Abrió los ojos cuando un rayo de sol se infiltró a través de su ventana. era un fin de semana en algún pueblo cercas de Tokio. Escuchó a su madre llamándolo para ir a desayunar. Se levantó todavía somnoliento al encuentro de su madre, para Ryuugamine Mikado era un fin de semana rutinario. Todos los fines de semana eran los únicos días donde él podía pasar la tarde con ellos, ser hijo de los únicos doctores del pueblo era un trabajo demandante.

Bajó las escaleras con intenciones de ir al comedor. Su padre estaba en la sala de estar leyendo el periódico y le dio los buenos días, Mikado se los devolvió y llegó al comedor donde estaba su madre sirviendo la mesa, como siempre había un desayuno balanceado servido. Antes de sentarse, su madre le pidió amablemente a Mikado que fuera a recoger el correo que había llegado hace unos momentos. Obedientemente, salió de la casa a recoger las cartas y las empezó a revisar una por una para saber a quién se las iba a dar. Entre carta y carta observó un sobre que parecía que estaba hecho de pergamino. Se detuvo para observarla detalladamente, su nombre estaba en el remitente. Lo sorprendió demasiado, él no recibía cartas y pensó que podía ser una broma pero la carta se veía muy formal y "oficial".

Dejó las demás cartas en el piso para disponerse a abrir su carta. Al abrirla, lo primero que vio fue un estilo de escudo con una leyenda que decía "Mahoutokoro" en grande. Abajo del gran escudo venía el contenido de la carta.

"Estimado Sr Ryuugamine.

Tenemos el placer de informarle de que usted dispone de una plaza en el colegio Mahoutokoro de magia.

Por favor vea la lista de libros y equipo necesario.

Las clases comienzan el 1° de abril. Esperamos su lechuza antes del 28 de febrero

Atentamente:

Dougan Awakusu

Director"

¿A caso estaba soñando?

Releyó la carta unas 4 veces antes de empezar a dar saltitos de emoción. ¡¿Una escuela de magia?! ¡¿Y lo habían aceptado sin haber aplicado?! Parecía un sueño.

Levantó las demás cartas y corrió de regreso a su casa para decirles a sus padres de la buena nueva.