Cierro los ojos y trato de no gritar.
Siento como se detiene y abro los ojos, mi brazo esta bañado en rojo, Levi pasa su mano quitando la sangre como si fuera polvo, luego silba admirando su arte.
Sobre mi brazo está escrito mi nombre en letra cursiva, siento un nudo en la garganta y trato de no llorar, duele.
_Ahora, veamos_. Se pone un dedo en los labios y sonríe.
Me cubre los ojos con un trapo que encuentra debajo de la cama, contengo la respiración porque casi puedo imaginar que es lo que sigue.
El líquido baña mi brazo, lo siento frío al principio e instantáneamente se dispara el ardor que provoca el alcohol en una herida abierta. Estoy mordiendo mi lengua tan fuerte que ya está sangrando.
Si el alcohol era poco, el limón no lo es, lo huelo y estoy a punto de gritar que no lo haga pero solo me muevo nervioso e inquieto, puedo sentir como lo disfruta, el ácido cae gota por gota haciendo que el dolor sea más lento, me remuevo en donde estoy sentado poniendo toda mi voluntad para no gritar.
Levi chasquea la lengua y presiona una cáscara del cítrico en mi brazo y sin pensarlo grito, casi puedo sentir como sonríe satisfecho.
Después hace lo mismo con mi otro brazo, mis piernas y torso y no para hasta que estoy aullando de dolor, al final de lo que parece una eternidad, estoy lleno de jeroglíficos, alcohol y limón, todo me arde y no dejo de llorar, esta ha sido una tortura muy cruel.
Oigo como sale de la celda sin molestarse en quitarme la venda de los ojos y yo no lo hago, no deseo ver más destrucción en mi cuerpo.
Hanji no llega y ya ha pasado un buen rato, ni siquiera he oído que llegue la comida y la ropa nueva. Aunque tampoco es que tenga muchas ganas de moverme. De hecho es lo último que quiero hacer en este momento.
