Era temprano por la mañana, el clima pintaba mejor que otros, había algunos rayos de luz asomándose entre las nubes, los días habían estado algo nublados y muy lluviosos, eso es algo extraño en estas épocas, sobretodo en California, llevaba un sweater largo color blanco y un pantalón negro ajustado con unas botas algo toscas para mí, ese día deje suelto y ondulado mi dorado cabello porque era tan temprano y yo tan perezosa para arreglarlo (en realidad no era muy temprano), y me puse un gorro gris en mi cabeza, pasé a comprar un café para poder despertar completamente, en esas máquinas exprés, estaba de buen humor me gustaba caminar de mi casa al trabajo y pensar en tonterías en el camino, tenía un departamento en el centro de Los Ángeles, no era muy grande creo que solo cabía yo pues era una habitación en la que tenía que aprender a administrar el espacio, se podía decir que mi departamento era como un Tetris de la vida real, había dejado la casa de mis padres hace un tiempo y me sentía independiente, aunque de vez en cuando me quedaba con ellos porque me entraba la nostalgia, los extrañaba, eso de estar cansada después del trabajo y esperar a llegar a casa y recibir esos mimos de tu familia hacían falta y yo cuando llegaba a casa estaba sólo yo. Hoy entraba a trabajar temprano en "Mixed", estaba cubriendo turnos dobles porque teníamos una deuda grande que pagar, mi padre era adicto a las apuestas y una vez más nos había metido en problemas y aunque viviera aparte yo no podía dejar de lado a mi familia. En realidad eso no era nuevo, había dejado la Universidad porque no tenía como pagarla y aunque mi familia había ahorrado para mis estudios y los de mi hermano Moses, ahora no teníamos nada, mi papá se quedó un tiempo sin trabajo y con muchas deudas y tuvimos que utilizar todos nuestros ahorros para poder salir adelante. Fue en ese entonces cuando entré a trabajar a "Mixed" que era una tienda de instrumentos musicales, sonido y todas aquellas cosas que se necesitan en la industria de la música y el espectáculo, en realidad era un buen trabajo y lo disfrutaba mucho pues la música era parte importante de mi vida y en esa tienda aparte de tener muy buenos amigos había aprendido mucho, desde lo más básico hasta lo técnico, con esto me había abierto varías puertas para ser técnico de bandas underground en algunos bares de la ciudad y ganarme un dinero extra, en realidad nunca había pensado ser músico como tal pero me gustaba pasar mi tiempo con muchos de ellos porque me inspiraba de toda esa energía que explotaba desde el más pequeño de sus poros, eso me hacía sentir viva. La paga era lo suficientemente buena como para mantenerme y dar una parte a mi familia así que estaba bien. Y la verdad es que no planeaba regresar a la universidad en un largo tiempo, no tenía ni tiempo ni dinero suficiente, no como se lo tenía que dedicar a algo así, estaba estudiando periodismo, antes de que decidiera salirme de ahí.
- ¡Hey! ¡Athena! – escuché una voz muy familiar y dulce a lo lejos - ¿qué no piensas voltear y saludarme? – Era Beth mi amiga de toda la vida la conocía desde primer grado de la escuela elemental, Beth, ella es una chica muy linda y femenina, una belleza exótica que sólo se da en lugares Europeos, pero que estaba perdida en esta ciudad de los Estados Unidos, era de estatura mediana, con una cintura pequeña y unas caderas a su compas, cabello largo lacio y negro como la noche, los ojos los tenia no muy grandes pero sí profundos y azules, era la persona más linda que jamás hubiera conocido, aunque tenía su carácter y a veces pensaba que estaba realmente loca, era una persona de buen corazón.
- ¡Beth! No te oí perdón. ¿caminamos juntas?- se acercó corriendo.
- Claro! pues vamos al mismo lugar o qué pensabas ir a otro lado? – rió, Beth también trabajaba en la misma tienda, ella llevaba un poco más de tiempo trabajando ahí que yo, de hecho, ella fue la que me recomendó entrar a ese lugar. Tomó un sorbo de mi café pues ella también se sentía desvelada. – Esto de los turnos dobles me mata!, no sé si pueda aguantar más.
- En realidad no sé porque sigues trabajando así, que yo sepa tú no lo necesitas. Deberías ocupar tu tiempo en alguna otra cosa.
- No tengo nada mejor que hacer y me la paso bien ahí.
- Bah, por eso no tienes novio porque te pasas tu tiempo libre trabajando. – solté una pequeña carcajada. Me miro con el seño fruncido pero sonriendo.
- Que me dices, si tú tienes menos suerte con eso del amor que yo.
Era verdad.
Eran aproximadamente las tres de la tarde cuando decidí tomarme un pequeño descanso, ir al baño y tomar algo para poder seguir trabajando, mi apetito no era mucho y además ya habíamos comido esa tarde, pero a Leo, nuestro jefe le gustaba darnos algunos pequeños descansos de vez en vez y yo estaba en uno de esos, en realidad ese día había sido un poco flojo, así que podía tomar esos descansos más seguidos que en otras ocasiones o en los fines de semana que era cuando teníamos más gente visitándonos. Caminé entre los amplificadores para poder pasar por mis cosas a la sala de empleados cuando escuché que Beth me llamo, traía la camisa del uniforme que era de mezclilla y se había amarrado el cabello dejándose un fleco que cubría toda su frente.
-Sabes que me gusta de trabajar aquí?- dijo con una sonrisa algo boba
- Los descuentos? – sonreí
- No seas tonta – sonrió – los hombres con cabello largo, sobre todo los que son rudos. Como ese. Y señaló a un chico que estaba viendo las baterías y los platillos, la verdad, era bastante atractivo y nos quedamos ahí como unos 5 minutos observándolo hasta que se dio cuenta, y nos volteó a ver, nos regalo una sonrisa picarona y un saludo con la cabeza, aunque su actitud después de eso fue muy alardeada, así que mejor nos fuimos a donde estaban las guitarras y los bajos.
- Nos hubiéramos quedado un poco más ahí, igual y nos hablaba-
- ¿Crees? – dije mirando de reojo a donde se había movido el chico.
- sí
Leo llamó a Beth para que lo ayuda a él y a otros compañeros a hacer algunos movimientos en la bodega así que me dejó sola entre los instrumentos, realmente no estaba pensando en nada. Entonces escuché como Dan uno de mis compañeros hablaba con una persona y le dejaba conectar el instrumento a un amplificador y este empezó a tocar, el sonido de un bajo, pero sonaba de una manera especial, de una manera más agresiva y rítmica que otras veces, había escuchado bajistas pero realmente tocaban ritmos muy planos o suaves, pero este sonaba más agresivo, así que por la curiosidad me acerque a ver quién era quien tocaba. Me llevé una sorpresa. Era como si una luz hubiera iluminado a esa persona, ya sé suena estúpido, pero me quedé impactada, era el hombre más atractivo que había visto en toda mi vida, era más alto que yo, delgado y con una cara que podía albergar la tranquilidad y la agresividad al mismo tiempo con un cabello rubio y ojos… ¿verdes, cafés, miel? Era simplemente lo mejor que había visto mis ojos. Creo que mi mirada fue tan profunda y estúpida que dejó de tocar y volteó a verme, sonrió, que sonrisa más hermosa y segura!, era perfecto.
- Suena bien no? – no dejaba de sonreír y yo me puse roja como un tomate de temporada, quise contestar rápido pero creo que tarde un poco porque dejó de sonreir y ahora me miraba con un dejo de preocupasion
- Sí, realmente bien – dije al final un poco nerviosa – volvió a sonreír y se volteo para platicar con Dan, yo no pude más que correr y esconderme detrás de todos los instrumentos, había actuado como una tonta frente a ese chico. Después escuche como se despedía de dan prometiendo volver por el bajo lo más pronto posible.
- Nos vemos ojalá sí vuelvas. – le dijo Dan mientras el chico salía del local.
Dan se acerco hacia donde yo estaba escondida con una sonrisa burlona
- Te quitó el aliento Athena!
- Quién? Qué? – dijo Beth que acaba de regresar de la bodega.
- Un chico que vino a probar instrumentos, creo que dejo paralizada a Athena sólo mirala. – Beth me miró con mucho asombro.
- Creo que debió de ser demasiado espectacular para haberte dejado así… me vas a contar, Tena?.
Realmente tenía muchos deseos de que volviera, realmente quería ver esa sonrisa. Era un buen día realmente.
