Yacía bajo el árbol la niña de color rosa...En su portafolios llevaba algunas mariposas... Y de sus delicadamente peinados cabellos, como brotadas de las ramas de un árbol...las deliciosas frutillas maduraban endulzando a los seres que tenían la suerte de pasar por allí...

Tal era el caso de un muchacho que atravesaba el parque de la facultad para llegar rápido a su casa... Cada día se aburría más en aquél lugar... No sabía exactamente por qué iba... o eso pensaba mientras caminaba, pues de verdad le gustaba diseñar indumentarias exóticas, a pesar de no expresarlo tanto como otros.

Y de pronto la vio...Se podría haber quedado horas mirando a la chica leer..." Los ángeles tienen el pelo color rosa...?" fue lo primero que pensó luego de un rato...Tal vez sí.

Luego de auto retarse por pensar una frase tan cursi, decidió acercársele.

-¿Qué lees?- Preguntó una voz delante de la chica.

Levantó la cabeza... ¡Que chico tan extraño! Aunque en esa facultad fuera común ver gente con extrañas vestimentas, le llamó la atención los alfileres de gacho en su cara y cadenas que conectaban los pirsings con las pulseras o el cinturón... Era un poco impresionante… pero aquél rubio... tenía algo extraño que le daba ganas de saltarle al cuello y abrazarlo con fuerza... O algo más...

- Una revista de modas... hay un artículo muy interesante sobre un diseñador famoso.

- Aquél que tiene 19 años...?

- Si! Cómo adivinaste?

- Bueno...Las revistas y los medios de la moda solo hablan de él y de su marca de ropa "paradise kiss"...

- Sí... Sus diseños son buenos pero...yo creo que...

- Le falta algo...

- Tal vez sea...

- El espíritu...

- La pasión...

- Sí.. la pasión.

En aquél momento las dos raras personas se miraron un tanto extrañados... Es posible que tras disfraces tan diferentes pudieran pensar lo mismo? Detrás de las caretas las almas gritan auxilio para escapar de sus jaulas…Dos almas que desean lo mismo…

Debajo del árbol de flores contrastantes con el edificio en forma de bloque por detrás, dos figuras hallaron algo interesante… Pero de pronto, la eterna conexión de miradas se vio interrumpida por una voz cortante que llamaba a la muchacha.

- Miwako! Ya es hora, tenemos clase.- dijo un chico castaño a pocos metros de ellos.

- Oh, lo siento Hiroshi……Adiós! - dijo por último la niña refiriéndose al ruvio, antes de salir corriendo hacia la dirección donde se encontraba el otro chico.

El muchacho se quedó mirando hacia donde la chica había desaparecido.

- Miwako…- suspiró.

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Llegó a su casa muy apurado, había olvidado que se le habían acumulado todos los trabajos para la última semana. Odiaba cuando le ocurría eso, pero nada podía quitarle la felicidad de dar los conciertos sin pensar en la universidad, aun que fuera solo por unos días…Ahora que lo recordaba, ese fue el mes con más conciertos en el año, uno muy mal escogido por ser el de los finales…se sentía tan estresado…cómo podría seguir llevando una vida así? A veces se sentía un loco, pero esa forma de vida era lo único que lo mantenía vivo.

Decidió bañarse, talvez eso le refrescaría la cabeza… De pronto, un rostro se dibujó en su mente. Era un rostro tan rosado como su cabello y sus ojos… el rostro que había conocido esa mañana.

Durante el baño, despejó de su mente todo sus problemas, todo pensamiento…se concentró en un olor que emanaban sus recuerdos…decidió acostarse y despertarse temprano la mañana siguiente. Quién diría que el rudo muchacho tendría esa noche, sueños teñidos de rosa y frutilla…

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Hola, Sea feliz… y no coma perdiz, deje review……..