¡Muy buenas a todos! Os traigo una nueva historia que está dedicada a mis tortugas favoritas. Estuve viendo las dos películas y me dije ¿por qué no hacer una? Así es, esta historia trata de las películas de 2014 y 2016.

También quiero comentar que añadiré nuevos personajes que cambiarán la vida a estos personajes. Espero que sea de vuestro agrado.

¡Qué comience la aventura!


Dos años más tarde.

Era una noche apacible y tranquila en la ciudad de Nueva York; no hay indicios de bandalismo ni robos hacia los ciudadanos. En el fondo saben que se sienten protegidos por algo o por alguien que se esconden entre las sombras, vigilando las calles. Pero esos curiosos "héroes" están descansando en las alcantarillas de la ciudad y, realmente, no había sonado la alarma de algún peligro. Ni los ordenadores de la tortuga genio muestran indicios de algún tipo de ataque en el banco.

Donatello estaba concentrado, como siempre, con sus proyectos, que a veces son peligrosos y su maestro siempre le pide que cuando construya algo que lo haga con precaución. Escuchaba los suspiros largos de Michelangelo, que se encontraba en el sofá aburrido y sin hacer nada. Solo mirar a la tele... Es lo único que hacía y raro de él.

- Chicos... ¿por qué no hacemos una visita a April? - preguntó l más joven de todas.

- Porque ella está con Casey -.

- ¿Siempre lo estropeas con eso, Donnie? -.

- Y tú tienes que saber que April no se fijaría en una tortuga como nosotras... Somos sus mascotas - le recordó la tortuga genio mientras se colocaba sus anteojos - A veces eres muy pesado con ese tema -.

- ¿Y qué quieres? April me gusta, es una chica guapa y esta buenísima -.

- Y dicen de que yo soy el pervertido - apareció Raphael de su entrenamiento, sentándose en el gran sofá.

- Por última vez Mikey... ¡no somos su tipo! -.

La joven tortuga miró mal a su hermano, y su cara mostró un pequeño puchero de hacerle caso. Pero Donnie lo ignoró por completo, siguiendo con su investigación. De repente, una puerta se abrió mostrando al joven líder salir de la habitación de Splinter y con una cara seria y semblante hacia sus hermanos.

- ¿Queréis bajar la voz? El maestro Splinter necesita descansar -.

- Perdón ... - dijo en bajito Mikey.

- ¿Y por qué este escándalo? -.

- Mikey aún está con lo de ver a April y decirle que le gusta - mencionó Donnie haciendo que Leo suspirara con pesadez.

- Mikey... - se sienta a su lado - Eres terco -.

- ¡Vale! - se levanta de repente la joven tortuga molesta por sus hermanos - ¡Pues decidme! ¡¿Hay alguien de esta ciudad que nos quiera realmente?! Quiero decir... Que nos acepte tal y como somos -.

Esa pregunta hizo que todos y cada uno de ellos se quedasen callados ante esa pregunta. ¿Habría alguien así? ¿Y si lo habría donde se encontraría? Donnie mencionó una vez que ya estaban en época de emparejamiento y que necesitaban encontrar pareja para procrear. Y claro, a Michelangelo se le metió en la cabeza en confesar sus sentimientos a April y que ésta le acepte. Pero había alguien que se interponía en su camino: Casey Jones. Ellos dos desde que se conocieron y derrotaron a Kraang, no paraban de salir juntos y estaban menos con las tortugas. El único era Vernon que aún tenía contacto con ellos.

- No lo sé Mikey... - habló el líder mirando a todos - No lo sé... -.


Pisadas fuertes se escuchaban en el gran pasillo haciendo que todos se colocaran en su sitio porque sabían de que "él" estaba llegando con sus secuaces. Todos temblaban de miedo, sus miradas estaban posadas en el suelo, no se atrevían a mirar a esa "persona". Las puertas se abrieron de gran sopetón dejando entrar a una figura con forma de robot y acompañado de un enemigo en particular de las tortugas.

- ¡¿Donde está el doctor Stockman?! -.

Con rapidez y casi chocándose contra los muebles, el doctor Baxter Stockman aparece con nerviosismo. La última vez que supimos de él, Shredder lo traicionó enviándolo a un lugar lejano. Pero ahora lo necesitaban para un nuevo proyecto que él estaría dispuesto hacer, con el fin de conseguir su propósito.

- A... Aquí estoy... Lord Kraang -.

- ¿Lo has conseguido? - preguntó el gran cerebro alienígena saliendo de su gran armadura robótica, golpeando sus tentáculos al ninja experimentado.

- He podido hacer lo que usted me pidió, mi lord - Stockman se acercó a uno de los ordenadores mostrando los resultados - El ADN que me ha enviado mientras intentábamos teletransportarlo ha sido un éxito... Lo malo que tuve que utilizar a cuatro inquilinas para que surgiera efecto -.

- ¿A cuatro inquilinas? -.

- S... Sí... Mire esto - agrandó la pantalla haciendo que Kraang observase con gran detenimiento - Esto fue de hace dos años, utilicé un poco de ADN ante una iguana, pero no ha dado buenos resultados - se coloca sus gafas con nerviosismo - Entonces pensé... ¿por qué no utilizar a un ser humano? - va hacia otro ordenador proyectando un vídeo en el laboratorio - Lo utilicé con cuatro mujeres que estaban embarazadas, no tenían idea de lo que iba a suceder... Esto fue hace 9 meses -.

- ¿Y que les pasó a esas mujeres? - preguntó Shredder mirando a Stockman.

- Bu... Bueno pues que murieron durante el parto... -.

Se escuchó un pequeño llanto de una científica que sabía lo que había pasado durante el parto. Los demás temblaban de miedo con solo recordarlo.

- Pero hay una gran noticia... Vengan conmigo -.

El doctor Stockman tecleó una clave haciendo que una gran puerta metálica se abriera y diera paso hacia unas escaleras hacia abajo. Kraang rió porque sabía de que su plan iba a triunfar y siguió al doctor hasta llegar a otro laboratorio. Pero en este habían cuatro jaulas de cristal que contenían a cuatro especies ansiosas de salir. Una de ellas le miró haciendo un gesto de rivalidad ante él.

- Doctor Stockman... ¿no se supone que tendrían que ser unos bebés? -.

- Eso lo pensé, pero como el ADN esta reaccionado a su metabolismo ha hecho que crecieran de una manera rápida, haciendo que estén en fase de adulta -.

- ¡Excelente! - gritó Kraang orgulloso - ¡Es lo que esperaba de esa pequeña molécula que encontré! - se acerca a las jaulas con gran orgullo hacia ellas.

- Lo curioso es que por fuera son humanas pero por dentro... Son... Simples criaturas... -. Baxter se acerca también admirando su gran obra de arte - Son... Espléndidas... -.

- ¡Shredder envía a tus hombres para que llamen la atención de las tortugas! ¡Y envía también a esos dos idiotas! -.

Éste último solo gruñó, no le gustaba que nadie le mandara sobre todo un moco de cerebro que lo traicionó una vez y ahora necesita su ayuda para acabar con las tortugas. Se retira sin decir nada, pero miró a Karai y ésta captó el mensaje acompañándolo. Kraang se quedó ahí observándolas mientras una de ellas se apoyó en el cristal mirándolo, analizándolo... Era un comportamiento típico de un simple animal.

- Dentro de poco vais a jugar... Y cuando acabéis con esas malditas tortugas... ¡Dominaré el mundo! -.


Los ordenadores empezaron a transmitir una señal de peligro haciendo que todas las tortugas se sobresaltaran y corrieran rápidamente.

- ¡¿Qué es lo que pasa Donnie?! - preguntó exaltado Leonardo.

- ¡Es el Clan del Pie! ¡Están asaltando una joyería! -.

- ¿Para que querrán joyas? - se preguntó así mismo Mikey.

- ¡¿Qué más da?! ¡Al fin tenemos diversión! - concluyó Raph llendo a por sus Sais muy emocionado.

- ¡Bien chicos en marcha! - los demás cogieron sus cosas y también cogieron su automóvil favorita, y fueron rumbo a la joyería preguntándose que estarán tramando los del Clan del Pie. ¿Querrán algún artilugio para algo? - ¡Donnie ¿cuánto falta para llegar?! -.

- ¡5 kilómetros hacia el sureste! -.

- ¡No puedo esperar más! ¡Dale caña! -.

- ¡Tío relájate! - comentó Mikey hacia Raph - ¡Pareces un niño que estuviera a punto de recibir su primera piruleta! -.

- ¡Es que lo estoy! ¡Donnie! -.

- ¡Muy bien agarraos! -.


Pequeños pasos se escuchaban en la gran joyería más famosa de Nueva York. Algunos hacían gestos para robar algunas piedras preciosas, pero otros vigilaban a los alrededores por si aparecían ellos. Bepop y Rocksteady, salidos de la cárcel gracias a Kraang, no prestaban atención por si venían; pero vigilaban una gran caja que contenía cierta sorpresa para las tortugas. De repente se escucha un grito inusual arriba en el techo.

- ¡Cowabunga! - Mikey salta encima del enemigo golpeando a unos cuantos - ¡Eh chicos! ¡Hagamoslo de nuevo! ¡Me gustó la caída! -.

- ¡Luego Mikey! ¡Ahora déjame golpearlos! - saltó Raph también dando una buena paliza a los del clan, mientras que Donnie y Leo se encargaban de los dos esbirros pesados de Shredder.

- ¿Cómo escapastéis de la cárcel? -.

- ¡Esa pregunta no se hace! - gritó con rabia Rocksteady golpeando con fuerza al líder, mientras que el genio se encargaba de aquél jabalí idiota.

- ¡Oye Bepop tenemos que abrirla! -.

- ¡Aún no! -.

- ¿Abrirla? - se preguntó Donnie así mismo y desde el rabillo del ojo vio esa gran caja que trajeron los del clan - ... ¿esto era una trampa? -.

Raphael con mucha rabia golpea a uno de los humanos hacia la caja, haciendo que éste abriera de golpe la caja, pero solo se abrió un poco. El chico malo de los hermanos se acercó con curiosidad para ver que es lo que contenía esa caja tan misteriosa. Lo revisó y lo olió pero no hay indicios de ser algún producto químico que los envenenara o explotara el lugar. Sin más dilación, abrió poco a poco la gran puerta de la caja y encontrándose con nada... Solo oscuridad. Raph sólo se limitó a reír.

- Ey chicos tranquilos, en esta caja no hay na... - antes de terminar la frase, algo o alguien lo golpea haciendo que la gran tortuga cayera al suelo de repente y con rapidez - Pero ¿qué... ? - una figura delgada y delicada se posa encima de él como un animal en celo. Era mujer de piel blanca, rubia y de ojos azules como el cielo que lo miraba con despavorido y señal de rivalidad.

- Tío... Pero si es una chica - dijo Mikey hipnotizado al verla. Pero sus palabras cesaron cuando de repente otra chica pelirroja y de ojos color ámbar lo golpea estampándolo contra la pared.

- ¡Mikey! - Leo corre hacia él pero alguien le detiene alejándolo de su hermano pequeño.

- ¡Leo detrás! - avisó Donnie mienras observaba a la otra chica sujetar a Leo. Éste último miró detras y era otra de pelo castaño y ojos verdes y con mirada de rivalidad ante él - Espera... Tres... Eso significa que... - Donnie dirige su mirada hacia la caja y, en efecto había otra mujer rubia de ojos de color rubí y observando a sus "hermanas" - Uno para cada uno... - dijo en bajito cuando ésta le observó y le ataca sin piedad alguna.

Los demás del clan, Bepop y Rocksteady se largan del lugar dejando a las criaturas con las tortugas; ya que era su objetivo, enviarlas para que las aniquilaran y no estropearían sus planes. Michelangelo se levanta algo adolorido por el golpe, se apoya en la pared como base de apoyo mientras abre poco a poco sus ojos. Se encuentra con esa mujer que le golpeó con fuerza y estaba a un kilómetro de él. La joven tortuga solo jadea con dolor, tocándose la cabeza intentando que sus ojos dejasen de mover. La joven mujer sólo lo observaba con detenimiento, analizándolo, oliéndolo... No era un humano, decía su cabeza. Con curiosidad se acerca a Mikey despacio sin llamar la atención mientras que éste intentaba sacar sus nunchakus. Pero el golpe que le ha propinado fue bastante fuerte como para debilitarlo un poco y no reaccionar muy sus movimientos.

- O... Oye para ser una chica muy linda... Golpeas muy bien... -.

La joven pelirroja analizó bien sus palabras... ¿eso era una halago? Agrandó un poco los ojos ante ese comentario y abrió un poco los labios mostrando signos de sorpresa. Sus ojos destellaban como signo de ilusión y se acercó aún más a él con más curiosidad aún. ¿Esta tortuga la halagó por ser bonita y fuerte? Esas preguntas resonaban ante su cabeza mientras estaba más cerca del rostro de él. Mikey se sorprende ante tanto acercamiento como se limitó a empotrarse contra la pared por miedo; y que además no tenia escapatoria alguna. Se da cuenta de que ella tiene la misma altura que él o sea... ¡es más grande que April e incluso a Casey! Tragó saliva y se estaba poniendo nervioso.

- ¿Me vas a golpear con tu cabeza o... Me harás algo malo? - preguntó muy inocente la tortuga sin dejar de mirarla y viceversa.

- ... Mi... Mi... - la joven intentaba decir algo y eso hacía que la tortuga tuviera los oídos abiertos para escucharla mejor - Mi... Miranda... - pronunció finalmente aún con esos brillantes como la luna misma.

- ¿Miranda? ¿Es tu nombre? - preguntó y ella asintió con algo de vergüenza ante él - "¿Por qué me habrá dicho su nombre? ¿Por qué está demasiado cerca? ¿Por qué no me muevo? ¡Que alguien me ayude!" - pensaba con urgencia Mikey mirando a cualquier sitio que no sea ella. Pero sus pensamientos se disolvieron cuando Raphael acudió a su rescate empujando a la joven.

- ¡Estate más atento Mikey! -.

- P... Perdón es que me hipnotizó su mirada... Espera... ¡Tienen poderes psíquicos! -.

- ¡Eso es imposible Mikey! - saltó Donnie mientras intentaba esquivar los ataques de su enemiga - ¡Para tener poderes psíquicos tendría que haber algo raro en su metabolismo! -.

- ¡¿Y cómo explicas su fuerza sobrehumana, Donnie?! - Leo esquivó la gran caja que las contenía a ellas, ya que la morena lo lanzó hacia él con rabia.

- ¡De seguro que los del Clan del Pie les metieron alguna sustancia o algo haciendo que sean más fuertes! - Donnie la golpea electrocutándola con su Boo y esta emite un sonido de desagrado - ... ¡Lo siento no era mi intención! - había una regla básica para un ninja, nunca golpees a una mujer a menos que ésta te ataque. La joven rubia le mira tocándose la herida que le provocó, pero al quitar su mano, la herida empieza a cicatrizarse rápidamente estando a su estado normal - ... Wow, regeneración... - Donnie la mira con sorpresa pero a ésta no le ha hecho mucha gracia y lo ataca de nuevo.

Mientras Raphael intenta atacar a su contrincante, pero ésta va esquivando sus ataques fácilmente intentando que éste se agotara en el intento. Pero él no es así, nunca se cansa hasta golpear a alguien. Iba a propinarle un puñetazo cuando ésta detiene su puño con su mano con tanta facilidad. La tortuga gruñe molesta, nunca nadie le ha parado su puño exceptuando su maestro, sus hermanos y hasta su peor enemigo: Shredder. La chica no dejaba de mirarle a los ojos, analizando cuál es su próximo movimiento; sin embargo, Raph con un rápido movimiento golpea su cabeza con la de ella alejándose completamente.

- ¡Dejadnos en paz! ¡No luchamos contra mujeres! -.

- A mi Miranda no me ataca... -.

- ¡¿Miranda?! - todos miraron a Mikey con extrañez.

- Claro, es su nombre. De seguro que esas tres tienen nombre -.

- ¡¿Es que te pusiste a preguntar su nombre en vez de pelear, pedazo de idiota?! - gritó furioso Raphael mientras que su enemiga agarra uno de sus brazos y le da una voltereta mortal dejando aturdido a la gran tortuga.

- Fue ella quien me lo dijo, no le he preguntado ni nada... ¡¿y qué mosca te picó conmigo para que me mires así?! - la joven tortuga ya se estaba poniendo nerviosa al tener a la chica cerca y mirándole con esos ojos lujuriosos.

- Donnie tendrás algún plan - Leo estaba arriba intentando distraer a la chica, pero para su mayor sorpresa es que ella lo golpea sin darse cuenta.

- Pues... - el genio intentaba pensar, pero estaba a bajo presión. Sus hermanos estaban peligro y dependían de él. Pero una bombilla se le iluminó por encima de su cabeza. Era una idiotez pero habría que intentarlo - ¡Seducirlas! -.

- ¡¿Te volviste loco?! ¡¿Nos intentan matar y tú quieres que las seduzcamos?! -.

- ¡Mírale a Mikey, Raph! ¡Algo le dijo para que no la atacase! -.

- ¡Sólo le dije que para ser bonita pegaba muy bien! - comentó el muy inocente.

Leonardo miró a su hermano pequeño diciendo eso y luego miró a su enemiga que la tenía enfrente, y gruñendo como un animal se tratara. Si lo que dice Donnie es cierto, tal vez sus enemigas dejaran de atacarles, pero eso les llevaría a la muerte. Con un gran suspiro deja las katanas al suelo, señal que se rinde. Esto a la joven lo extrañó tanto que lo miró fijamente, averiguando que es lo que trama realmente. No encontraba nada. Solo una mirada tranquila y llena de serenidad en la tortuga. Su enemiga deja de estar en posición de ataque captando la indirecta. Eso es lo quería Leo, que dejara de pelear.

- No queremos haceros daño... Dejadnos ir... - la chica solo gruñó señal de que no le gusta la idea - Oye... No suelo pelear con mujeres, y más con una chica bonita como tú. Así que ¿qué te parece si dejamos de pelear? - ¿bonita? ¿Me dijo bonita? Esa palabra resonaba en su cabeza una y otra vez. Desde que nació y creció nadie le había dicho eso. Solo la miraban con miedo, incluyendo al doctor Stockman. Ella inclinó la cabeza hacia un lado mirándole con curiosidad - ¿Qué te hicieron? - era lo único que le salía en la mente a Leo en este momento, porque estaba claro que esa chica junto con las otras fueron sujetos de algún experimento que él aún no sabe. Pero una cosa estaba clara... Si la chica que estaba con Mikey le dijo su nombre, ésta podría decir el suyo - ¿Puedes decirme tu nombre al menos? -.

- ... - ella seguía mirándole intentando averiguar porque le hacía esas preguntas. ¿Está interesado en ella? Un pequeño sonrojo aparecieron en sus mejillas, pero que eran difícil de distinguir para la tortuga. Abrió un poco la boca para gesticular palabra alguna - Sil... -.

- Sil... Es un bonito nombre - sonrió un poco el joven líder haciendo que ella sonriera también - "Parece que la idea de Donnie está funcionando" -.

Y nombrando a éste, la tortuga intentaba esquivar a la furiosa rubia que no estaba muy contenta por lo que le hizo. Donatello escaló lo más rápido que pudo, pero ésta le cogió de la pierna haciendo que bajara del todo y éste tropezara. Menos mal que tenía el caparazón para amortiguar golpes leves. La chica se puso encima de él para propinarle un golpe, pero...

- E... ¡Espera! ¡De verdad lo siento si te hice daño no era mi intención golpearte! ¡Además hay una regla básica para nosotros! ¡No golpear a una chica! ¡Pero como me atacaste, lo hice en defensa! ¡De verdad no quería lastimar tu cuerpo! – lo dijo tan rápido que a la chica le costó un poco en investigar sus palabras, pero solo captó la última palabra: cuerpo. ¿Qué estaría diciendo esa tortuga? ¿Qué le gusta lo que ve? Se mira así misma intentando buscar alguna lógica. Donnie abrió un poco el ojo derecho para ver que hacía, y cuando ve que no le ataca pensó que a lo mejor le entendió. Pero sus pensamientos se esfumaron cuando se da cuenta de que ella estaba encima de él y estaba rozando su parte… delicada. Solo tragó saliva – O… Oye… ¿por qué no te levantas y podemos hablarlo con tranquilidad? Es que esto resulta algo incómodo para mi -.

- ¿Incómodo? – gesticuló la joven al mirarle, confusa porque no entendía a lo que se refería.

- Sí, quiero decir… estas encimas mía y casi no puedo moverme -.

- Mover… -.

- … puedes entenderme, pero gesticulas palabras como si fuera tu primera palabra – analizaba a su enemiga mientras ella le miraba aún confusa ante la situación – Es extraño -.

- ¡¿Queréis pelear y no ligar?! -.

- ¡Raph inténtalo! ¡A mi ya no me ataca al igual que a Mikey! -.

- ¡Pero Leo está demasiado cerca! ¡Me intenta devorar con la mirada! -.

Raphael solo gruñó ante ese comentario. Su enemiga le miraba también gruñendo como si le molestara que él gruñera. Él la ignoró y da un gruñido mucho más largo y viceversa. Era una lucha de quien gruñía más y sería una pelea bastante larga. Pero de pronto ella paró, sin dejar de mirarle. Sus fosales nasales se dilataron al oler el ambiente, ¿qué era ese comportamiento en él? ¿Territorio? No encontraba indicios de esa sospecha, pero algo captó en él para que llamase su atención. Por su parte, Raph giraba sus sais ansioso de que la chica atacara, pero no obtuvo respuesta. Su mirada estaba perdida en sus pensamientos. Solo alzo la ceja intentando averiguar que le pasaba esta chica ahora. De repente, vio que ella se acercaba a él y como acto se defiende por si la ataca. Sin embargo, solo recibe una acaricia de ella en su rostro. ¿Qué significa ese comportamiento?

- Fuerte… Tortuga fuerte… - pronunció ella sin dejar de mirarle, y éste último se quedó hipnotizado ante su mirada.

- … ¿gracias? – era lo único que podía decir.

Las sirenas de la policía despertaron a las chicas haciendo que se retiren del lugar tan rápidamente dejando a unas tortugas anonadadas. Raphael siguió con la mirada hacia donde van ellas y sin dejar de apartar su mirada en ella. Esta última le miró y le dedicó una simple sonrisa antes de que se marchara. Los demás se reúnen con Raphael también embelesados.

- Tíos… ¿quiénes serán? -.

- No lo sé Mikey… no solo sé – gestionó Leonardo imaginando que no será la última que se las encuentran.


Aquí acaba el primer capítulo, es bastante largo sí y lo siento si veis alguna falta ortográfica; no me mateis por eso.

¿Qué pasará ahora? ¿Por qué ese comportamiento tan extraño? Eso lo veremos en el siguiente capítulo.