Después de tantas horas de viaje desde Phoenix por fin llegue a mi destino, y como era de esperarse me recibió una chispeante lluvia. Estaba ansiosa por ver a mi prima Isabella Swan porque desde hace unos cuantos meses había perdido todo el contacto con ella, solo sabía que estaba bien por palabras de Renee o de Charlie. No sabía que había pasado entre mi prima y su novio, ella realmente parecía hechizada cuando hablaba de él, a mí personalmente me daba miedo.
Jamás había podido entender como alguien podía rendirle tanta adoración a otra. ¡Tenía que ver a Bella lo antes posible!. Llegue de inmediato a rentar un auto pues odiaba no tener uno. Luego de hacer esto me dispuse a ir camino a la estación de policía pues, Charlie no estaría en casa y de Bella no sabía nada.
Abrí la puerta de la pequeña oficina y lo vi ahí sentado revolviendo unos cuantos papeles, suspire y lo salude.
-Hola tío, es un gusto verte después de tantos años.
-Hola Veronica p-pero tú que est…– Lo interrumpí y le di un fuerte abrazo- Charlie me miro con los ojos abiertos de par en par, por lo visto aún no se acostumbraba a las muestras de cariño.
-Tío acostúmbrate a esto porque tú sabes que yo soy excesivamente cariñosa. Y estoy aquí para ver a mi prima, y no me iré sin hacerlo.
-En ese caso quiero ver como lo consigues pues ella está muy enferma y el Doctor Cullen ha dicho que debe estar en cuarentena. Además esta es casa de la familia de su esposo.
Esta no me la esperaba ¡Como podía Bella no contarme semejante noticia! Esto no se iba a quedar así…
-¿Bella está casada? -Intente sonar lo más despreocupada posible. - ¿¡Hace cuánto!? Dije sonriendo.
-Hace un mes y unos cuantos días Veronica ¿No lo sabias?
-No tío, a Bella se le olvido invitarme. Dije haciendo un mohín de disgusto.
-Eso es muy extraño, porque ella te envió la invitación a tu residencia en Roma…
¡Por supuesto! Todo encajaba, en el tiempo en el que Bella se casó yo estaba .. ¡NO! No debía pensar en eso. No podía permitirlo, así que aleje ese recuerdo con mucho esfuerzo.
-Ya no importa tío lo aclararemos luego. -Dije sonriendo de nuevo- El momento se tornaba incomodo ya que Charlie no era un gran conversador.
-Te llevaré a mi casa, supongo que quieres descansar un poco.
-Gracias Tío. -Me dirigí a la puerta seguida por Charlie.
Charlie iba adelante y yo lo seguía en mi auto. Puse un poco de música para relajarme y en un par de minutos estábamos en frente de la casa. Baje del auto y mi tío me ayudo con el equipaje.
-Puedes quedarte en la habitación de Bella. -Dijo con un suspiro- Ahora debo volver al trabajo, siéntete como en casa. Nos veremos en la noche.
Observe como Charlie se alejaba por la carretera. En seguida desempaque unos obsequios que había recolectado para Bella durante estos cuatro años que estuvimos separadas después del traslado de mi padre a Italia. Tenía varios regalos de cumpleaños y navidad que quería entregarle personalmente. Estaba muy feliz de verla, ella es como una hermana para mí y no iba a alejarme de ella nuevamente. Podía recordar el camino que ella me había descrito vagamente en uno de los cientos de correos hablando sobre Edward, llegar a esa casa no suponía un gran problema.
Charlie había dejado unas llaves para mi encima de la mesa de la cocina, las tome y me diriji al auto. Por suerte tenia buena memoria y me las apañe para llegar al lugar. Era una casa hermosa, como de película. Me acerque y toque la puerta. Salió una mujer muy hermosa de sonrisa bastante amable, según recuerdo ella debería ser Esme. Bella se quedó corta al describir lo hermosa que era.
-Buenos días me llamo Esme. ¿Que necesitas?
-Buenos días, emm yo soy Veronica -Dije algo tímida- Soy una prima de Bella.
-Bella está muy enferma por eso ha entrado en cuarentena. Al parecer ha adquirido una enfermedad muy contagiosa en su luna de miel.
-Si no incomodo quisiera verla así sea desde el otro extremo de la sala. Hace muchos años no la veo y la extraño mucho ¿Sera posible que pueda verla?
Esme puso una cara de espanto e hizo un ademan para que siguiera. Camine con paso inseguro dentro de la casa. En poco tiempo la vería ¡Estaba muy feliz!
-Sube, está en el segundo piso.
Subí las escaleras y la vi sentada en el sofá con muchas mantas encima no se veía nada bien.
- ¡Bells! Te he extrañado tanto, quisiera abrazarte pero es imposible. -Entonces una lagrima traicionera resbalo por mi mejilla mientras ella me observaba con sus enormes ojos chocolates que también se vieron afectados por las lágrimas-
Fue entonces cuando se escuchó a otra persona tocar la puerta.
