Bueno, bueno… aquí mi segundo fic. El primero no lo terminé porqué no tuve tiempo y perdí el hilo, pero este ya está atado y no voy a tener este problema. Será cortito, pero tengo bastantes ideas para otros fics, así que si os gusta decídmelo y seguiré subiendo más!!
Leedlo y dejadme algún review please!!!
Gracias!!!!
¿Me ayudarás?
1. Un propósito
Todo eran alabanzas, ninguna crítica. La verdad es que estaba contento con el partido, había sido difícil pero habían conseguido ganar. Ojeó los artículos de todos los periódicos que Sam le había traído e hizo un sorbo en su café. Su trabajo era muy gratificante, no se podía quejar, así y todo notaba que faltaba algo en su vida. Como podía ser que tuviera un día tan depresivo después de la impactante victoria de ayer? Decidió llamar a Sirius, él siempre lo animaba.
- Ey James! Ya me echas de menos?
- Si, es que no puedo vivir sin ti.
- Jeje. No tienes un día muy animado eh?
- Como lo sabes?
- James por favor… te conozco demasiado.
- Ya…
- Quieres que venga y charlemos un rato?
- Si no haces nada importante…
- Ahora vengo. Dile a Sam que me prepare algo de comer!
James colgó el teléfono sonriendo. Sobretodo, que el señor tuviese la barriga llena pensó.
James y Sirius junto con Remus habían sido amigos desde el primer día que entraron en el Hogwart's Express. Los tres eran de los chicos más populares del colegio y todo hay que decirlo, de los más guapos e inteligentes. A James lo habían fichado como jugador de quidditch pero él quiso empezar a estudiar para ser auror así que hacía ambas cosas. Sabía que no toda la vida se podría dedicar al quidditch y por eso se presentaba a los exámenes aunque siguiera jugando y dando lo mejor de si para su equipo. Tenía que viajar mucho debido a los partidos pero Sirius que también estudiaba para ser auror le pasaba apuntes que a su vez le había pasado Clara, una chica muy mona e inteligente con quien Sirius tenía muy buena relación. Además James se encargaba del club de Quidditch de niños de su equipo. Dirigía la escuela y por tanto debía encargarse que todos los niños, entrenadores y partidos marcharan bien. Sólo era un trabajo de despacho pero también le sacaba bastante tiempo. Así y todo le encantaba.
Hacía dos años que Remus había ido a estudiar a Francia y por este motivo la relación entre los amigos se había distanciado aunque siguieran hablando a menudo.
Al cabo de poco entró Sirius con una bandeja llena de croissanes y un café. Se sentó delante de James y le ofreció uno.
- Y bien, que es lo que te preocupa Jaimie? – dijo Sirius riendo – Lo que tienes que hacer es salir esta noche, nos ligamos a unas tías y ya te van a pasar todos los males. Llevas desde el fin de semana pasado sin ninguna y claro… esto deprime.
- No, no. Bueno si, esto de salir esta noche me parece bien pero yo quería hablar de otra cosa. Te acuerdas el otro día que pasamos por delante de aquella residencia?
- Aquella que caía a trozos con aquel niño llamándote en cuanto te reconoció?
- Si
- Bien, si que me acuerdo, que pasa con esta residencia.
- Pues estuve pensando y llegué a la conclusión de que soy un maldito chulo.
- Hablas en serio? Jaja, me recuerdas a Evans, se pasaba los cursos diciéndotelo.
- Sí, también pensé en ella yo, pero vamos por pasos. Aquel pobre niño vive en una residencia que cualquier día puede desplomarse y seguramente no tiene nadie que lo vaya a visitar. Qué me costaba acercarme para saludarle?
- Vamos James… No puedes complacer siempre a todo el mundo.
- Sí, ya lo sé, pero estuve pensando y he decidido que voy utilizar parte del dinero que gano con el equipo para algo de provecho. Voy a ir en aquel internado y me ofreceré para ayudar a reconstruirlo y a hacer más agradable la vida de aquellos niños, seguro que no pueden tener ni una educación como se merece.
Sirius no supo que contestar al ver que su amigo estaba hablando en serio. Bueno, pensándolo mejor aquello era una buena idea. James ganaba mucho dinero e invertirlo en algo que ayudase a los demás…
- Una cosa, bueno dos – dijo Sirius.
- Dime
- Porque no hay nadie que haya ayudado a reconstruir la residencia? Está claro que no es un internado muggle porque sino aquel niño no te hubiera conocido.
- Sabes que no se puede hacer servir la magia para enriquecerte, sino tampoco habría pobres en nuestro mundo y bien los hay.
- Si, es verdad. Bueno pues si quieres te acompaño cuando vayas. Ah! Por cierto, lo segundo que quería decirte: como te las apañaras para organizarlo todo? Está claro que esto te quitaría mucho tiempo, y no tienes mucho que digamos. Te recuerdo que tendremos exámenes y tienes que seguir viajando porque ayer os clasificasteis por la world cup.
- Si, aquí es cuando he pensado en Evans. Ni tú ni yo tendríamos tiempo de encargarnos de todo. Yo estoy con los partidos y el tiempo que puedo estudiando. Tú figura que también estas estudiando y también tienes trabajo en la oficina haciendo las prácticas. Así y todo, necesito una persona que sepa que es entregada y he pensado en Evans.
- Evans también está estudiando para auror. No te acuerdas que te dije hace tiempo que hacía el turno de mañana?
- Sí, pero de todas formas se lo podemos preguntar. Ella sería la persona perfecta.
- Tienes razón pero no creo que quiera ayudarte en nada. No terminasteis con muy buena relación que recuerde…
- Bueno es cuestión de contactar con ella. Al fin y al cabo no le voy a pedir nada para mí, es para ayudar a otras personas y ella por muy mala leche que tuviera cuando se enfadara, siempre ha sido muy buena persona.
- Por cierto, como es que has pensado en ella?
- Fue al decirme que era un chulo, al igual que tú me vino a la memoria las constantes peleas que teníamos. Y no te lo creerás pero me ha hecho ilusión recordarlo.
Sirius sonrió y desviaron el tema para seguir hablando de quidditch y de lo que harían aquella noche.
…
No muy lejos de allí, una chica pelirroja comía un gran helado sentada en el sofá. Apagó la tele indignada, se levantó y dejó el helado encima del rojizo mármol de la cocina de su apartamento.
- No sé ni porqué miró el telediario, todo son desgracias, no hay ni una sola buena noticia y si la hay está relacionada con el deporte – dijo Lily alzando la voz aunque no hubiera nadie más en la sala.
En aquel momento una chica morena con el pelo por encima de los hombros salió del baño secándose las manos con una toalla azul.
- Bueno, ya es algo. La vida es injusta ya lo sabes. Aún puedes dar gracias que nuestro querido equipo gana, te recuerdo que estuvimos cinco años sin levantar ni una copa.
- Ya… - contestó la pelirroja suspirando – ojalá pudiera hacer algo para ayudar a esta gente refugiada y que está en guerra…
- Lily no debes preocuparte tanto, tú no puedes hacer nada para cambiar el mundo. Lo que tendrías que hacer es salir y divertirte más, tendrías que haber venido ayer al partido, fue alucinante!
- No me gusta ir, Carol, ya lo sabes.
- No te gusta desde hace dos años, antes íbamos las dos a todos los partidos que podíamos.
- Ay Carol! Ya hemos hablado sobre este tema muchas veces…
Carol asintió y entró de nuevo al baño para dejar la toalla. Era una chica un poco más alta que Lily con unos ojos color avellana pero de mirada intensa. Tenía muy buen tipo y le habían pedido varias veces que se dedicara a ser modelo pero ella prefería seguir con sus cursos de pintura y sus estudios de arquitectura y sólo hacía pases cuando le apetecía. Era hija de una importante familia de magos y era hija única, le apasionaba pintar. A sus padres no les hacía demasiada gracia que su única hija estudiara una carrera muggle, pero después de algunas discusiones ya lo habían aceptado. Hacía un año que vivía con Lily en un pequeño piso al centro de la ciudad de Londres. Ella y Lily eran amigas desde el segundo año en Hogwarts, aunque el primer año no se llevaban demasiado bien, todo fue conocerse y hacerse inseparables.
Carol se sentó al sofá al lado de su amiga que ahora leía un libro.
- Aún piensas en Potter.
Lily paró de leer pero no se giró para mirar a su amiga y seguidamente continuó leyendo.
- Lily no puedes dejar de ir a los partidos por él, no puedes basar todos tus horarios en clases para que no sean los de Sirius y James, no puedes tener la vida tan determinada por él.
- No la tengo – respondió la pelirroja en un tono que dejaba entender que daba por finalizada la conversación.
- Bien pues si no la tienes ven este sábado a la fiesta que han organizado los de tu curso, yo te acompaño.
- Carol no quiero ver a James y puede que él esté a…
Carol sonrió.
- ¿Perdona qué decías¿Que ya no te importa James Potter…?
Lily se dio por vencida y cerró el libro.
- Vale… Aún pienso en él. No puedo evitarlo, nunca voy a volver a sentir por nadie lo que he sentido por él y aunque haga tiempo que no haya hablado con él no puedo olvidarlo. Además, como comprenderás, no me ayuda tener que ver su foto en todas las portadas de los periódicos y leer las fantásticas alabanzas que le dedican los periodistas.
- Yo creo que lo que debes hacer es hablar con él.
- Qué dices! Si, mira, me presentó mañana a su entreno y le digo: "oye James te acuerdas de mí? He estado colgada por ti la mitad de mi vida y de hecho aún lo estoy. Te importaría que quedásemos para charlar un rato?".
- Bueno no está mal…
- Carol ni somos amigos, ni le voy a decir que hace años que me mola, ni se va a acordar de mí. Después de las peleas que hemos tenido…
- Ya lo sabes Lily; quien se pelea se desea. Yo de ti pensaría en ello. Y no digas chorradas, sabes que yo siempre te he dicho que mostraba un interés especial en ti y que me veía de dama de honor en vuestra boda.
Dicho esto Carol se levantó y se fue a su cuarto. Lily se quedó pensativa en el sofá. Carol siempre diciéndole que tenía oportunidades, lo único que conseguía era liarla todavía más. Se tenía que hacer a la idea. Ella nunca estaría con James Potter.
…
Al cabo de dos días, James y Sirius también hablaban de la fiesta de la universidad.
- Entonces vendrás mañana a la fiesta, seguro que estará todo el curso.
- No, no me apetece. Además el día siguiente tengo entreno muy temprano…
- Bueno tú mismo, te vas a perder a una multitud de chicas para escoger y encima puede que esté Evans… - dijo Sirius levantando las cejas y con una mirada enigmática.
- Porqué dices esto? – dijo James picado.
- Uy, uy, no te enfades… Sólo te lo decía porque llevamos dos días hablando sólo de Evans y de Hogwarts y cada vez que lo hacemos haces una sonrisa de tonto que no te imaginas. Pero sobretodo, lo digo porque necesitas preguntarle si te va ayudar con lo de la residencia.
Sirius sonrió y siguió andando al lado de James. Habían decidido salir a cenar para celebrar el aprobado que habían tenido ambos en el último examen. Cualquier excusa era buena para salir.
…
Llegó el sábado y con él la fiesta. Era un curso muy numeroso y con muchas ganas de juerga. En general eran todos buenos estudiantes y muy bien vistos por los profesores y por esta razón les dejaban organizar fiestas de vez en cuando.
- Oye puedes dejar de mirar a Black de una vez?
- Hombre chica, sabes que no soy de piedra y tienes que reconocer que el chico a mejorado muchísimo y esto que antes ya estaba bastante bien…
- No sé lo que estoy haciendo aquí – dijo Lily suspirando – me voy a casa que ya me he cansado.
- Tú no te vas todavía a ningún sitio – dijo Carol – Mira, mira, se acerca Sirius.
- Hola chicas, cuanto tiempo sin saber de vosotras, qué tal todo?
- Muy bien y tú? – preguntó Carol coqueteando.
- También, también…
Estuvieron un rato hablando con Sirius. Bien, de hecho la única que hablaba era Carol porque Lily se dedicaba a mirar a toda la gente de la fiesta con aire cansado sin prestar atención de lo que hablaban Sirius y su amiga.
- Emm…Qué? – Dijo de repente Lily al ver que Sirius le estaba hablando.
- Está pidiendo nuestro número de teléfono para quedar algún día… - dijo Carol dirigiendo una mirada de reproche a su amiga ya que se había dado cuenta que no sabía de lo que hablaba Sirius.
- Sí, decía que si te parece bien que nos veamos algún día.
- A claro, claro – se apresuró a decir Lily aunque en realidad no le parecía muy buena la idea.
Estuvieron un rato más hablando y bailando y después se fueron a casa.
- No sé porqué nos pide el teléfono, de hecho no sé ni porqué se ha acercado a hablarnos – dijo Lily.
- Ay Lily, últimamente estas muy pesimista, dónde está la Lily energética? Tendremos que poner alguna solución. Además, no sé qué dices, estaba monísimo y encima no decía las estupideces que decía en Hogwarts. Este chico ha mejorado, me gusta, me gusta… Tendré que quedar con él más a menudo, me ha llamado la atención.
- Bah! No digas tonterías – dijo Lily sin prestar atención a lo que decía su amiga – has bebido demasiado o qué?
Carol se puso a reír y siguió hablando de las cualidades de Sirius que se ve que no había reparado para aquel entonces en Hogwarts. Llegaron a casa y los siguientes días transcurrieron con normalidad.
…
- Tienes el teléfono de Lily y no me lo dices hasta hoy? – James miraba indignado a su amigo.
- Lo siento tío, no me he acordado de dártelo – contestó Sirius para disculparse. Además, no sé porqué te pones así si tampoco la llamarías.
- Claro que la llamaré! Si el otro día no le dije nada es porque…
- Porque t'he quedaste parado mirándola desde un rincón – acabó afirmando Sirius – sí o sí?
- Bueno vale, me atonté un poco, qué pasa, es que estaba muy guapa.
- No, no, si a mi no hace falta que me des explicaciones. Yo he quedado con Carol así que te dejo.
- No pierdes el tiempo eh?
- Nunca, ya lo sabes.
Sirius sonrió y salió del despacho de su amigo. Había quedado con Carol y no quería llegar tarde en su primera cita con ella aunque ni siquiera se le podía llamar cita, y estaba seguro que ella lo haría esperar como todas las chicas.
Mientras tanto, James se quedó sentado y pensativo mirando el número de teléfono que le había dado su amigo. Porqué no se atrevía a llamarla? Porqué estaba tan nervioso? Aquella sensación no la había sentido nunca y ahora, no le gustaba. Decidió que organizaría bien todo lo que quería cambiar de la residencia y que iría a hablar con los propietarios antes de llamar a Lily, después, si veía que sus planes podían ir a buen puerto, la llamaría.
Al cabo de unas horas, cuando James llegaba a casa de sus abuelos que es donde vivía desde que sus padres habían muerto en un accidente de coche, Sirius lo llamó.
- No sabes qué bien me lo he pasado tío!
- Qué me dices Sirius… ya os habéis acostado el primer día…
- No, no! Qué dices, si no hemos hecho absolutamente nada!
- Y entonces a qué se debe tu alegría? Que yo sepa, tú sólo piensas en una cosa.
- Bueno no te pases eh! Mira te cuento. Primero, ya me ha sorprendido de que no me hiciera esperar nada, de hecho ya estaba cuando he llegado, y entonces me ha dicho que si la quería acompañar un momento a su estudio de pintura que se había dejado una cosa. Hemos ido y nos hemos quedado allí muchísimo rato, no sabes las tonterías que hemos hecho, como si fuéramos niños pequeños. No sé ni cómo ha empezado todo pero hemos acabado haciendo una guerra de globos de pintura, no sabes como nos hemos reído y como hemos acabado de guarros. Después hemos salido a pasear y nos hemos comprado un helado, la gente nos miraba con unas caras… pero bueno, nosotros tan felices y sin parar de contarnos la vida. Hacia tiempo que no me lo pasaba tan bien.
- Carai, carai, no te reconozco Sirius, pero me alegra, hombre, me alegra.
James colgó el teléfono y se puso a estudiar. Era difícil compaginar los estudios con el quidditch, pero por suerte era inteligente y se sabía organizar. El día siguiente iría a la residencia y les haría su propuesta.
Bueno, bueno. Aquí os dejo el primer capítulo del nuevo fic. No va a ser muy largo. Calculo que unos 5 capítulos. El próximo capítulo…. Propuestas!
Dejadme algún review y decidme que os parece, por favor!!!! Voy a subir un chap por semana!!!
Gracias!!!
Por cierto, creo que tendré que investigar como funciona esto de los formatos. sabéis como puedo hacer para que las frases empiecen con un margen en la izquierda?
