En la fría ciudad de Moscú. Rusia una mujer algo apurada iba casi corriendo por las empedradas callejuelas de una calle completamente oscura, su rostro no podía verse debido a que esta persona lleva puesto encima la noche como cómplice, en sus brazos la mujer lleva un bulto bien envuelto. Ruidos casi como si de perros se trataran empezaron a llenar el lúgubre vacío de la noche y las personas que están durmiendo pronto se despiertan ante tanto escándalo; las luces de algunas casas son encendidas y los habitantes de dichos lugares abren sus ventanas; el viento helado de la noche es lo único con lo que se han topado donde antes escucharon pasos apresurados ahora solo hay silencio.

Aquella figura sombría pronto sale de su escondite quitándose lo que cubre su cabeza dejando a la vista de la noche su larga cabellera rubia y en un suspiro sus palabras se las lleva el viento...

''очень скоро мы будем дома

Ochen' skoro my budem doma''

(Muy pronto estaremos en casa)

Eran las palabras de la joven mujer que en ningún momento se soltó del pequeño bulto que lleva en sus manos. Pronto su carrera comenzó ya que muy pronto amanecería y tenía que cumplir con su misión además de que las personas las cuales alguna vez llamo 'familia' estaría pisándole los talones tras haber huido con la heredera de la familia Ayase. El hombre que sus padres escogieron para la señora Aleksandra Kozlov Ayase era un hombre demasiado duro así como también alguien celoso mantenía a su mujer encerrada en un pequeño cuarto en el que a la mujer le era difícil moverse, todo según él tirano no le pudiera engañar con nadie, cuando este sujeto se entero de que su 'prisionera' quedo en cinta una sonrisa criminal yace en su rostro. El claro pensamiento de esta basura era asesinar a su esposa para criar de la forma en que le pareciera a su hija para cuando esta fuera una mujer pudiera desposarla diciéndole que sus padres la habían vendido al mejor postor; el pasado de la niña sería borrado al igual que todo rastro de su madre; a sabiendas de los crueles tratos del hombre hacia las mujeres la señora Aleksandra pronto escapa de su prisión llevándose consigo a su pequeña hija una niña con cabellos de sol y ojos como el agua. Su travesía por las heladas calles de la ciudad que le vio nacer pronto se convertirían en su pesadilla debido a los múltiples esbirros de su captor que darían todo para conseguir llevarla nuevamente a su mazmorra...Pero un rayo de esperanza ilumino el camino de la mujer y su hija una mujer de cabello cobre quien tenía contactos en un país lejano le ayudo a cruzar el océano con la única promesa de que sea feliz con su retoño; en un principio a la mujer de ojos tristes le pareció raro tanta amabilidad de una extraña; sin embargo las palabras de esta misteriosa mujer eran sinceras.

Más pronto que tarde la señora Ayase fue donde le había dicho la mujer que apenas conoció en el lugar ya le esperaba un hombre de complexión baja con un pequeño sombrero que le cubría su calva del frio con una simple señal de su mano el sujeto le indica que suba al barco que le llevará a su libertad, agradecida la señora de melena rubia sube al barco, sus problemas comienzan a desaparecer cuando el transporte comienza a moverse…

Algunos años después en la gran ciudad de Japón. La pequeña niña ya era toda una dama su nombre era Eri Ayase una joven cuyo destino estaba marcado el día que escapo con su madre hacia tierras niponas, esta chica era ahora libre de toda la maldad que pronto le atormentaría, haciéndola pasar por el verdadero infierno. Eri tendrá que enterarse de un cruel pasado cuando el mismo Satán llegué al encuentro de su hija buscando lo que le pertenece ¿podrá la presidenta del consejo estudiantil de otonokizaka escapar de su destino?

Bueno si han terminado de leer esta parte solo me queda decir espero que poder contar su apoyo con esta nueva historia dedicada al Nozo x Eri y sin más que decir nos vemos en la próxima actualización. Fujisaki Naoko cambio ¡y fuera!