No puedes huir!


Disclaimer: Haikyuu! y sus personajes son propiedad de Haruichi Furudate, este es un trabajo sin fines de lucro impulsado por la pasión a las relaciones poliamorosas.

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Hola, al fin puedo venir por este fandom otra vez con una historia nueva. En esta ocasión traigo un KurooBokuTsukki porque me encantan los tríos.

En realidad es bastante difícil pensar en tríos para más de un fandom, pero conseguí una historia totalmente diferente. Tengo otra historia con un trío en el fandom de Free! y si de casualidad alguien la ha leído advierto que este y esa serán bastante diferentes.

Espero esta idea les agrade y capte su atención.

Advertencias del capítulo: Lime KuroBoku. Un virginal Tsukkishima en peligro. Planes sensualones.

Sin más cháchara, ¡disfruten la lectura!

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No puedes huir!

Capítulo 1. ¿Megane-kun?

Todo había empezado el día en que Tsukkishima conoció a Kuroo. Bueno en realidad es el día en que Karasuno jugó contra Nekoma después de años sin hacerlo, pero para los anteriormente mencionados eso perdia relevancia en sus pensamientos cuando recordaban al otro.

Para Kuroo, Tsukkishima era la seriedad personificada- aun cuando solo habían intercambiado unas escuetas palabras que no les habían llevado a nada- un chico centrado en lo suyo, inteligente a simple vista- no hacía falta conocerlo demasiado para notar en su mirada que era listo, mucho- y contradictoriamente, alguien a quien le gustaba molestar y puyar a sus compañeros de equipo. Tsukkishima era interesante, punto.

Al contrario, a Kei Kuroo le había parecido totalmente molesto. Sí, era obviamente observador- nunca entendió como con una simple mirada había notado que él no podía actuar alocado como sus compañeros, incluso había estado analizándose en el espejo porque quizás era demasiado evidente, pero él no pudo notar nada- y sí, era buen capitán, además de ser aparentemente inteligente- eso claro, ignorando el extravagante peinado que usaba- pero fuera como fuera, lo molesto fue lo que más se grabó en los recuerdos de Tsukkishima.

En realidad, aunque los dos sabían que se verían nuevamente, no le tomaron demasiada importancia a ese escueto encuentro. Bueno tal vez eso no es del todo cierto porque Kei pensó- quizás- algo más en Kuroo de lo que le hubiera gustado, pero pronto interiorizó su imagen con muchas otras que vivían en su mente, aunque la de su rostro era más emergente que otras. Kuroo en cambio solía hablar de Tsukkishima- megane-kun, era el nombre que usaba a falta del verdadero- en ocasiones, a veces de forma inesperada y sin razón alguna, además que ni siquiera podía decir mucho sobre él, pero la necesidad de mencionarlo le sobrepasaba y era casi incontenible en esas ocasiones.

Así fue como Bokuto se enteró de la existencia de Tsukkishima.

Su relación con el capitán de Nekoma era estrecha, amistosa, algo romántica- esto en menor medida- y por sobre todo física- mucho, muy física. Solían encontrarse esporádicamente, la mayoría del tiempo, cuando tenían ganas de follar porque había pasado demasiado tiempo desde la última vez, y la masturbación se hacía insuficiente. No siempre, eso sí, se encontraban para tener sexo, a veces sólo querían divertirse un rato, salir al karaoke, ir a bailar, o sentarse en cualquier parque tranquilo a hablar de las bromas que podrían hacer y a cuales personas, nada muy serio porque ellos no lo eran, evidentemente. A veces sólo se besaban, sin llegar más allá, sacando frustraciones, preocupaciones, cariño contenido, dejándolo todo olvidado en el apasionado y cálido contacto entre sus bocas y lenguas.

Antes del primer partido contra los cuervos, Kuroo nunca hablaba de nadie más cuando se besaban- es más, no hablaba y punto- después del primer partido, Kuroo en una ocasión sin nada en particular, al separarse de la boca de Bokuto lanzó el cuestionamiento al aire.

—¿Megane-kun sabrá besar?— Claro, Bokuto no tuvo el tiempo ni siquiera de responder antes que Kuroo volviera a adueñarse de sus labios y su aliento. Quizás ni él mismo notó que había dicho nada.

La próxima vez que mencionó al tal megane-kun fue cuando Bokuto gemía con ganas y agitaba su trasero desnudo buscando más contacto con los dedos que se encargaban de preparar su entrada para recibir al capitán.

—¿Me pregunto cómo será el megane-kun en la cama?— y nuevamente no le dio tiempo a Bokuto de preguntar porque retiró sus dedos en un instante remplazándolos por el gran miembro que entró en él de manera rápida y deliciosa. Bokuto sólo pudo gritar de placer.

Y así se repitieron en varios momentos las preguntas relacionas a un megane-kun del cual el capitán del Fukurodani no tenía idea. Pero la duda se clavó en él, y cada vez que el chico- era obviamente un chico porque ellos dos disfrutaban más de esa clase de sexo, aunque nunca descartaban, claro- iba a ser mencionado- raramente siempre que eso sucedía o iba a suceder Kuroo ponía una sonrisa retorcida en su cara- el sentía una rara emoción y curiosidad por descubrir el misterio del chico de lentes.

Así, entre insinuaciones sexuales y espontaneas por parte de Kuroo, entre pensamientos efímeros sobre cierto chico alto y molesto por parte de Kei, y mucha curiosidad e ignorancia sobre un misterio demasiado atractivo por parte de Bokuto, es que se fue acercando el primer campamento de práctica organizado por el grupo académico de Fukurodani*. En esa vez, como fue un solo día de entrenamiento, ni Kuroo ni Bokuto pudieron acercarse a Kei, pero al menos el primero pudo comprobar que estaba bastante interesado en ver partes del rubio que no mostrara comúnmente, y el segundo- por suerte no fue nada difícil de identificar ya que era el único chico de lentes en el equipo- pudo conocer finalmente al megane-kun del Karasuno, comprobando que sí, ese chico parecía ser interesante.

La próxima vez que Bokuto y Kuroo se vieron, este último quiso devorarle los labios a besos, y si el de orbes color caramelo no hubiera tenido más cuidado tal vez le hubiera devorado completo. El motivo fue sencillo de adivinar, aun cuando el pelinegro no dijo nada más que una frasecita candentemente encantadora: estaba decaído por no haber podido llegar a las nacionales del intercolegial. Pero el de cabello bicolor no le dio chance de desahogarse antes de lanzarle la bomba.

—Quiero tener al megane-kun— entonces a Kuroo pareció olvidársele todo su decaimiento.

—¿Cómo lo sabes?— preguntó Kuroo desconcertado, haciendo evidente que nunca había notado cuando lo mencionaba.

—Vamos bro, lo mencionas seguido— sonrió cuando el pelinegro se rascó la cabeza pensativo— Es lindo y parece interesante. Vamos, quiero tenerloooo— hizo puchero y una pataleta infantil que le ganó un beso salvaje de Kuroo y luego una risa.

—Okey— contestó este, sabiendo que ese día no se quedarían sólo en los besos.

Así lo decidieron y así lo harían, conseguirían a Tsukkishima.

Y así llegó el segundo campamento. Ni Kuroo ni Bokuto tenían un plan- obviamente no conocían suficiente de Kei para saber cómo aproximarse- pero al parecer era el destino de los tres estar juntos- en el sentido más sexual de la palabra- porque Tsukkishima parecía darles la oportunidad perfecta para aproximarse a él.

Era fácil saber que Kei no era alguien apasionado: jugaba descuidadamente y se mantenía en la zona segura, nunca iba más allá de sus posibilidades, su inteligencia jugaba en su contra en esos momentos ya que le impedían creer en el esfuerzo y el poder de los sentimientos. Y de igual manera se notaba a leguas la frustración que sentía al perder.

Kuroo- el inteligente del equipo- pasó la mitad del primer día observándolo con disimulo. Trataba de descubrir los puntos débiles del rubio, las cosas que harían que no pudiera resistirse a ellos. No fue demasiado difícil, Tsukkishima estaba en un estado en que era como un libro abierto demasiado fácil de leer aun sin conocerle demasiado.

—Kuroo, tu sonrisa es asquerosa— le dijo Kenma en algún momento de día.

Lo sabía, pero no podía evitar hacerlo. Tener a Tsukkishima no iba a ser tan difícil como parecía en un principio. Estaba deseando que llegará el almuerzo para darle la buena noticia al bonito Bokuto- seguro se emocionaría- y ponerlo al tanto de lo que harían.

El plan comenzaría esa misma noche.


* Leo el manga en inglés y traduje esto literalmente, en realidad no recuerdo cómo se mencionó en el anime o si lo mencionaron.


Espero les haya gustado, personalmente estoy emocionada con esta nueva historia, y me gustaría que a ustedes también les haya emocionado y picado la curiosidad.

En el próximo capítulo habrá lemmon *insertar carita zukulenta*, trataré de traerlo pronto.

¡Nos leemos!