Hola!, primero que nada quiero agradecer a la gente que lee esto, antes de eso, he leeído muchos Fanfics de Bleach, pero hay muy pocos sobre esta que es una de mis favoritas, el ShinjiHiyori:) entonces, sin nada más que decir, les agradezco a la gente que lo leea, y pues, nada más diciendo que como soy una persona que se le vienen muchas ideas a a cabeza, seré muy activa xD, y actualizaré lo más rapido que se pueda :D, Como aquí se dice, será un conjunto de one-shots o drabbles a veces xD en los que plantearé a esta parejita situaciones, que serán en orden, ejemplo, si en un capitulo pasaba algo, en el siguiente será un tipo de continuación. Espero y les guste, tambien quiero ver sus reviews w! Bueno, de una forma u otra, ''Tú lo sabes muy bien'' es para ustedes.
-¡Chicos es tarde!- Una chica de cabello verde y risueña hacia berrinche al no ver a sus compañeros Vizard subir a la camioneta.
-Amor, tranquilízate por favor, ya vamos todos.- Aparecía Kensei, siendo el culpable de la fugaz sonrisa que en la otra chica había provocado. -¿porqué no vamos entrando tú y yo?-
-Eso me parece divertido, Kensei, eres un pervertido.- Decía la chica entre risas, mientras se percataba desde lejos un grupo de chicos cargando maletas y bolsos.
-Hey, ¡Love! Siento que tu y Hachi no puedan venir con nosotros, ¿seguro que estarán bien?, yo puedo quedarme…-
-No, no hay problema Shinji, de todos modos, Hachi enfermó, recuerda.-
-Está bien… solamente que… cualquier cosa, llámenme-
-No hay de qué preocuparse – Decía el moreno.
Ya alejándose quiso recordar algo más importante, Shinji no era de las personas que pensaban demasiado, excepto si en realidad era de importancia.
-Cierto, ¡Oigan! ¡Recuerden meter las maletas detrás de las de Mashiro, porque luego no caben! – Para después soltar la carcajada y ser captor de un golpe y un insulto de Kensei. – Si alguien falta, por favor, apúrenlos, yo iré empacando lo que falta. –
OoOoOoOoOoOoOo
-Lisa, a veces no me siento tan bien conmigo misma ¿sabes? – Habló la rubia.
-¿De qué hablas Hiyori? – Se acomodaba las gafas, mientras seguía amontonando ropa sobre bolsos y más bolsos.
-En realidad no quisiera ir hoy… - Bajó la mirada para luego ser obligada a mirar los ojos de la persona con quien entablaba la conversación.
-Apuesto que mañana captaras tantas miradas como nunca, hazle ver que tú también puedes hacerlo sentir mal.- Le guiñó un ojo, recogió sus… revistas, y salió de la habitación con un poco de dificultad, al atorarse con todo en su camino.
-Quizás tienes razón…-
Hiyori había quedado como idiota mirando hacia la nada durante unos momentos con intenciones de reflexión. Había acomodado su cabello con una sola coleta, y el cabello rebelde de su frente le acomodaba muy bien dejando un ligero flequillo que la hacía verse distinta a otros días.
Cogió sus pertenencias, bajó con mucha dificultad las escaleras para llegar al primer piso del garaje, por poco cae, si no fuera por un pedazo de ropa que se había enganchado en un barrote, con cuidado dejo las cosas en el suelo y se desato; torpemente, pero milagrosamente había llegado a tiempo al camión, todos estaban ahí, esperando a la última en este caso.
-Eres una tonta, porque siempre llegas tarde –
-¡Eso no es cierto maldito calvo!- gritó con enojo, cosa que no era ese ''enojo'' de siempre, Shinji había decidido mejor callar.
Cambió el tema.
-He chicos, como siempre lo hemos hecho, nos sentaremos depende de la elección de papelitos, recuerden que son asientos de dos, así que cada quien llevará acompañante. – puso una mueca de sorpresa y emoción, y los demás… simplemente… no lo hacían.
-Me reúso… - Hiyori había entrado en el autobús sin fijar mirada a nadie, simplemente entró.
-Si Hiyori lo hace, yo igual…- Lisa comentaba mientras no apartaba la vista del libro.
Y así fueron cada quien entrando, rompiendo las ''normas'', al final, subía Shinji, sin esa sonrisa que le caracterizaba.
Todos iniciaron a escoger lugares, Kensei iba con su novia y futura prometida Mashiro, aunque las peleas no cesaban. Lisa compartió asiento con Rose debido a que el segundo mencionado tenia curiosidad de que se sentía o que era lo que ella leía, así que así fue como pasó.
Había una personita, que lejos de ir acompañada, se retiró hasta el último asiento en la esquina al lado de una ventana que daba a una vista increíble; Shinji lo percató y decidió acercarse en un momento mejor. Aparto su vista.
-Chicos, las cabañas quedan a diez horas de aquí, entonces, tenemos que ser pacientes y no hacer preguntas tontas de que si ya llegamos- lo último enfatizándolo observando a Mashiro.- y pues, pónganse cómodos.
Pasaron las horas, se había hecho de noche, y los cánticos o bromas desaparecieron, el silencio reinó.
El soportó el sueño, para poder hacer lo que se pretendía, y pareciera como si el mismo Dios, le hubiera escuchado sus súplicas, Mashiro roncaba sobre el fuerte pecho de Kensei, Lisa y Rose, rodeados de mangas ecchi y hentai, con un ligero rubor sobre las mejillas, dormían profundamente, y sus ojos pararon en aquella pequeña silueta, sola, temblando, fue cuando rápidamente se retiró la chaqueta que él portaba y fue a acomodarla, no pasaron ni dos segundos cuando había salido volando al otro lado del camión.
-Ah, Hiyori…- Estaba frotando con cuidado aquella parte de su cara, que, segundos atrás la rubia había golpeado.
-¡Lo sient…! ah, eres tu - Con los ojos entrecerrados tomó aquella ''manta'' en la que se acomodó cobijando todo de ella hasta la mitad de su rostro, dejando el cuello de la chaqueta en pleno roce con la nariz de la chica de los ojos color miel.
Ese olor era conocido para ella, y como no serlo, si era el mejor del mundo, suspiro fuertemente, para aferrar sin razón la tela en el cuerpo de ella. Pero no duró por mucho tiempo, ya que había sentido como de la nada, ya no sentía ese calor. Abrió los ojos con pereza, para encontrarse a una persona desagradable, que desagradablemente se acomodaba su desagradable chaqueta con ese desagradable olor. Todo era desagradable para ella en ese momento.
-Tenías que ser tu… y ¡devuélveme mi mant…!- Guardó silencio cuando este se volteó hacia ella, mostrando que aquella ''manta'' no era nada más ni nada menos que su chaqueta. Se sintió una estúpida cuando esa fragancia, de un modo, la había embriagado.
-¿Manta? ¿Eres estúpida o algo?, no grites, están todos dormidos.- Decía acomodándose la chaqueta.
-Bueno, dame algo para no sentir frío – Esas palabras fueron muy difíciles de decir, ya que ella nunca le pediría un favor, era muy orgullosa, pero, en realidad lo sentía.
-Yo también tengo frio- Recitó frotando nuevamente la parte afectada, sentándose hasta atrás junto a ella, solamente que del otro lado de los asientos.
-¿No estabas allá? – Señaló el primer asiento de hasta adelante, donde descansaban las maletas de él.
-Sí, pero, no sé, me sentía acosado por el conductor.- la miró con una divertida cara acosadora con la que los dos iniciaron a reír.
-Me quitaste el sueño calvo –
-Que bien, así no me quedaré solo despierto, la verdad no tengo sueño.-
-Yo tampoco – mintió.
Quedaron en silencio por unos momentos, Shinji se había recostado abarcando los dos asientos juntos paralelos a los del lugar de Hiyori, lo único que los separaba era aquel pasillo de menos de un metro.
-Observa por la ventana.-
-Shinji, ya es de noche, no se ve nada estúpido.-
-Te he dicho que observes, ni siquiera has abierto las cortinillas.-
Hiyori gruño ligeramente, abrió las pequeñas cortinillas que solo tapaban la ventana que daba vista al exterior.
Se sorprendió, millones de estrellas repartidas por el cielo, unas más brillantes que otras; de estar acostada, se sentó y se acercó lo más que pudo a la ventana, dejando casi todo el espacio donde ella estaba, vacío; quedo embobada, pues el espectáculo de astros era magnífico, ¿cómo era posible aquello?, cómo podían juntarse una gran magnitud de estrellas bajo un pequeño espacio; pidió un deseo. Cerró los ojos en busca de concentración y pegó la frente al frío cristal.
-Maravilloso ¿no?-
Ella estaba muy ocupada pensando en mil cosas, que no sintió cuando el asiento de al lado se sumió.
-¿Sabes…? yo cuando era chico pedía un deseo, algo que deseara más que nada en este mundo…- y antes de hablar, sentía una cálida presencia en su hombro. De estar mirando las estrellas, miró rápidamente su hombro, ahí estaba ella, odiaba mirarla dormir, porque sus sentimientos lo confundían y lo hacían débil, mientras ella descansaba el ligero peso de su cabeza sobre el hombro del rubio.
-Solo dos cosas, -se dijo a él mismo- ella es una mentirosa, -la miró – sí tenias sueño, -miró de nuevo a las estrellas – y, ahora sé que… bueno… esto fue pura suerte.
Usshhhh! Hace muchisimo tiempo que quería postear mi primer capítulo, pues, para quienes quieran saber e_é, por si no entendieron, esos autobuses/camiones/etc. por ejemplo, aquí en mi país es muy común que sean de dos columnas, separadas por un pasillo, pero en cada columna hay asientos de dos:) , entonces, creo que si los conocen. Y ellos se dirigen a pasar en algun lugar el caluroso verano.
Hasta la próxima:) Su querida amiga, AlessaCereza:)
