Disclaimer: nada de lo que podáis reconocer me pertenece, todo es propiedad de J. K. Rowling. Escribo fics sin ánimos de lucro.


Este fic participa en el Reto "El Principe Mestizo" del foro First Generation: The story before books.


Amor y debilidad

Sólo hubo una vez en la que Severus Snape se atrevió a interponerse entre sus padres. Tenía diez años y todavía creía en los héroes. Recuerda haberse colocado frente a su padre y haber confiado en que la magia, ese poder maravilloso que quemaba bajo su piel, vendría en su ayuda. Por eso no sintió miedo cuando el puño de su padre se precipitó hacia su cara.

Y entonces, chispas.

De sus manos extendidas salieron chispas de colores brillantes, que no hicieron nada por detener el golpe. Tampoco su madre se interpuso. Ni la magia ni el amor fueron en su ayuda.

Por eso, cuando Tobias Snape patea a su madre, Severus se acurruca en su camastro, se tapa los oídos con las manos y cierra los ojos. Se pregunta por qué su madre no le detiene. Y en su cabeza escucha dos únicas palabras que desde ese momento siempre actuarán como sinónimos: amor y debilidad.


Gracias por leer esta pequeña divagación mía. Lo llamo divagación porque, si la memoria no me falla, Rowling nunca dijo nada de que el padre de Sev les maltratase. Sí aparece gritándoles en un recuerdo de Snape, pero no hay maltrato físico. Vamos, que no tengo excusa: me gusta el drama por el drama XD