Mi aportanción al Jeanmarco de fanfiction (de momento). Uno de los long fics que estoy planeando tienen el Jeanmarco como pareja principal, asi que no me cansaré de ellos, no
Se suponía que estaríamos juntos.
Jean se despertó repentinamente a cause de la intensidad del sol que entraba por la ventana. Al lado de ésta, Marco le sonreía amablemente, pero a la vez un tanto malicioso. Él era el culpable de la luz que había perturbado el sueño de Jean. Él había apartado la gruesa cortina que cubría el cristal.
—Te odio —declaró Jean, metiendo la cabeza bajo las sábanas, junto a su cuerpo y haciéndose una bolita.
—Levanta, vago —le instó Marco, que ya estaba vestido y todo.
—Nnnghh…
Marco se dirigió a la cama de Jean y le quitó la sábana de una sacudida.
—Vamos.
—¡Pero si siempre llegamos los primeros! No hay nadie que llegue nunca puntual.
—No es verdad, Marlo siempre está allí cuando nosotros llegamos.
—Pfff… Marlo es igual de raro que tú —rió Jean.
Con desgana, Jean se levantó y se puso el uniforme de la policía militar. Marco le dedicó una sonrisa aliviada y agradecida y ambos salieron al punto de encuentro.
Se suponía que disfrutaríamos
—Jean, esto está mal —tembloriqueó Marco.
—Sssssh, calla. Seremos los héroes del escuadrón.
—¿Por qué nosotros?
—¡Porque somos los novatos! No hay nadie más que pueda hacerlo. A ellos les conocen la cara. Ya verás que festín nos vamos a pegar esta noche.
—Jean, nos van a pillar.
Jean soltó una carcajada y cogió la mano de Marco mientras comenzaba a correr, arrastrándole consigo
—No te preocupes, te prometo que no dejaré que nos cojan.
Se suponía que cuidaríamos el uno del otro
Jean protestó.
—¡Marco! Estoy bieeEEEeeeen~
—Si claro —resopló Marco mientras miraba a Kean, que estaba apoyado en una silla intentando no caerse —. No puedes ni sostenerte en pie.
—No es cierto. Aún puedo beber más.
—De eso nada. —Marco chasqueó la lengua —. Vamos.
Le cogió por los hombros y con ayuda de uno de los compañeros de juerga de Jean, le llevó a su habitación. Una vez allí le tumbó en su cama, que convenientemente, era la litera de abajo.
Jean gruñó, prácticamente dormido.
—Ya te vale —le recriminó Marco —. Mañana vas a tener una resaca de miedo.
—La próxima vez —comenzó Jean, ignorando su comentario —, bebe conmigo.
—¿Si bebo contigo, quien cuidará de ti?
—¡Eso no se pregunta! ¡Yo cuidaré de ti!
Se suponía que no nos separaríamos. Se suponía que no me abandonarías.
—Marco…
Pero ya es demasiado tarde.
Cualquier cosa, review
Gracias por leer ^-^
