Disclaimer: Ningún personaje me pertenece, yo solo juego con ellos.

´´La complicada vida de un gatito negro.´´

Capitulo único.

Adrien estaba seriamente confundido.

Tenía que resolver una duda que le estaba carcomiendo la cabeza este último mes, principalmente para no lastimara ninguna de las involucradas.

Por un lado estaba Ladybug. Su gran amor platónico, si bien ella no le solía hacer demasiado caso, estas últimas semanas le trataba de una manera…. Especial.

Primero, ya no lo rechazaba con tanto entusiasmo.

Segundo, ella ya no lo miraba de la misma manera, antes lo veía con otros ojos, pero ahora podía notar un extraño brillo en su mirada.

Y tercero ¡Ella es Ladybug! Su hermosa, decidida, valiente, amable, humilde y astuta compañera de lucha. Cualquier chico de París daría uno de sus brazos solo por estar en el mismo lugar que ella y que la chica le hable.

Pero, realmente no la conocía, le dolía reconocerlo, pero era la verdad ¿Qué sabia el de Ladybug? Si, era la heroína de Paris, pero ¿Cuál son sus gustos? ¿Qué opina acerca de las cosas? ¿Prefiere la vainilla o el chocolate? ¿Batman o Superman? ¿Capitán América o Iron man? ¿Pikachu o Charmander? ¿Sus hobbies? Ni siquiera conocía todos sus gestos. Parecía alguien inalcanzable, alguien simplemente perfecto e irreal. Y ese era el problema. No era real. Bueno, tal vez si fuera real, pero no lo era en la vida diaria de Adrien, solo la podía ver en batallas contra Akumas y luego tenía que irse porque se acababa el tiempo y no quería mostrarle su identidad al pobre gatito. ``Sería peligroso´´ decía ella ¡Patrañas! ¡Puras y verdaderas patrañas! Si supieran sus identidades podrían comunicarse más rápido, todo sería más fácil ¡Pero no! Ladybug no podía complacer ese diminuto deseo.

Y por otro lado estaba la chica que le robaba el sueño durante estos últimos meses ¡Porque tenía que ser tan jodidamente adorable! ¡Acaso no podía ser desagradable y ultra mega híper asquerosa! Pero no, la suerte no estaba del lado de Adrien, por algo le eligieron como portador de un Miraculous de gato negro. Marinette era humilde, tierna, hermosa, amable, servicial, inteligente, decidida y valiente en los momentos justos, talentosa, amigable y con unos ojazos azules llenos de sentimientos, emociones y expresiones que simplemente volvían loco a Adrien.

Ella era real, absoluta y jodidamente real, tan real que dolía. Ella era otro sinónimo de perfección.

¿El problema?

Solo mostraba su verdadera personalidad con Chat Noir en sus largas y memorables charlas nocturnas, no con Adrien. Cuando estaba con Adrien no podía decir dos palabras al mismo tiempo.

¡Por que la vida era tan cruel con este pobre gatito! ¡Acaso no podían unir a estas dos maravillosas mujeres y así tener la combinación perfecta! Pero no, el gato negro tenía que decidirse por una y dejar a la otra de lado.

A veces, Adrien se imaginaba que detrás de la máscara de Ladybug se encontraba Marinette. Pero rápidamente lo descartaba. Eso sería demasiado irónico y perfecto para ser verdad y Adrien ya no creía en los milagros. Ilusionarse y que luego no suceda sería lo peor que podría hacer y había una en un billón de posibilidades de que Marinette sea Ladybug.

Y si lo fuera, también significaría que él es el mayor ciego existente en el universo y sinceramente, prefería obsequiarle ese lugar a otro. Principalmente para evitar las múltiples burlas de Plagg que lo acompañarían por el resto de su existencia.

Que complicada es la vida de este gatito negro.

Adrien merece un Grammy, un Oscar y trece medallas de oro. Añádanle treinta diplomas de inteligencia y de buena vista ya que estamos.

Nos leeremos en otro momento.

Se despide, Fiorella.