Capítulo 1: Bite me harder

(Enchanted Forest)

Clavé las uñas fuertemente en las palmas de mis manos y gemí, cerrando los ojos fuertemente.

¿Cuál es tu nombre , muchacha?-pregunté entornando los ojos ante la chica que se encontraba entre mis piernas.

Fruncí el ceño al encontrarme sin la respuesta que estaba esperando, enterré la mano en la mata de pelo pelirrojo, mis uñas raspando su cuero cabelludo.

La chica alzó la cabeza, sus ojos oscuros me miraban con miedo y deseo , sonreí al ver lo húmeda que tenía la barbilla, arrastré mi índice perezosamente por su boca, tarareé de emoción cuando la muchacha abrió la boca y chupó mi dedo.

Cogí una uva del plato que me ofrecía Casandra y me la sostuve entre mis dientes, la chica se incorporó en seguida , su lengua acarició mis dientes quitándome la uva.

Vaya , vaya qué niña más buena tenemos aquí…-susurré, mis ojos posándose en las ramificaciones de las venas que mostraba la piel lechosa de la niña.

Rachel-susurró.

Bueno Rachel-susurré apretando mis dedos en sus mejillas, mis uñas clavándose profundamente en su piel- Quiero que retomes lo que dejaste a medias, querida, una lengua tan talentosa como la tuya no debe desperdiciarse.

Si-si su majestad-balbuceó.

Fruncí los labios con disgusto y clavé mis uñas aún más fuerte en su piel, la pobre dio un chillido y pude contemplar satisfecha las diez medias lunas que había dejado en su piel.

No te he pedido que hables-susurré empujando su cabeza entre mis piernas.

Casandra dejó a un lado las uvas para mordisquearme el cuello, tarareé contenta y gemí de satisfacción cuando hundió sus dientes en mi cuello, tiré con fuerza de la anilla de su collar, ella jadeó entrecortadamente intentó incorporarse bruscamente pero la empujé con la palma de la mano.

Aha-tarareé cerrando los muslos con satisfacción.

Desabroché los botones de la fina túnica que la cubría, ella se tensó visiblemente.

Suspiré de aburrimiento, tanta extensión de suave piel y ni una marca.

Bueno eso estaba a punto de cambiar.

Hundí mis uñas con saña ,con satisfacción y las arrastré del cuello hasta la base de la columna, gritó y cuando más gritaba más me reía , con satisfacción, con locura mientras apretaba la cabeza de la otra chica entre mis piernas.

Sangre.

Deslizándose, tan deliciosa sobre la piel porcelana me lamí los labios.

Quieta-ordené.

Lamí las gotas de sangre que se deslizaban de mis arañazos, mi espalda se arqueó con satisfacción.

Estaba casi.

Casi a punto de caer por el borde.

Cuando Rachel se quedó mirándome.

Cogí a Casandra por los antebrazos y la tiré al suelo , Rachel tropezó hacia atrás cayéndose de espaldas sobre el suelo frío.

Me levanté , las pupilas dilatadas, mi corazón estremecido de emoción.

Casandra nos contemplaba temerosa, la chica gateó hacia atrás quedando sentada justo en el filo de las escaleras.

Tan insolente-dije con disgusto presionando su tráquea con el tacón de mi bota-Dime mascota… ¿Cómo te apetece morir?-susurré al contemplar los ojos como platos de la chica.

Ella se irguió apoyando los antebrazos en el suelo de piedra, sonreí divertida, la suerte ya estaba echada y ella tenía las de perder.

¿Nada? ¿No vas a decir nada?-agregué mientras hacía más presión con mi tacón en la suave piel porcelana-Sería un desperdicio matar a un trozo de carne tan delicioso como tú…

Por favor….- suplicó esta.

Demasiado tarde , cariño- murmuré inclinándome , mis ojos de un breve tono violeta y mis labios temblando de emoción.- Jaque mate-dictaminé.

Con un movimiento de la mano , el cuello de la chica crujió mientras observaba divertida y entusiasmada como la sangre corría perezosa de escalón en escalón, recogí un poco con la punta de mis dedos , tan roja, tan espesa, tan irresistible.

Me lamí los dedos con entusiasmo ante la mirada atónita de mis nuevos esclavos.

Mmm, delicioso-murmuré de satisfacción- Dios sabe que el sexo sin dolor no es placentero, ahora, ¿por dónde íbamos, mis queridas mascotas?-dije desatando mi recogido.

Casandra gateó hasta mí sus dedos deslizándose ágilmente por los lazos de mis botas.

Unos aplausos me sacaron de mi ensimismamiento.

Siempre te ha gustado dar un espectáculo , querida-dijo una voz a espaldas mías.

Regina- murmuré girándome- ¿A qué debo esta visita?-mis ojos posándose en la fusta que sostenía entre sus manos.

Oh querida-agregó divertida, sus ojos marrones se encontraron con los míos- No he venido a jugar-hizo una pausa , mientras golpeaba la punta de la fusta en la palma de su mano.

Esto es un ajuste de cuentas, Maléfica-agregó.

Me relamí los labios.

Todos fuera-ordené-¡Ahora!

Regina observó como todos los sirvientes y esclavos abandonaban la sala a trompicones a excepción de Casandra que me dedicó una mirada suplicante.

Después-prometí.

Cuando la puerta se cerró los ojos de Regina se desviaron divertidos hacia el cadáver de la chica.

Chasqueé los dedos y el cuerpo desapareció junto con la sangre.

Fruncí el ceño.

¿Mejor?-pregunté con retintín.

Gruñó.

Vengo a comunicarte que mis clases son deliciosamente fructíferas-dijo mientras avanzaba hasta mí, sus caderas bamboleándose sugerentes en esos pantalones de cuero.

No veo cómo eso me atañe Regina-dije apartándome un rizo de la frente.

El diablillo me ha enseñado un par de cosas-dijo acariciando la fusta con la punta de sus dedos- La sumisión-dijo golpeando la fusta con un ruido sordo contra una de las columnas.

Mis rodillas cedieron empujadas por una fuerza invisible y me vi sentada en el trono.

El poder-agregó con la voz ronca dando pequeños golpes con ella en su muslo.

Me subí el vestido con desesperación.

El dolor-dijo apoyando una de sus piernas en los escalones.

Jadeé al notar un dolor punzante en el interior de mi muslo y vi la sangre corriendo hacia el interior de mi rodilla.

Regina se rio, el sonido de su risa llenando la sala.

Oh querida pero sabes lo mejor, hay otras cosas-dijo pasándose la fusta por el escote- más placenteras… Está el deseo- dijo dando un golpe particularmente fuerte con la punta de la fusta en el borde del escalón.

La parte delantera de mi vestido se rompió mostrando parte de mis pechos, no intenté cubrirme, alcé la barbilla , esto era un desafío y pensaba ganarlo.

Y el placer-agregó mirándome mientras lamía la fusta.

Di un grito ahogado al notar una corriente eléctrica atravesar mi vientre.

Regina-mascullé con furia.

Me llaman la reina malvada por algo-dijo mientras subía los escalones desamarrándose la capa al mismo tiempo.

Ésta cayó pesadamente al suelo, mis ojos se deslizaron codiciosos sobre las botas mosqueteras de tacón , hasta los pantalones de cuero negro , subiendo hasta encontrarme con el corsé púrpura y negro con escote de corazón que escondía sus preciosos pechos y entre los cuales se encontraba un medallón de oro sujetado con una cinta de terciopelo negro.

¿Te gusta lo que ves?-ronroneó.

Me gustaría más si pudiera tocarlo-mascullé con fastidio al intentar levantarme para comprobar que en efecto, no podía y al parecer mi magia no colaboraba nada en el intento de liberarme.

No te molestes-dijo burlonamente sentándose en mi regazo- Desde esta perspectiva, la vista no está tampoco nada mal-murmuró en mi oído.

Gruñí.

Y al fondo unas cortinas se prendieron fuego.

Vaya , vaya… ¿Alguien está muy temperamental hoy?-tarareó contenta mientras me alzó la barbilla con la punta de la fusta.

Enseñé los dientes, un claro reflejo de la bestia que se encontraba en mi interior.

Mis dedos hacían tanta fuerza que no estaba segura si cuando me levantara no encontraría las marcas ahí.

Pobre criatura-hizo un puchero- Tan desesperada y tan mía-sonrió dándome suaves golpes con ella en las clavículas.

Cada golpe equivalía a que mis entrañas palpitaran de deseo.

Mis ojos volviéndose violeta , estaba enfadada y frustrada y cuando Regina terminara pensaba cogerla , así fuera por el pelo , y dominarla , follarla hasta que cada paso le supusiera un suplicio.

Un golpe particularmente fuerte en el pecho me sacó de mis pensamientos.

Lloriqueé.

¿Te digo un secreto , querida?-preguntó montando mi muslo desnudo.

La miré con desafío , Regina se inclinó hacia mí , mis ojos cayeron inmediatamente hacia su escote.

Esta fusta-susurró- Sirve para domar dragones-agregó mientras tiraba de mi lóbulo.

Regina , quítate ahora mismo de encima mío o dios te ayude , porque cuando me liberes pienso follarte hasta que te desmayes-murmuré con rabia.

Aww-inclinó la cabeza hacia un lado- Tus ganas de colaborar me conmueven, querida- murmuró divertida.

Baja de encima mío , ¡ahora!-grité al notar la fusta en la cara interna de mi muslo.

Oblígame-gimió entreabriendo los labios-Oblígame, rompe el hechizo- sus dedos acariciándome los labios.

Lamí y mordí sus dedos, cerré los ojos, Regina me estaba matando, cuando los abrí ella me miraba, la fusta en medio de sus pechos

Rómpeme-susurró a centímetros de mis labios.

Cerré los ojos e intenté concentrarme, Regina empezó a lamerme el cuello.

Fóllame-susurró en mi oído-Fóllame, fae-repitió sin dejar de moverse sobre mi muslo.

Odiaba que Regina se refiriera a la parte buena de mis orígenes, me enfadada, notaba mi magia crepitando inquieta.

Un chasquido y la fusta se partió por la mitad, Regina y yo la miramos.

No intentes correr-dije, mis ojos violeta clavados en los marrones- Porque te atraparé y cuando lo haga-deslicé mis manos debajo de sus muslos-Te castigaré por insolente y no será nada placentero-murmuré besándola con impaciencia.

Una nube de humo violeta nos envolvió.

Pov de Regina:

Mi espalda rebotó contra el colchón , Maléfica estaba a horcajadas mío, gemí y abrí los ojos al notar algo metálico en mi estómago.

Quieta-me advirtió mientras deslizaba un cuchillo por debajo de mi corsé.

Sabía que en su dormitorio toda magia a excepción de la de ella quedaba, prácticamente anulada.

Cuando el metal del cuchillo se puso en contacto con la piel del valle de mis pechos ahogué un gemido.

Cuando la tela finalmente cedió ,alcé los brazos para que ella pudiera quitármela.

Desnúdate ya –ordené frunciendo el ceño ante su mirada divertida.

¿A qué has venido , Regina?-preguntó chasqueando los dedos haciendo que toda la ropa desapareciera.

Me tendí en medio de la cama, Maléfica gateó hacia mí.

¿Has venido porque no has podido capturar a la zorra de Blancanieves, jum?-preguntó jugueteando con la punta del cuchillo.

Podía notar mis pupilas dilatas.

Estoy esperando una respuesta, Regina-dijo mientras ejercía presión con la punta del cuchillo en mi pecho.

¿Has venido por que no tienes a nadie que te folle?-volvió a preguntar apretando más la punta del cuchillo en mi piel.

Boqueé.

¿Has venido por que me echas de menos?-preguntó divertida , sus brillantes ojos azules mirándome con deseo.

Pude notar las gotitas de sangre resbalar por mi pecho.

Maléfica bajó la mirada hacia la sangre.

¿Dime Regina…. Eres una chica mala?-preguntó mientras lamía la herida.

Arqueé la espalda ante su toque.

La peor de todas-susurré deslizando mis manos por la piel de su espalda.

Maléfica sonrió.

Has sido muy mala-murmuró y con un chasquido de dedos mis brazos estaban atados a la cabecera de la cama.- Venir a zorrear a una reina… Eso-la punta de su índice recorriendo mi mandíbula.

Te eleva a la categoría de puta-agregó dejando el cuchillo en la mesa de noche.

No contesté , sabía que ella estaba intentando tocar el nervio , apretar todos mis botones para que discutiera, para que me revelara, fruncí los labios con suficiencia.

Mis ojos posándose en sus pechos , en los lunares que adornaban su tráquea, en su mata de rizos rubios, en sus labios carnosos y sus ojos burlones.

Has sido mala, Regina – murmuró a punto de tocar mis labios- Y voy a tener que adiestrarte-dijo mostrándome lo que escondía detrás de la espalda.

Abrí los ojos como platos, el corazón latiéndome a un ritmo frenético, apreté los muslos fuertemente, Maléfica alzó una ceja.

Un gato de nueve colas-balbuceé.

Exacto-digo ella separándome las piernas, la punta de sus dedos muy cerca de donde más lo necesitaba.-¿Y sabes para qué se utiliza?-preguntó burlona.

Para castigar-murmuré mirándola a los ojos mientras sus dedos acariciaban la cara interna de mis muslos.

¿Me estás desafiando, Regina?-preguntó divertida.

Flexioné una pierna y la empujé con el pie.

Maléfica perdió el equilibrio.

Como quieras-dijo seriamente- Si quieres actuar como una perra , como una perra te trataré- agregó antes de dejar caer el látigo sobre mi abdomen.

Me mordí el labio fuertemente al notar cada una de las cuerdas del látigo golpearme la piel.

No pararé hasta que te arrepientas-me amenazó- Y créeme Regina, tenemos toda la noche.

Sonreí con suficiencia.

Una reina jamás se disculpa , querida, a estas alturas ya deberías saberlo-contesté mirando el látigo de reojo.

No luces como una reina ahora mismo-se lamió los labios- abierta de piernas, atada a la cabecera de mi cama, excitada-agregó mirando mis pezones erectos- y probablemente mojada-sus ojos se desplazaron hacia mi entrepierna- Parece encajar creo yo con la descripción de una puta mal follada.

Gruñí de rabia.

¿Tienes algo que decir, su majestad?-preguntó con condescendencia , mientras otros latigazo volvió a caer , esta vez en mi muslo.

Arqueé la espalda ante el aguijón de dolor que atravesó mi pierna.

Y uno y otro y otro más.

Cinco latigazos en total; en mis muslos, mi pecho y mi vientre.

Observé, temblando, como dejaba el látigo encima de la mesa, Maléfica ronroneó con satisfacción mientras me observaba.

Separa las piernas-me ordenó.

Y a dura penas lo hice.

Buena chica-susurró.- Estás empapada- murmuró con falsa sorpresa. Uno de sus dedos introduciéndose en mi interior.

Grité, estaba muy sensible.

Shhh-dijo Maléfica posando su índice en mis labios- Un grito más y pararé.

La miré desafiante , odiaba que me dieran ordenes con un movimiento rápido, mordí fuertemente su índice.

Sus ojos se oscurecieron, tragué audiblemente e hice una mueca cuando note sus dedos clavarse en mis mejillas.

Regina-masculló.

Maléfica-contesté yo levantando la pierna para poder tocarla.

Sus dedos hicieron más presión en mis mejillas mientras , a horcajadas mío deslizaba una mano hacia el vértice de mis muslos.

Dilo-susurró.

No-contesté a centímetros de sus labios.

Como quieras-ella aplicó presión en mi clítoris.

Gemí.

Dilo-susurró otra vez.

No-protesté tercamente.

Regina , estoy perdiendo la poca paciencia que me queda- amenazó.

Respiré agitadamente estaba casi , casi a punto de venir.

No pares-dije intentando disimular mi súplica.

Maléfica me miró entornando los ojos.

Esa no es la respuesta que quiero, Regina-murmuró, una sonrisa sádica adornando su cara.- Y puedo ser bastante mala cuando quiero.

Sus dedos retorcieron mi pezón, ahogué un grito y arqueé la espalda buscando más contacto , apreté los puños con fuerza.

Oh querida… Pobre criatura, tan desesperada y tan mía –parafraseó con burla.

No soy tuya-protesté.

Oh cariño, te has metido de lleno en la guarida del lobo ¿o del dragón en nuestro caso?-hizo un mohín- Eso…-me lamió el cuello- Vamos a comprobarlo enseguida.

¿Qué v-intenté decir antes de que sus dientes chocaran con los míos y su lengua invadiera mi boca.

Grité al notar tres de sus dedos en mi interior.

Vaya, vaya no pareces tan malvada ahora-susurró mientras me mordisqueaba el labio inferir.

Arqueé la espalda, sus pupilas se clavaron en las mías mientras aumentaba las embestidas.

Lo siento-grité- Lo siento, lo siento , lo siento-repetí.

Mis muñecas fueron liberadas y enseguida presioné mis manos en su espalda, clavé mis uñas en sus omóplatos y las fui arrastrando.

Maléfica gruñó en mi oído.

Dilo-susurró, su pulgar haciendo presión en mi clítoris.

Mmp-balbuceé yo , mis muslos temblando.

Lo siento-grité antes de correrme.

Maléfica apoyó su frente contra la mía.

No te quedes dormida-susurró-No hemos terminado , todavía.

Abrí los ojos perezosamente , intentando calmar mi respiración, Maléfica estaba sentada sobre mis muslos chupándose los dedos casi con parsimonia.

Gemí ante tal visión.

¿Cuándo aprenderás , Regina?-preguntó sacudiendo la cabeza divertida.

Cuida esa lengua dragón, por muy bestia que seas solo eres un lagarto… Grande-protesté casi sin ánimo de discutir.

Sus ojos azules se iluminaron con suspicacia.

Date la vuelta-ordenó.

Suspiré con resignación, estaba tan cansada ; dar caza a Blancanieves por la mañana , reunión con el consejo de guerra por la tarde y ahora esto, arrugué la nariz con disgusto… Esa criada, esa lagarta de cabellos rubios, Casandra o como se llamara, esa zorra que la había mirado con deseo como si fuera una gata en celo.

Bufé tumbándome boca abajo.

Noté el peso en el colchón y pronto noté sus labios dejándome varios besos a lo largo de mi columna vertebral, estaba sentada en mi baja espalda y podía notar cuán húmeda estaba , intenté incorporarme sin embargo ella presionó su mano entre mis omoplatos , empujándome más contra el colchón.

Pronto sus dedos se deslizaron sobre mi pelo quitando las horquillas y los lazos de mi recogido, los pendientes y el collar.

Sus uñas me masajearon el cuero cabelludo, gemí de satisfacción y estaba a punto de quedarme dormida cuando noté que me cogía suavemente las muñecas y las llevaba hacia mi espalda, levanté la vista y vi como me las ataba con uno de mis lazos.

Sonrió traviesa.

Rodé los ojos con fastidio , algún día le confiscaría todos los lazos, cuerdas y demás cosas que utilizara para atar a alguien.

No hagas pucheros sé que lo vas a disfrutar-ronroneó en mi oído.

Solo oírla susurrar y ya estaba húmeda otra vez.

Me relajé al principio no noté nada , solo pequeñas caricias aquí o allá, algún que otro mordisco, cuando lo noté y di un chillido.

Mi espalda, me quemaba.

Tensé los brazos ; podía notar alguna especie de líquido correr casi en línea recta por mi columna vertebral.

Me revolví inquieta.

Pov de Maléfica:

Sentada encima de Regina , su espalda , su piel dorada , sus lunares…

Paseé mi dedo por cada uno, uniéndolos, como si pudiera formar un camino.

Regina quería jugar con fuego, fuego tendría pensé , mis ojos se desviaron hacia una de las muchas velas que habían en mi habitación.

Nada más pensarlo , la vela apareció en mis manos, mordisqueé suavemente sus hombros y luego incliné la vela , la llama osciló y la cera líquida cayó sobre su espalda, pude ver todos sus músculos contraídos , sus puños apretados.

Los ojos de Regina me miraban con expectación y deseo.

Tienes que saber, querida, que a veces-derramé un poco más de cera y ella silbó de dolor- si juegas con fuego, puedes llegar a quemarte.

Regina balbuceó algo que no llegué a oír.

Más-murmuró.

¿Quién hubiera imaginado que ocultabas una vena de masoquista, querida?-pregunté divertida, apoyé una de mis manos en su muslo y derramé un poco más de cera en el lado izquierdo de su espalda , está se deslizó y llegó a parte de su pecho.

Regina gimió.

Dios con cada gemido, con cada maldición que salía de sus labios yo me encontraba más y más cerca y eso que ni siquiera me había tocado.

Derramé un poco más de cera sobre sus muslos.

Apagué la vela y la tiré sin importar donde cayera.

Le desaté las manos y Regina se abalanzó sobre mí con una rapidez bastante alarmante.

¿Has jugado bastante ya?-susurró.

Sus pechos presionados sobre los míos.

Sabía que esto era jugar sucio pero presioné con fuerza los lugares en los que le había derramado la cera y ella silbó de dolor.

Sonreí con suficiencia pero mi sonrisa enseguida desapareció cuando noté los dedos de Regina en mi interior.

Pude notar su sonrisa en el hueco de mi cuello , enterré mis manos en su pelo y tiré con fuerza, Regina mordió con fuerza mi pecho.

Grité.

Gina más rápido-exigí.

Si ella notó el diminutivo no pareció darse cuenta.

Embistió más y más fuerte , agarré sus hombros con fuerza, mi interior apresando sus dedos.

Por favor-dije a regañadientes.

Sus labios chocaron con los míos una de sus manos me apretó el pecho con fuerza , grité con fuerza cuando el orgasmo me golpeó, Regina gimió fuerte y supe que había venido por la humedad que resbalaba por mi muslo.

Respiré con fuerza mientras veía a Regina derrumbarse encima de mí, suspiré y me reí con fuerza.

¿De qué te ríes?-murmuró apoyada sobre mi pecho.

Tengo que ver las quemaduras de tu espalda-susurré.

Después-protestó ella, deslizando sus brazos alrededor de mi torso.

Querida, para ser una reina eres muy vulgar, comportándote como una plebeya… Las almohadas existen-dije mientras enroscaba una mechón de su pelo alrededor de mi dedo.

Umm, cállate y da un buen uso a la piel de lagarto que tienes-murmuró dándome un beso en la mejilla.

Rodé los ojos con fastidio.

Al amanecer te quiero fuera de mi cama-murmuré.

No te preocupes, fae, tengo mejores cosas que hacer que quedarme contigo-contrarrestó.

Nota de autora: No sé muy bien cómo proceder con este fic ni su duración , agradecería la verdad, los comentarios o críticas que pudiereis tener así como sugerencias.

He decidido alterar varios eventos que sucedieron en la serie o crear otros según vaya modelando el desarrollo del fic, en un principio el fic se desarrollará entre ST o EF según vea.

Ante todo se lo dedico a Step.

Las canciones en las que me inspiré son:

Monster-Lady Gaga

Drunk in love-Beyoncé

Bad romance-Lady Gaga

Crazy in love-Beyoncé (50SOG)

Or nah-The Weeknd

Earned it-The Weeknd

PD: (viva DQ)