Disclaimer: Magi: Sinbad no bouken no me pertenece, es propiedad de Ohkata Shinobu. Arel es una OC de mi propiedad.

¡Aviso! Puede contener spoiler del manga. Creo que se puede entender sin tener que leer "Estrellas en el desierto" solo que no sabréis quien es Arel xD pero bueno, creo que se entiende el sentimiento que quería plasmar jajaja.

Drabble.


Recuerdos

"¿Jafar, que son los recuerdos?"

Cuando formulo aquella pregunta, sus labios se movieron de forma automática a por lo que era la respuesta más sensata para su cabeza. Recuerdos, eran los momentos que guardabas dentro de ti de las personas que quieres u son importantes, podían ser buenos o ser malos. Aunque siempre tendíamos a guardar los buenos. Suponía que era parte de la naturaleza humana. Aquel subconsciente que no nos permitía sufrir debido a las órdenes de nuestro corazón. Pero ahora, acariciando los cabellos de una niña, ya más crecida de la una vez conoció, Arel sentados sobre el manto de coloridas flores que adornaban el patio del Palacio, tal vez fuera por el cielo, el silencio o la nostalgia, le llevo a reflexionar que quizás esa no era la respuesta correcta. No al menos para él, no al menos la que le gustaría enseñarle a la que con cariño dormía sobre su regazo. Los recuerdos no podían marchitarse, ni perderse, tampoco se olvidaban como muchas veces vio que ocurría. Sus recuerdos eran inmortales.

El cielo brillaba en aquel tono tan azul como el mismo mar que rodeaba el reino de Sindria.

Las sonrisas de Vittel y Mahad perforaron sus oídos junto a la difusa visión de sus rostros en aquel lienzo de cielo al que miraba. Algo en él se rompió un poquito, como siempre ocurría cada vez que recordaba aquel momento. Sus dos amigos de gremio, sus compañeros, sus hermanos, no de sangre pero si de lealtad. Con los que creció y emendo un camino equivocado mostrado por Sinbad. Ojala pudieran verle. Observar en el hombre, no, en el general de Sindria que se había convertido. Incluso diría que en casi un padre para aquella niña. La enseñaría bien y le hablaría de ellos, sí. Cuando despertará le corregiría su pregunta. Le hablaría de los recuerdos más bonitos que tenían juntos, de cómo lucharon fervientemente por el país que hoy pisa, como arriesgaron sus vida con la mayor de las sonrisas al contemplar que juntos ganarían aquella batalla. La pérdida fue enorme, pero sus almas vivían en cada latido de su corazón.

Arel se encogió bajo él mientras su mano acariciaba aquellos mechones blancos revoltosos que se esparcían mezclándose con las flores. Sus labios dibujaron, posiblemente, la sonrisa más enorme de aquel momento, mirándola. Con el recuerdo en el cielo y el silencio en la yema de sus dedos. Sí, Vittel y Mahad habían creado recuerdos para él, la definición perfecta para aquella pregunta, recuerdos imborrables.

Inmortales.


Notas de la autora: Bueno, esto llevaba mucho tiempo en el tintero y ya que estoy escasita de inspiración para escribir, lo subo. Lo que ocurrió con ellos me dejo el corazón hecho trizas y más por mi hermoso Jafar, así que entre lagrimas escribí este pensamiento positivo en él. La historia de Arel esta en marcha y no tardaré en traerla (como siempre digo, en verdad jajaja) mientras iré subiendo cosillas así que tengo en el tintero ^^

¡Gracias por leer!