Mi vida
Capítulo 1
Una celda fría.
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Este fic se da después de Talión. Esta historia es sin fines de lucro, todos los derechos pertenecen a sus respectivos creadores excepto por Kitt, Adannos, Impulse y Avalanche.
Esta historia esta dedicada a Tavata quien hizo un excelente trabajo y como agradecimiento por su apoyo en la elaboración de Talion y a Fantasía de un Ángel quien nos acompaño hasta el final.
Si desean conocer a este personaje solo entre a mi galeria en homepage en la ficha de autor el título del dibujo es My life, Mi vida.
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Después de todo lo que sucedió, me siento… no lo se; tranquilo, se que enfrento infinidad de cargos en mi contra por muchas cosas terribles que sucedieron hace poco y por haber hecho un juramento de chispa y energon, pero no me arrepiento en lo más mínimo.
La celda que contiene mi libertad es pequeña y oscura, quien habría imaginado que los Autobots contarían con elementos como estos, pero en fin; una guerra siempre tiene de todo. ¿Cierto?
A lo lejos escucho las palabras de los otros, aquellos que me acusan de traición, aunque también existen los que afirman que soy peor que Decepticon. Como si eso pudiese ofenderme… Tal vez tiempo atrás lo habrían hecho, pero ahora no son más que acusaciones de seres que no tienen idea de lo que implica el verdadero honor. Como dije antes, no me arrepiento de mis actos, no me duele confesar la verdad y enfrentaré cualquier veredicto con valor.
-Al menos, se que no fue en vano- Me dije al incorporarme y caminar hacia los barrotes que iluminan levemente mi celda para recargarme en uno de los muros mientras observo el movimiento en aquel lugar.
Buenos o malos, el lugar no esta desierto, buenos o malos, siempre habrá quienes caigan y paguen por lo que sucede afuera.
Buenos o malos, como si realmente existiera diferencia.
Con paciencia cierro mis ópticos recordando lo que me trajo originalmente aquí.
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Mucho tiempo atrás aprendí que el bien y el mal no son más que conceptos efímeros que nosotros mismos planteamos¿Por qué lo que yo digo tiene que ser lo que esta bien?, todos tienen sus razones para actuar, y una justificación detrás de sus actos, quizá para mi enemigo el malvado soy yo, el que caza su sueño, buscando acabar con su libertad, así como él lo es para mí.
Este concepto se convirtió en una idea que no me dejaba reposar en paz.
Pero comenzaré por un principio.
Yo soy un Autobot o mejor dicho, fui un Autobot, un francotirador y estratega. Mi trabajo era cazar a los sekeers en los aires y derribarlos con precisión.
Generalmente trabajaba como el backup, moviéndome entre las sombras mientras disparaba contra el enemigo. También se me asignaban misiones con blancos precisos que representaban la diferencia entre una victoria o derrota para los míos. Misiones que seguía sin dudar, creyendo en lo que defendíamos a pesar de mi extraño origen.
-Honestamente no recuerdo mucho de eso¿Quién recuerda su nacimiento? Obviamente nadie, al menos no he conocido raza que disfrute de ese don hasta este momento. Lo que si recuerdo es mi entrenamiento junto con otros mechas. Todos poseíamos características singulares que facilitarían la asignación de trabajo para el que habíamos sido diseñados. Porque aunque no lo sepan así es, los Autobots estábamos construidos para el trabajo y no para actos militares.
Al menos esas eran las reglas en esos tiempos.
Recuerdo aquel ciclo como si fuera hoy. Yo observaba a mis camaradas quienes se mantenían de pie a mis lados sin romper su formación. Los supervisores caminaban recorriendo las filas con sus datapads en mano, analizaban a cada recluta, para describir sus características y habilidades en sus reportes antes de asignar alguna afiliación.
-Nombre- Escuche al que se dedicaba exclusivamente a mi fila.
-KITT- Replique con sencillez. La mayoría de mis compañeros llevaban consigo nombres que tuvieran alguna relación con su figura o habilidad, una costumbre común para nuestra raza, aunque bien dicen que toda regla tiene una excepción.
Yo fui una de esas excepciones.
-¿Nombre?- Pregunto de nuevo el supervisor.
-KITT- Repetí algo molesto, en ese entonces me desesperaba con mucha facilidad y mi carácter era algo explosivo.
-Hmmmm- Escuche al mecha,- Eres extraño¿Lugar de creación?- Continuo
Eso sería increíble, seguro que no creería si se lo dijera, solo quiero ver su reacción antes de que niegue lo que escuchará.
-Vos- Respondí obteniendo esa mirada de incredulidad que todos me daban.
-Esa es una ciudad Decepticon y además es el origen de los voladores, no de modelos como el tuyo- Argumenta el inspector.
¿Cuántas veces he escuchado esa explicación?, rayos voy buscar algún otro nombre de alguna ciudad que me atraiga y la próxima vez diré que soy de ahí, seguramente me creerán más que la verdad.
Mis puertas se elevaron un poco mostrando mi enojo, pero solo me cruce de brazos esperando el resto de su regaño.
-Lo repetiré una vez más¿Lugar de Origen?- Dice volviendo su atención al datapad.
-Kaon- Conteste, -Espero que esa respuesta le agrade, después de todo muchos Autobots son de Kaon.
-Perfecto, ves chico no es tan malo, se que muchos desean ser dueños del aire, pero también el trabajo abajo es esencial- Prosigue.
-Lo lamento- Replico con un toque de sarcasmo. Que más da, todo sea porque me deje en paz.
-Okay, veamos tu diseño es un poco extraño¿Podrás retirar tu visor?- Pregunta observando nuevamente.
De acuerdo, aquí ya tenemos problemas, se que en la actualidad muchos mechas tienen distintos cromas en sus ópticos, ya saben, verdes, dorados, carmesí, púrpuras, azules, entre otros, pero en esos tiempo los dos colores distintivos eran el azul y el rojo.
Azul Autobot, Rojo Decepticon.
Con un leve suspiro, centre mi atención en él retirando el Visor, revelando el carmesí tan similar al del lente, que lo recubría, se que sería más lógico vestir uno azul pero me encantaba retar a los que negaban mi origen y ese era el mejor método.
-¿Qué RAYOS?- Exclamo el mecha confundido.
-¿Quiénes son tus creadores?- Pregunta molesto.
-Mire no lo se- Lo único que me interesa es que me asigne algún lado y listo. Nuevamente esos sentimientos se reflejaban en la posición de las puertas, revelando la irritación que en realidad sentía.
-No me levantes la voz jovencito- Replico el supervisor.
-Entonces usted tampoco diga incoherencias- Exclame frustrado
Como dije, en ese entonces mi temperamento era explosivo.
Para no hacer el cuento largo mi día termino con una visita al área de castigo. Ahora que lo pienso, no era muy diferente a esto, aunque si estaba más limpio y un poco más iluminado.
Se que no fue un buen comienzo, pero a pesar de esos problemas, yo apreciaba ser un Autobot, creía firmemente en que mi propósito sería útil y a diferencia de lo que él pensaba, me agradaba no ser un modelo aéreo.
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El sonido de algunos quejidos me hacen salir de esas memorias para traerme a la realidad. Al parecer hay un nuevo prisionero en la sección, debe ser importante si esta aquí, un asesino quizá… o tal vez un comandante Decepticon.
El guardia encierra al prisionero para alejarse con velocidad, pasa al lado de mi celda deteniéndose por un momento.
-Debes ser feliz, ya tienes a uno de tu calaña cerca- Comenta con esa sonrisa burlona. Yo me río para mis adentros al oír su exclamación, el pobre cree que al compararme con los militares me hace menos, que tonto- Pienso sin responder.
-Nos veremos en tu ejecución- Continua.
-Pensé que los Autobots no recurrían a esos métodos- Dije al fin mirando hacia otra dirección con actitud despreocupada -Lo olvide era el verdadero Prime el que no recurría a esos métodos, no ese Mecha infantil al que llamas líder
-Mira tu- Gruño el guardia mostrando su puño con impotencia al otro lado de la reja -Tú eres un Autobot, y él es tu líder te guste o no, es el nuevo guardián de la matriz y eso es todo lo que necesitas saber- Dice con el enojo claro en su voz.
-Mejor Decepticon que eso- Le digo cruzando mis brazos.
-Eres basura- Afirma con odio.
-Pero no soy un hipócrita, al menos yo si hablo con la verdad- Finalizo sintiendo el enojo emanar de él.
-Sin embargo a pesar de lo mucho que estoy disfrutando de esta charla, creo que voy a descansar un poco, ya vez, las ventajas de no tener nada que hacer- Continuo caminando hacia la plancha de recarga.
El gruñe antes de alejarse, -Es todo un arte, en definitiva –Me digo orgulloso de no haber perdido mi toque.
-je, je, je, debo admitir que realmente lo hiciste perder la cordura- Escucho la voz de mi nuevo compañero de Celdas.
-Gracias por el cumplido- Contesto al momento.
-Tal vez no sea tan aburrido aquí después de todo- Prosigue la voz un poco más cerca. El prisionero se levanta caminando hacia los barrotes energizados de su lado, la oscuridad disminuye revelando la figura de ese Triplecon Decepticon.
-¿Cuál era su nombre? Blitzwing, si eso creo- Pensé analizando su forma.
-Eres extraño para ser un Autobot- Comenta.
-Espero sea un cumplido- Respondo con tranquilidad, mientras el observa mi forma pensativo. Un estilo estándar, similar al del fallecido táctico y el francotirador que combatieron en la tierra, aunque con notables diferencias.
Mis cromas predominantes son el negro y el rojo, contenido en esos ópticos carmesí. Definitivamente no son los colores favoritos para los miembros de mi fracción.
-Lo fue- Dice sentándose en el piso.
-¿Cómo llegaste aquí Blitzwing?- Pregunte tranquilamente.
-Fui capturado por Autobots cuando trataba de Huir de los Decepticons- Comento con un toque de resentimiento en su voz, leve, pero perceptible.
-Ya veo-Conteste sin saber que decir. Lo entendía, él era visto como un traidor por los suyos, por haber ayudado a los Autobots a salvar Cybertron de los Quintensons, yo se que su líder actual Galvatron esta loco y es por esto que muchos así como él han desertado de sus filas. Desafortunadamente Rodimus no es Optimus, dándole la espalda aquellos que desean una segunda oportunidad. ¿Dónde quedaron esos valores por los que tanto peleamos?, no son más que una sombra del pasado, enterrados junto con el recuerdo de nuestro verdadero líder.
-Te comprendo- Dije sin pensar. El vuelve a enfocar su atención en mi figura antes de responder.
-Tú eres uno de ellos ¿Cierto?, De los que trato de matar al nuevo prime- Dice.
Debo admitir que es directo, pero supongo que debe ser común para los suyos.
-No lo negaré, yo soy quien pronuncio el Talión, responsable de los sucesos que aterrorizaron a los Autobots estos últimos Ciclos-Conteste adoptando la misma posición que él.
-Su gesto lleno de curiosidad me hace sentir un poco incomodo, al parecer no podía creer que alguno de nosotros fuese capaz de situaciones así, pero ahora…-
-¿Por qué¿Por qué traicionar así a los tuyos¿Por qué cazar a su líder y amigos cercanos?- Pregunta al momento.
-Lo mismo podría preguntar- Confirme, -¿Por qué haces las cosas¿Qué te motivo a traicionar a los tuyos?, finalmente ustedes hubiesen ganado, aunque el planeta se hubiera perdido también no importa; ustedes viven en Charr- Respondí analizando su reacción.
-Supongo que tienes razón- Contesta enfocando el piso del pasillo que divide nuestras celdas.
El silencio vuelve al lugar, excepto por algunos gritos lejanos, de algún otro prisionero, lo que me lleva a pensar en esos amigos que deje atrás.
Por un momento el Triplecon deja de ser importante, mientras la preocupación por mi comandante y aliados se hace presente. Por Adannos quien termino inmiscuido en este plan sin querer. No podía evitar sentir un toque de culpabilidad al recordar la mirada que me dio el día que nos despedimos.
-Antes de que te pararas a la mitad del pasillo amenazando a Prime con tu propio rifle- Me reproche. Una tontería quizá, pero la única opción en el momento.
-¿Dónde estarán¿Habrán sido descubiertos¿Habrán escapado?- La incertidumbre es grande, cazando mis pensamientos. Preocupándome.
-Solo han sido un par de ciclos, aún pueden ser detectados- Pienso, pero de inmediato trato de enfocar mi atención en algo más volviendo al Decepticon cautivo.
-Te diré algo, si tu me dices "Tu versión de la historia, yo te daré la mía" - Comente atrayendo la atención de Blitzwing.
-Ya que no hay nada mejor que hacer- Me dice, -Seria bueno tener alguien con quien hablar- Continua
-Perfecto¿Quién comienza?-
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De este modo ambos comenzamos a compartir esas experiencias que nos llevaron a terminar en ese lugar, nuestro nuevo hogar, hasta que una sentencia sea asignada.
Nuestro refugió temporal.
Una celda fría.
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