NOTA DE AUTOR:
Bueno, a los nuevos, os doy la bienvenida
Para los antiguos que se paren a leer esto, les debo una explicación.
No me gustaba, este capitulo lo hice deprisa y corriendo, a la vez que iba leyéndolo aumentaba mi cariño por todos aquellos que me leyeron y me dejaron sus comentarios.
Tenia faltas de ortografía, estaba mal expresado y una falta de atención tremenda.
Yo no me siento bien dejando esto así mientras pueda mejorarlo.
Merecéis que de lo mejor de mi en cada capitulo, así que con mucho esfuerzo e ilusión e corregido y arreglado el primer capitulo, espero que me dejéis comentarios y os aconsejo encarecidamente que lo leáis, por que puede que os aclare algo para mas adelante.
No os asustéis, seguiré con el fic, de hecho ya tengo la mitad del capitulo seis. Publicare en breve.
¡¡Se os quiere!!
Y gracias por leerme.
Era una tarde fría y nublada. Justo como a él le gustaban.
En su impresionante despacho, Draco Malfoy estaba extrañamente nervioso, sólo alguien muy observador podría darse cuenta.
La estancia era enorme, las paredes no parecían de ladrillo, sino de roca pura, los enormes ventanales estaban surcados por diversos colores creando una imagen totalmente luminosa en el despacho. Estos ventanales permitían ver, si el sueño lo requería, una vista maravillosa del exterior, el cielo es su mas puro esplendor, tal altitud estaba situada esa habitación que la vista se podría comparar a la de la cima de cualquier montaña.
Mesa de la mas pura madera, pergaminos perfectamente colocados, se veían figuras de cristal- seguramente de un valor escalofriante- jarrones con flores que cambiaban de aspecto.. Incluso había una mesa de villar a unos metros de la chimenea.
Esta sala inusitadamente grande, era solo una mínima parte del inmenso castillo del que Draco Malfoy era amo y señor.
Situada a las afueras de un pequeño pueblo, nadie sabía por qué el heredero de los Malfoy eligió un sitio así para instalar lo que mas adelante llamaría hogar.
En las proximidades de la mansión había un bosque con una vegetación densa.
El lugar y el misterioso bosque que rodeaba la mansión, proporcionaba a su dueño la privacidad que quería.
Al otro lado del castillo, en la parte opuesta al bosque, la vista se perdía en un lago cristalino.
En el pueblo se rumoreaba que, para construir el castillo, habían traído piedra por piedra desde Escocia.
Draco se apartó lentamente de la ventana, se acercó hasta su escritorio y se sentó en su cómodo sofá de cuero.
Y clavo la mirada en el hombre que estaba al otro lado de la mesa.
-Soluciónalo
Una orden simple y clara.
El hombre de pelo y ojos castaños que estaba en frente casi ni se inmuto, simplemente levantó una ceja, mas como señal irónica que de sorpresa.
-No es tan fácil Draco, está firmado, por ambas partes. Con tus padres y los suyos de testigos.
-¡Cómo que no es tan fácil! ¿Para qué te pago tanto dinero? ¿Para que hagas cosas fáciles?
El abogado ni se inmutó, no en vano llevaba trabajando para Malfoy mas de 3 años. Continuó diciendo.
-Primero tienes que entender la situación, mira..
Pero antes de poder explicarse, Draco volvió a interrumpirle- ¡No quiero entender nada!, es ridículo. Tenia ..- Draco paro un momento para hacer la cuenta- ¿Qué? ¿16 años?¿17 tal vez? Creo que ni siquiera era mayor de edad.
-Ridículo pero legal. Draco, parece mentira que no sepas lo a menudo que van juntas esas palabras.
Draco no tuvo mas remedio que asentir bruscamente ante estas palabras y permitir que Wilson le explicara los apartados de del contrato.
¿Qué contrato? El de su boda. Su maldita y jodida boda. Por un método habitual entre magos: el concordatto.
¡Bah! ¡concordatto! ¿Cómo es posible?. Maldita sea.
Tengo que salir de esta.
Recordó vagamente haberlo firmado. También sus padres y sus futuros suegros: los Parkinson.
El concordatto era la forma en que los magos programaban matrimonios entre menores de edad, y excepciones similares. Pero la verdad era que en los últimos tiempos solo los utilizaban para enlaces sangre pura.
..como aquí expresa, estabas totalmente informado de que seria imposible la nulidad del concordatto..
Oía la voz de su abogado como si estuviera en un sueño, su mente vagó hasta el pasado.
Se acordaba de haber firmado eso, por un momento, incluso llego a sentir su ansiedad, su ilusión por librar al mundo de los sangre sucia, de unirse con una sangre pura, de conseguir la gloria con su primer trabajo..
¡Qué lejano estaba todo! Pero después llego la guerra, en su versión mas dura y cruel. Muertos, torturas..
Él fue elegido para entrar en los mortífagos, y descubrió su propia realidad.
Era demasiado cobarde, él no estaba echo para ese tipo de vida. Descubrió que para defender la pureza de sangre, eran necesarios mas sacrificios de los que el estaba dispuesto.
Después del caos que fue la muerte de su director, después del caos de su regreso a los mortífagos.. Empezó a dudar de todo y de todos, ¿Por qué estaba metido en esto? ¿Por qué no podía elegir qué hacer? ¿Por qué lo que el creía que era un camino de esplendor, se convirtió en servidumbre, sufrimiento y agonía?
Tuvo otra misión: la exterminación de una familia muggle: Los Granger.
Nunca supo si fue la presión, los recuerdos de las palabras de la única persona que había esperado algo de él, aun cuando el le apuntaba con la varita en lo alto de una torre. O, peor aun, una desconocida y hasta entonces desconocida conciencia.
Los días precedentes al golpe, se preparo metal y físicamente.
Odio.
Rencor.
Repulsión.
Intentó recobrar el mismo animo por unos ideales, que, con cada esfuerzo que hacia por alcanzarlos, mas miedo y repugnancia le daban.
Ella solo es una inmunda sangre sucia, no tiene derecho a vivir en nuestro mundo.
Sangre sucia, inferior, despojo humano.
Una y otra vez. No lo ponía en duda, pero del dicho al hecho hay un trecho.
Llego el día del ataque;
Eran pocos mortífagos, no se esperaba mas resistencia en dos muggles que la que esperarían de una cucaracha.
Craso error.
La orden de fénix estaba al tanto de todo. Draco no sabía cómo, pero aurores llegaron desde todas partes.
Las recuerdos llegaron como un vendaval a su memoria.
Oía ruidos en el piso de abajo, sus compañeros estaban batiéndose contra los aurores.
Y el estaba solo. A casa entera estaba registrada y la sangre sucia estaba en el piso superior, mientras subía las escaleras, recordó que tenia que darse prisa, matar a la sangre sucia y huir.
El banda oscuro no saldría bien parado de esta lucha si no se daba prisa.
El señor oscuro en persona le había ordenado que lo tenia que hacer el mismo. O si no tendría que asumir las consecuencias.
Matar a Hermione Granger. Ahora.
Se encontró con Potter y Weasley. Ellos estaban desprevenidos, ahora o nunca y Draco atacó, ya sea por desesperación, el efecto sorpresa, o algún Dios del cielo, salio herido pero vivo.
Potter estaba inmovilizado por un hechizo enredadera y Weasley casi inconsciente en el suelo.
Draco le mando un hechizo de masa gelatinosa que le inmovilizaba contra el suelo.
Llegado el momento Draco temblaba, de un inesperado frío que le envolvió, por las heridas y por la presión.
Hermione desarmada contra la pared, herida y aun así, le miraba desafiante y directamente a los ojos.
Dos pasos hacia delante, y alzó la varita contra ella.
Si bien era cierto que el pulso le temblaba.
-Malfoy..- Dijo Hermione, al parecer en un desesperado intento por razonar con el rubio.- No tienes que
-¡Cállate!¡Tú no sabes nada! -Rugió Draco con rabia y añadió- Eres tú o yo.
¿Qué era eso? ¿Tristeza?
A Hermione, las ultimas palabras del rubio le dieron una esperanza.
Pero antes de que Hermione volviera a abrir la boca, oyó la voz de Harry decir:
-Eres un cobarde, Malfoy, una rata asquerosa ¡¡¿Esto es lo que harás el resto de tu existencia?¡¡ ¿Obedecer a Voldemort como un perrito?- La voz de Harry estaba inesperadamente tranquila. Miraba con rabia al chico armado.
Draco se giró lentamente - San Potter- casi escupió el nombre- no te preocupes, dentro de poco vendrán a recogerte, y veras de lo que es capaz al que con tanta alegría llamas por su nombre. Y yo disfrutaré del espectáculo que EL dará contigo.
-¡No tengo miedo!- Esta vez Harry si que gritó, y no fueron los gritos lo que mas miedo daba, si no la absoluta convicción en sus palabras- ¡Sí! ¡ Es verdad! ¡Puede que yo muera hoy! ¡ O mañana! Pero lo que también es verdad, es que moriré luchando por algo que de verdad creo, moriré luchando por mis amigos, unos amigos que darían la vida por mí.
Y, si mi vida, o mi muerte, puede ayudar de alguna manera a mi causa, no dudes ni un momento que nada podría hacerme mas feliz.
Draco entrecerró los ojos, y esbozo su mueca típica de desden, y unas carcajadas escaparon de sus labios
-Muy bonito el discurso Potter.- Su expresión se ensombreció- Pero parece que no tienes ni puta idea de lo que hablas. ¡No sabes de lo que es capaz! ¡Estas loco Potter!
Ahora el turno de reír era para Harry
-¿Qué no lo se? ¿Qué no lo se? ¿Quién es el loco? ¡Mató a mis padres!
Draco le dio una patada a una mesa, antes de que Harry terminara. Y gritó
-¡Y matará a los míos!¡ Y a mi! ¿Qué esperas Potter? ¿Qué me compadezca de ti? ¿Qué diga OH pobrecito´´- Sus ojos azules se volvieron grises y totalmente gélidos- basta de discursos de iglesia de barrio.
Tengo que hacer esto.
Se volvió de nuevo contra una Hermione desarmada y, aunque su mano temblaba, levanto la carita directa a ella.
-Hazlo-esta vez era Hermione la que hablaba- pero no te engañes, no tienes ´´ que hacerlo, lo haces por que quieres, por lo menos utiliza bien los verbos.
-Además de sangre sucia, estupida, pero claro , ¿Cómo podría ser de otro modo?- dijo la voz cargada de veneno.
-¡Seré una sangre sucia! ¡Puede que muera ahora! Pero me enorgullezco de jamás haber odiado tanto como tú. No entenderé nunca como puedes odiar tanto.
Hermione habría jurado ver cambiar la expresión del mortifago aunque fuera un segundo
-Granger, ya no es sólo odio, tengo que hacerlo o me mataran, a mí y a mis padres.
Hermione avanzó un paso, y Draco se puso en guardia otra vez.
-¿Y quieres vivir siempre así? ¿Con miedo? ¿Por tu vida y por tus seres queridos? ¿Lucharas por alguien a quien no le importas? ¿Una vida de esclavitud?
Draco acerco la varita a su cara, hasta dejar unos centímetros.
-No des un paso mas.
-No quieres hacer esto, Malfoy- Continuo lentamente Hermione.
-¿Tu crees?-Pregunto Draco con sarcasmo.
Esta vez fue Harry el que habló
-Sí, eso creemos, si quisieras ya lo habrías hecho. Llevamos un rato aquí, y los ruidos de la lucha se oyen cada vez mas cerca. Malfoy, ayúdanos.
Los ojos de Draco se abrieron como platos. Una carcajada irónica escapo de sus labios.
-¿Qué?
Antes las miradas estupefactas de Hermione y Ron, Harry continuó.
-Dumbledore, creía en ti, no te culpó y creyó que tenias algo bueno, y yo por respeto a él, te ofrezco lo mismo. No hagas esto y lucha contra Voldemort.
-¡Potter! ¡ Estas como un puñetero cencerro! Me mataran, por cobarde, y si acepto también por traición!
Un ruido atrajo la atención de todos.
Ron se movía, hizo todo lo posible por hablar y logro decir algunas palabras coherentes.
-Eres un desgraciado, Malfoy ¿No ves que ya estas muerto? ¿No ves lo que hace? ¿Es que no sabes lo que vendrá a continuación?. Te esta convirtiendo en un asesino, y por muy engreído, prepotente y asqueroso que seas, no tienes porque convertirte en un asesino.
Draco no contestó, se giró de nuevo a toda velocidad hacia Hermione con la varita en lo alto.
Su entrecortada respiración aumento, se le veía cada vez mas nervioso.
Sus ojos se cruzaron con los de su presa. Sus ojos miel chocaron con los azules de el.
No vio en sus ojos ni súplica ni rabia y ella no vio en los suyos odio, solo vio miedo.
La comprensión que irradiaron los ojos de la castaña durante un momento, golpeo a Draco como si le hubiera dado una bofetada.
Sin cortar el contacto visual, Hermione se adelantó y dijo:
- Si vas a hacerlo, hazlo ya, sino..
Hermione alzó la mano, para que el depositara su varita y dieran por terminada la discursión.
La mano de Draco flaqueó, y a nadie le paso desapercibido.
Y, justo en ese momento ocurrió.
Justo cuando parecía que el orgullo iba a ceder a la razón.
Bellatrix irrumpió en la estancia como un huracán.
-!Magnifico sobrino¡ ¡Maravilloso! ¡Tenemos a Potter! Estará orgulloso de nosotros Draco. Te has redimido chico, mata ya a la sangre sucia y salgamos de aquí.
Bellatriz estaba fuera de sí, mientras gritaba ¡Señor, lo tenemos!. En esos momentos, los ojos de Draco volvieron a encontrarse con los de Hermione.
Alfo le agarró el corazón, cuando vio la calma en sus ojos. Calma y..¿Seguridad? ¿Confianza? ¿Confianza en qué? ¿En él?
Sin ser del todo consciente de su situación pregunto:
-¿Y los demás, tía?
-Están abajo, ¡Vamos, date prisa! Mátala y entreguemos a Potter.
Mientras en la mente de Draco la confusión instalaba su reino, llego hasta sus oídos un grito de terror, procedente del piso de abajo. Al mirar de nuevo a los ojos de su victima, comprendió su miedo.
Y las palabras salieron de su boca antes de pensarlas:
-¿Dónde están los padres de la sangre sucia? -Para enmascarar la pregunta añadió-Me gustaría que viera morir a sus padres.
Dada la facilidad de Draco para aparentar crueldad, Bellatrix sonrió, encantada.
-Estoy orgullosa de ti Draco, pero por desgracia, están aun bajo la protección de la Orden del Fénix. -Bellatrix se dio la vuelta y se acerco a Harry, mientras decía- Hazlo ya
Draco fue consciente de todo en menos de 2 segundos, el tiempo que tardo Bella en darse la vuelta.
La varita de Hermione estaba a los pies de Draco, Potter y Weasley inmovilizados.
Draco le dio una patada a la varita que estaba en el suelo, tirándosela a su dueña, a la vez que mandó una imperdonable a su querida tía.
En esos escasos segundos Hermione ya tenia su varita en las manos, con dos movimientos anulo el encantamiento que estaba sobre Harry y el de Ron.
Inmediatamente insonorizó la habitación para que no se pudieran oír fuera los gritos de Bellatrix por el Crucio que estaba aplicando Draco.
Cuando Harry y Ron se incorporaron fueron a detener a Draco, quien parecía estar disfrutando mucho torturando a su tía.
-¡Malfoy basta! ¡para!-Harry y Ron intentaron detener al rubio.
Al final Bellatrix se desmayó entre gritos de dolor.
Ante la mirada estupefacta de los tres, Draco simplemente te encogió de hombros y dijo:
-Le debía unos cuantos de ésos.
La expresión impenetrable y los ojos gélidos eran suficiente para saber que no lamentaba en lo mas mínimo la tortura hacia Bellatrix.
Draco alzo la cara, y clavó salvajemente sus ojos azules en los ojos verdes de Harry.
-¿Ahora qué, Potter? ¿Me tiro yo desde la ventana o me matas tu?- Preguntó lentamente con total ironía.
La tensión se notaba en el ambiente, mas que el invierno.
-Por mi te puedes tirar desde un acantilado, desde un tercero puede que no te mates- Intervino Ron
-¡Qué detalle Weasley! ¿Preocupado por mi?
-¡Basta ya!- Estalló Hermione, los otros tres se callaron, no ya por el grito si no por la voz quebrada y el esfuerzo de contener las lagrimas- ¡No os parece que ya hay bastantes peleas alrededor? ¡Mis padres aun están ahí fuera!- Continuó hablando para nadie en concreto sino para todos- Malfoy nos ha ayudado, podría haberme matado y entregaros a vosotros, y no lo ha hecho. Por una vez en su vida a hecho lo correcto. Y yo..-Hermione carraspeo y se le escaparon unas lagrimas- ¡Yo solo quiero salir de aquí y poner a salvo a mis padres!
Harry le paso un brazo por los hombros mientras Hermione se calmaba. Respiró hondo y dijo:
-Hermione tiene razón,- Paseo la vista desde Ron a Malfoy- Esto es una guerra Malfoy, o estas en un bando o en otro, y ahora, acabas de elegir. Has hecho lo que debías.
Draco se limitaba a escuchar. Miraba atentamente a sus nuevo aliados ´´. Cerró los ojos fuertemente como si todo eso fuera un sueño. No sabia que diablos se había apoderado de el para traicionar así a su causa. Había torturad a su tía de una forma brutal, de repente todos los agravios que había sufrido Draco bajo su mano habían sido cobrados.
-Supongamos que tienes razón, Potter, y he dicho, supongamos, ¿Ahora qué?
-Malfoy, no tienes elección, hay que bajar y luchar.
Los ojos de Draco se abrieron desmesuradamente. No se había parado a pensar en las consecuencias de su acción, sus nervios generalemte férreamente sujetos, estallaron.
-¡NO PUEDO! ¡¿estáis locos?- Draco miro uno a uno, mientras caminaba casi en círculos sin darse cuenta- ¡Mis padres! ¡cuando sepan que los he traicionado los mataran!
Draco se llevo las manos a la cara, como para despejarse. Cerro los ojos fuertemente, pero no era un sueño, la situación no desapareció, seguía allí, seguían allí.
El trío dorado se quedó sin habla por un momento.
- Malfoy- la voz suave de una chica le saco de sus pensamientos- ¿De verdad piensas que tus padres, prefieren que sigas allí, donde tu vida corre mas peligro que en otra parte? De todas formas, podríamos fingir un secuestro ¿no?
Tres pares de ojos se giraron hacia la castaña, y Draco expreso lo que todos pensaban:
-¿Qué?
Los ojos de Hermione tenían la misma expresión que cuando contestaba una pregunta en clase y su voz el mismo tono explicativo.
-Si nosotros fingimos que te hemos secuestrado, no tomaran represalias contra tus padres ¿no?. Y mientras dure el engaño, la orden podría solucionar lo de tus padres o sino.. Ya veremos que hacemos, a mi me parece una buena solución.
La idea fue calando dentro de Draco, aunque lo único que dijo fue
-Bellatrix es testigo.
Como toda respuesta, Hermione se dio la vuelta, y caminando firmemente hasta la mujer que estaba en el suelo, alzó la varita y sin dudar un segundo:
-!Oblidiate¡
Hermione se giró sonriendo y dijo:
-Creo que ya tenemos plan.
Y funcionó. Por un segundo Draco sintió todo aquello de nuevo, las incesantes preguntas, interrogatorios, dudas, y al final, fue aceptado´´, por decirlo de alguna manera, en gran parte por el testimonio de Granger, Potter y Weasley, si bien ninguno pudo hablar maravillas del rubio, contaron que no había querido matar a Hermione y que, le ayudo a escapar aun poniendo su vida en peligro, y atacando a un miembro de su grupo.
Omitieron la tortura a Bellatrix y Draco nunca supo por qué nadie se lo había echado en cara.
Después de todo aquello..
-¡¿Malfoy¡?
A Draco casi se le sale el corazón por la boca.
¡Qué patético¡
Se había olvidado de Wilson.
Y, por el tono al pronunciar su apellido, Draco supuso que su eficiente abogado le había llamado la atención varias veces.
Draco intento recomponer su mascara de fría dignidad con el máximo orgullo posible.
La parte buena era que conocía a Wilson lo suficiente como para no preocuparse por deslices de ningún tipo, tanto personales como legales.
Era lo malo de la confianza, que acababa dando asco. Si Wilson no tuviera el extraño don de generarle simpatía nunca se habría despistado tanto.
Intentando salvar un poco de orgullo dijo:
-Perdona Wilson, prosigue.
-¿Qué siga o que empiece? Por lo que veo no te has enterado de nada-
La burla en la voz del impertinente abogado, hizo que Draco entrecerrara los ojos.
-Ni una ni otra. Resume. ¿Qué hay que hacer para no cumplir el concordatto? Lo que sea ¿entiendes?-Pregunto Draco con un tono de voz que daba mucho a entender.
Y Wilson entendió. Y sonrió.
-Bueno, pues no se me ocurre ninguna forma de evitar la boda- Al ver que la mirada de su jefe se volvía peligrosa, su sonrisa se ensanchó y añadió- Pero tengo , si no una solución propiamente dicha, una alternativa.
Draco mostró interés y Wilson prosiguió.
-Pero, lamentablemente, tengo que hacerte una pregunta personal, ¿puedo?
Draco alzó las cejas y dijo:
-Si no puedes tú, entonces nadie puede hacerlo.
El mismo Draco se sorprendió al comprender la verdad de sus palabras, en un segundo consiguió sentirse mas solo que nunca.
Sí, ciertamente, la relación con su abogado era demasiado personal, quizá debería dejar los viajes de negocios ´´ poco tradicionales.
-¿Estoy en lo cierto si supongo que esta aversión esta producida por la mujer implicada?
Traducido: La pregunta era que si el problema del concordatto era Pansy.
Draco se pregunto si había sido tan evidente el rechazo que sentía hacia Pansy, o si, por el contrario, Wilson era demasiado perspicaz para su propia seguridad.
Con su típica forma de hablar, Draco contestó:
-Podría ser-
¡Impresionante revelación! Se burló Wilson interiormente.
Lo cierto era, que poco se sabía de la vida privada de Draco Malfoy.
-Pues entonces, creo que hay un cabo suelto en el concordatto, ciertamente, por lo que estipula el contrato firmado, es que te tienes que casar o perderás la mitad de tus bienes.
Lo que ya no esta tan claro es con quién. ¡Supongo que la mitad de mujeres de este país estarían dispuestas a casarse por una considerable suma de dinero ¿no crees?
-¿Estas de broma?
-No, pero de todas formas, lo revisaré todo con mas tiempo. Mañana vendré y te explicare todo sin ninguna fisura.
Draco asintió, sería lo mejor, además, le estaba empezando a dar dolor de cabeza.
Mientras en otro sitio..
Hermione se paseaba inquiera por el pasillo de un hospital. Muggle.
Se podría pensar que es extraño que una bruja tan extraña como ella estuviera otra vez de vuelta en la civilización, y sobretodo, en el mundo muggle.
Mientras esperaba al medico que atendía a su madre, Hermione cerró los ojos e intento relajarse.
Y pensó, en el tiempo que hacia que no estaba entre la sociedad londinense.
Después de la guerra, Harry se había dedicado por entero a su carrera como auror, y ella estudio un poco de todo, tenía base de medí maga y un poco de leyes, después decidió seguir el camino de su amigo mas querido.
Con sus conocimientos no le fue muy difícil encontrar sitio entre los aurores.
Harry llego a ser el Jefe de Aurores mas joven de la historia.
El vivía para eso, moriría por ello. Era toda su vida, su pasión.
Hay personas que nacen destinados para hacer determinadas cosas y, para Harry ese era su mundo.
Puede que lo único que estuviera por encima de ello fuera su mujer: Ginny Weasley Potter.
Hermione trabajó con Harry un tiempo, estaba cómoda y a gusto, Harry era un jefe excelente y nunca enturbió su amistad el que Harry fuera su superior directo.
Pero ella no había nacido para eso.
Después de una misión en mitad de un desierto, dónde una tribu de magos asilados del mundo como lo conocemos empezó a tener problemas con una sociedad muggle que había cerca.
Los aurores se vieron obligados a intervenir.
Y Hermione descubrió para lo que estaba destinada a hacer.
Vio a esos pobres niños, casi sin tener que comer, en su triste poblado, olvidado por el ministerio mágico e inexistentes para el muggle.
Sacrificando gran parte de su vida personal, fundó una pequeña asociación para ayudar no solo a este grupo en concreto, sino para los problemas sin resolver del ministerio.
Con gran esfuerzo, y sacrificio Hermione sacó adelante lo que ahora se conocía como Centro de Ayuda.
Ella se pasaba todo el año viajando de un sitio a otro.
Obligando al ministerio a preocuparse por cosas en las que antes no ponían ningún empeño en ver.
Hay que añadir que no lo consiguió sola.
El Jefe de Aurores presionando políticamente, pidiendo favores, e incluso dando cantidades ingentes de dinero a la asociación fue una ayuda inestimable para poder cumplir su sueño.
La experta en leyes Ginny Weasley, encontrando solución a todas las trabas legales que imponía el ministerio.
Incluso, la publicidad que Ron hacia, como miembro de los Chudley Cannons, era muy valiosa.
Central de Ayuda siguió adelante, extendiéndose hasta conseguir el apoyo del ministerio, y ampliando sus cometidos, ahora la Central, también se ocupaba de las victimas de la guerra y demás asuntos humanitarios, había conseguido ser una institución oficial dentro del ministerio.
Despidiéndose de todo, Hermione fue como una misionera mas a cualquier lugar que necesitaran, curación, comida..
Era feliz, tenia una vida sencilla, en Inglaterra tenia buenos amigos que veía muy poco, una sencilla casa cerca de la costa. Y no le hacia mas falta que el dinero para comer.
O eso pensaba ella, hasta hace dos horas aproximadamente.
Su padre, moviendo cielo y tierra, había conseguido comunicarse con ella.
Estaba en una misión diplomática en Egipto, una de esos molestos malentendidos entre instituciones interministeriales.
Su madre estaba gravemente enferma: Cáncer.
Y grave, descubierto por pura rutina, la única forma de que tuviera alguna posibilidad es que la sometieran a una operación que formaba parte de una investigación experimental.
¡Como no! el seguro se negó a pagar. Alegando que al ser experimental no tenían por qué cubrir con los gastos.
Necesitaba dinero urgentemente.
Las lagrimas lucharon por asomar a sus ojos, pero ella las contuvo.
Algo se podría hacer.
Harry estaba en una misión en África, y no podía comunicarse con el, no sabia nada mas por que Harry no podía contarle nada sobre su misión. Secreto de Estado.
Hermione lo comprendió en su momento, aunque ahora tuviera ganas de romper platos.
Y Ron estaba retenido en Escocia por su propia seguridad, durante un partido había habido un atentado.
Estalló el campo donde jugaban, masacrando a mucha gente, la mayoría de los jugadores se salvaron, pues la altura les salvó. Pero ahora tenían que estar protegidos mientras duraba la investigación, por si hubieran sido ellos los objetivos del ataque.
Hermione sabía que si sus amigos estuvieran con ella, la ayudarían aunque tuvieran que hipotecar hasta su vida.
Y, al volver a recordar que tenia unas tres semanas para conseguir el dinero necesario, no pudo contenerse mas, y rompió a llorar mientras su padre, ya anciano casi, la abrazaba.
